Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, June 4, 2010

The Royal Tenenbaums (Wes Anderson, 2001) – 8/10

Otro instant classic de Wes Anderson, con tal vez los personajes más interesantes agrupados en una sola cinta que he visto en mucho tiempo. Un personaje central cuyo rol por momentos no es claro y un final un poco flojon no son suficientes para detener esta magnífica cinta.

La ficha IMDB está aquí


Royal Tenenbaum (Gene Hackman) se entera de la propuesta de matrimonio que acaba de recibir su ex esposa (en realidad no están legalmente divorciados). Eso, mas el hecho de que no tiene un quinto, le hacen querer regresar con su esposa y tres hijos: Chas (Ben Stiller) el genio de los negocios que no puede lidiar con la muerte de su esposa; Margot, adoptada, (Gwyneth Paltrow) la escritora genial que no ha presentado una obra en años y Richie (Luke Wilson) el favorito de papá, jugador de tenis genial que tuvo un colapso. La noticia (falsa) de la enfermedad de Royal los une a todos bajo el mismo techo y los conflictos de cada uno y del grupo emergen a todo lo que da.

El detonador de toda la acción es sin duda el regreso de Royal, que intenta revertir los efectos de su ausencia, sobre todo por razones completamente egoístas, aunque por momentos parece ser que realmente le interesa la felicidad de sus hijos. Royal es el elemento de caos que se inserta en las vidas lineales que llevan sus hijos, un poco de desorden para contradecir la rigidez. Pero por momentos el mismo es también rígido (o fue) y ahí es donde algo de la dinámica puede sentirse de pronto artificial.

Todos los personajes con sus patologías particulares son conmovedores y sin duda interesantes. Chas siempre con sus ropas Adidas, inclusive en el funeral, y sus hijos que solo son reproducciones en miniatura; o Margot, que nadie sabía que fumaba, aunque lleva 22 años haciéndolo; Richie siempre equipado para jugar tenis aunque lleva años sin hacerlo. Sus diálogos, sus reacciones, inclusive como se colocan en una habitación son perfectamente congruentes con su pasado de éxito y su presente mediocre.

Y eso lleva a uno de los componentes esenciales de la cinta: la fotografía. Robert Yeoman hace un trabajo impresionante con composiciones impecables y llenas de dramatismo. Lo que ahora es un sello de Anderson: tomas fijas casi siempre planas que dotan a todo lo que sucede de cierta “naturalidad” en el sentido de que parecen eliminar cualquier artificio de la cámara, pero altamente teatral teniendo un fondo, los personajes y una mirada fija en la acción; logra que los sucesos parezcan más intensos o profundos. La intensidad narrativa en estas tomas, fijas en su mayoría, salvo por los largos paneos continuos también sello de Anderson, es a veces abrumadora, con Margot en el fondo, Chas con las niños, el juego entre planos….

El final buena onda (parcialmente) se siente un poco forzado, algo poco característico en Anderson, pero aun así tiene suficiente honestidad como para que no me sienta traicionado.

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