Sin verdadera acción, sin ritmo sin interés. Actores malos e historia absurda. Talvez le saque al espectador una que otra sonrisita.
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Hubert Florentini (Jean Reno) es un comisario francés muy eficiente pero que usa métodos al límite de la legalidad, por su violencia y su “espontaneidad”.Después de una presentación, bastante larga, de su vida profesional y amorosa (con Carole Bouquet), donde se nos repite abundantemente que la única mujer de su vida fue una japonesa que lo abandono sin explicación hace 19 anos, entramos finalmente en la intriga cuando le avisan por teléfono que la mujer murió y lo dejó como único heredero y que tiene que ver el cuerpo antes de la incineración. Una vez en Japón, lo informan de la existencia de una hija, que cumplirá veinte anos en dos días.
De ahí una película donde padre e hija deberan aprender a conocerse y quererse, al mismo tiempo que tendran que evitara a los Yakusas que persiguen a la joven porque su jefe quiere recuperar la fortuna acumulada por la madre al hacer de agente doble.
Momentos cómicos muy simplistas: contraste entre el tamaño de Jean Reno y el del japonés promedio, contraste entre Hubert comiendo en grandes cantidades wasabi (de ahí el titulo de la película en francés) que su amigo Momo no aguanta ni en cantidad ínfima por lo picoso. Escenas de peleas ridículas donde los hombres vuelan y los palos de golf se agitan. Quiproquos entre padre e hija. Una trama sin suspenso, lo que es el colmo para una cinta de acción.
A una pobreza de actuación (salvo talvez los gestos de Michel Muller (Momo) se suma una falta de interés de las imagines: todo en interiores, sin aberturas. La historia podría desarrollarse en Perú, Turquía o Alaska sin que el espectador casi notara la diferencia: todos los personajes hablan francés, y se comportan como franceses, las locaciones, de lo más reducidas, no son aprovechadas (hasta el maravilloso Kyomisudera en Kyoto no se deja ver apenas)
Unas situaciones bastante absurdas: a los veinte años, Yumi no ha terminado la prepa, Momo, con mas de veinte años en Japón, no se ha acostumbrado al picor del wasabi…
¡Y Luc Besson escribió el guión! Estamos muy lejos de El profesional (L. Besson-1994)
De ahí una película donde padre e hija deberan aprender a conocerse y quererse, al mismo tiempo que tendran que evitara a los Yakusas que persiguen a la joven porque su jefe quiere recuperar la fortuna acumulada por la madre al hacer de agente doble.
Momentos cómicos muy simplistas: contraste entre el tamaño de Jean Reno y el del japonés promedio, contraste entre Hubert comiendo en grandes cantidades wasabi (de ahí el titulo de la película en francés) que su amigo Momo no aguanta ni en cantidad ínfima por lo picoso. Escenas de peleas ridículas donde los hombres vuelan y los palos de golf se agitan. Quiproquos entre padre e hija. Una trama sin suspenso, lo que es el colmo para una cinta de acción.
A una pobreza de actuación (salvo talvez los gestos de Michel Muller (Momo) se suma una falta de interés de las imagines: todo en interiores, sin aberturas. La historia podría desarrollarse en Perú, Turquía o Alaska sin que el espectador casi notara la diferencia: todos los personajes hablan francés, y se comportan como franceses, las locaciones, de lo más reducidas, no son aprovechadas (hasta el maravilloso Kyomisudera en Kyoto no se deja ver apenas)
Unas situaciones bastante absurdas: a los veinte años, Yumi no ha terminado la prepa, Momo, con mas de veinte años en Japón, no se ha acostumbrado al picor del wasabi…
¡Y Luc Besson escribió el guión! Estamos muy lejos de El profesional (L. Besson-1994)
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