Una película más de Woody Allen que es, básicamente, de Woody Allen. Diálogos divertidos y preguntas interesantes acerca del proceso creativo y de los límites de la sociópata. Sin ser una gran película, es ciertamente divertida.
La ficha IMDB
Harry Block (Woody Allen) es un reconocido escritor que de pronto sufre un completo bloqueo creativo. A la vez, su universidad se prepara a rendirle tributo. Mientras se prepara para tal honor, Harry se enfrenta a los fantasmas de su pasado, tanto reales como producto de su imaginación.
Woody Allen es un tipo sin duda inteligente e interesante. Su talento como escritor es indudable y de verdad que provoca honestas risas con sus situaciones ridículas y los diálogos hilarantes que hace decir a sus personajes.
Al mismo tiempo, al menos durante una época, era un tipo obsesionado con sí mismo. Deconstructing Harry es realmente un ejercicio de autoanálisis, pero no queda claro cuál era la intención de tal ejercicio. Si bien por momentos parece ser que será precisamente un juicio propio, el final termina siendo más bien una apología.
El personaje del judío neurótico neoyorquino es divertido y le queda a la perfección a Woody Allen, en buena parte porque tanto para escribirlo como para interpretarlo no le pide mucho esfuerzo, aun menos cuando el personaje resulta ser un escritor o cineasta. Si se agregan a la ecuación múltiples ex esposas, hijos abandonados, conflictos con la familia y dudas existenciales, pues la receta esta lista.
Hay quizá en la cinta algunos momentos donde Allen se muestra honesto al cuestionar su egoísmo e inmadurez, pero el final hecha todo eso por la borda en un momento que recuerda a La Dolce Vita (Fellini, 1960) y deja claro que el análisis no iba nunca a ser muy profundo.
Fuera de esta estructura central, Deconstructing Harry no ofrece nada demasiado interesante o innovador. Es otra aplicación de la receta, que como siempre, deja buen sabor de boca, pero solo por un rato.
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