Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, October 29, 2021

Délicieux (Eric Besnard, 2021 ) – 6.5 /10


Muy agradable película, con una hermosa fotografía y buenos actores, pero sin ningún sentido de verosimilitud. 

Ficha IMDb

En pleno siglo XVIII, más precisamente algunos años antes de la revolución francesa, el duque de Chamfort (Benjamin Lavernhe), históricamente reconocido su talento en las frases espirituales, gusta de invitar a sus amigos para que disfruten de los talentos de su cocinero, Pierre Manceron (Grégory Gadebois). A condición de que este prepare lo que se le pidió y no tenga iniciativas.

Él rituales que, después de la comida, los invitados hagan sus comentarios sobre los platillos, es decir que entren en una competencia de hermosas frases para alabar al mismo tiempo que brillan . Ese día, después de un coro unánime de celebración de los exquisitos platillos, el obispo (Gilles Privat) invitado de honor, pregunta sobre un pequeño paté, que llama délicieux, que Chamfort no había pedido y que Manceron tuvo la osadía de presentar. A la pregunta sobre los ingredientes, el cocinero tiene la mala idea de contestar con la verdad : trufas y papas. ¡Horror!Son alimentos para los puercos. Son productos que crecen bajo la tierra y que la Iglesia, ya que puede cobrar impuestos sólo sobre lo que crece visible, devaloriza y alifica de diabólicos. Hay una escala celeste de los alimentos: más aéreos, más divinos. La competencia de palabras, sarcasmos y mímicas no tiene límites. Chamfort no soporta la humillación, exige que su cocinero presente disculpas. Manceron no lo hace, lo despide a su cocinero quien tiene que dejar inmediatamente el castillo, acompañado por su joven hijo, Benjamin ( Lorenzo Lefèbvre)  muy triste de tener que dejar la biblioteca de Chamfort.

Manceron vuelve a su casa, una posta que administraba su padre, ahora muerto. Solo queda un compañero de este, Jacob ( Christian Bouillette) cuyo único defecto es su gran amor por la botella. ….

Manceron espera de Chamfort que cambie de idea y lo vuelva a llamar. Los días pasan, llega una extraña mujer, Claire (Isabelle Carré),  que quiere ser aprendiz de Manceron. Respuesta tajantemente negativa : para empezar, las mujeres no pueden ser aprendices, los cocineros son hombres y, de todas formas, Manceron ya no cocina. Pero poco a poco, entre las presiones de Claire, de Benjamin y del viejo Jacob, Louis Manceron se decide a emprender : abrirá un lugar para comer y disfrutar, ayudado en el servicio por los niños pobres de la zona. Claire sugiere nuevos platillos como las papas fritas, una nueva organización de las comidas, por ejemplo, una bandeja de quesos surtidos antes del postre, comer lo dulce al final de la comida, presentar el pan en rebanadas, preparar un menú y disponer pequeñas mesas separadas …. El asunto va viento en popa hasta que Hyacinthe (Guillaume de Tonquédec) el mayordomo de Chamfort llega con una propuesta: que Manceron haga una comida dentro de unos días Todos se ponen a trabajar para elaborar el festín con el menú pedido por el marqués. Claire sugiere unos cambios y en particular volver a hacer los délicieux. Pero el marqués pasa su camino, la comida queda, Claire avienta todo y un pobre pollito cae muerto por picotear un délicieux

Pelea, separación, tristeza . El amor al arte se perdió. Pero llega el tiempo de las explicaciones : si Manceron tiene una revancha contra Chamfort, Claire tiene una venganza ya que el marqués provocó la muerte de su esposo. Llegará el día en que los dos cómplices podrán finalmente ridiculizar al marqués en frente de una sola de restaurante llena, satisfacer revancha, venganza y establecer el éxito comercial.

La gran calidad de la cita es la belleza de su fotografía : el campo en las diferentes estaciones, los animales, las flores están animados de una vida propia, provocan unos deseos de caminar ahí, de respirar, de tocar. En interiores las imágenes parecen copiadas de los grandes pintores de la época : caras en la luz de las velas , dignas de los claroscuros de De La Tour, bodegones con frutas o verduras, o objetos, la alusión directa al trompo de Chardin. Qué decir de los platillos, preparados por cocineros expertos :pasteles, pastelitos, verduras, carnes, dispuestos en bufetes, mesas, canastas. 

Todo esto crea un ambiente de cuento de hadas. Y es realmente lo que es esta cinta : no es para nada un drama histórico, es un cuento maravilloso donde los elementos aparecen sin razón y súbitamente en el momento necesario. ¿Cómo llegaron todos esos ingredientes? ¿ Cómo dos personas prepararon en tan pocos días tantos alimentos para tanta gente? ¿De dónde salieron todas esas cacerolas de cobre que se ensucian alegremente?¿Y quién las lava? Y todos los clientes del final feliz, burgueses muy limpios y en vestidos, ¿cómo llegaron?, ¿a pie, a caballo, en coches? No se ensuciaron, no se cansaron. 

Con la misma dinámica del cuento, los espacios cambian de dimensiones : la sala de la posada, de pequeña y sucia, se transforma a luminosa, amplia, casi extensible para recibir a un gran número de mesas y comensales. De la misma forma, el prado afuera es cada vez más extendido. 

Además, ¿cómo un restaurante en un rincón alejado de una provincia aislada, el Cantal, en alguna parte del sur de Francia, puede tener tanto éxito? Ya nadie pasa por la carretera, ya que ya no es relevo de caballos.

En resumen, una película sin sentido histórico, sin lógica , una narración previsible. Un divertimento sin real interés a parte de la hermosura de sus imágenes. Y un excelente actor, gordo como debe ser un cocinero que disfruta de la preparación y la degustación de los alimentos. Sutil en sus diferentes momentos y sentimientos.

La escena de la comida en casa de Chamfort y el intercambio de opiniones en emulación de elegancia, sofisticación, finezas, y después en maldades y sarcasmos recuerda a Ridicule (Patrice Leconte– 1996) y dejaba esperar un juego intelectual que desagraciadamente se abandona muy rápido. Los diálogos son de lo más sencillos y previsibles, con unos guiños al futuro: Manceron y su socia tuvieron las ideas geniales que nos hacen comer hoy como lo hacemos. Otra vez, una historia falsificada, reconstruida para complacer a un publico poco exigente y hacerlo sentirse inteligente.

Con la misma intención, la cinta menciona preocupaciones actuales : que un empleado se lance a ser artesano- emprendedor, que se usen los productos locales, verduras frescas y hierbas de la huerta, que una mujer tenga un papel de primer plano en la organización y el funcionamiento del negocio, que aprenda un oficio reservado a los hombres. Otra vez se nota el aspecto demagogo del guion. 

Es cierto que le concepto de restaurante se inventó en este periodo muy particular de la sociedad europea, cuando los cocineros de los nobles, desempleados, salieron para instalar un nuevo tipo de establecimientos que tuvieron un impacto real en la forma de vivir de la sociedad intelectual : lugares de comida delicada digna de las grandes casas, pero también de encuentro intelectual, de discusiones políticas. Catorce restaurantes se abrieron en Paris poco antes de la Revolución de 1789, varias veces mencionada en la película. Todavía quedan algunos: Le Grand Véfour, Le Procope…No son muy económicos . 

En resumen, un bonito engaño. Una cinta para amantes de la comida,  no de la historia. 


En resumen, un bonito engaño. Una cinta para amantes de la comida,  no de la historia. 


Friday, October 15, 2021

The Guilty (Antoine Fugua , 2021) – 5.5/10


Remake sin originalidad de una película danesa de 2018, esta cinta no le llega al tobillo a su predecesor. Una historia a puerta cerrada que no logra realmente mantener el suspenso y que se concentra en ele estado de animo de su protagonista, mal servido por la sobreactuación de Jake Gyllenhaal.

Ficha IMDb

Los Ángeles, mientras las pantallas de televisión enseñan los incendios que destruyen toda la zona, el trabajo sigue su rutina en la estación de urgencias de 911. Joe Baylor  (Jake Gyllenhaal , tiene que trabajar ahí unos días como castigo, lo que no le gusta mucho. Además de asmático, tiene un carácter bastante explosivo por no decir resentido. Contesta de mala gana las llamadas de auxilio, y trata de mantener el contacto con su esposa Jess ( Gyllian Zinser), a pesar de la hora tardía, porque quiere a fuerza hablar con su pequeña hija Paige. Además, tiene que rechazar las llamadas de la reportera Katherine Harbor del Los Ángeles Times (Edi Patterson) , relacionadas con un evento que tendrá lugar el día siguiente 

De repente le llega la llamada de auxilio de una cierta Emily Lighton (Riley Keough) que aparentemente está llevada a la fuerza por su exesposo Henry ( Peter Sarsgaard) y tuvo que dejar en casa a su hija Abby (Christiana Montoya) y su bebe Oliver.

Joe trata por todos los medios de poner en acción a los diferentes servicios policiales de la zona, por lo que debe conseguir información sobre Emily, Henry, los niños, la direcciones, el coche. Pero la mujer no libertad de hablar lo que obliga a Joey a pedir ayuda extraoficial a su amigo Rick (Eli Goree).

Lejos de todos, aislada en un cuarto oscuro donde su único interlocutor son las pantallas de las computadoras, debe mantener a cualquier costa el contacto con la que piensa ser la víctima, hasta que unos detalles lo llevan a entender que las cosas tal vez no son exactamente como el pensó al principio. 

Los descubrimientos de Rick en la casa de Emily, confirmados por Henry, permiten entender la situación en la cual, por su propia culpa, se puso a si mismo y a los que lo rodean, en su vida personal y en su vida profesional.

Entender qué está pasando realmente con Emily lo lleva a entender el tamaño de su propia culpa y aceptar las consecuencias de sus actos, lo que se rehusaba a hacer.

La cinta es el remake de Den skyldige (Gustav Möller – 2018), película danesa que nos mantuvo al borde del asiento, por la austeridad de su interpretación y de su dirección. La maestría en el uso de los colores, las luces y sombras y el ritmo hizo de esta película una obra de arte y angustia.

Nada de eso aquí por un estilo demasiado barroco. Las grandes pantallas omnipresentes con los incendios que amenazan a la ciudad agregan unos colores llamativos y un sentido redundante del drama exterior totalmente innecesarios a lo que debe desarrollarse progresivamente como el drama interior de un hombre, la revelación del abismo personal de su responsabilidad. Si recibiera llamadas relacionadas a los incendios, que entorpezcan su atención al caso de Emily, se podría entender la presencia visual de esta emergencia. Pero no se aprovecha para nada este recurso dramático. 

La cinta nórdica se desarrollaba en cuartos pequeños, oscuros, claustrofóbicos. Las pantallas de televisión abren el espacio y, sobre todos, le dan colores, cuando en la cinta anterior, el único color era el rojo de la lámpara del agente que se volvía angustiante por su cercanía y su significado de urgencia.

El suspenso no funciona bien, obviamente por una razón exterior a la película : ya conocemos la historia. Pero es culpa del equipo productor que se lanzó a repetir una película tan reciente y todavía presente en la memoria de l espectador. Pero, sobre todo, la interpretación sobreactuada de Jake Gyllenhaal, sus accesos de ira, sus gritos impiden que se le de importancia a lo que le pasa a Emily. Las etapas de la persecución se pierden y se simplifican en unos cuantos episodios. Henry se resume a una presencia simplista. Los únicos momentos que captan el interés son los momentos de diálogo con la niña, cuya voz transmite verdaderamente una angustia genuina. 

La presencia de Joey es demasiado obvia, demasiado fuerte, le falta trabajo, sutileza y, en resumen, trabajo interpretativo. 

El final moralista no satisface : Joey, fiel a la tradición gringa de la confesión, cuenta a Emily cual es su propia culpa, para convencerla de no saltar del puente sobre la autopista, y decide hacer penitencia al cambiar su testimonio en el juicio, pedir a su amigo Rick que no miente por él, y aceptar contestar a las llamadas de la periodista. De la confesión intima a la confesión publica, Joey ha seguido el camino de la redención. Así culmina la historia, el cuento edificante, del hombre que encontró el camino a la verdad, gracias a una mujer al borde de la muerte y de la locura. Muy teatral, fácil y previsible. 


No Time to Die (Cary Joji Fukunaga, 2021) - 7.5 /10

Tal vez porque la espera fue tan larga, hay algo de decepción en una narración banal, con escenas de acción sin sorpresa y actores que no lucen como podrían.

Ficha IMDb

James (Daniel Craig), retirado, pacifico y lento, vive tranquilamente una vida feliz con Madeleine Swan (Léa Seydoux) que conoció en Spectre ( Danny Boyle - 2015 ). Un fin de semana romántico en Matera, una extraña ciudad del sur de Italia, con visita al cementerio donde reposa su gran amor frustrado Vesper Lynd, es interrumpida por una fuerte explosión obviamente contra Bond. Este sospecha la traición de Madeleine y vuelve solo a su hermosa casa en Jamaica. Pero ,unos años después, su viejo amigo Felix Leiter(. Jeffrey Wright ) de la CIA le pide una pequeña ayuda en Cuba para salvar un científico secuestrado por SPECTRE, el Doctor Valdo Obrutchev (David Dencik), encargado del proyecto Herakles, apoyado por M. Se tratad e de un arma biológica que se propaga al tacto y es letal sólo para los individuos identificados por su ADN. O sea, un veneno que identifica sus objetivos. El problema es que el Dr Obrutchev está jugando doble, o triple.

Mientras tanto, en Londres, la sucesión ya está organizada y el nuevo agente 007 es Nomi (Lashana Lynch), mujer negra de carácter fuerte. Ahí Bond vuelve a encontrar a Madeleine como psiquiatra del famoso jefe de SPECTRE, Ernst Stavro Blofeld (Christopher Walz) arrestado en la película anterior, pero esta se encuentra, por obligación, a las ordenes de Lyutsifer Safin ( Rami Malek) ya que este la salvó de hundirse en un lago congelado, en la Noruega de su infancia. 

CIA, MI6 y James Bond unen fuerzas para recuperar Madeleine y su hija Mathilde (Lisa-Dorah Sonnet), con todo y muñeco, secuestradas por Safin, y al mismo tiempo, evitar el uso generalizado del veneno diseñado por el Doctor y recuperado por Safin. Obviamente, el cuartel general y fabrica del arma biológica del maloso está en una isla perdida entre Japón y Rusia. Nomi y Bond, quien ha recuperado temporalmente su titulo de agente 007 limpian la base de Safin, evacuan a Madeleine y Mathilde. Bond se queda para abrir las puertas lo que dará el acceso a los misiles ingleses. Una ultima pelea entre héroe y antihéroe contamina Bond con el veneno destinado a Madeleine y su hija. Safin muere. Los misiles llegan. 

En una cinta donde los hombres, James Bond primero, ya no son los fuertes que acostumbraban, las mujeres empiezan a tener un papel preponderante. Paloma la cubana (Ana de Armas) tanto como Nomi son igualmente eficaces en las zonas de combate. M (Ralph Fiennes) muy envejecido no es mucho más útil que su secretaria Moneypenny (Naomie Harris) y Léa Seydoux se las arregla muy fin sin su viejo compañero sentimental, al cual en un principio le niega la paternidad de la pequeña Mathilde. Por cierto, en el prologo, Madeleine niña, se portaba muy a la altura de una futura espía, sin miedo a los desconocidos ni a las armas. 

Sin tiempo para morir es la película de Bond más larga de todas. También se siente larga, por culpa de un guion que pierde tiempo al irse caminos distintos. No tiene la tradicional abertura, corta aventura final de una misión, a suerte de mini película independiente, que funcionaba como eficiente aperitivo . Era parte obligada de la tradición James Bond , antes de los créditos . en esta entrega s e transforma en un prologo , que retoma el uso de espacios amplios, blancos y lejanos, pero que sirve para explicar elementos posteriores referentes a dos de los personajes principales y la complicada relación entre ellos. 

Sin embargo, el principio de la aventura es interesante en su ritmo : de una lentitud , una calma y un sentimentalismo frustrantes ,inaceptables para un espía de la calada de James Bond , cambia de repente a una explosión y un aumento progresivo en las persecuciones, el nivel de armamento, y el ruido. La ironía esta presente en el uso de la famosa Aston- Martin, verdadera fortaleza de resistencia que se transforma en herramienta de ataque con los habituales gadgets, dignos de las películas con Sean Connery, hace décadas. 

Pero después caemos en una película previsible con sus dos malvados, Christopher Waltz en recuerdo a Spectre y en imitación de Hannibal Lecter, Rami Malek, feo y lúgubre, profundamente oscuro y amenazante, que ofrece imágenes interesantes en sus escenas con la niña adorable. Hasta los lugares son previsibles para un James Bond : casa de lujo en Jamaica; hotel-casino de lujo decadente en Cuba, como en tiempos de Batista, pero construidos en estudio y francamente muy falsos y acartonados; paisajes nórdicos ; isla lejana del malvado, en alguna parte de Asia. A esta parte, hay que reconocerle un trabajo de diseño y ambientación, jugando con el contraste de la paz del jardín zen con el contenido real de la isla, así como la utilización del tema formal del circulo, del tubo, del conducto, de la cañería, tema recurrente en particular en los créditos de las cintas desde el principio.  

Hablando de decisiones estéticas, los créditos que acompañan el tema musical de Billie Eilish parecen inspirados de Salvador Dali, con sus relojes que se hunden en arenas. 

Pero lo importante de la cinta es que es la ultima de una serie, de una época y tiene que preparar el después de Craig. La verdad es que el mito James Bond, espía seductor, egoísta, macho, seguro de si, se acabó bajo los golpes de lo políticamente correcto. Verlo retirado, tranquilo, en edad de ser el padre de su pareja, es una decepción. Ya no es James Bond el héroe. Así como M, que se parece ahora a un viejo ministro, va para afuera. La sucesión, está lista y obedece a las exigencias de los políticamente correcto : mujer, y negra. Pero no hay garantía de que funcione. 

Se necesitaron 25 aventuras y media docena de actores para acabar con el James Bond mítico. Se adaptó, lo adaptaron a las evoluciones de la sociedad occidental. Es más viejo, más tranquilo, menos egoísta, más participativo. Hay que decirlo, es menos seductor y perdió poco a poco su aura de héroe invencible e inalcanzable. Lo peor ciertamente que podía pasarle era tener una hija, entenderlo sin reclamar nada. Lo único que le quedaba al héroe para salir de la historia, porque ya no puede sobrevivir en ella, era sacrificarse. La sangre envenenada producida por el proyecto de Talin es el pretexto perfecto : Bond es una amenaza para todos. Tendría que vivir aislado. Así que tiene que despedirse, a distancia. Se le reconoce su situación y padre, de héroe sacrificado por el bien del mundo. Y desaparece en una explosión de la cual es imposible sobrevivir. Bond ha muerto, Daniel Craig es libre de ir a otra parte medirse con otros papeles, como ya lo hizo en Knifes Out ( Rian Johnson - 2019), donde funcionó bastante bien. 

Craig y James Bond salen por la puerta grande. Es el final de una época. ¿Sobreviviremos a tal perdida?


Sunday, October 10, 2021

Worth (Sara Colangelo, 2020) – 8.5/10


Con un timing perfecto cuando se conmemoran veinte años de los ataques a las Torres gemelas en Nueva York, la cinta tiene sin embargo la cualidad de no caer en los sentimentalismos y dramatismos y de tratar de describir un proceso administrativo que no puede funcionar si no abarca la dimensión humana de cada situación individual. Sostenido por una interpretación discreta pero muy convincente de Michael Keaton.

Ficha IMDb

Unos días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 surge la cuestión de las demandas que podrían hacer las víctimas sobrevivientes de los atentados y los familiares de los fallecidos a las compañías aéreas. En efecto, ellas podrían ser consideradas culpables de negligencia al dejar subir los terroristas y son los accidentes de sus aeronaves los que causaron las muertes. Para evitar tales demandas, que causarían un serio prejuicio a la economía, el fiscal general John Ashcroft (Victor Slezak) decide adelantarse y crear un Fondo de compensación para las víctimas del 11 de septiembre y sus familiares. Se pone a la cabeza de tal trabajo absolutamente gigantesco un hombre que ya probó su eficiencia en casos parecidos : Kenneth Feinberg (Michael Keaton) había trabajado en la demanda colectiva de unos veteranos de Vietnam en 1993, contra las empresas químicas productoras del Agente Naranja que causaba cáncer y sarcomas. Feinberg pidió a Ashcroft el trabajo ; de todas formas, nadie quería hacerlo. La legislación autorizaba al fondo a desembolsar un máximo de 7 375 millones de dólares, incluidos los gastos operativos y administrativos, de los fondos del gobierno de los Estados Unidos.

Este hombre, eficiente y, antes que todo, preocupado por la imparcialidad y la justicia, trabaja con números. Todas las compañías de seguros tienen estas tablas que les permiten calcular el precio de una vida en base a los sueldos y los patrimonios de las víctimas, es decir básicamente cuanto dinero su muerte les va a quitar a las familias. Con su fiel y eficiente asistente Camille Biros (Amy Ryan),  Feinberg se lanza en esta tarea inmensa. El plazo para que las víctimas y sus familiares presenten su caso es de dos años y medio. El trabajo empieza con un equipo acostumbrado a llevar a cabo las entrevistas. Priya (Shunori Ramanathan) y Camille se ven confrontadas a las experiencias y los dolores reales, a las dificultades económicas diarias, mientras Feinberg trata de mantener su imparcialidad desconectada del factor humano. 

Muy rápidamente se presenta en los interesados una pregunta de nivel ético : ¿Por qué la vida de un bombero o un empleado de limpieza vale menos que la de corredor de bolsa o un alto ejecutivo? Según las tablas de calculo, la vida de un gerente financiero vale 14.2 millones de dólares, la vida de un lavaplatos 350 000 dólares. Pero esta gente que ganaba mucho y por ende recibiría compensaciones millonarias se organiza atrás de Lee Quinn (Tate Donovan)  y presiona para organizar una demanda colectiva. 

Otro grupo que no quieren entrar en el sistema de Feinberg, organizados alrededor de Charles Wolf (Stanley Tucci), cuya esposa Katherine falleció en una de las torres. Este lanzó una pagina web para explicar donde están las fallas del sistema de compensaciones 

Unos casos llaman más la atención : el bombero que falleció, cuya esposa no quiere nada pero que tenía una segunda familia cuyos hijos necesitan recibir el dinero ; la pareja homosexual rechazada por los padres del fallecido quienes sin embargo recibirán por ley la compensación. Cada caso abre la puerta para un tipo de situación que las frías reglas de calculo no habían previsto. Hay que cambiar el enfoque, hay que aceptar la confrontación con cada caso real, uno por uno. Feinberg acepta entrar a la arena : realizará personalmente 700 de las 1600 entrevistas de demandantes. Con este trato personal se alcanzará el numero record de 97% de víctimas o familiares, recibiendo en total 7 billones, a cambio del compromiso de nunca demandar a las compañías aéreas por falta de seguridad. 

La estructura de la cinta es previsible y banal. Dos posiciones diametralmente opuestas y llevadas por personalidades igualmente fuertes deben resolverse. Entre ellos, un personaje puente, Camille, contadora experta en números y mujer atenta a las historias de vidas individuales, ella permita la evolución de todos. Un elemento de suspenso permite mantener el ritmo : hay que juntar el mayor numero de expedientes antes de una fecha limite. Si no, los ricos demandantes presentarán sus exigencias multimillonarias a las compañías aéreas y amenazan el equilibrio económico y por ende político del régimen de George Bush. 

Pero este caparazón banal de drama es solamente eso, una apariencia : lo importante es la evolución de un carácter, obligado por las circunstancias a humanizarse al aceptar la confrontación con la vida real. Debe salir de su oficina y su casa de abogado famoso y rico, inalcanzable, lejos de la calle, para sumergirse en la vida de la gente normal.

La cinta plantea también la cuestión ética del valor de una vida, cuestión sin respuesta y para la cual se encontró una solución en numero, al cambiar una palabra : del “valor” se pasa al “precio”. Se plantea también la cuestión de las diferencias de los sistemas judiciales, de las consideraciones de estado civil que, no solamente varían de un estado a otro, de un país a otro, pero además no corresponden a las realidades humanas. 

Una catástrofe como los eventos del 11 de septiembre, no es solamente un problema político, o religioso, al cual los jefes de estados quieren dar una respuesta autoritaria desde arriba. Plantea cuestiones mucho más allá : injusticia social, insuficiencia judicial, sin hablar de las consecuencias psicológicas. La cinta se enfoca principalmente en las dos concepciones encarnadas por Feinberg y Wolf, y sobre todo en la evolución de Feinberg porque tiene actores grandiosos, principalmente Michael Keaton. Habla poco de los aspectos médicos Ahí también, hay tarifas en función de qué parte o qué proporción del cuerpo ha sido afectada. Además, se concentra en un plazo de tiempo limitad, de 2001 a 2004. Sin embargo, hay todavía secuelas : casos de cánceres, afectaciones respiratorias por causa de las nubes de polvo que se levantaron por la caída de las torres, y que se mantuvieron presentes durante días. Hubo tal vez más muertes en los años siguientes que en esos días precisos. Basta mencionar que los bomberos estuvieron trabajando sin mascarillas. Todavía hay enfermedades y muertes provocadas por los atentados. En estos caos es ahora muy difícil probar la relación directa entre atentados y muertes o enfermedades actuales. 

El mayor mérito de la cinta es mantener un tono sobrio, sin escenas lacrimógenas, si efectos acentuados para subrayar el horror de los casos individuales. La contención de los actores es, al final de cuentas, un homenaje a la dignidad de todas las víctimas. No se juega con el dolor. no se puede utilizar para manipular al espectador. 

Michael Keaton no interpreta a su personaje como un héroe, lo mantiene al nivel de alguien que quiere hacer su trabajo lo mejor que se puede. De hecho, su pequeño bufete, The Feinberg Group, sigue trabajando e intervino en caso sonados como el derrame de petróleo de BP, una masacre en una escuela primaria, el famoso atentado durante el maratón de Boston y otros más. Propuso recientemente la creación de una Oficina Nacional de duelo a raíz del COVID-19, considerando que debe haber una política nacional que trate de ayudar a compensar los efectos colectivos e individuales de la pandemia. Ojalá y otros estados siguieran este ejemplo.


Saturday, October 9, 2021

Druk ( Thomas Vinterberg, 2020) – 9.5/10




Cuatro amigos se aburren en sus vidas y deciden hacer un experimento : probar que nivel de alcohol en sus organismos les permite ser eficientes, felices y mejores personas. Entre drama, comedia y estudio social la cinta tiene actores excelentes, en particular Mads Mikkelsen que alcanza su mejor nivel. La cinta ganó Oscar y Cesar a Mejor Película Internacional, así como varias distinciones a mejor realizador y actor. 

Ficha IMDb

En una pequeña ciudad de Dinamarca, los momentos claves de la vida son pretexto para consumo no moderado de alcohol. Desde jóvenes, no hay reuniones sin alcohol, como la competencia alcohólica que sirve de prologo, cuyo objetivo es alcanzar lo más rápido posible la ebriedad total. 

Martin  (Mads Mikkelsen) es un maestro de historia aburrido, en el sentido que se aburren en clase y aburre a sus alumnos de nivel preparatoria. Según ellos y sus padres, no los prepara a los exámenes finales. Así que va a tener que revisar muy rápidamente sus métodos. En su casa, las cosas no andan muy bien tampoco. Crisis de pareja, crisis de los cuarenta, es el momento de sacar cuentas : su padre ha muerto, el no ha hecho el doctorado que deseaba, un fuerte dolor de espalda le impide bailar. Ya no tiene animo ni energía para nada. Sobrevive en piloto automático, así lo perciben su esposa Anika (Maria Bonnevie) y su hija adolescente 

La cena de cumpleaños de su amigo Nikolaj (Magnus Millang), en la cual no bebe es para él un momento de quiebre: al borde de las lagrimas, confiesa que esta en el fondo del hoyo. Los demás no están mucho mejor: Nikolaj es padre de familia con tres hijos; Peter (Lars Ranthe) se queja de no tener; Tommy (Thomas Bo Larsen) es divorciado y vive con su perro. Es cuando surge una esperanza : Nikolaj acaba de leer la teoría del psicólogo noruego Finn Skärderud,  según la cual el hombre nace con un déficit de alcohol y mantener un nivel constante de 0.05mg alcoholemia puede garantizar una mejor eficiencia en todos los campos de la actividad humana. Se decide a la unanimidad lanzarse al reto con la regla de nunca tomar después de las 8 de la noche, ni en los fines de semana.  Hay que recalcar que los cuatro amigos trabajan en una escuela:  maestros de historia, de psicología y de matemáticas a nivel preparatoria; profesor de deportes a nivel primaria.

En una primera etapa, todo funciona a la perfección. El experimento se desarrolla con rigor científico : se dosifica el alcohol, se miden los efectos Parece que un mundo de posibilidades se abre a los cuatro compadres. Se atreven a ser inventivos, dinámicos, confían en sus capacidades y conocimientos Se vuelven no solamente maestros estrella sino también guías, apoyos para los alumnos en dificultad. 

Se decide entonces pasar al nivel superior y los problemas empiezan a hacerse más visibles. Las consecuencias en el círculo familiar y profesional ya no se pueden esconder.

Después del suicidio de Tommy y de ser descubiertos en la escuela, cual podría ser la solución : ¿Abandonar el experimento y las sensaciones de comodidad y placer que proporciona? ¿Aceptar la realidad de la situación? Toda la sociedad se hace cómplice : el alcohol facilita la vida, alegra las relaciones, libera las emociones. Cuando los alumnos festejan el final del año escolar y la obtención del diploma, los dados ya sean echados : para estar en comunión con sí mismo, con los demás, con el universo, hay que dejar entrar el alcohol a su vida. 

Con su punto de partida : cuatro amigos acercándose a los cuarenta, con una vida personal y profesional monótona, la cinta bien podía haberse ido hacia caminos estereotipados: infidelidades, escapes, revelaciones, conversiones... Aquí todo pasa suavemente, sin irse hacia soluciones fuera de lo normal, sin hacer ruido. Cada uno se queda en su mundo, en su especialidad, en sus problemas. Simplemente se van a dar pasitos para probar un método sencillo para mejorar. Sin grandes aspavientos. Las nuevas clases de Martin son geniales, pero tampoco fuera de las prácticas de un buen maestro, la atención del maestro de deportes al pequeño alumno diferente se basa en medidas sencillas .La intuición del profesor de psicología frente al alumno que sufre angustia aguda en situación de examen es de sentido común aun si su sugerencia y su ayuda práctica no son muy legales. Simplemente, están más atentos a los demás, un poco más eficientes. Lejos de las películas de maestros geniales, estos que llevan un grupo de estudiantes sumidos en las desventajas, sociales, psicológicas y económicas al éxito por un camino de disciplina, trabajo y desafío, al estilo gringo o europeo. 

Los cuatro interpretes masculinos están en equilibrio perfecto en el control de la interpretación des personajes que viven en el equilibrio delicado de la ebriedad que debe parecer sobriedad. Los cuatro fueron reconocidos juntos en el Festival de San Sebastián. El trabajo de equipo de una interpretación colectiva donde cada individuo tiene su propia forma de vivir su ebriedad al mismo tiempo que sigue atento a los demás, sus amigos y los de la comunidad escolar. Los actores deben ser bastante precisos en sus interpretaciones para no caer en la sobreactuación. Mads Mikkelsen es, ya los sabíamos uno de los mas grandes actores actuales : la sutileza de sus expresiones, de sus gestos y movimientos, todos en micro expresiones, es maravillosa. La ultima escena es la liberación final, momento de jubilo que mezcla baile, como la etapa ultima de la expresión, ya no solamente en palabras, o a nivel del cuerpo individual, sino al nivel de la ocupación del espacio, del lugar al que uno tiene derecho en el universo. La cinta lo inmoviliza en el aire porque Martin ha alcanzado la liberación, la felicidad, la aceptación de todo. Su baile individual encuentra su lugar dentro de una celebración colectiva, de un rito de jóvenes que pasan a la edad adulta, es decir una celebración que tiene sentido a diferencia de la fiesta estúpida del prologo. Martin está donde debe estar, y como debe estar. Mads Mikkelsen, además de ser el inolvidable Hannibal Lecter de la serie televisiva de NBC Hannibal (Bryan Fuller- 2013-2015 ), obtuvo el Premio de interpretación en Cannes en 2012 con Te Yagd (Thomas Vinterberg – 2011), esta historia sutil y dolorosa sobre un maestro acusado por una niña y que utilizaba los rituales sociales , en este caso la caza, como claves de entendimientos de ciertas reacciones y juicios. 

Lo más admirable de la cinta es que en ningún momento hay una mirada moralizadora. Al contrario, se da el gusto de la critica política en una serie de fotografías históricas de grandes jefes de estado con un vaso de alcohol en la mano, que se transforma en cortos videos de las consecuencias publicas de un consumo excesivo. En total posesión de su capacidad moral e intelectual, los amigos decidieron intentar en el camino del alcohol. Y su decisión está funcionando muy bien para algunas cosas, no tan bien para otras. “No debería tratarse solo de beber. Se trataba de despertar a la vida"

 ¡Y ya ! Hechos, no juicios. 











Tuesday, October 5, 2021

The Little Things (John Lee Hancock, 2021) – 7.5/10

En la línea clásica de las películas de serial killers, con el dúo clásico de policías, el joven y el viejo, una historia sin muchas sorpresas, pero bastante entretenida para pasar un buen momento.

Ficha IMDb

Todo empieza con un prologo : en octubre de 1990, la joven, Tina Salvatore (Sofia Vassilieva), sola al volante es perseguida de noche en una carretera desierta. Logra escapar y ser rescatada por el conductor de un tráiler. 

Un tiempo indeterminado después, el sheriff adjunto Joe “Deke” Deacon ( Denzel Washington), un poco entrado en años, un poco pesado, muy plácido, trabaja en una pequeña estación de policía de California. Tiene que ir a la gran ciudad, Los Ángeles, donde trabajaba antes, para recoger unas pruebas de un asunto que va a pasar a juicio. Ahí se topa, en forma no muy amistosa, con el joven inspector Jim Baxter (Rami Malek), convencido de su propia superioridad y de sus talentos. Está investigando sin éxito sobre cuatro asesinatos de jóvenes mujeres. A modo de desafío hacia el que fue una celebridad en sus tiempos, Baxter invita a Deacon a una nueva escena de crimen. Deacon acepta; más aun decide tomarse unos días de vacaciones para meterse en el caso. Sus métodos son bien diferentes, su capacidad de observar los pequeños detalles lleva a un sospechoso, Albert Sparma (Jared Leto) de comportamiento desafiante y sumamente inteligente. 

Pero volver a encontrar viejos conocidos, en particular la medica forense Flo Dunigan (Michael Hyatt) y viejos lugares, reaviva en Deacon recuerdos de situaciones turbias, de comportamientos no muy claros. 

La conclusión, después de resolver los casos y deshacerse definitivamente del malo, es que Baxter seguirá el ejemplo de Deacon, que no siempre utilizará los métodos más limpios, actitud que Deacon parece alentar al darle a su joven colega un objeto clave del caso para quitarle de la cabeza las preguntas que se hace sobre la legitimidad de su comportamiento, y evitarle los remordimientos que el arrastró durante años. Queda la duda : ¿Sparma era realmente el culpable? ¿O sólo un admirador de crímenes seriales y diabólico provocador de policías?

Denzel Washington obviamente ha perdido algo de su juventud y su agilidad ; el papel de policía casi retirado y habitado por recuerdos difíciles le conviene a la perfección. Sus talentos radican ahora en su capacidad de observación, su lentitud y su atención a los pequeños detalles, los que nadie ve pero que son determinantes. Rami Malek, por primera vez en un papel “normal”, después de identificarse con Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, Dexter Fletcher - 2018) sigue al maestro sin realmente sobresalir, a diferencia de la dinámica establecida entre Morgan Freeman y Brad Pitt en Se7en (David Fincher - 1995 ) ; aun en las escenas mas introspectivas o en presencia de su familia, no logra darle a su personaje una real profundidad. En cambio, Jared Leto muestra un lado psicótico, inquietante, que provoca una fascinación con su pelo largo y sucio, su paso despreocupado y su capacidad de aparecer y desaparecer. En realidad, la película se vuelve interesante en el momento en que el aparece y empieza el juego de ratón y el gato.   

Heredera un poco decepcionante de Se7en, The Little Things no es una mala película , pero se queda al borde del algo. En realidad, le falta maldad.