Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, May 13, 2011

Anticristo (Lars von Trier-, 2009) - 9/10


La película escandalizó, por sus imágenes insoportables de sexo y violencia. Pero las reflexiones que contiene sobre las relaciones hombre-mujer van mucha más allá de simples apariencias escandalosas. Y algunas partes son de una belleza que deja sin aliento.

Ficha IMDb

Si uno se queda en nada más mirar las imágenes, se puede en efecto aceptar que son perturbadoras, intolerables, tal vez inaceptables, chocantes. A causa de todas estas escenas de sexo explicito, o de violencia, también muy explicita. Pero todas esta imágenes están relacionadas con una significación profunda que no remite a la cuestión primordial de la humanidad: la división entre los dos sexos, la separación entre el principio masculino y el femenino. Macho y hembra. Por cierto, los personajes no tienen identidad. Son EL y ELLA.

Y también nos remite a la culpabilidad. Al origen de la culpabilidad. La culpabilidad relacionada con la división de los sexos que constituye la historia del pecado original. Ya que, según la traición, es Eva la que es responsable de todos los males de la humanidad. Estamos ahí en la misma perspectiva que adopta por ejemplo Zola, que hace remontar la culpa original de sus personajes de los Rougon-Macquart hasta la primera mujer del linaje, la tía Dide, alcohólica, y que, en La Bestia humana, historia de este asesino de mujeres, predecesor de los serial-killers, explica la pulsión del personaje por esta culpa primaria de lo femenino.

Entonces, nos encontramos aquí frente al problema del concepto que los sexos, o los generos, tienen el uno del otro, o cada uno de si mismo. Según una división que nos fue transmitida por la tradición judeo-cristiana: lo natural, lo físico, lo sensual y por consecuencia lo sexual, pertenecen a la mujer. Lo intelectual, racional, y espiritual pertenecen al hombre. Así, Satán esta del lado de las mujeres ; Dios del lado de los hombres. En una división del mundo totalmente maniquea.

Esta dimensión femenina y feminista es por cierto reivindicada por algunos grupos feministas que quieren revalorizar lo propiamente femenino: parto, menstruación, amamantamiento….

La película remite obviamente a una dimensión histórica y teológica y, al mismo tiempo, con el tema de las brujas, estas mujeres ligadas a la naturaleza, en forma tradicional por el uso de las plantas, los filtros, por algunos cultos a las fuerzas naturales, o simplemente por el conocimiento de la naturaleza . Noches de luna llena, gatos y demás. También nos remite a los juicios que se hicieron a las brujas durante siglos, con todos los suplicios físicos que de ahí se derivaban. De ahí el ultimo tercio de la película cuando Ella le inflige a su esposo unos tormentos dignos de la Edad Media. O de los juicios, como en Dies Irae (1943) de Carl Dreyer, cineasta nórdico como Lars von Trier

Por otra parte, como ese era el tema de investigación de tesis de la mujer,vemos documentos medievales, grabados como los “juicios de Dios” : un individuo a quien se le ata una rueda y se le avienta al agua. Si se ahoga, es prueba de su culpabilidad. Si flota, es prueba de su inocencia y Dios le prestó ayuda y lo salvó.

Así, todos estos juicios en contra de mujeres, que fueron llevados por hombres, pueden ser considerados, en una perspectiva feminista, como un “gynocidio”, neologismo que pone en evidencia una voluntad masculina de deshacerse de toda esta fuerza vital que no entienden y que les escapa. Y, por ende, los asusta. Ya lo decía Simone de Beauvoir en El segundo sexo en 1949, explicitando la relación entre útero y histeria. Por cierto, la ciencia mostró a finales del siglo 19 que muchas de estas mujeres acusadas de brujería presentaban síntomas de histeria. Enfermedad mental después identificada y tratable.

El tema de la culpabilidad esta presente en el prologo con la muerte del niño. El niño muere mientras la pareja se deja llevar por el sexo, por el placer físico, por las pulsiones naturales. La mujer de la pareja, como Eva, sucumbe al pecado. (Por cierto, el bosque adonde se retira la pareja se llama Eden) . Pecado de gula cuando se trata de una manzana, de curiosidad cuando se trata de el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, por consecuente de orgullo al atreverse a penetrar en el mundo intelectual y espiritual. Campo reservado al hombre.

La película de Lars von Trier tiene una imágenes de una belleza absolutamente extraordinaria, en particular en el prologo y el epilogo. Con slow-motion, blanco y negro, y la musica de Haendel. Y es totalmente sublime. Con la presencia de los tres mendigos, duelo, dolor y desesperación, en forma de pequeños juguetes, como soldaditos de plomo, que anuncian los temas y las partes de la película. Sentimientos negativos y culpabilidades son presencia del diablo. Dolor, angustia son presencia diabólica. Como lo daba a entender El rito, con Anhony Hopkins aunque en forma un poco caricaturesca y superficial.

Después del prologo, la película esta perfectamente bien estructurada en cuatro partes, cada una anunciada por una imagen titulo: duelo, dolor-el caos reina, desesperación – feminicidio, los tres mendigos.

Charlotte Gainsbourg, en una interceptación que la densuda no solo físicamente, sino emocionalmente, y la lleva al extremo del miedo, el odio, la soledad.

Se pueden identificar claramente influencias de Bergman, con este ambiente de naturaleza, de bosque, vivo, habitado un lugar de cuento habitado por poderes, fuerzas que el humano no ha sabido controlar. Por ejemplo, este magnificad escena donde el hombre despierta. Dejó su mano colgando al exterior de la ventana mientras dormía y, al despertarse, la ve cubierta de pequeños hongos que han creciendo sobre su piel. Un poco asquerosos, a decir verdad. O estos momentos donde se ve a los tres animales míticos: el ciervo, el zorro y el cuervo. (Tres : numero mágico, numero de cuento). El ciervo esta pariendo, el zorro se come las entrañas y el cuervo, el hombre no puede matarlo, no puede callarlo y sus gritos van a revelar a su mujer donde esta escondido. También estos momentos en que los ruidos del bosque, y el viento se levantan de repente, o cuando el árbol se llena de brazos y piernas de mujer, y se transforma en una mujer tentacular, que hace el amor con el hombre. Y de la cual no puede escapar. Y a la cual tiene que satisfacer. También vemos a Bergman en la mujer que ya no puede vivir con su naturaleza femenina y se mutila como en Gritos y susurros (1972)

La película esta dedicada a Tarkovski, director ruso del misterio, de la religión, del hechizo. Temas idénticas a los Anticristo.

En la última parte de la película, cuando la mujer recae, se entra a una película de terror. La escena en el cuarto de las herramientas nos hace prepararnos para lo peor como en un Stephen King (Misery por ejemplo) . Nos imaginamos que elle lo va a castrar. Lo que hace no esta mucho mejor. Pero el aumento de la tensión y la lógica interna del relato nos hacen anticipar este final como normal. Claro, la castración sería poco coherente ya que la mujer necesita del sexo del hombre para saciar su naturaleza. Y es su miedo al abandono lo que le hace aplicarle un tormento medieval: le ata la pierna a una piedra de molienda. Todos los objetos y herramientas del sufrimiento físico, del castigo, están presentes, con claras alusiones a las cámaras de tortura de las brujas.

Por cierto, se puede considerar la automutilación de la mujer como la única manera de escapar del poder del sexo sin hacerle daño a su esposo.

Algunos críticos han llegado a considerar la película como misógina. No estoy de acuerdo. Porque el esposo no lo cree nunca y trata sin cesar de detener a su esposa para que no caiga en este concepto de la mujer y de ella misma como un discípulo de Satán.

Para mencionar un aspecto anecdótico y como pista de extrañeza en la película: estas fotografías del niño, tomadas cuando estaba solo en el bosque con su madre. Tiene siempre los zapatos puestos al revés. El contrario, el revés es tradicionalmente signo satánico. Todos los cultos para el diablo eran cultos cristianos efectuados al revés. Fue error o distracción de la madre, provocando una deformación de los pies. Pero talvez, al mismo tiempo, ella estaba inconscientemente consagrando a su hijo al diablo. Lectura satánica de la película también aceptable.

Queda que esta película, con su fotografía ultrajante, excesiva en la belleza, en la fealdad, en el sexo, en la violencia, pone la fuerza de sus imágenes. Al servicio de la fuerza de la reflexión, y de la pregunta planteada. Aquí, no hay culpable, no hay inocente. Hay solamente la naturaleza humana, lugar de conflicto entre el bien y el mal.

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