Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Thursday, December 29, 2011

Entrevista con el vampiro (Neil Jordan,1994) – 6/10


Con una magnifica producción, y buena interpretación por parte de sus actores principales, la película no deja de ser un poco aburrida en la segunda parte. Sin ser exactamente de terror, tampoco de suspenso, quiere ser más bien una historia de amor desesperado. Totalmente gótico.

Ficha vampiresca en IMDb

Primer volumen de la saga de Anne Rice “Cronicas Vampiricas” , esta película tuvo la inteligencia de enseñar vampiros seductores, utilizando a los tres actores más guapos del cine contemporáneo : Brad Pitt, Tom Cruise y Antonio Banderas (Falta Leonardo di Caprio, es cierto) . Además de un entorno de lo más lujoso. Casi dan ganas de volverse vampiro.

Como lo dice el titulo, la película es en realidad el contenido de una entrevista concedida por un vampiro, algo cansado de su eterna vida, Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt) a un joven periodista en busca del artículo que lo hará famoso, Daniel Malloy (Christian Slater). Con unas cuantas interrupciones de vuelta a San Francisco en el extraño edifico triangular en pleno centro, con ruidos de tranvías, lugar del encuentro, la narración sigue el orden cronológico de la vida en muerte de Louis. Se acaba con un regreso a la vida real, el periodista feliz sobre el Puente del Golden Gate pensando en el artículo que lo hará Famoso, es atacado por el celoso Lestat ( Tom Cruise), héroe malvado de toda la historia de Louis, que quiere quedar en el anonimato. O que no puede soportar la idea que Louis haya escapado de su influencia y haya tenido la osadía de quejarse.

Toda la historia se basa en esta relación pasional de amigos inseparables al mismo tiempo que opuestos, de dependencia y obligaciones. Lestat le volvió a dar la vida a Louis cuando este estaba desesperado después de la muerte de su esposa y su hija. ¿Pero a qué precio? Louis, al contrario de su maestro, nunca ha perdido la consciencia del bien y del mal. Lo que lo hace un ser sufriendo. Y tiene, además, miedo a la soledad. De ahí el regalo que le hace Lestat de la niña Claudia (Kirsten Dunst). La relación entre los tres es un tipo de familia con padres homosexuales, al mismo tiempo que la unión Louis- Claudia se vuelve cada día (o año, o más, porque el tiempo pasa sin contar) más cercana y parecida a una relación de pareja.

El triangulo de los vampiros está muy equilibrado. Claudia es despiadada como Lestat, pero sentimental como Louis. Los tres tienen la misma belleza, elegancia, aristocracia (aunque Claudia es hija de una mujer pobre) . Hay que reconocer que los tres actores hacen un excelente trabajo ; Tom Cruise , al inicio del proyecto iba a interpretar a Louis y anne Rice, guionista, no estuvo de acuerdo cuando oyo que iba a interpretar a Lestat porque su ficico no tiene nada que ver con el cmapiro dela novela, rubio y de ojos azules. Se tuvieron que usar algunos trucos, como subirlo a una plataforma, o filmar con plano bajos para que se vea a la altura de Brad Pitt. Y la pequeña Kristen Dunst tiene una presencia asombrosa, con apenas doce años.

El ambiente gótico mesclado de glamour de la película es obtenido con una producción de lo más lujosa. Vestimenta, joyas, peinados (todos tienen un pelo extraordinario en particular Claudia), muebles, mesas con cubiertos y vajillas…. La selección de la Oak Alley Plantation, junto al Mississippi, con sus imponentes columnas, sus viejos arboles y sus magnifico comedor. El cementerio y su ángel sonriente. Todo demuestra un trabajo muy cuidadoso de direcciona artística. Sin crucifijos ni estacas, sin alusiones pesadas a la religión.

Pero parece que, al dejar a New Orleans, los vampiros pierden algo de su encanto, y la película se torna un poco ridícula con los excesos de Armand (Antonio Banderas) y la pandilla de asesinos, cortadores de cabezas en un teatro tipo Gran Guiñol. Y Claudia nunca volverá a nueva Orleans, matada por la luz del sol en un calabozo, junto a Madelaine (Domiziana Giordano) .

El final, inesperado, da a suponer que podría arrancar una nueva historia, con una nueva relación de Lesta en el mundo moderno. Aunque se puede apostar a que el siglo XX no da para el ambiente excesivo, lujoso, a veces asfixiante de la Luisiana del siglo XVIII.

En conclusión, que lejos estamos de las pobres historias vampíricas adolescentes de hoy…..

Monday, December 19, 2011

Thelma y Louise (Ridley Scott, 1991) - 8.5/10

Nada mejor para la película numero 100 de 2011 que una película feminista de culto. Y vale la pena volverla a ver: por la historia, por las actrices, por los personajes y su evolución, por la fotografía y los paisajes.
Ficha IMDb
Parece que Ridley Scott no sabe muy bien a que género dedicarse y que le batea de todos lados. De la ciencia ficción (Alien-1979, Blade runner-1982) a las policiacas (Black Rain-1989), de la Roma antigua (Gladiador-2000) al terror (Hannibal- 2001) o la guerra (Black Hawk Down-2002). Es cierto que esta tiene algo de policiaco. Y algo de western Pero es antes que todo una película de mujeres. El guion fue escrito por Callie Khouri y recibió eloscar al mejor guion original en 1991. Khouri quiso poner a dos mujeres en un género hasta entonces exclusivamente masculino. Cuando las películas gringas no permitían a las actrices tener papeles de personajes que tomen sus propias decisiones.

De policiaco, Thelma y Louise tiene la situación de estas dos amigas que acumulan los delitos en su huida después de un primer crimen, que son perseguidas por la policía: atracos, pistolas, investigación, teléfonos pinchados. Suspenso y velocidad: como en Bonnie and Clyde , o Butch cassidy and the Sundance Kid, otras películas famosas de parejas huyendo. Pero esta huida no se siente como opresión. Se siente como libertad.

Es una película de amistad: dos caracteres, dos vidas diferentes, dos formas opuestas de lidiar con la realidad : Louise Shawer trabaja, se gana la vida, organiza. Thelma Dickinson tiene miedo de todo y es impulsiva y desordenada. Esto esta mostrado claramente en las escenas paralelas de preparación de las maletas. Louise asume un papel casi maternal. Le lleva diez años a su amiga, ha vivido ciertas cosas, aunque lo sabremos solo al final. Ella decide a donde ir, ella maneja, además es dueña de su propio coche, al que ama como si fuera su hijo.

Es una película feminista porque cada una va a crecer, va a aprender a reaccionar, va a contar sobre ellas mismas. Y porque van a encontrar soluciones sin esperar que el apoyo o la salvación les vengan de los hombres. Esta toma de posesión de sus propios destinos se va haciendo al mismo tiempo que van tomando el control del revolver que Thelma había llevado sin saber siquiera para que, como todos los objetos que metió a la maleta, sin verdadera razón. Este objeto típicamente masculino, y típicamente del western , instrumento del poder del sheriff, del cow boy o del ganster.


Pero no es una película en contra de los hombres, ya que, al lado del imbécil de Darryl Dickinson (Christopher Mc Donald, esposo de Thelma, del abusador de mujeres Harlan Puckett ( Timothy Carhart y del abominable camionero obsceno (Marco St John), vemos personajes masculinos muy positivos : el detective Hal Slocombe (Harvey Keitel) que tiene todas las intenciones de ayudarlas, de entender los motivos de sus acciones, el compañero de Louise, Jimmy Lennox ( Michael Madsen) que vuela hasta Oklahoma City para prestarle dinero, sin insistir en saber para que lo necesita. Y la deja asumir su libertad y sus decisiones.

De J.D (Brad Pitt), su personaje no tiene en realidad nada positivo ni negativo ya que es lo que es: un niño. Por eso se lleva tan bien con Thelma. Pero también es un ladrón. Y es su naturaleza. Fue la primera aparición de Brad Pitt en cine. Y llegó para quedarse. Entre cow boy y niño guapo, hay que reconocer que se deja ver con gusto.

Conforme va avanzando la película, las dos amigas se sueltan el pelo, en todos los sentidos. Los espacios abiertos se hacen más presentes, las carreteras largas y derechas, el viento, el sol, el polvo. El cañón del Colorado de noche, con sus ruidos y sus rocas extrañas es al nivel, épico, del viaje geográfico y existencial.

Porque Thelma y Louise es también una road movie , con un Ford Thunderbird 1966 convertible y verde. Con kilómetros de cabello en el viento, lentes de sol y excesos de velocidad. Entre Arkansas y Arizona, y con vista a México, donde encontrar la libertad. Con gasolineras, moteles, tiendas y restaurantes de carretera. A veces con primeros planos sobre el coche, sus pasajeras. O al contrario con planos lejanos para que se vean chiquitas en la inmensidad del paisaje americano, de las rocas de Gran Cañyon. Metáfora del destino humano. Y el polvo está levantado por las llantas del automóvil, ya no por los caballos o la diligencia. Ya no son los indios o el sheriff los que persiguen. Pero sí estamos, también, en un western.

El último encuentro con un representante del género masculino es una típica escena de western: ellas esperan al malo, el camionero, confiadas en su nueva fuerza tranquila. Llevan un arma, Louise lleva a sombrero tejano que le cambió a un anciano en contra de sus joyas (último lazo con su papel de mujer tradicional). Thelma está en posición para sacar la pistola que lleva en la cintura de sus jeans, en la espalda. Ellas, para mostrarle al hombre que no le tienen miedo, empiezan un juego de puntería para destruir el camión. Y ya que el enemigo esta ridiculizado, brincan a su coche sin abrir las portezuelas, como John Wayne podía brincar sobre su caballo, dan unas vueltas de triunfo, haciendo volar el polvo, una se baja a recoger del piso la gorra del hombre. Nada más western. En cada uno de los detalles.

Y ellas son ahora, definitivamente y claramente, iguales y complementarias. Ya no queda nada de las diferencias del principio. Poco a poco, y sobre todo por el cambio en Thelma, se han ido acercando. Desde el robo del dinero por el cow boy guapo, Thelma asume la dirección: maneja, fuma y se pone los lentes de Louise. Ya son iguales. Y la decisión de acabar será tomada de mutuo acuerdo. "Keep going! " Y no hay que ser mujer, o feminista para sentirse emocionado por el final de estas dos chicas que vuelan tomadas de la mano. Y se quedan volando porque la imagen se congela y el coche nunca cae. Y la mano de Thelma sobre la mano de Louise es un puño cerrado, símbolo de protesta y de combate.

De esposa y mesera, papeles típicamente femeninos, han pasado, a través de todo tipo de pruebas a seres humanos completos, libres de decidir hasta como morir.

Carlos (Olivier Assayas, 2010) – 7.5/10)

Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos" "El chacal" fue un personaje muy mediático en los años 70. Era el enemigo número uno de la sociedad burguesa. Olivier Assayas hizo una biografía muy detallada de su vida como terrorista para la televisión francesa en una miniserie de tres episodios. De todo este material retomó 160 mn para esta película para la pantalla grande. El controversial carisma del personaje central está perfectamente bien transmitido por un actor hasta ahora poco conocido.

Ficha IMDb

La película puede verse como un interesante documental, sobre la historia de una parte del mundo, medio oriente, durante un lapso de tiempo preciso: la guerra fría. Puede verse como una película de acción llevada con muy buen ritmo. O como el retrato de un hombre, su gloria y su decadencia.

Del momento en que aparece en pantalla, Carlos (Edgar Ramírez) toma posesión de ella. Su presencia, su carisma, son innegables. El convencimiento que tiene de su inteligencia, sus capacidades, su poder de seducción hace de él un ser fascinante y, por ende, muy peligroso. Y, para eso, el trabajo del actor merece reconocerse. Como Carlos, Edgar Ramírez es venezolano, habla francés, inglés, alemán, además de su lengua maternaLa apariencia es muy importante para el terrorista. Paradójicamente, ya que debería rechazar todos estos valores burgueses. Pero ando siempre bien presentado, según un look que va evolucionando: del estilo setentero, con patillas y traje de tres piezas, al look revolucionario latino americano con pelo largo, barba y boina guevarista. Carlos está fascinado por su propia masculinidad (la contemplación de su cuerpo desnudo en el espejo) y su ascendiente sobre los demás.

Intelectual que se embriaga de terminología de izquierda en una cena en Londres, quiere también ser hombre de acción. Resulta interesante ver este dúo, como dúo de ópera, entre dos personajes que, lógicamente deberían estar coqueteando. El canto de amor se vuelve canto político. En una lengua tan peculiar, una jerga que suena hoy tan artificial por su cerrazón sobre sí misma, como un idioma en sí, reservado a sus propios y únicos pobladores, como iniciados de una sociedad secreta. Al mismo tiempo anclada en una época, los 60’ – 70’, tiempo de en que las Brigadas Rojas, la banda Baader-Meinhof eran noticia de cada día. ( RAF - Facción del ejercito rojo- Uli Edel – 2008)

Carlos es el retrato de una época, con los sucesos de los cuales su protagonista fue actor preponderante. Como el ataque a la OPEP en Viena en diciembre 75, con el raid israelí sobre el aeropuerto de Entebbe en Uganda en 76, para liberar a los rehenes de un avión secuestrado por la OLP. Muestra también las ramificaciones de los movimientos terroristas tanto en su organización, su financiamiento, las motivaciones de cada participante y las consecuencias de las intervenciones: papel de Irak en su proyecto contra irán, implicación de la Stasi, de la URSS…

Al mismo tiempo, es la historia personal de un ser humano complejo: sus amigos, sus mujeres, su arte de venderse a algún jefe que sepa utilizar sus talentos y que lo financie. Su preocupación por su apariencia personal, los cambios en su silueta y su peso, hasta llegar a la liposucción, sus gustos: el puro cubano. Su decadencia: indeseable en Sudan, es entregado a Francia y trasladado, incapaz de cualquier movimiento, en una camilla para ser juzgado por un viejo asunto. Y actualmente, purga una pena de prisión de por vida en una oscura cárcel a las afueras de Paris. Nada prestigioso.

Me llamó mucho la atención lo que llamaría la "inocencia" de estos años setentas: Carlos y su comando pueden entrar a la reunión de la OPEP con armas, sin que nadie los detenga. Llegan hasta la sala de reuniones donde están los ministros de varios países importantes. Todos están sentados alrededor de unas mesas chiquitas, como de salón de clase. Junto a la pared, las banderas. Ningún lujo. Ninguna solemnidad. Hoy en día, cualquier reunión internacional se hace con lujos de decoración, mobiliario, flores y micrófonos, pantallas y demás artefactos costosos. Hay policías en todas partes y uno debe enseñar su bolsa y sus zapatos para entrar a cualquier lugar público, sea museo o estación de trenes.

Además, los ministros de países árabes estaban vestidos de trajes de civil. Ahora el traje autóctono es obligación para africanos o árabes, en un reclamo de la identidad cultural. Pero al mismo tiempo, Carlos andaba abiertamente de revolucionario. Ahora lo detendrían en la primera esquina o en la primera estación de metro en la que ose presentarse: el control de identidad se ha vuelto rutina en Estados Unidos o en Europa. Por un lado, nuestras sociedades tienen miedo y tratan de protegerse. Por otro lado, el dinero y el lujo se han vuelto costumbres en los altos niveles de la política. Sospecha y presunción son los nuevos mandamientos.

Wednesday, December 14, 2011

Máxima traición ( Benny Chan , 2004 ) - 4.5/10

New Police story es una película tan mala que resulta divertida. Ciertas ideas no son malas, y las acrobacias son realmente llamativas. Pero el relato en si es de lo más banal, y las actuaciones son del nivel del teatro escolar.

Ver ficha IMDb

La película es una mezcla de cine policiaco, de melodrama personal y sentimental, de película de acción (buena). Tiene de todo. Pero tenerlo todo no hace una obra de arte. Y sin embargo, uno se deja atrapar. Porque es tan ridículo que es divertido. O tal vez porque uno espera que las cosas se compongan.

Un excelente policía (Jackie Chan, obviamente) enamorado de la hermana de uno de sus subordinados, amado y admirado por todos los jóvenes de su equipo. Una banda de jóvenes ricos astutos y desalmados. Un robo vertiginoso tipo Ocean Twelve. Una promesa torpe del policía: arrestarlos en tres horas. Una trampa donde mueren todos los jóvenes porque Jackie Chan no ha sabido superar a los jóvenes malvados. Culpabilidad, desesperanza, alcohol,….. Llega un ángel salvador que lo quiere devolver a la vida, al trabajo, a la venganza, al amor….. Porque un día Jackie Chan fue bueno con su papa (ver final de película) .

Todo acabará con la eliminación de los malvados, un matrimonio, una amistad y la revelación del secreto del ángel….

Pero hay buenas ideas: la caracterización de los chicos malvados, con sus trajes y sobre todo sus mascaras de colores vivos, que recuerdan al guasón de Nicholson. Con su estética de vida: riego a alto nivel, interconexión entre vida real y mundo de los juegos video.

Y hay buenos momentos: persecución en un autobús loco que destruye todo sobre su camino, pelea en una tienda Duplo , bajada en rappel a lo largo de una fachada de unos 50 pisos, ultima escena en el techo de un magnífico edificio. Y la escena, divertida de tan ridícula de la demanda en matrimonio con el coro de los policías.

Y vale mucho la pena ver el enorme trabajo de expresividad forzada de Jackie Chan y demás, en el amor, la tristeza , la culpabilidad, el desprecio, el odio, la ebriedad. Un gran catalogo de sobreactuación fallida.

Tuesday, December 13, 2011

La piel que habito ( Almodóvar , 2011) - 8.5/10

A partir de la novela Mygale (Tarantula) de Thierry Jonquet, Almodóvar trenza los hilos de varios géneros para obtener una obra maestra, totalmente perversa, pero filmada con una claridad, un cuidado y buen gusto innegables.

Ficha Imdb

Es una historia gótica en la cual una hermosa residencia alejada de la ciudad, controlada con puertas eléctricas y circuito cerrado de televisión, sirve, con la fachada de clínica de lujo, de encierro para las víctimas de un nuevo Barba Azul. Porque, según un artículo que le muestra un colega, ya son muchas las jóvenes que han desaparecido. Y el Doctor Robert Ledgard (Antonio Banderas) es un cirujano plástico igual de seductor que de talentoso.

Es una historia de venganza: el padre castiga al que violó a su hija. Venganza personal llevada a cabo por él mismo, solo; encerrándolo sin comer, con solo una cubeta de agua, encadenado a la pared en un granero oscuro. Situación que recuerda al Conde de Monte Cristo cuando mantiene en un subterráneo en Roma al banquero que dejó a su padre morir de hambre.

Es una historia de amor hasta la locura, de un hombre para su esposa, al punto de volverla a crear. Y de un padre por su hija. Al punto de castigar con ensañamiento el que provocó su desequilibrio mental, causa de su suicidio. Lleva sus sentimientos hasta sus últimas consecuencias. Un castigo esperado, y reacción espontanea contra un violador es la castración. Los sistemas judiciales la llevan a cabo con tratamientos químicos. Las muchedumbres la llevan a cabo de forma espontanea. Pero el Doctor no solamente corta los testículos. Va más allá, y los cambia por una vagina. Le quita al hombre todo lo que lo hace hombre y le da cuerpo de mujer. Lo aniquila como ser masculino. Y le quita su identidad. Y, además lo/la usa para su obsesión amorosa: recrear a la que no ha podido curar de sus quemaduras. Hasta cuando el motivo de la venganza queda cancelado: el joven no violó a la chica, la maquina no podrá detenerse porque el deseo de crear y el deseo de volver a ver su mujer ya no tienen nada que ver con el punto de partida. Finamente la violación y la muerte de la hija han sido solo un pretexto.

Es un melodrama familiar, con el regreso del hijo perdido del ama de llaves (Marisa Paredes), amante de la esposa del Doctor y responsable del accidente automovilístico en el cual esta fue quemada. Al verlo violando a la que tiene la cara de su esposa, Robert lo mata. Pero no sabe que es su medio hermano. Lo que hace pasar el drama familiar a nivel de tragedia griega, sobre todo al poner los dos hermanos como amantes de la misma mujer, y con eso a nivel de rivales incestuosos. La madre asistirá al asesinato de uno de sus hijos por el otro, y tendrá que ayudar a este último a quemar todas las evidencias.

Pero sobre todo es la historia de un medico loco, tema clásico de las novelas de terror. No crea la vida como el Doctor Frankenstein. Pero sí transforma a un ser humano para obtener otro. Lo que tal vez esta peor. Con la fachada de un investigador apasionado por su descubrimiento: una piel que sea más fuerte que la piel humana y vuelva a la gente inmune a la picadura del mosquito, lo que permitirá eliminar la malaria. Pero también sensible como la verdadera piel humana. Objetivo valorable en sí.

Encima del tema del médico loco viene incorporarse el viejo tema mitológico de Pigmalión, del creador enamorado de su criatura. Que la observa, la espía, como voyeur. Ayudado por una tecnología de primera: falsa pared y control remoto para aumentar la imagen. Como si la realidad que se ve a través de la pared de cristal fuera una imagen sobre una pantalla.

Almodovar mezcla todas estas temáticas con un tono a veces serio, a veces humorístico: el humor macabro de la maletita con los instrumentos para garantizar la perfecta evolución de la nueva vagina!

Con una fotografía nítida, sin nada superfluo, con una precisión quirúrgica. Que corresponde perfectamente a una escenografía minimalista: el cuarto de Vera (Elena Anaya), la nueva mujer, (¡que es todo menos verdadera!) y el quirófano. Y a un vestuario reducido a lo mínimo por Jean-Paul Gauthier: una segunda piel color… carne.

Cuando Vera sale de su piel, cuando sale de la casa y se compra vestidos, la nueva persona está terminada. Ahora puede vivir y tomar iniciativas. Ahora, el control está en manos de la criatura porque el creador ya está enamorado, ya que volvió al encontrar a la que amaba, a su esposa. Y la confusión va a ser su perdición. Como si Vera la falsa, falsa mujer y falsa esposa, hubiera planificado todo.

En realidad el plan nació en la primera noche que pasaron juntos: las dos cabezas sobre la almohada se fueron cada uno por su lado. Una, la del Doctor, hacia el pasado, lo que nos dio el flashback de explicación de todo, según las dos perspectivas, la del verdugo y la de la víctima. La otra mente, la del hombre-mujer, se fue hacia el futuro: elaborar la estrategia que le permitirá salir de ahí. El momento clave y central es este preciso momento: la primera noche juntos. Como es un guion de Guillermo Arraiga.

Y en todo eso, quien es la victima? ¿La madre que perdió a sus dos hijos? ¿El cirujano que perdió esposa e hija? ¿El joven que perdió su cuerpo, su cara y su sexo? ¿Los que murieron o los que siguen vivos? Sí, la película tiene todo de una tragedia.

Monday, December 12, 2011

En un mundo mejor (Susanne Bier, 2010) – 8/10

A partir de una misma pregunta," como responder a la violencia", Heavnen entreteje dos historias, una familiar y escolar en Dinamarca, la otra política en África. A través de personajes entrañables y con excelentes interpretaciones, propone respuestas muy distintas, sin nunca perder de vista la dimensión humana y humanista. Oscar a la mejor película en lengua extranjera en 2011.
Ficha IMDb



Anton (Mikael Persbrandt) es medico en un campo de refugiados en Africa, donde se enfrenta no solo a las enfermedades que se pueden considerar como normales, sino también a la violencia gratuita de un jefe de banda militar, el horrible (físicamente también) Big Man, quien se divierte apostando con sus hombres sobre el sexo de los bebes a nacer. Para verificar sus apuestas, abre de una cuchillada los vientres de las embarazadas.

El hijo de Antón, Elías (Markus Rygaard), es alumno de una escuela secundaria en un pueblo de Dinamarca, donde se enfrenta a los malos tratos y palabras de un grupo de niños. Mientras el padre esta trabajando en Africa vive con su madre Marianne (Trine Dyrholm) y su hermanito . Hasta que aparece Christian (William Johnk Nielsen), hijo de Claus ( Ulrich Thomsen) . Después de la muerte de la madre de este chico, de cáncer, el padre ha decidido volver de Inglaterra a la casa de su madre en Dinamarca. Claus trae mucha ira en contra de su padre, quien acusa de haberse dejado vencer por la enfermedad de la madre, de haber deseado la muerte de esta. Tomando a su cargo la situación de Elias, va a aprovechar la situación par expresar su propia venganza. Asume la posición de Elias y toma las riendas de la venganza de su nuevo amigo .

La película trata el tema de la culpa en varios niveles : los maestros quieren que los padres sientan que su distanciamiento matrimonial ha , en cierta forma, provocado la situación de Elias en la escuela. Claus siente que su padre es culpable de la muerte de su madre. Todos los niños sienten que el señor del parque es culpable de agredir a Anton, los refugiados saben que Big Man es culpable de las atrocidades. Y consideran a Anton culpable de curarlo. Y cada uno tiene la obligación de decidir cual va ser su respuesta frente al deber de violiencia que los demás le imponen , con el riego de parecer cobarde.

Por un lado, los niños verán que la decisión de poner una bomba bajo el coche del hombre del parque es una mala decisión, en el momento que una mujer inocente y su niña se acercan. Y la generosidad natural de Elias lo hará sacrificarse para salvarlas. Pero Anton acabará, después de curar a Big Man, por dejarlo en manos de los refugiados que lo lincharán. Porque el hombre ha pasado los limites al burlarse de una de sus victimas. Y Claus y Elias, cuando se vengaron en la escuela del verdugo de Elias, se salieron con la suya, al mentir ante todos, padres, maestros y policías. Así que la película no da una respuesta única y sencilla. A cada uno y a cada situación le corresponde su propia solución. Cada drama interior tiene su propia salvacion.

Tal vez se pueda lamentar un final donde todos se salvan, padres e hijos, parejas,amigos. Claus habla con su padre, Elias no muere, sus padres se reconcilian. Esta en los limites de lo cursi.

Las escenas en África están llenas de personajes, de ruidos y movimientos. Las escenas en Dinamarca, más pacificas , con cielos amplios, el campo, el agua, con atardeceres . Con la paz de una gran casa de campo blanca. Donde se toma el tiempo para pensar, para hablar, para disfrutar de una naturaleza que aporta algo de consuelo.

Dos de los actores, Ulrich Thomsen y Trine Dyrholm, han trabajado en Festen de Vintenberg, y Susanne Bier misma ha trabajado según los postulados de Dogma 95 en A corazon abierto en 2004.

Saturday, December 10, 2011

Pieces of April (Peter Hedges, 2003) – 5.5/10

Una bonita cinta para una de las más bonitas fechas en el calendario gringo: thanksgiving. Pieces of April es sentimental al grado de ser cursi, aunque el contexto ayuda a balancear la situación, y quizá esa era precisamente la intención.

La ficha IMBD.



April (Katie Holmes) es una muchacha confundida quien tuvo una infancia más bien horrible gracias a la torcida relación con su madre (Patricia Clarkson) ahora enferma de cáncer. Para el día de acción de gracias, decide invitar a la familia a cenar en su departamento en un barrio mal habido de New York. Tanto de su lado como del de su familia las complicaciones pero sobre todo las dudas, se acumulan antes de la cena, pero gracias a ello recordamos el valor del día de acción de gracias y de la familia.

Esta película se trata de una bonita historia para conmemorar una de las fechas más importantes en la tradición norteamericana. No es en realidad muy diferente a un especial navideño de Charlie Brown o algo similar. La intención es hacernos sentir mal y luego bien para que la importancia de la fecha en cuestión quede bien clara en nuestras mentes. Me imagino que Pieces of April cumple bien su cometido en ese sentido, sobre todo porque me fue recomendada en ese contexto, aunque por evidentes razones el impacto se ve disminuido en la gente que no celebra ese día.

Lo que hace un poco más interesante a Pieces of April no es tanto la lucha de April en contra de las estufas de su edificio o su descubrimiento de que sus vecinos, por diferentes que parezcan, son en realidad todos bien buena onda. Lo interesante es la otra historia, la de su familia que viaja a verla con la profunda convicción de que todo es una pérdida de tiempo. Sobre todo, es interesante como cada historia presenta un contexto para la otra que hace de cada evento uno más significante o doloroso.

El total cinismo y egocentrismo que utiliza la madre de April para lidiar con su enfermedad es impactante en sí mismo y además pone en contexto las de por si intensas relaciones con su familia. En buena medida explica que April haya terminado completamente alienada de su familia y en particular de su madre. Uno entiende que la jovencita quiera mágicamente arreglar todo, pero también queda claro que eso no va a suceder.

Una de las escenas más impactantes es cuando la familia en el automóvil intenta recordar bonitos momentos pasados con April. Los pocos ejemplos que la madre lograr conjurar resultan haber sido con su otra hija y el que el padre (Oliver Platt), siempre a la defensa de April, tiene, es completamente genérico y banal. Si aun el padre, la única persona relativamente normal en la familia, es incapaz de tener buenos recuerdos con April entonces hay algo ahí que también está dañado. Así, la historia deja de ser blanco y negro y la disfuncionalidad de los personajes llega a otro nivel de realidad.

Podría parecer que el final es típico y re bonito. En cierta medida lo es, pero no es el verdadero final, no todo está bien después. Toda la cinta dejo claro que el daño es demasiado profundo y que, a pesar de esta bonita cena, el bagaje que cada quien trae es demasiado pesado. O quizá solo es mi cinismo.

1911 (Jackie Chan, Li Zhang, 2011) – 4.5/10

Es intrigante, por decir lo menos, ver a Jackie Chan en una película no de kung-fu. Sorprendentemente su trabajo actoral no es tan limitado como el de otras estrellas de acción, como Jet Li por ejemplo. Esta cinta ultra nacionalista funciona como educación y entretenimiento, y aunque un poco insípida es interesante.

La ficha IMDB.

Después de casi 300 años de reinado de la dinastía Qing, varios grupos en China decidieron que era tiempo de un cambio. El movimiento que finalmente fue exitoso fue aquel organizado por Sun Yat-Sen (Winston Chao), con el apoyo de, entre otros, Huang Xing (Jackie Chan) – primer comandante de la Republica de China. Después de cruentas batallas en el campo y en la política y de un doloroso pacto con el tiránico Yuan Shikai (Chun Sun), el Tongmenghui, el grupo de Sun Yat-Sen logró deponer a la dinastía Qing y fundar una republica. El primer pasó en la formación de la China que conocemos hoy.

1911 es un drama histórico que por momentos se siente mucho más interesado en demostrar su relevancia histórica que en contar una historia interesante. Más de un evento que hubiese sido interesante ver hecho realidad gracias a la magia del cine es presentado como un breve texto en la pantalla. En contraste, eventos que no parecen ser tan relevantes (al menos desde una perspectiva exterior) son presentados con bastante detalle. Es difícil no ver en esto algo de la famosísima doctrina educativa que el gobierno chino impone en las producciones del país.

Otro elemento que apunta en esta dirección es el excesivo dramatismo y exagerada exaltación de los héroes que sacrificaron su vida por el bienestar del pueblo Chino. Es importante decir que es imposible hacerle justicia en cualquier forma narrativa al acto de dejarlo todo por un ideal. Acto que nuestras sociedades conocen en carne propia cada vez menos. Pero demasiadas cámaras lentas y montajes de jóvenes corriendo en la playa editadas junto con escenas de los mismos jóvenes muriendo por su patria, y de pronto como que todo pierde validez.

Desde una perspectiva meramente cinematográfica, 1911 no es impresionante e inclusive tiene problemas estructurales. La secuencia inicial nunca encuentra eco en la narrativa principal. Los cambios de ritmo, aunados a los cortes con texto para avanzar la historia, hacen que sea muy difícil sumergirse por completo en lo que está sucediendo.

Las actuaciones y la dirección de fotografía no son demasiado malas, pero definitivamente no logran llevar a 1911 a la altura de la tradición cinematográfica China (Yimou, Hark, Lee).

Para aquellos mas clavados con el cine, quizá lo más interesante seria ver la historia narrada en la clásica The Last Emperor (Bertolucci, 1987) desde la otra perspectiva.

Hotel Chevalier (Wes Anderson, 2007) – 7.5/10

Este maravilloso corto que funciona como prologo a The Darjeeling Limited (2007) de Wes Anderson es un perfecto ejemplo de todo lo que hay de bueno en la obra de este director. Anderson ha conseguido convertirse en una estrella en el sentido comercial gringo sin perder su sensibilidad; Hotel Chevalier rompió récords de descargas en iTunes durante el poco tiempo que estuvo disponible en el sistema, y la verdad, es con buena razón.

La ficha IMBD.

Jack Whitman (Jason Shwartzman) está disfrutando de un momento de relajación en su cuarto de hotel en París cuando el teléfono suena. Es ella (Natalie Portman), y estará allí pronto. Jack rápidamente pone todo en orden y se prepara para su llegada. Cuando ella entra a la habitación, la pasión entre ambos es evidente, pero también lo es el peso del pasado. Al final gana el segundo (al menos por un momento) y solo queda admirar la vista de la ciudad más hermosa del mundo.

Wes Anderson es sin duda uno de los mejores directores de nuestros tiempos. Su capacidad para crear cintas que son atractivas desde una perspectiva estética, intrigantes desde una perspectiva narrativa, interesantes desde una perspectiva intelectual y serie todo relevantes desde una perspectiva humana no tiene comparación en el cine actual gringo.

Jason Shwartzman y Natalie Portman trabajaron en esta cinta sin recibir sueldo. Todos Los muebles y decoraciones en la habitación de hotel son propiedad de Wes Anderson y la producción, inicialmente independiente a The Darjeeling Limited, inicio sin una productora o un plan de distribución detrás. Anderson diría después que esta experiencia fue como regresar a los filmes que hacia como estudiante. Hotel Chevalier es claramente una obra creada por amor al arte, y nada más.

La crítica recibió muy bien a Hotel Chevalier, sobre todo comparándola con The Darjeeling Limited que no fue tan aceptada. En principio estoy de acuerdo, Hotel Chevalier es mucho mejor que The Darjeeling Limited, pero no porque la segunda sea mala, al contrario, es buenísima; pero sucede que el corto es genial.

La narrativa da la suficiente información como para que los personajes sean interesantes y uno tenga ganas de saber más acerca de ellos, de sus vidas y su relación. Al mismo tiempo, no da ninguna respuesta concreta, dejando todo envuelto en una nube de misterio que definitivamente cierra el ciclo, pues hace todo aun más intrigante.

A pesar de la falta de información, no queda duda que lo que esta sucediendo es importante, que es un evento que puede cambiar las vidas de los personajes (y así es). Los pocos elementos que se introducen son geniales y ayudan a atrapar al espectador. Además de eso, los personajes cuadran perfectamente en la situación. Lo poco que dicen y hacen nos hace sentir que la progresión de eventos es natural. Hablando de lo que dicen, los pocos diálogos son geniales, notablemente el:

  • Pase lo que pase, no quiero perderte como amigo
  • Te prometo, jamás seré tu amigo. Sin importar lo que pase. Nunca.

Todo esto con una excelente música, un fantástico ritmo y la característica dirección de Wes Anderson. Una verdadera joya.

Office Space (Mike Judge, 2010) – 3.5/10

Una bonita comedia gringa que al más puro estilo de los Simpson en recientes temporadas, comienza tratándose de algo y después cambia, posiblemente porque no había suficiente trama como para la hora y media de película. Por lo menos la primera mitad es una interesante mirada sobre el horriblemente horrible sistema laboral dedicado en igual medida al crecimiento económico que a la miniaturización del espíritu.

La ficha IMDB.

Peter (Ron Livingston) es un tipo normal, en un trabajo horriblemente normal, en una oficina normal con una novia más bien odiosa. Su jefe, como sucede normalmente es un imbécil, enfermo de poder y sin nada buen que ofrecer al mundo. La empresa, obsesionada con falsas ilusiones de grandeza y una mentalidad pro eficiencia que jamás considera al espíritu humano, impone practicas absurdas que no hacen más que frustrar más a los empleados. Gracias a una sesión hipnótica que sale mal, Peter empieza actuar como siempre había pensado: como sí su trabajo no le importase en lo más mínimo. El resultado es que le ofrecen un aumento y que termina su relación con su horrenda novia y todo le sale bien. Hasta que con sus colegas decide robarle a la empresa para no tener que lidiar con nadie...y las cosas se complican.

Office Space empieza muy bien. Toda la secuencia inicial, con la broma recurrente acerca del los problemas que tiene Peter para adaptarse al nuevo sistema de reportes es hilarante, sobre todo porque más de uno se identificara con la completamente absurda situación. Además de eso, hay varios chistes muy buenos, como el del empleado que fue despedido hace años pero por error nadie le aviso y contaduría le sigue mandando cheques. La solución que encuentra la empresa es corregir el error de contaduría, pero no avisarle.

Todo el tema de los buenos resultados que empieza a obtener Peter ahora que no está preocupado por conservar un insípido trabajo es interesante y definitivamente valido. Finalmente mucho se ha dicho sobre el valor de mostrar confianza y distinguirse del resto, y no hay nadie más confiado que aquel que no tiene nada que perder. Así es como Peter manda a su jefe al diablo, impresiona a los consultores encargados de despidos, bota a su horrenda novia y conquista a la guapísima mesera Joanna (Jennifer Aniston).

De eso se trata la primera mitad de la cinta, y se sostiene sin ser jamás impresionante. Después, parece que la producción se dio cuenta que hasta ahí llegaba el concepto inicial y se tuvieron que inventar el relajo del ciber crimen que la verdad esta tan fantasioso que cualquier identificación con la situación de los personajes se pierde, y sobre todo, la cinta pierde validez. Al final todo sale bien y la gente aprende su lección, pero nadie explica porque los cientos de miles de dólares que aparecieron en la cuenta de Peter no levantaron las sospechas del banco y la policía.

La escena final parece regresar al tema central, el trabajo. Peter decide dejar su trabajo de oficina y ser parte de la industria de la construcción. Se ve mucho más contento, trabajo con sus manos y puede ver el bonito cielo azul. Ahí hay algo de valido y quizá una idea más grande se asoma por un instante, una idea alrededor de lo demencial de nuestro estilo de vida, lo artificial y poco sano que es. Office Space toca un tema de gran relevancia del cual hay mucho que decir, aunque sea en forma de comedia. Decidió irse por el mínimo, y eso es lo que consigue.

Super (James Gunn, 2010) – 5.5/10

Quizá por la presencia de Rainn Wilson Super fue promocionada como una comedia, cuando en realidad es un drama bastante perturbante que explora un concepto ahora común en la ficción: que pasaría si una persona común intentar jugarle al super héroe. En el caso de Super, el resultado es puro caos.

La ficha IMBD.

Frank D’Arbo (Rainn Wilson) es un tipo bastante común y corriente quien en un golpe de suerte consiguió casarse con Sarah (Liv Tyler), una guapísima adicta en recuperación. Pero su vida rápidamente degenera cuando Sarah cae en sus antiguos vicios y finalmente le deja por un narcotraficante local (Kevin Bacon). Motivado por una serie de alucinaciones (o visiones), Frank decide convertirse en un superhéroe, Crimson Bolt. Su lucha lo hace popular en los medios al grado que termina consiguiéndose a una desquiciada ayudante, Libby (Ellen Page). La voluntad, o locura, de Frank lo llevará hasta las últimas consecuencias.

La premisa de la cinta no es original, y mucho en el tratamiento en efecto recuerda a Kick-Ass (Matthew Vaughn, 2010 – basada en el cómic de Mark Millar), quizá el material más conocido con esta idea de base. Parece apropiado, los malosos y las heridas del mundo real son mucho más brutales que lo que las editoriales de cómics se permiten publicar.

A diferencia de Kick-Ass, Super no es una oda a la ficción y al poder individual. Las referencias al mundo de los cómics son limitadas y se sienten inclusive algo forzadas, como un elemento necesario dado el tema con el cual había que lidiar. Super es más que nada una historia de heridas, de dolor y de un intento poco racional de lidiar con ello. En ese sentido la cinta es interesante y de pronto toda la estética y referencias al mundo de los superhéroes se vuelven aun más forzadas.

Es cierto que quizá contar la historia sin esas referencias es casi imposible, y que la estética general, con referencias al Batman de Adam West, ayuda a establecer una ambiente particular, pero es que también terminan distrayendo del dolor profundo que es el motor para todos los eventos en la cinta.

La cinta ni se detiene demasiado a explicar la lógica de los eventos, puesto que lo realmente interesante es el tormento interno de Frank. La exploración del personaje es bastante completa, con la escena de la violación de Frank a manos de Libby dando una estocada final a toda pretensión de superficialidad; lo patético que es el motivo de cada uno para hacer lo que hacen queda completamente al descubierto y sin oportunidad de retorno.

El final para cada uno de los personajes sigue completamente la lógica de la narrativa y es honesto con las reglas establecidas desde el inicio. Frank termina siendo en realidad un héroe y aunque es un final feliz, logra alejarse del cliché sin sentirse forzado.

Rainn Wilson hace un buen trabajo cubriendo la gama de sentimientos de Frank y es cierto que su físico se presta bien para este personaje aislado y perdido. Juno también es efectiva en su papel, pues su apariencia inocente contrasta sin duda con la ira y egoísmo desmedidos de su personaje. Liv Tyler como Sarah funciona igualmente, quizá porque la mayor parte del tiempo solamente está ahí, completamente drogada.

Super va en contra de todas las expectativas que la premisa, y el casting, (aunque no el director) sugerían, y es para bien. Sin ser una gran cinta, es por lo menos interesante.

Mean Girls (Mark Waters, 2004) – 5.5/10

Hay ciertas cintas que uno se ve obligado a ver con cierta frecuencia. A nadie le sorprende cuando esas cintas son The Matrix o Algo de Wong Kar Wai. Es un poco más difícil de explicar que sea una cinta con Lindsey Lohan, pero es que que divertida es.

La ficha IMDB.


Cady (Lindsey Lohan) es una increíblemente atractiva jovencita que ha vivido toda su vida en África y ha sido educada en casa. Ahora que su familia ha regresado a los Estados Unidos, por primera vez ira a la escuela y descubrirá la salvaje jungla que es la preparatoria.

La historia de Mean Girls es poco interesante. Se trata de otra comedia que explora la súper estratificada sociedad de los adolescentes americanos e intenta enseñarnos que, en el fondo, todos sufrimos de las mismas inseguridades y temores. No es que ese bonito mensaje no sea relevante, sino que es predecible, repetitivo y sobre todo, inútil.

Lo interesante es el manejo del concepto, y el mérito es sin duda alguna de la genial Tina Fey, autora del guión. Por un lado las analogías entre la preparatoria y la selva africana son no solo graciosas pero bastante atinadas. Es una lástima que no haya más de ellas durante toda la cinta. Ver a los chamacos alrededor de la fuente de agua o pelando como fieras por la atención del espécimen del genero opuesto lo lleva a uno a recordar esa confusa época pasada.

Por el otro lado, los chistes son simplemente hilarantes. La atención al detalle es lo que hace que todo cuaje muy bien. Los tres segundos que pasa el director admirando la camiseta mojada de la maestra, o la estupidez sin límites de las muchachas superficiales dan lugar a risas sin parar. Lo mejor de todo es que muy pocas de esas bromas son predecibles. Lo más divertido por ejemplo de la confrontación climática entre Regina (Rachel McAdams) y Cady no es que a Regina la atropelle un autobús, cosa bastante graciosa en sí misma, sino como inmediatamente después Cady nos dice "así fue cono Regina murió. No, solo bromeaba". Ese tipo de rápidas y ágiles bromas son lo que hacen que Mean Girls siga siendo divertida después de tantas veces de haberla visto.

Definitivamente no es una película brillante, por mucho, ni siquiera una revolución en su género, pero Mean Girls es bien bien divertida, y nada mas por eso, la volveré a ver tarde o temprano.

American Splendor (Shari Springer Berman, Robert Pulcini, 2003) – 6.5/10

La historia de Harvey Pekar no es una de heroísmo en el sentido tradicional, pero no por eso es menos admirable. American Splendor es más que solamente una adaptación de cómic, es un juego de realidades que le queda muy bien al material original y pone en evidencia el mérito del creador.

La ficha IMBD.

Harvey Pekar (Paul Giamatti) es un hombre común. Dentro de muchas posibles definiciones, es un perdedor. Un trabajo sin futuro, una ex esposa que es ahora más feliz, hábitos alimenticios deplorables y una condición física poco envidiable. Harem Pekar es un fanático de la música y de los cómics, como muchas otras personas en Estados Unidos. Por casualidad un día Pekar conoce a Robert Crumb (James Urbaniak), quien se convertiría en un legendario ilustrador. Poco después Harvey se da cuenta que su vida común, que sus problemas comunes, deben, por definición, ser similares a los de otros. Decide contar su vida en un cómic y si bien nada cambia realmente en su vida, al menos ahora tiene una voz.

La intención de American Splendor, en tanto que cómic siempre fue la de ser autobiográfico. El enojo y pesimismo de Harvey encontraron en el noveno arte una manera de expresarse de manera un poco menos nociva para él. Ayudado por artistas como Crumb y Beshdel, Pekar logró una obra que resonó profundamente con el público americano, y le valió varios premios en la industria. Su aproximación al medio fue definitivamente algo novedoso, sobre todo por la brutal honestidad con la que abordó cualquier elemento que tocaba, inclusive su propia lucha contra el cáncer.

La adaptación al cine de American Splendor en realidad no es eso, es más bien una exploración de la vida y obra de Pekar que, por supuesto, contiene un fuerte elemento narrativo. Es, en realidad, una extensión del trabajo hecho en el cómic.

Lo más interesante de la cinta es el constante juego entre la parte narrativa y la parte documental, por llamarle de alguna manera. Las capas metalingüísticas se rompen una y otra vez, con el mismo Pekar narrando y dando contexto a la cinta, pero también hablando de su propia vida y de su obra así como de la experiencia de hacer una película acerca de su vida, todo esto mientras sucede. Además de Pekar, otras personas de su vida intervienen, todo en un curioso juego que, muy al estilo del cómic, parece buscar la total honestidad en lo que sucede.

El juego de realidades llega a su punto máximo con la escena final, donde la familia y amigos de Pekar se reúnen para celebrar su cumpleaños. Ya sin actores, sino completamente en la realidad.

En la vida de Pekar hay sin duda momentos interesantes por sí mismos, como su relación con su esposa, su lucha contra el cáncer, sus apariciones en el show de Letterman y otras tantas. Por más que sus narraciones fueran el relato de una vida común, Pekar fue un personaje extraordinario.

Sunday, November 27, 2011

Las razones del corazón (Arturo Ripstein, 2011) – 5.5/10

Al querer darnos una clase de cine, sobre iluminación, plano-secuencia y demás, Ripstein se vuelve pesado. Afortunadamente, Arcelia Ramírez le da algún de pasión a esta historia de amor y locura. Si no fuera por ella, sería muy aburrido.

Ficha IMDb

Emilia (Arcelia Ramirez) lleva años viviendo con Javier (Plutarco Haza, más viejo que en mis recuerdos) en un departamento feo. Tienen una niña y ella se la pasa, aparentemente, encerrada en el departamento. Salvo cuando sube a la azotea a ver a su amante, el cubano saxofonista Nocilas (Vladimir Cruz) de quien esta enfermizamente enamorada, cada día más, cada día más prendida, posesiva, desesperada, asfixiante. Y él, se vuelve más frio. Además esta amenazada por el embargo ya que ha gastado demasiado….

Esto es más o menos el tema de la segunda parte de Madame Bovary de Flaubert.

Ripstein filma en blanco y negro, en el departamento, pasando de la recamara a la estancia, a la cocina, sale para subir a la azotea, entra al departamento de un viejo, feo, gordo vecino que se aprovecha de Emilia. Cuando baja a la entrada, nunca sale y nos deja ver la calle a través del vidrio de la puerta de entrada. Se ve el edificio de afuera solo después de la muerte de la protagonista. Y, ciertamente, el ambiente de la película esirrespiable. La cámara es implacable, en su demostración de técnica cinematográfica: largos planos secuencia, juegos con los espejos, oscuridad sobre las caras salvo la de Arcelia Cruz.

Unos diálogos largos, muy teatrales. Hasta parece que cada personaje debe tener su tiempo de palabra, a su debido tiempo. Y todo eso suena falso.

Sin contar las incoherencias: a nadie le van a embargar por el costo de un vuelo México-Los cabos y unos días allá, aunque sean de lujo. Los muebles del departamento parecen de los años 50. Hasta la vestimenta de los personajes…

En eso, la adaptación de Madame Bovary se ve muy reducida. La novela de Flaubert no es la historia de un amor apasionado. Es la historia de una mujer que quiere salir de su estado social limitado, y vivir como una heroína de novela. Emilia es simplemente una mujer decepcionada por la rutina, depresiva, que se aferra a un hombre y gasta demasiado por él.

Se envenena como Emma Bovary. Pero, para qué diablos meterse a la bañera después de tomar veneno para ratas. No se está cortando las venas.

Total, gracias a Arcelia Ramirez para hacernos soportar los largos minutos de esta película pretenciosa y fallida.

Los agentes del destino ( George Nolfi , 2011) - 5/10


The Adjustment Bureau es la oficina encargada de asegurarse de que seguimos al pie de la letra lo que el destino, o Dios, o el “director” a decidido para cada uno de nosotros. Si nos rebelamos un poco, vendrán a ponernos de vuelta al camino correcto. Pero David Norris (Matt Damon) está decidido a actuar según sus propias reglas, o mejor dicho según sus sentimientos.

Ficha IMDb

Como Matrix (Wachowski -1999), The Adjustment Bureau parte de la premisa que vivimos en un mundo que es en realidad el resultado del sueño o de la imaginación de alguien. Nada sorprendente si pensmos que la película se adapto de una novela corta de Philip K. Dick. (Como Total Recall Paul Verhoeven -1990 o Blade Runner Scott-1982)

Norris se sale del plan, de la vida prevista para el, de su destino escrito de gran político, el día que revela los trucos debajo de su campaña y de su imagen de candidato a senador. : el color de la corbata , el nivel de desgaste de los zapatos para inspirar confianza a las clases trabajadoras sin asustar a los abogados que, de hecho, pagan al consejero en imagen….

La presencia de los Agentes del destino se reconoce inmediatamente: imagen azulada, y personajes tiesos, vestidos de trajes oscuros y con sombrero. Obedecen a una jerarquía muy estricta, él más alto siendo el “Chairman” al que nunca se ve. Pero obviamente uno, más humano que los demás, le dará a Norris algunos trucos para que pueda escapar del destino al que los agentes quieren devolver.

Obviamente también, el político carismático se ha enamorado, y , después de aceptar las condiciones de los hombres de negro, volverá a su toparse con su amada , la bailarina Elise ( Emily Blunt) y juntos lucharán para que viva su amor.

Un poco aburrido todo eso porque sabemos desde el principio que se van a amar por toda la vida, a pesar de lo que hagan los malvados agentes que checan sus avances en el cuaderno de destino de cada uno. (¿Para que tener un cuaderno completo si todo aparece en una sola página?) . Lo único divertido son las puertas que se abren sobre lugar inesperados, como estacionamientos, techos…. Pero uno se cansa rápido, una vez que ha entendido que todo esto no tiene ninguna lógica y que es solo coincidencia y azar.

Estamos muy lejos de Matrix o Incepcion (Christopher Nolan – 2010), con su capacidad de crear mundos alternos, cohabitando con una lógica implacable. Y con un belleza de imágenes que The Adjustement Bureau, no tiene para nada.

Bella de día (Luis Buñuel , 1967 ) - 9/10


Escandalizó cuando salió en 1967, tal y como lo hizo la novela de Kessel en 1928. En un mundo sumamente burgués, Buñuel muestra las pasiones ocultas e inmorales. De una mujer de transparente belleza. León de oro en la mostra de Venecia 1967 .

Ficha surrealista IMDb

Catherine Deneuve ha siempre tenido una reputación de belleza fría. Por lo tanto le conviene perfectamente el papel de Séverine, joven, hermosas, distinguida. Y frígida.

La novela de Joseph Kessel da en su prologo la explicación de esta separación entre cuerpo y corazón. A los ocho años, Séverine fue violada, en el pasillo del enorme departamento familiar, por un plomero, brutal y oliendo a gas.

Pero la película de Buñuel entra directamente a la mente de la joven, a sus fantasías: el paseo en el bosque en carruaje, con ruido de cascabeles, con su esposo Pierre (Jean Sorel) que la entrega a los dos conductores para que la amarren a un árbol, la desnuden, la azoten la insulten y la violen, es uno de los momentos más conocidos de la filmografía del gran director.

Las ensoñaciones de Séverine a lo largo de la película le sirven al cineasta, a la vez que explicitan la evolución interior del personaje, a dar pie a su propia imaginación y sus temas predilectos: (Iglesia, hipocresía, relaciones amos-servidumbre…) y a construir secuencias surrealistas. Los temas y situaciones de la vida real de Séverine, las palabras escuchadas durante el día se combinan con sus deseos ocultos de sumisión y humillación para componer escenas, la mayor parte en lugares abiertos, bosque, playa.

Es de recalcar que, si las películas de la época mexicana de Buñuel se desarrollaban por lo general en medios pobres (Los olvidados, Nazarin), sus películas de la época francesa, pasan en un mundo burgués y por lo general parisino. Séverine y su esposo viven en un edificio absolutamente magnifico, en un departamento amplio, decorado con muebles de época. Pero hasta la primera escena que nos muestra a Marcel, el delincuente, se desarrolla en un edificio (situado en la película en los Campos elíseos) con una escalera y un elevador con pasamanos y rejas de hierro forjado precioso. Y Catherine Deneuve esta vestida por Yves Saint Laurent, con una elegancia perfecta.

Si Catherine Deneuve ha repetido la experiencia de trabajar con Buñuel solamente una vez, en Tristana (1970), otros actores de la película lo han hecho en forma regular, en particular Michel Piccoli, el malvado Husson de la película. Estuvo en casi todas las películas del maestro en Francia, desde Le journal d’une femme de chambre (1964), y hasta dobló a Fernando Rey en la versión francesa de Este oscuro objeto del deseo (1977 ) . Pero también encontramos a unos actores secundarios habituales de Buñuel: François Maistre como el profesor masoquista, cliente regular de la casa de citas, y a Marguerite Muni, como la sirvienta, papel que Buñuel le dará en muchas películas.

El elegante Pierre, medico, elegante es tan amable y bondadoso, tan perfecto, que no puede satisfacer los deseos más ocultos de su esposa. Su perfección supone un obstáculo para ella que inhibe el deseo. Al contrario, Husson asusta a Severine, su sentido del humor la molesta. El nunca actúa, habla ni se viste como los demás (en la estación de esquí, es el único con abrigo sombrero y bufanda negros, en medio de jóvenes todos a la nueva moda invernal de las estaciones que en los sesentas empezaron a estar de moda. Y Buñuel se da el gust0 de un verdadero desfile de moda) . Es un ser aparte, como lo es Henriette, la por quien llega el escándalo, la burguesa que se prostituye y, en el club de tenis, viste ropa de ciudad en medio de jugadores de tenis vestidos de blanco. Y es ahí donde Husson le da a Severine una dirección de casa de citas.

Porque él ha entendido que Séverine necesita algo más. Y además, a él le satisface manipularla y jugar con ella. Asimismo, la dueña de la casa, Madame Anaïs (Geneviève Page) ha entendido que Séverine necesita ser tratada con dureza, ser obligada. Ambiente que no encuentra en casa con un esposo que la adora. Es remarcable la evolución que, de mujer altiva, se vuelve normal y interactúa con sus compañeras de trabajo, juega cartas, y sabe moverse y hablar con los clientes, con el perfecto natural que solo da la experiencia. La mujer frígida se está abriendo, se ve feliz. Hasta sonríe.


Las ideas preconcebídas sobe la casa de citas como lugar exótico, lujoso, cuando en realidad en un departamento de lo más normal, en un edificio donde van y vienen amas de casa, con cuartos sencillos, con una sala donde se ve televisión, se hace algún trabajo de costura o bordado, acompañado de una copita o un café. La hija de la sirvienta vuelve de la escuela y va hacer su tarea tranquilamente a la cocina o a su cuarto, después de enseñarle sus calificaciones a la dueña. Nada es como se lo imaginan.

Como siempre en las películas de Buñuel, la ropa reviste una importancia simbólica. Cuando Séverine sube la escalera para su primera tarde de “trabajo” la cámara se enfoca sobre sus zapatos: unos discretos zapatos de charol negro, de tacón mediano con hebilla, con guantes negros. Cuando se quita el abrigo, de cuello alto, lleva un vestido beige de manga larga. Pero después la veremos con escarpines puntiagudos y de tacón . Y el tema de los zapatos se completa finalmente con las altas botas de Marcel (Pierre Clémenti), de piel negro como su largo abrigo y el ancho cinturón quien el cual amenaza azotar a Séverine.

Importancia también de su peinado: llega a su primera día con un magnifico chongo muy elaborado, el mismo que tendrá al final de la película. Un chongo que recuerda a los de las actrices de Hitchcock.

La doble vida acabará cuando Husson volverá a la casa de citas: se encuentra con Séverine y hace que los dos mundos en los que se movía la protagonista, el real y el fantástico, y que hasta el momento habían llevado trayectorias paralelas, confluyan en tiempo y espacio. En ese momento, realidad y fantasía se encuentran. El peligro desatado se manifiesta en un sueño donde Pierre y Husson se enfrentan. Así Severine entiende que debe detenerse . Pero la maquina trágica esta en marcha. Y acabará realmente con un disparo contra el esposo. Marcel será el culpable. El hombre de la vida de las fantasías, el que dio placer, entra a la vida real y hiere al hombre de la vida real. Haciendo también que Séverine nunca pueda encontrar el placer con su esposo ya que queda paralizado de la parte inferior del cuerpo.

Pero Husson vuelve y, en su afán de dominar a Séverine e humillarla, le revela la verdad al esposo. O al menos le dice a Séverine que lo va a hacer. Cuando esta vuelve al salón, pensando que su esposo ya la desprecia, la felicidad le hace escuchar los cascabeles del carruaje, su esposo se levanta de su silla de ruedas y, al abrir la ventana, están en el bosque de las fantasías.

El chico de la bicicleta (Jean-Pierre y Luc Dardenne, 2010) - 7.5/10


La historia lo tenía todo para ser un melodrama lacrimógeno. Pero los hermanos Dardenne nunca se detienen en sentimentalismos o conmiseración. Una película discreta y fuerte a la vez. Gran Premio del Festival de Cannes 2011

Ficha IMDb

La historia bien podría ser una película de los años cuarenta : niño abandonado, a la búsqueda de su padre, negándose a aceptar que este no lo quiere en su vida, un centro de acogida, una señora buena, un seductor delincuente, la tentación, la maldad de algunos adultos. Un niño que no cree en la palabra de los adultos, ni en la posibilidad de que alguien lo ame.

Con lugares simbólicos: la ciudad, zona de relaciones sociales normales, trabajo de Samantha, comercios, niños jugando futbol, vecinos.

El bosque, lugar de peligros y delincuencia; la gasolinera, lugar de encuentros y bifurcaciones. En el bosque, Cyril (Thomas Doret) , el niño siempre vestido de rojo, tal capuricito rojo se topa con el lobo feroz, un joven delincuente de semblante amistoso, hasta seductor . Es también en el bosque donde es perseguido por otro lobo, este claramente agresivo, el hijo del marchand de periódicos que atacó.

Si el chico es el caperucito, si el jefe de pandilla es el lobo, Samantha Cecile de France) , la peluquera que lo recibe es claramente el hada madrina. Bastó con que el niño se agarrara de sus piernas, sin siquiera mirarla, en la sala de espera del consultorio, en un intento desesperado para escapar de sus maestros, para que ella se sintiera llamada a ser buena con él. Y lo es con paciencia y perseverancia, sin preguntarse, sin quejarse, sin enojarse. Hablándole a veces en voz seria, madura. Con mucha calma. Para empezar, le vuelve a regalar su bicicleta. La bicicleta, símbolo de unión con los demás, entre el centro de acogida y la ciudad, durante su investigación sobre la partida de su padre, y después para llevarle el dinero del robo a su padre.

Con este regalo, ella le da la posibilidad de encontrar la verdad sobre su padre: primero medio para encontrar al padre (Jérémie Renier ), se vuelve pronto medio de saber las intenciones de este: lo que el padre haya hecho con ella permite saber lo que pensaba hacer con el niño. Que haya venido la bicicleta, y no que se la hayan robado, es prueba que quiere deshacerse de su hijo.
Yla bicicleta le da tambien la posibilidad de integrarse a una red social o familiar. Por eso el empeño para recuperarla o evitar que se la roben.

La narración está bien construida, aunque se le pueda reprochar que la secuencia de eventos es un poco esperada: búsqueda desesperada del padre, utilización de Samantha como un adyuvante para verlo, resignación al rechazo, aceptación de una vida “normal”, tentación de la delincuencia, regalo al padre del botín de los malhechos, regreso a la sociedad y aceptación del castigo, vida feliz, último incidente con riesgo de perderlo todo.

Pero los hermanos Dardenne logran acabar bien su historia: sin patetismos (el golpe de piedra no lo mató), ni reconciliación con el “enemigo” (el hijo del comerciante a quien atacó), ni escena familiar feliz. Simplemente, toma su bicicleta y se va hacia una vida normal, aceptando, sin lágrimas, gritos, abrazos o grandes declaraciones, que la vida no es ni tan mala ni tan buena. Y que hay que aceptar las oportunidades que ofrece.

Tres cosas llaman la atención. Primero, el uso muy limitado de la música: un fragmento, siempre el mismo, del concertó Emperador de Beethoven, solo en los momentos de abandono del niño, señalando en vacio en el cual se ve de repente hundido. Señal sonora en lugar de acercarse a una cara llorosa. El niño nunca se permite detenerse a sentir tristeza. La única vez en que expresa su dolor es el momento, después de que finalmente entendió que su padre lo abandona, en que se golpea la cabeza dentro del coche. Y lo vemos de espalda.

Segundo: Una expresión siempre seria, fría del niño. Salvo al final en el paseo en bicicleta y el día de campo. Pero también una imagen impactante: su forma de dormir, totalmente envuelto en su sabana, sin que se pueda distinguir donde están los pies o la cabeza. Y como se voltea, se sienta, totalmente envuelto. Como paquete. En una imagen impresionante del dolor, del miedo.

Tercero: el ritmo del niño. Sus piernas siempre se están moviendo., corriendo o pedaleando. No tienen el tiempo para detenerse y llorar sobre sí mismo. Tiene que actuar, y rápido, para encontrar un lugar en la sociedad.

Todo con una fotografía en tonos claros, con mucha luz y serenidad, confirmando la decisión de no caer en el melodrama.

Una película muy recomendable.

El árbol de la vida (Terrence Malick , 2011) – 8/10


Extraña película, casi sin narración, construida alrededor de uno de sus personajes y de su cuestionamiento. ¿A la vida? ¿A Dios? ¿Al universo? Un poema. Una hermosa meditación. ¿O una oración? Palma de oro en Cannes 2011.

Ficha IMDb

La única película de Terrence Malik que haya visto antes de The tree of life es La delgada línea roja, hace mucho (1998) . Y el único recuerdo que tengo es él de unos soldados perdidos entre altas hierbas. y subiendo una colina. Así que no puedo opinar si la ultima es mejor de sus obras, si es la culminación, si tiene alguna relación con las otras, formal o temática.

En The tree of life, toda la reflexión parece suscitada por la muerte del hermano menor de Jack , Steve (Tye Sheridan). A partir del dolor, manifestado de forma muy diferente por el padre (Brad Pitt) y la madre (Jessica Chastain , la misma de The debt ) surgen preguntas y, se podría decir, un delirio d imágenes . Jack O’Brien adulto (Sean Penn) camina con mirada perdida y expresión sombría en, entre, abajo de, edificios altísimos, rascacielos de acero y vidrio, levantados contra el cielo, como arboles transparentes y elegantes. Su voz en off, o a veces la de la madre, peguntan en segunda persona sobre el sentido de la vida, se dirigen a Dios’ a la naturaleza?. O es la voz de Dios mismo hablando a los hombres?

Después de caminar en la ciudad, Sean Penn camina en un desierto de roca, imágenes que vendrán varias veces interrumpir lo que se puede considerar una secuencia. Cronológica: del origen del mundo (Génesis o Big Bang) hasta la adolescencia del chico. O lógica: de lo más universal a lo más individual.

Terminará retomando el camino de la búsqueda del personaje hasta la secuencia final: una playa donde todos los personajes, en todas sus edades se encontraran felices, y la voz de la madre dejará ir a su hijo muerto.

Las imágenes de la historia del universo, olas, cascadas, erupciones de volcanes, amaneceres alrededor del planeta tierra, recuerdan a veces al Kubrick de 2001. La etapa de los dinosaurios me parecía más bien de risa, poco seria. Muy de plástico después de las potentes tomas de la fuerza de la naturaleza. Voy de acuerdo que se hizo con el objetivo de mostrar el movimiento de la mano (perdón, de la pata) del dinosaurio grande y parado, sobre el pequeño cuerpo del dinosaurio herido: imposición, dominación a la vez que compasión y protección.

Reconozco que esta parte de la película me aburrió un poco. Pero toda la parte de evocación de la niñez, en el vecindario tranquilo de una pequeña ciudad de Texas , entre arboles, amigos y familiares, me pareció hermosa. Obviamente, y para no traicionar el espíritu de totalidad que parece imperar en Malik, se empieza con el feto, se vive el alumbramiento, se admira la pequeñez del bebe (su pie en las manos del padre, otra vez: mano fuerte, protección del pequeño). El bebe llorando en brazos del padre y la mano grandota que sostiene y retiene. Dulce y fuerte.

Padre que después obligará a los chicos a trabajar en el jardín, a respectar la línea invisible de división con el terreno del vecino, a cerrar todas las puertas sin hacer ruido, a callarse… El padre, músico frustrado, padre que exige que le llamen “Sir” o “Father”, y no “Dad”.

Y, por el otro lado, la madre. Ligereza y dulzura. Frágil y silenciosa.

Porque, según la voz en off, hay dos caminos para encontrar a Dios: el de la naturaleza, fuerte, solido, con los pies en la tierra (el padre) y él de la gracia , sutileza, intuición (la madre). Un poco como lo dijo Pascal: el camino del corazón y el camino del corazón.

El fotógrafo mexicano Emmanuel Lubezki lleva una cámara siempre en movimiento, que parece nunca descansar, y se dedica a seguir a los actores, dejándoles todo el tiempo de vivir la vida de sus personajes, y, de vez en cuando, se eleva a ver, entre los árboles, la luz. Brad Pitt le da mucha presencia y fuerza a su personaje y el Jack infantil ( Hunter MacCracken) es alternativamente enternecedor o desagradable, conforme va creciendo, rebelándose , tornándose agresivo o inquietante.

Magnificas imágenes que dejan al espectador en un estado casi hipnótico. Pero, personalmente, toda la historia del universo, con dinosaurios incluidos, me parecio muy larga. (Tampoco me gustó el campo de girasoles al final: muy cliché) .

Aunque se entiende que esta larga historia del universo es necesaria, en el planteamiento de la pegunta que cada uno se puede hacer: ¿Cuál es mi lugar en este mundo? ¿Cómo, y porque he llegado aquí? ¿Quién, y con qué fin, me puso aquí?

Monday, November 21, 2011

La sociedad de los poetas muertos (Peter Weir, 1989) – 7.5/10


Veinte años después, la película no ha envejecido. El profesor de inglés John Keating (Robin Williams) sigue igual de inspirador y los adolescentes del colegio Weltonen siguen viviendo con intensidad sus conflictos interiores . Tal vez porque el tema tratado y las respuestas (y las interrogaciones) siguen igual de importantes y autenticas. Y porque la juventud de espíritu sigue enfrentada a los interés “adultos”.

Epicúrea ficha IMDb

El lema del colegio Weltonen es “Tradición, honor, disciplina y grandeza” ¿De quien? Aparentemente, de la escuela, y de los padres. Estos señores bien instalados en la sociedad, ricos, potentes. Uniformes, bien pensados. Bien educados. Los que van a Yale, Harvard....

La escuela Weltonen es un mundo cerrado sobre sí mismo, con su capilla, sus dormitorios, sus salones de clase y sus patios. Inclusive sus amplios pastos que sobrevuelan grandes parvadas de pájaros, pertenecen a este mundo particular donde se oye solamente la campana. El tiempo se ha inmovilizado, sigue siendo exactamente como fue para los hermanos mayores y los padres de los chicos que ahora estudian ahí. Como los uniformes. Tal vez sea esto uno de los secretos de la atemporalidad de esta enseñanza y también de esta película. 1959, antes, ahora… siempre igual.
Y el maestro de latín haciendo repetir las declinaciones es un ejemplo de inmovilidad pedagógica.

La película fue un éxito en 1989. Adolescentes, maestros, alumnos, padres, todos corrieron a ver la revolución del profesor Keating .

Porque siempre nos encanta ver a alguien que sacude las viejas costumbres. También se discutió mucho sobre la responsabilidad que podía tener el profesor en la muerte de Neil Perry (Robert Sean Leonard, Dr Wilson en House), el joven que alentó a seguir con su vocación teatral.

Pero no se trata solamente de ser el maestro que hace las cosas fuera de los libros y fuera del salón de clase. Y, en realidad en la época actual, parece ser que el maestro que toma más riesgos, el más rebelde es él que pretende enseñar a los jóvenes la importancia del rigor y de la responsabilidad, lejos de las seudo-ludicas actividades demagogas.

El legado del profesor de poesía, "O Captain! My Captain!”, (poema compuesto en 1865 por Walt Whitman, reconocido poeta estadounidense sobre la muerte de Abraham Lincoln) es que cada uno asuma sus deseos, deseos de actuar, de hablar con la chica de sus sueños, de inventar, de conocer.

Y no dejar que otros pretendan saber lo que más nos conviene y que contenido debemos darle al tiempo que nos quede. Horacio el poeta dijo “Carpe diem”, y se le malinterpretó. No se trata de llenarse de gustos y caprichos egoístas y superficiales. Se trata de darle algún valor a nuestra vida. Los Epicúreos buscaban la harmonía y el equilibrio, no los excesos. “Carpe diem” es llenar completamente las horas del día, mientras pasan, para que quede algo de ellas.

Las demostraciones del profesor: subirse a las mesas, arrancar las primeras páginas del libro de análisis de poesía, que limita el “ars poetica” a reglas de rimas y recuento de silabas, jugar futbol son el Himno a la alegría, son más bien adorno. El fondo de su enseñanza es profundamente honesto, y busca sacar a los alumnos del ronroneo heredado, para llevarlos a asumir su propia educación y su propio desarrollo. Para empujarlos a sacar de sí mismos lo que tienen dentro sin saber de que son capaces. En eso , la escena sumamente lirica del “parto” de Todd (Ethan Hawke) el alumno tímido que logra por fin crear un texto, con una cámara dando vueltas alrededor de la pareja compuesta por alumno y maestro.

Y la decisión final de Neil, de suicidarse en el estudio de su padre , para no ir a una escuela militarizada, es definitivamente un acto de valor, no solamente en el sentido del coraje , pero en el sentido de que los pocos años que él vivió valieran lo que él quiso.

Ciertamente, la película tiene efectos fáciles, llamativos. Pero no deja de ser una lección: cada quien debe escribir su vida en poeta, o sea debe ser creador de su propio destino.

Al filo de la mentira (John Madden, 2010) - 6.5/10

The debt es una buena película de acción,remake de una película israelí e 2007, con algo de reflexión sobre la honestidad y las deudas que se tienen, hacia la familia, el país, los padres, y sobre todo consigo mismo. ¿Tiene uno el derecho de decir la verdad cuando esto pone el peligro el equilibrio y la paz que se ha conseguido con una mentira? Servida por unos buenos actores y una estructura narrativa que insiste sobre los juegos con la verdad.

Ficha IMDb

Dos equipos de actores: los de 1965, época de la misión del Mossad en Berlin Oriental: Helen Mirren, Tom Wilkinson y Ciaran HindsY él de 1995, fecha de la publicación del libro que relata esta misión: Jessica Chastain, Marton Csokas y Sam Worthington .

Entre las dos fechas, treinta años de mentira. Mentira de los ahora viejos Rachel (Helen Mirren), Stephan (Tom Wilkinson) y David (Claran Hinds ). Mentira asumida y celebrada por un país entero, por una hija admirativa, la autora del libro, y por todo un círculo intelectual.

Mentira que los responsables, los que han actuado en 1965, viven de una forma muy distinta: el padre, Stephan, no duda en ningún momento de que la decisión que impuso a sus compañeros fue correcta (y eso le sirvió para subir peldaños en la política israelí), la madre, Rachel, mucho más dudosa, al punto de no contestar a las preguntas de su hija mientras esta escribía el libro. Desde el principio de la cinta, sus reticencias se hacen claras frente a la gran recepción que se le hace al libro de su hija y a la celebración que se hace de su propio heroísmo. Y el tercero, el sacrificado en su amor por Rachel , David, ya no puede soportar a la situación y se avienta bajo un camión.

La construcción de la película hace patente el peso del pasado: la primera parte, 1995, muestra las actos públicos de la presentación del libro: conferencia, lecturas, cena de gala. La lectura pública nos permite ver la versión oficial de los hechos de la noche del 31 de diciembre de 1965 en flashback, que empieza con la voz off de Helen Mirren leyendo.

Vuelta al 95 y explicación del suicidio de David: un periodista ha encontrado al doctor Dieter Vogel, el “Cirujano de Birkenau” objetivo de la misión y supuestamente matado por Rachel cuando trataba de huir, esta famosa noche del 31 de diciembre. De ahí, la historia se va según los dos ejes de la realidad: el verdadero desarrollo de la misión de 1965, con su fracaso final, y la nueva misión de Rachel en Ucrania, para corregir el error y acabar con el Doctor. Esta vez exitosamente. Porque, Stephan lo sabía, no podían fallar la misión de traer al Dr Vogel era un deber hacia su país, sus familiares, sus conciudadanos. El monstruoso doctor no podía escapar. Más que una decepción para todos, dejarlo ir era traición.

Dicho sea de paso, la película expone las complicidades de los países socialistas con los verdugos nazis: primero Alemania Democrática, después Unión Soviética (ahora Ucrania independiente)

En lo personal lo que más me impresionó fue la imponente presencia del Dr Vogel (Jesper Christensen). Las consultas con Rachel, quien se hace pasar por una mujer esteril, con su fría competencia de ginecólogo, hacen temer en cualquier momento unas acciones o palabras peligrosas. Pero sobre todo cuando, encadenado al radiador, tiene la fuerza moral para llevar a cada uno de sus celadores adonde él quiere. A hacerles perder el control, solo por su aceptación o rechazo de la comida, por su mirada, por sus palabras sabiamente (maliciosamente) escogidas, su tono y ritmo de voz. Y la fuerza con la que sigue luchando a los más de 80 años en el asilo en Ucrania. Y que la fuerza de la maldad mantiene vigoroso hasta el final. Con el orgullo de ser una celebridad, aún si es una celebridad odiosa. El podía parecer simplemente un verdugo nazi que aprovechó una situación política perfecta para satisfacer sus propias curiosidades enfermizamente científicas. Pero la perfecta interpretación de Jesper Christensen logra mostrarnos un ser fundamentalmente malo. Realmente un gran papel, aunque no sea de primer plano.