Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, September 28, 2014

L’homme qu’on aimait trop (André Téchiné, 2014) - 6/10

Como muchas películas de Téchiné, esta no pone claramente el acento sobre un tema, un personaje o una línea narrativa dominante. Se dispersa entre el drama de amor apasionado, unas tramas de venganza, un asunto policiaco…Parece que cada personaje sigue su camino  dejando a los demás en la sombra , y el director se contenta con pasar de un centro de atención a otro, sin nunca decidir cuál es su línea directriz.

Ficha IMDb

Téchiné toma como punto de partida hechos, lugares y personajes reales. El asunto Le Roux-Agnelet es un asunto judicial todavía de actualidad, ya que, después del primer juicio en 2006 que lo declaró  inocente, el fiscal apeló, lo que resultó en una condena de 20 años de cárcel. Pero Agnelet apeló a la Corte Europea de derechos humanos, la cual condenó a Francia. Y, después de otros varios incidentes, declaraciones, intervenciones  y demás, se está a la espera de un cuarto juicio, después de una nueva condena a 20 años, dictada el 12 de abril 2014. La realidad rebasa la ficción. Y Téchiné remonta a los orígenes del expediente.

Años 70: Agnès Le Roux (Adèle Haenel) vuelve a Nizza después de años de estancia y de un divorcio en África. Le exige a su madre Renée Le Roux (Catherine Deneuve) su parte de la herencia paterna para abrir un negocio. Pero esta se debate en problemas de administración de su casino, el Palais de la Mediterrranée, y no puede comprar su parte a su hija. Su abogado, joven, pretencioso y arribista, Maurice Agnelet  Guillaume Canet) la guía de manera bastante eficiente. Es la época en que la Costa Auzl se ve invadida por dinero sucio. Como lo explica Renée en una rueda de prensa, un casino es el lugar perfecto para entrar con dinero del narcotráfico y salir con dinero “honestamente” ganado en las mesas de juego.

Madre e hija se aman y se odian, se comparan, se reprochan el pasado y el presente. Básicamente, Agnès le tiene rancor a su madre por no dejarla vivir su vida como lo desea.

Cuando Renée contrata un nuevo director de juegos, Agnelet, quien deseaba el puesto, decide vengarse por esta humillación. El mejor instrumento es Agnès, cuya voz en el consejo de administración del casino es decisiva. Renée pierde la presidencia. Agnès gana tres millones de francos suizos, que Fratoni (Jean Corso), un italiano ligeramente mafioso, le da como pago de la traición, que le permite adueñarse del negocio. Agnelet gana la mitad como intermedio.

Pero Agnès ya está cayendo más y más en una pasión sin control, cercana a la locura amorosa. Cada uno delos amantes firma una procuración al otro sobre los cuentas bancarios y las cajas fuertes. Maurice empieza  a alejarse de una Agnés cada vez más posesiva. En noviembre 1977, Agnès desaparece. Un poco más tarde, Agnelet se instalará del otro lado del Atlántico, con el dinero de los dos.

Años después, tendrá que volver a Nizza para el juicio, instruido a iniciativa de la madre, convencida de la culpabilidad de Agnelet, aunque la versión oficial sea de desaparición voluntaria y suicidio.

Se trata de una historia de amor, o más bien de la historia de una joven (29 años) apasionada, quien en la soledad de su nueva vida, se obsesiona con un hombre para darle sentido a su existencia. Agnès no tiene amigos, su librería no tiene muchos clientes, su madre está demasiado ocupada con su negocio y, además, puso tantas exigencias a su educación que la joven tiene poca autoestima. El primer hombre que encuentra al llegar a Niza (literalmente ya que es él quien la espera en el aeropuerto), lo va a idolatrar. Además, él le va a dar los medios para recuperar su dinero, y, de paso, molestar enormemente a Mama.

Este hombre es, en realidad, totalmente vacío. Sus clientes no pagan, su matrimonio fracasó, ve a su hijo de vez en cuando, se desplaza en motocicleta, porque no tiene con qué pagarse un coche. Acumula las amantes y los libros de La Pléiade, la prestigiosa colección de Gallimard, sin siquiera leerlos. Es desagradable, abusivo, insensible, mezquino, un verdadero patán. Huye de los sentimientos y los compromisos. Su vacío existencial y intelectual, su abismo interior es la solución perfecta para que Agnès trate de llenarlo, y llenarse con él.

El final de la cinta es, por un lado, ridículo, con sus maquillajes excesivos para envejecer a Canet y Deneuve. Pero, sobre todo, es artificial. Si lo importante era la evolución de esta pasión enfermiza de Agnès, o, otra línea posible, las desgracias económicas de una madre mala administradora, o, otra línea posible, las venganzas, de toda suerte, el asunto policiaco-judicial importa poco.

El retrato de las dos mujeres es interesante. Renée, la madre, rica, administra su casino más con atención personal hacia sus clientes que con eficiencia profesional, disfruta su hermosa casa frente al mar,  se viste con una extraña elegancia cercana al mal gusto, ama a su hija pero la educó con exigencia y finalmente no la entiende. Catherine Deneuve, madura y un poco pesada y tiesa, la interpreta con mucha potencia.

 Quien podría entender a esta joven, borderline, nada sensual, huraña, torpe, que de repente se vuelve loca por un hombre. Fría, exigente, finalmente se parece mucho a su madre. Tan decepcionada que se vuelve posesiva y aleja en lugar de agradar. Adèle Haenel interpreta con todo el desequilibrio posible esta obstinada que se lanza cabizbaja no sabe adónde. Que se obstina de repente. O que de repente se vuelve hipersensual, y que la cámara atrapa cada vez de más cerca. Que llora mientras traiciona, cuando en realidad está feliz de hacerlo. Si la actriz es capaz de expresar mucho y muy intensamente, Téchiné le impone un papel bastante incongruente.

Guillaume Canet es un “Agnelet” (borreguito) perfecto, frio, distante, odioso. Humilla y lastima, se burla, rechaza, manipula. Toso con un notable profesionalismo.

Pero algo falta en la cinta. El conjunto no cuaja. Cada uno vive su propia historia, su propio tono de historia. Entre el croquis del juicio de Agnelet y la foto de la pequeña Agnès bailarina, no se ha logrado esclarecer gran cosa, sino que tres personas poseídas por el egoísmo se han destruido mutuamente. Ninguna línea narrativa o psicológica congruente se he dejado percibir, en lo que es más bien una serie de largos episodios dedicados a resaltar al uno, para después pasar al otro, y así sucesivamente.


Lástima, porque este trio tenía mucho que enseñar. 

Saturday, September 27, 2014

Les garçons et Guillaume, à table ! (Guillaume Gallienne, 2013) – 8.5/10

A la vez divertida y grave, esta autobiografía relata la juventud del propio autor-director y actor. Su paso por su familia, unas cuantas escuelas, unos cuantos países. Sus intentos para encontrarse, siempre en compañía de su madre. Como, a pesar de las dificultades, naturales o impuestas, uno puede encontrar su lugar y su personalidad, su talento y el éxito. Gallienne es un hombre orquesta y un actor polifacetico.

Ficha IMDb

Guillaume (Guillaume Gallienne) es una niña. Ël lo sabe. Su madre lo acepta. Su padre no entiende nada. Sus hermanos se burlan. Al principio de la cinta, el espectador teme estar en otra Ma vie en rose (Berliner-1997) . Poco a poco entiende que es algo un poco más complicado. Y también más original.

Gallienne tiene el talento para interpretar a Guillaume adolescente, Guillaume adulto, y a la mama de Guillaume. Supo entrelazar el cine  y el teatro.Sabe hacer reir por su interpretación, sus dialogos, el retrato de su entorno: internado religioso, familia burguesa, huésped española y bailarines de sevillanas, abuela rusa (Françoise Fabian),escuela chic inglesa, spa suiso con masajistas  especiales (Diane Kruger), revisión medica para el servicio militar,antros gays, consultorios psicoanaliticos…

De anécdota en anécdota, Guillaume busca su lugar con sinceridad y valor. Su madre lo acompaña con cierto distanciamiento elegante, aceptando sus gustos y guiándolo con lenguaje directo, sin nunca apapacharlo. Él que, cuando su padre quiere imponerle la practica sabatina de algún deporte, escoge el piano, él que juega a Sissi antes de dormir, no teme buscar la verdad de sus inclinaciones sexuales poniéndose en situaciones que podrían resultar peligrosas.

El resultado es, para Guillaume, entender la dinámica familiar que lo llevó al papel que interpretó, alcanzar el éxito personal, el amor, en la persona de Amandine (Clémence Thioly) la admiración… Lograr ser él mismo. Y no ser él que la familia necesitaba tener.

Para el espectador, el resultado es una good feel movie de calidad superior, porque uno ríe, se enternece, y, muy en el fondo, siente que hasta las situaciones de soledad, de incomprensión, pueden ser vistas con humor, que nada es tan importante, y que todo puede ser superado, si uno está decidido a no dejarse vencer por el destino. Que siempre existe la posibilidad de buscar su propia verdad e revelarla a los demás. 

La cinta cabe en el tiempo de una función teatral: empieza por el actor que se desmaquilla antes de salir a escena, equivalente de “pacto autobiográfico” ya que anuncia que va a decir la verdad, y nada más que la verdad y mostrarse como es. Acaba por el vuelo de la vista hacia la sala de teatro, donde la madre real y toda la familia asisten a la liberación del adulto talentoso.

Todo esto constituye un juego de espejos. La cinta es el relato de una función teatral. El espectáculo one man show de Gallienne tuvo un gran éxito de 2008  a  2010. La vida de Gallienne es el éxito que relata, hasta la consagración como actor en el más reconocido de los teatros franceses, La Comédie Française, donde es actor-socio, el reconocimiento con el Molière de Revelación teatral masculina”en 2010, por su espectáculo, el reconocimiento como mejor actor, mejor película, mejor edición, mejor primera película,  en los Cesar 2014, sin contar varios premios más en festivales. La historia de búsqueda acaba con el encuentro con  Amandine, con quien el Guillaume real está casado y tiene un hijo. La cinta es una enorme declaración de amor a su madre, a quien intercepta en la cinta, y a quien enseña al final, entre los espectadores del espectáculo teatral. La que aparece en las situaciones más diferentes, extrañas o difíciles para dar su opinión, la que es el modelo a seguir, por su elegancia, su franqueza, su libertad, sus sarcasmos sin complacencia. 

Esta cinta lograr conjugar verdad, profundidad, humor, libertad. Uno se ríe mucho, pero es una risa inteligente y admirativa. 

Monday, September 22, 2014

Une rencontre (Lisa Azuelos, 2014) – 5/10

El último minuto de la cinta da la explicación a la tonalidad de la historia. Pero, como no hubo indicio claro de que se trataba, llega demasiado tarde, y de forma muy artificial. El espectador tuvo que tragarse hora y media de clichés tipo anunció de perfume y situaciones aburridas. 

Ficha IMDb


Resumen rápido: Elsa la escritora exitosa (Sophie Marceau), conoce a Pierre, (Philippe Cluzet) un amigo de su editor, penalista exitoso,casado con Anne (Lisa Azuelos) y padre de un niño.

Inmediatamente se sienten poseídos por el amor y la felicidad. Pero Pierre está felizmente casado, fiel, e instalado en su vida familiar. Y Elsa ha declarado que los hombres casados son tabú en su vida. Prefiere una relación intermitente con Hugo (Niels Schneider), de veinte años menos. Elsa y Pierre pasarán las siguientes semanas encontrándose en todas partes, deseándose, besándose, acariciándose, hablándose por teléfono, sin nunca llegar al punto final. Y, sobre todo, felices, cantando, en una alegría que les sale por cada poro de la piel. 

Después de L.O.L (2012), de la misma directora, con la misma actriz, es otra vez más o menos lo mismo: adultos que no quieren crecer, estereotipos de los diálogos, familiares, amistosos, o amorosos. Del nivel de un comercial televisivo.

Porque, en realidad, se trata de lo que hubiera podido ser, en una realidad paralela, como lo anunciaba el título de la novela de Elsa: Quantum Love, y el documental que Pierre miraba en televisión. Dos indicios que se dejan muy en segundo plano. Y, tal vez .un tercero: cuando Elsa pasa directamente de su closet al bar donde festejan el cumpleaños de una amiga. Pero, honestamente, eso es muy insuficiente para hacer que el espectador entienda cual es el sentido de la película. Las imágenes de fantasías: por ejemplo Elsa en la cama matrimonial de Pierre, cuando su esposa está a su lado, o la cara de Elsa sobre todas las morenas que se le cruzan, pueden parecer solo la ilustración de sus pensamientos.

No olvidemos la inserción ahora de moda del logo de Skype cuando llega una llamada, la música continua, las canciones tontas en montaje alterno de ella en su cochecito y él sobre su moto cantando bajo su casco.

Sophie Marceau luce demasiado joven, sonriente, delgada, superficial, activa, para no decir accelerada, como si tuviera que hacer un máximo en el tiempo limitado de la cinta (como se debe mostrar o sugerir lo máximo en un anuncio de medio minuto). François Cluzet luce totalmente artificial con su peinado –brushing , sus dientes de conejo y su eterna sonrisa. 

Unas incoherencias: los dos son profesionales de las palabras, y tienen un vocabulario y unas  ideas bastante pobres. Ademas, si Pierre es abogado penalista, ¿Qué va a hacer en la negociación de un contrato en Londres? 

Todo es artificial, falso, exagerado y, finalmente, estúpido. 

La explicación de ese tono de anuncio para perfume llega demasiado tarde. Y no puede hacer olvidar lo malo de la dirección, del guion, de la interpretación. 

Sunday, September 21, 2014

Nimphomaniac - Volumen 2 (Lars Von Trier, 2013 ) – 9/10

Menos luminosa,con menos comparaciones explicitas,  que la primera parte, este segundo volumen permite cerrar la historia y mostrar toda la coherencia del proyecto, demostrando la maestría del director. 

Ficha IMDb

Seguimos asistiendo a lalarga conversación nocturna de Joe (Charlotte Gainsbourg) y Seligman (Stellan Skarsgard).Mientras ella habla desde la cama, el solterón sigue con su necesidad de platicar, comentar, explicar, hasta compadecer.
Joe esta ahora casada con Jerome (Shia LaBeouf) , pero no encuentra el placer. Esto la lleva a una búsqueda obsesiva , que permite a Von Trier agregar nuevas  formas de sexualidad : homosexualidad, masoquismo, sexo compartido…

Como la primera parte,esta segunda mitad esta organizada en capítulos que toman su origen en elementos presentes en el departamento, con la ironia de decir que, como ya no hay nada en el departamento , la historia va a tener que terminarse.


Los tres capítulos son: La iglesia oriental y occidental y oriental, el pato mudo, El espejo, La pistola.
La iglesia rechaza el placer. Como Joe, a pesar suyo, se prohíbe el gozo. Se pone bajo las ordenes de un cierto K (Jamie Bell), quien recibe, en horas estrictamente programadas, a mujeres que se vuelven sus esclavas. Latigazos, golpes, sangre. Mientras que el pequeño Marcel, solo en casa, recrea la escena inicial de Antichrist : ¿será Joe culpable de la muerte de su hijo, ademas de caer en la perversión? 

La coherencia del conjunto Nymphomaniac se construye sobre las referencias a la primera parte. En su búsqueda de si misma, Joe vuelve a la idea paterna de buscar a su árbol personal. Esto le dará el significado de su propia persona, de su vida. Esta reflexión personal y el encuentro de árbol con su forma y su situación muy particulares, le darán la paz, paz que no pudo encontrar ni en el matrimonio o la maternidad, ni en la sexualidad desenfrenada, ni en la negación de esta, al ingresar a una terapia grupal para adictos al sexo. Nada exterior puede llevarla a conocerse, aceptarse. Solo sus raíces y el reencuentro con la personalidad que se fue formando en la infancia. Todo lo demás es agregado y, por ende, artificial y sin valor. Lo verdadero, su fuerza esta en su propia historia, sus propias raíces, antes que se perdiera en una vida dependiente  de los demás. 

Al punto que todo eso ya no vale, y puede desaparecer, dejándola reconciliada con ella misma y la vida que tiene adelante. Poco a poco, conforme pasan las horas del relato, Charlotte Gainsbourg embellece, sus cuerpo hasta parece menos flaco, su cara parece mas tranquila, relajada . Se ve cómoda , siempre sin salir de la cama , que parece ocupar con más soltura. La paz se acerca. 

Pero esta noche de introspección de Joe no ha pasado sin impactar a su auditor. El intelectual compasivo, pero virgen, ha recibido una revelación. Un mundo se ha abierto para el, fuera del departamento y de sus tesoros artísticos. Él que vivía en un paraíso protegido, quiere lanzarse a la realidad corporal. Transgrede el contrato implícito con su invitada. La jala de vuelta al mundo de la carne sin amor. En la lógica de la evolución de Joe, en la lógica de  la coherencia del relato, esto es imposible. 

La narración del viaje infernal de la autollamada ninfómana, acaba donde empezó , en unos pasillos abandonados de tabique rojo. 

La imagen cierra en orden inverso, creando una simetría perfecta : el cuerpo, los pasillos, la pantalla negra. 

Habría que ver al conjunto Ninphomaniac en una sola función, para apreciar completamente la perfección de la construcción y la evolución de los personajes. Pero, aún por pedazos, es una muy gran obra de arte. 

The Young Victoria (Jean-Marc Vallée , 2009) - 6/10

Una hermosa cinta sobre la formación de un personalidad fuerte, que se volverá la reina más potente del mundo durante el siglo XIX: Lejos del retrato en negro, conocido de todos, una joven vibrante, romántica, al mismo tiempo que compenetrada de sus obligaciones y prerrogativas. No es una gran película pero resulta agradable e interesante.

Ficha IMDb

El realizador,a raíz de una idea de Sarah Ferguson, quien duquesa de York, nuera de la reina Elizabeth  II, quiso mostrar una faceta y un momento desconocidos  de la que se conoce como una viuda seca, dura, autoritaria, enfundada en negro hasta las orejas, cuyo nombre es sinónimo de reserva, rigor, conservadurismo y moralidad extrema. 

Se trata ahí del año que precede a su acceso al trono, en 1839, hasta los primeros tiempos de su vida matrimonial con el príncipe Alberto, de quien está muy enamorada, cosa totalmente anormal en esos tiempos y estos medios sociales de altura. En esos años reina el romanticismo, 

Desde el principio de la cinta, la joven Victoria (Emily Blunt) precisa que su niñez no ha sido feliz a pesar de ser princesa, lo que sueñan todas las niñas. Su vida está llena de obligaciones y limitaciones. En particular, no puede hacer nada sola, ni siquiera dormir o bajar una escalera. Además, vive con su madre , la princesa alemana Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld , duquesa de Kent (Miranda Richardson)  totalmente sometida a su mayordomo-amante-consejero, Sir Conroy (Mark Strong), brutal y ávido de poder . El Acta de Regencia de 1830 incluía una cláusula especial que convertiría a la duquesa de Kent en regente si Guillermo IV moría antes de que Victoria cumpliera 18 años. El rey Guillermo desconfiaba de la capacidad de esta y  declaró en su presencia que quería vivir hasta ver a Victoria cumplir 18 para evitar una regencia. En varias ocasiones, la duquesa y Conroy quisieron obligar a Victoria a designarlo como su  secretaria privado, lo que ella siempre rechazó., provocando escenas violentas Sabe que tendrá que suceder a su tío y espera ese momento, que le dará algo de libertad. Esto ocurre cuando ella tiene 18 años.

El trono de Reino Unido es muydeseado, y el tío de la futura reina, Leopoldo I (Thomas Kretschmann), rey de Bélgica, piensa imponer a su sobrino Alberto (Rupert Friend). Lo manda a Londres con instrucciones muy claras para seducir a la joven. Hay que combatir la influencia del astuto consejero, el Visconde Melbourne (Paul Bettany) , quien trata de instalar a sus aliados políticos en los puestos importantes, y las esposas de estos como damas de compañía de la joven reina. 

Pero el príncipe Albert seducirá a Victoria al ser el mismo, con su amor a Schubert, sus ideas sociales. Para gustarle, le escribirá largas cartas, que pasan todas por la censura familiar, al igual que las de Victoria, aprenderá a bailar vals. El acercamiento entre ellos se da poco a poco, como en cualquier pareja, y los días de su corta luna de miel están llenos de pasión y risas. J-M Vallée marca muy claramente la separación entre vida pública y privada, con diferencias en el peinado, la ropa, el maquillaje. Todo se vuelve natural y fluido, sencillo y espontaneo.

Toda la parte de producción, las locaciones, exteriores o interiores, los muebles, los vestidos y uniformes, están trabajados con un gran cuidado en los detalles, de las telas, los bordados. Los peinados son perfectos y el porte de los actores tiene toda la majestuosidad y respeto requeridos. 

El uso de la música, particularmente la de la época, está muy bien seleccionado. Ahí están los grandes románticos, en particular Schubert, el preferido el príncipe. 

Emily Blunt es perfecta en el papel de una joven delicada pero fuerte, suntuosamente vestida sin ser arrogante, entusiasta tanto en el baile, como en el deseo de servir a su país, y sobre todo a los pobres. Es totalmente una joven dela época romántica. 

La cinta no pretende ser una clase de historia y logra bastante bien sus intenciones: una cinta de amor y poder.  

Sunday, September 14, 2014

Divergent (Neil Burger, 2014) – 6/10

Otra película sobre una sociedad después de la nuestra. En los mismos lugares pero después de algún cataclismo que llevó a una reorganización de la sociedad y los recursos. Otra película donde una adolescente se vuelve heroína a pesar de su voluntad. Nada muy original en esta historia, que parece ser otra película para público adolescente, de preferencia femenino. Sin embargo algo capta la atención porque se puede leer a través de las líneas un reflejo de los valores de la sociedad actual.

Ficha IMDb 

La historia, adaptada de la novela de Veronica Roth, sigue a Beatrice Prior (Shailene Woodley), una chica de 16 años, quien vive en una sociedad post apocalíptica que ha decidido agrupar a las personas en cinco facciones. Cada una de ellas se dedica a cultivar una determinada virtud: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los que combaten la ignorancia), para erradicar a los males que, según ellos, llevaron a su sociedad a la guerra.

Cuando llegan a la edad de dieciséis años, los jóvenes deben escoger a cual tribu desean pertenecer. Para eso se les guía antes por un tipo de test de aptitud. Para algunos pocos, el resultado del test no es decisivo, se les llama “divergente” y el gobierno no les aprecia mucho porque sospecha en ellos un deseo de rebelión que amenazaría la estabilidad.  Por supuesto Beatrice es divergente. 

En la gran ceremonia que reúne a todos los habitantes de la ciudad, cada joven manifiesta su decisión, delante de su familia y de los amigos de esta. La decisión es definitiva. Quien querría volver a su tribu de origen se quedaría afuera, cual intocable en la India. 

En el estado actual de la sociedad, son los Altruistas los que detienen el poder, pero están amenazados por los  Sinceros, guiados por su jefa Jeanine (Kate Winslett), elegante, distinguida, con una autoridad que se impone de forma natural.

Beatrice, después de renunciar a su familia, su madre Natalie (Ashley Judd), su padre Caleb (Ansel Elgort) y su hermano  Andrew (Tony Goldwyn), y de cambiarse el nombre por “Tris” tendrá que seguir el exigente entrenamiento de los audaces, vestidos de negro, tatuados, tendrá que  evitar las trampas físicas y mentales, resistir a los golpes, golpear más fuerte, y, sobre todo enfrentar sus miedos más íntimos. 

El desarrollo de la historia no es muy original con la previsible historia de amor con el más guapo de los jefes, Cuatro (Theo James), quien esconde bajo ese número un nombre difícil de llevar.

La cinta (y probablemente la novela de Veronica Roth) está llena de referencias a una cultura popular joven del siglo XX: Tris, como Harry Potter, tiene aptitudes para varios clanes, Eruditos, Audaces y altruistas;y, como en Hogwarts, la distribución de los jóvenes entre las cinco familias se hace en una gran reunión de la comunidad entera. 

Como en Lost, la ciudad está protegida de un peligro exterior invisible por una separación electrificada. Que recuerda también al muro alrededor del Village de M. Night Shyamalan (2004).
Vemos también un poco de Inception (Christopher Nolan – 2010), con estas realidades implantadas en el cerebro. Un poco de Full Metal Jacket (Kubrick – 1987) con la llegada al campo de entrenamiento con dormitorios, baños abiertos compartidos, lo que permite vigilar, previene los suicidios y facilita humillaciones y convivencia impuestas. 

Como en Hunger Games (Gary Ross - 2012) el personaje principal es una heroína adolescente, dotada de un físico normal, de buena salud, no una modelo flaca y maquillada, con mejillas redondas y mirada fuerte, determinada, sin dudas intelectuales. Una joven mujer de acción. Su inteligencia es también de un nivel normal, sin destellos de genialidad, o particular talento creativo. Al menos Katniss tiene el talento del tiro al arco. Pero las dos deben pasar por largas sesiones de entrenamiento de fuerza física. Y las dos se encuentran investidas de una misión de salvadoras a pesar de sí mismas, y la aceptan. El personaje de Tris, como ´le de Katniss se encuentra, en un momento dado, como investido de un papel y un significado manipulado por otros, en un conflicto político que las rebasa. 

Ese tipo de papel se explica por lo políticamente correcto que el personaje con fuerza sea una chica. Eso permite también buenas entradas generadas por el público adolescente femenino. Pero hay que reconocer que Tris, más que Katniss, está muy bien guiada y protegida por un guapo personaje masculino. 

En las dos historias, la sociedad en la que viven es una sociedad totalitaria, que parece dejar opciones, aunque impone un estilo de vida. 

Como buena película de aprendizaje para adolescentes, conlleva varios mensajes: los padres tienen secretos; hasta los que están considerados como admirables han cometido errores graves en su juventud. Para que los jóvenes sepan que eso es aceptable, que se remediará y se entenderá con la edad. Y para que pierdan la ilusión, y la exigencia, de que sus padres sean perfectos.

Aparte de las distintas referencias literarias y cinematográficas, Divergent presenta rasgos de la sociedad actual, tal vez no tan perceptibles. El deseo de deshacerse de los divergentes existe realmente ahora. Sea en los medios urbanos donde domina la moda y la conformidad en temas de vestimenta, gustos, gadgets, actividades, y donde él que vive de otra forma se ve despreciado por los que están “in”: los grupos, principalmente de jóvenes, son fácilmente identificables por su uniformidad de expresión, sea física, estética, léxica. Sea en los medios tradicionales donde pensar, trabajar, o amar, de otra forma está muy mal visto.

En Divergent, cada tribu tiene su forma de vestir, su color. Es muy práctico para todos, empezando por el espectador. No hay mezclas de categorías. Cada quien reconoce a los suyos. No se mezclan los grupos. No es muy democrático. No da muchas esperanzas d movilidad social. Los hijos se quedan en la tribu de sus padres, no hay separaciones, conflictos o tristezas. Es bastante confortable. Y muy conforme a la realidad social actual donde se “heredan” o al menos se respetan las costumbres profesionales y religiosas de los padres. Algo para tranquilizar a nuestros jóvenes del público: tendrán las mismas facilidades que papa y mama. 

A pesar de tantos aspectos poco originales de esta cinta, hay que reconocerle cualidades estéticas, en particular la opción de filmar en Chicago, usando lo que ofrece la rica arquitectura de esta ciudad, su metro aéreo, sus estructuras metálicas, sus altos edificios. Todo cubierto con un color de óxido y abandono. Aunque no se encuentre la belleza e inventividad visual de Hunger Games, sobre todo el primero: vestimenta, peinados, monumentos, y todas las referencias a la decadencia romana.

Monday, September 8, 2014

Lucy (Luc Besson, 2014) – 5/10

Pretende ser a la vez película de acción y de reflexión. No logra ser ninguna de las dos. Es una mezcla bastante fallida de Kubrick, Malick, Tarantino y algunos más. ¡Qué bueno que no es muy larga! 

Ficha IMDb

En un lejano país asiático, que puede ser Taiwán o Corea, en realidad no importa, la linda Lucy (Scarlett Johansson) es una estudiante que sale con un chico llamado Richard (Pilou Asbaek), a quien conoce desde apenas unas semanas. Un buen día, este insiste para que ella haga en su lugar una entrega a un tal Señor Jang, en un hotel de lujo. Se trata de un maletín misterioso. Richard le tiene mucho miedo al Señor Jang (Min-sik-Choi).

No se entiende bien porque, pero cuando Lucy se identifica en la recepción, desencadena todo un proceso de seguridad con guardaespaldas muy impresionantes. El primer contacto con el Señor Jang es un poco sangriento. Parece que el señor acaba de divertirse torturando o despedazando a unos individuos. Todo esto impresiona muchísimo a la frágil Lucy quien tiembla a más no poder. 

Como el Señor Jang tampoco sabe lo que contiene el maletín, situación bastante absurda, ordena un enorme dispositivo de protección mientras la pobre Lucy abre y descubre bolsas de polvo azul. 

Después de la identificación de la droga sintética, muy valiosa sobre el mercado europeo, se manda a Lucy y a tres hombres como mulas después de introducirles una bolsa de producto en el estómago. Pero, al ser golpeada por un guardia que trata de violarla, Lucy tiene la desgracia que el polvo penetre en su organismo. 

A partir de ese momento, la cinta que había tenido un tono violento -divertido, pasa a ser una suerte de catálogo de citas. 

Lucy, después de subir a las paredes y al techo y presentar talentos de mujer araña, se transforma en Beatrix Kiddo (Kill Bill - Tarantino -2003,2004). Armada hasta los dientes, se hace limpiar el estómago mientras habla por teléfono con su mama, en una escena emotiva, que parece totalmente desplazada en la cinta ya que es la única que tiene algo de autenticidad y significado. 

En lo que resta de la película, la joven superwoman tendrá dos objetivos: capturar al narcotraficante Jang, y revelar al Profesor Norman (Morgan Freeman), que su teoría sobre el uso de las capacidades cerebrales es acertada. 

De vez en cuando, Lucy necesita una recarga de polvito azul para mantener en expansión el porcentaje de uso de sus células cerebrales, lo que se nos indica muy claramente con números en la pantalla. Cada vez, eso va acompañado de una escena de sobrecarga eléctrica de la joven. 

Como su conocimiento del mundo en sus dimensiones espaciales y temporales, su memoria, su comprensión de todos los conocimientos humanos, van en aumento, Besson nos explica el mundo y su evolución con fotos de la naturaleza, las mismas que acompañaban la conferencia del profesor, al estilo Terrence Malick (The Tree of Life - 2011) 

Lucy morirá, se sacrificará para el bien del ser humano, transmitiendo toda su capacidad cerebral al profesor, bajo forma de una memoria USB. 

Efectos especiales con muchos colores, algo de acción aunque no tanta, una persecución en sentido contrario en Paris. Pero la historia no tiene sentido. Y las fotos de las bellezas naturales ni siquiera producen emoción, porque se ven artificiales por el uso de zoom exagerado; se parecen a Discovery Channel, en peor. Malick sí transmitía algo, una visión de grandeza del misterio de la vida. Von Trier en Melancholía (2011) impactaba con una hermosura cautivadora. Nada de eso aquí. Hasta Besson mismo ha hecho mejor: los encuadres y el ritmo de León, sin mencionar lo intrigante del personaje y lo complejo de la relación entre el adulto y la niña, un mundo futuro vertiginoso y fascinante en El quinto elemento (1997). Incluso las escenas de batallas de Jeanne d’Arc (1999) tenían algo interesante. Y no se hable de los protagonistas intrigantes y los guiones novedosos de Nikita (1990) y Le Grand Bleu (1988). Malavita (2013), al menos, jugaba con mucho humor el jueguito de las referencias. En Lucy, el director nunca lograr despegar de imitaciones torpes. 

Los personajes son superficiales. La Lucy del principio, aterrorizada y totalmente rebasada por la situación en la que se encuentra, tiene algo a la vez miserable y divertido. Pero la Lucy en proceso de mejoramiento cerebral se vuelve un tipo de autómata, enteramente enfocada a su meta. Se coloca en la serie de frágiles heroínas armadas, a veces musas del realizador, Anne Parillaud, Nathalie Portman, Milla Jovovitch, Isabelle Adjani. Pero, a diferencia de estas, es casi estúpida. Si eso es el resultado de tener un cerebro al mucho por ciento, tal vez sea mejor quedarse con el diez por ciento actual. Porque la pobre Lucy no parece reflexionar, saber o disfrutar mucho. En cuanto al famoso Profesor Norman, no parece ni muy sabio, ni muy inteligente. Expone todos sus conocimientos de una forma muy aburrida, y superficial, y el encuentro con Lucy lo deja tan impactado que pierde todo uso de palabra, razonamiento y expresividad.