Sin duda la mejor cinta del universo View Askew. La menos divertida en términos de chistes pueriles e innecesarias referencias a Star Wars, pero la más interesante y quizá la más personal también. Una historia de amor real, sin falsas pretensiones. Una historia de relaciones humanas que es de verdad humana. Algo refrescante en el cine americano, sin duda merecedor del reconocimiento Independent Spirit Awards por mejor guion que ganó en 1998.
La ficha IMDB está aquí
Holden McNeil (Ben Affleck en el papel que lo lanzó a la fama) y Banky (Jason Lee ganador del premio a mejor actor secundario de los Independent Spirit Awards por su actuación en esta cinta) son un equipo de creadores de comic con cierto éxito en el circuito independiente y una interesante oferta para el futuro. Las cosas empiezan a ir mal cuando conocen a Alyssa Jones (Joey Lauren Adams) otra autora de comic. La química entre Holden y Alyssa es innegable y el cae perdidamente enamorado. Pero su pasado, un pasado de libre experimentación y de abiertas relaciones lésbicas, resulta demasiado para Holden. Y la idea de Holden enamorado resulta demasiado para Banky.
Inspirada en una escena de la cinta Go Fish (Rose Troche, 1994) y en la relación de Smith con Joey Lauren Adams, de quien era pareja cuando escribió la cinta, Chasing Amy cuenta una historia profundamente humana, donde las cuestiones de sexualidad si bien son centrales a la narrativa son realmente secundarias al tema de la película.
La necesidad de aceptar el pasado de la persona a nuestro lado, aceptar no entender o conocer o estar de acuerdo con, es un problema humano que muchos, sino todos, hemos resentido. Scott Pilgrim vs. The World (Wright, 2010) basada en el comic de Brian Lee O’Malley explora el mismo tema desde una perspectiva más....juvenil (en todos los sentidos). Kevin Smith es más crudo, inclusive casi brutal. La elección de los actores es perfecta, independientemente de las relaciones personales de Smith con su tropa de actores. Adams es perfecta como Alyssa, con momentos desgarrantes donde parece que necesita salir de sí misma, completamente acorde con el personaje y sus locuras de adolescente.
Las discusiones entre los personajes sobre la naturaleza del amor son profundas y sensatas; realmente el tipo de conversaciones que uno tendría con sus amigos, en esos (o demasiado) raros momentos de profunda honestidad. Inclusive el sínico Banky ofrece una perspectiva valida e interesante.
No solo son los diálogos pertinentes, pero las relaciones son realmente autenticas. Jamás queda claro si Banky buscaba más que la amistad de Holden, y no es importante, los celos no solo existen en parejas. Un buen guion es evidente cuando los personajes actúan de la única manera que les es posible actuar. La propuesta de Holden al final, era lo único que alguien como él podía hacer en esta situación. Las respuestas de Alyssa y Holden son completamente autenticas. Hay quien podría ver un deseo de mostrar situaciones sórdidas, chistes sexuales y muchas groserías; pero no, todo tiene perfecto sentido.
Nunca he sido fanático de películas donde algún personaje dice explícitamente el punto de la obra, pero que sea el mismo Smith, en su personaje de Silent Bob, siempre listo a descargar sus bombas verbales de verdad y lucidez, quien explica el meollo del asunto es simplemente brillante y me imagino liberador para él.
El punto fuerte de Smith jamás ha sido la dirección, nada que decir ahí; pero sus guiones siempre han sido interesantes, y Chasing Amy es sin duda el mejor ejemplo de ello.
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Holden McNeil (Ben Affleck en el papel que lo lanzó a la fama) y Banky (Jason Lee ganador del premio a mejor actor secundario de los Independent Spirit Awards por su actuación en esta cinta) son un equipo de creadores de comic con cierto éxito en el circuito independiente y una interesante oferta para el futuro. Las cosas empiezan a ir mal cuando conocen a Alyssa Jones (Joey Lauren Adams) otra autora de comic. La química entre Holden y Alyssa es innegable y el cae perdidamente enamorado. Pero su pasado, un pasado de libre experimentación y de abiertas relaciones lésbicas, resulta demasiado para Holden. Y la idea de Holden enamorado resulta demasiado para Banky.
Inspirada en una escena de la cinta Go Fish (Rose Troche, 1994) y en la relación de Smith con Joey Lauren Adams, de quien era pareja cuando escribió la cinta, Chasing Amy cuenta una historia profundamente humana, donde las cuestiones de sexualidad si bien son centrales a la narrativa son realmente secundarias al tema de la película.
La necesidad de aceptar el pasado de la persona a nuestro lado, aceptar no entender o conocer o estar de acuerdo con, es un problema humano que muchos, sino todos, hemos resentido. Scott Pilgrim vs. The World (Wright, 2010) basada en el comic de Brian Lee O’Malley explora el mismo tema desde una perspectiva más....juvenil (en todos los sentidos). Kevin Smith es más crudo, inclusive casi brutal. La elección de los actores es perfecta, independientemente de las relaciones personales de Smith con su tropa de actores. Adams es perfecta como Alyssa, con momentos desgarrantes donde parece que necesita salir de sí misma, completamente acorde con el personaje y sus locuras de adolescente.
Las discusiones entre los personajes sobre la naturaleza del amor son profundas y sensatas; realmente el tipo de conversaciones que uno tendría con sus amigos, en esos (o demasiado) raros momentos de profunda honestidad. Inclusive el sínico Banky ofrece una perspectiva valida e interesante.
No solo son los diálogos pertinentes, pero las relaciones son realmente autenticas. Jamás queda claro si Banky buscaba más que la amistad de Holden, y no es importante, los celos no solo existen en parejas. Un buen guion es evidente cuando los personajes actúan de la única manera que les es posible actuar. La propuesta de Holden al final, era lo único que alguien como él podía hacer en esta situación. Las respuestas de Alyssa y Holden son completamente autenticas. Hay quien podría ver un deseo de mostrar situaciones sórdidas, chistes sexuales y muchas groserías; pero no, todo tiene perfecto sentido.
Nunca he sido fanático de películas donde algún personaje dice explícitamente el punto de la obra, pero que sea el mismo Smith, en su personaje de Silent Bob, siempre listo a descargar sus bombas verbales de verdad y lucidez, quien explica el meollo del asunto es simplemente brillante y me imagino liberador para él.
El punto fuerte de Smith jamás ha sido la dirección, nada que decir ahí; pero sus guiones siempre han sido interesantes, y Chasing Amy es sin duda el mejor ejemplo de ello.
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