Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, May 18, 2018

Fanfan (Alexandre Jardin, 1993) - 4 /10


Si la novela estaba bastante discutible, tenia la ventaja de mostrar algo del interior de su personaje principal. En la cinta que el autor adaptó de su propio libro, no queda nada y el realizador parece más interesado por su actriz protagónica que por la historia que cuenta. El resultado es una triste cinta aburrida y falsa.

Ficha IMDb

Alexandre (Vincent Perez) vive más o menos feliz desde hace cinco años con su novia compañera futura esposa Laure(Marine Delterme ).Tal vez la relación se este hundiendo en una cierta monotonía, como lo da a sospechar el regalo de un par de pantuflas, iguales, lo veremos después, a las que la mama de Laure le regaló a su esposo. Pero Alexandre siempre tiene la libertad de escaparse a la orilla del mar, adonde se traslada en su cochecito convertible y con todos sus animales , a la casa de unos amigos de edad más avanzada, Monsieur Ti (Gérard Séty) y su esposa Maude (Micheline Presle ) . Al llegar una noche, es sorprendido por una sombra que entra por la ventana y camina sobre las manos. Es Fanfan (Sophie Marceau). Es acróbata de circo y estudiante en la escuela de perfumería donde Maude enseña. Es también la nieta de la pareja. Debe su sobrenombre a su carácter alegre y audaz y a sus botas de cuero rojo largas como las del héroe de capa y espada Fanfan la Tulipe.

Alexandre se enamora de inmediato, pero decide que esta historia de amor no puede caer en la rutina. Para mantener la intensidad, decide nunca declarar su amor, y nunca intentar el menor acercamiento físico, de modo a mantener siempre la tensión de la seducción. Eso lo lleva a momentos sumamente románticos como una velada en un estudio de cine, donde viste a su amada y a él mismo como en la Viena de fin de siglo, bailan un vals romántico, o a sesiones de shopping acrobático, viajes de noche hasta la playa para que Fanfan pueda despertar a la orilla del mar. Todas esas sorpresas tienen obviamente consecuencias nefastas sobre sus finanzas, lo que no le impide rentar el departamento junto al de Fanfan, reemplazar la pared por un espejo de dos vías, de modo a vivir con ella sin que ella lo sepa.

La cinta, al no tener ninguna explicación sobre la historia previa de Alexandre y su miedo hacia el amor, causado por un trauma de la infancia, trata de construirle un carácter fantasioso y algo bohemio. Pero parece muy artificial verlo viajar con todos sus animales, en particular su cabra y tener un cocodrilo en su departamento parisino.

Se fundieron varios personajes, se cambiaron y finalmente no tienen ni sentido ni profundidad. Los nuevos atributos que se dieron en particular a Fanfan, la acrobacia circense y la escuela de perfumería permiten unas escenas que resaltan el encanto físico de Sophie Marceau, permiten algunas fases que quieren ser humorísticas y no logran ni siquiera hacer sonreír.

Todo suena falso. Claro, la decisión de Alexandre de mantener el amor en una eterna etapa de seducción es falsa. Pero la redacción en primera persona de la novela, las idas y vueltas del personaje entre el deseo y la auto represión, los pretextos y explicaciones que se da a sí mismo, las mentiras que hace a los demás y que analiza en su fuero interno, le daban algo de interés y, sobre todo, diseñaban, tal vez sin que el autor lo quisiera, el retrato de un ser profundamente perverso y manipulador.

La novela se permite también jugar con los nombres: (por cierto, el personaje lleva el mismo nombre que su autor), con los personajes literarios, con el cine. Ya no queda nada de eso en la cinta y parece que el autor y el director no son la misma persona.

Claro, en esos años 90’s, Sophie Marceau y Vincent Perez estaban en la cima de su éxito y su poder de seducción. El acababa de ser el Christian de Cyrano de Bergerac(Jean-Paul Rappeneau 1990) y ella L’étudiante de Claude Pinoteau (1988), estudiante que, curiosamente, presenta un examen en la misma sala de Actos de La Sorbona donde se filma una escena de Fanfan, por cierto, con la misma distracción e incapacidad de la estudiante que en Fanfan. Extraño, ¿no?

Todo eso para llegar a la conclusión que esta cinta es una sensiblería cursi y comercial.



Tuesday, May 15, 2018

Malevil (Christian de Chalonge, 1981) - 5.5/10


Una adaptación tan mala que el autor de la novela, Robert Merle, se opuso a que su nombre apareciera en los créditos. Y tuvo toda la razón de sentirse traicionado. Su novela de anticipación proponía una reflexión, en espejo, sobre nuestra civilización, con sus defectos, cualidades tal vez, y peligros. No queda nada de eso, en una historia cuyo desarrollo se ve poco claro y con personajes sin espesor.

Ficha IMDb

En pleno verano de 1972, en el campo al suroeste de Francia, cinco hombres de edades diferentes, una anciana y un retardado mental se ven sorprendidos por una explosión nuclear mientras están en la cava de una casona. El dueño, Emmanuel Comte (Michel Serrault), de unos 50 años, está llenando botellas de vino de su cosecha, y sus amigos Colin (Jacques Dutronc) el electricista, Peyssou (Robert Dhéry), Bouvreuil el farmacéutico (Jean Leuvrais)  vinieron a consultarlo sobre unas obras en el pueblo vecino de Malevil , del cual es alcalde. También está el veterinario (Hanns Zischler) quien se encarga de los cuidados a los diversos animales de la granja, vacas, caballos y puercos. La anciana Menou (Emilie Lihou) ha sido empleada de Emmanuel desde años al mismo tiempo que cuida de su hijo, ya mayorcito Momo (Jacques Villeret), temeroso de todo, limitado de sus capacidades mentales y de vocabulario limitado.

Protegidos por las paredes espesas de la cava, lo único que perciben es una luz azul intensa, el ruido de un soplo infernal y, sobre todo, un calor que sube a más de 70 grados. Al salir horas después, se encuentra con un paisaje de fin del mundo, tierra seca, árboles quemados, casa derrumbada, bajo una lluvia de pedacitos de deshechos.

Hay que enterrar los animales muertos, al empleado del establo quemado. Se quedan a vivir juntos, con las pocas provisiones, durmiendo en el piso y velando alrededor del fuego que prendieron en el patio. Al paso de los días, tratan de sembrar algo, Colin trata de construir una radio para comunicarse.

Cuando desaparece una yegua con un puerco y, poco después, Momo, se deciden a ir un poco más lejos en sus exploraciones y descubren en una caverna a una adolescente ciega, Evelyne (Pénélope Palmer) que momo ya tomó bajo su protección. La traen a casa y la vida sigue.

Meses o años después, Evelyne ya creció y parece que recuperó la vista. Menou está muy enferma. Otra exploración los llevará a un viejo tren en un túnel donde vive una pequeña comunidad de sobrevivientes bajo la dirección implacable de Fulbert (Jean-Louis Trintignant), “el Señor Director”. Racionamiento de comidas, de movimientos, obediencia total, el régimen de Fulbert, con pretextos morales, es en realidad un sistema entre totalitarismo y secta, con lo que implica de servicio sexual obligado de las mujeres, y prisión para cualquier tentativa de discusión.

Una de las mujeres, Cathy (Jacqueline Parent) al reconocer à Colin, decide huir y contar todo lo que sabe de Fulbert. Entre trueque y amenazas, se construye un semblante de relación entre las dos comunidades. Un “comandante “Fabrelatre (Eduard Linkers) llega no se sabe bien de donde y alía su fuerza militar a la dominación mental de Fulbert para atacar a Malevil. los buenos ganan. Fulbert y Fabrelâtre están eliminados. La radio funciona, las parejas se forman, nacen pequeños animales, todos tienen ropa limpia….

Pero llegan helicópteros con gente en ropas antiatómicas. Se los llevan para descontaminarlos….

El principio de la historia es él de la novela, pero con menos personajes y, sobre todo, ninguna presentación de sus antecedentes. El momento de la explosión es tratado con mucho efectismo. Pero, a partir del momento en que todos salen, el tiempo se detiene. La imagen, por cierto, muy hermosa en su estilo apocalíptico, se alarga, lentísima. No pasa nada. Si la novela se centraba en la reconstrucción de la vida de la comunidad, en el pensamiento constructivo para hacer algo, aquí no se hace nada. Los personajes siguen siendo puras superficies. Unas cuantas frases expresan un sentimiento, muy de vez en cuando. Parece no hacer interacción entre ellos, ninguno para sentir o evolucionar. Hay inclusive poca coherencia en la narración, en el tiempo. ¿Cuándo creció la invidente? ¿Cuándo dejo de serlo? ¿Cuándo llegó Fabrelâtre?

De Chalonge toma unos elementos de la novela y los pega sin construir un hilo narrativo coherente. Y, sobre todo, quita todo lo que hace el interés de una novela o película de anticipación: la reconstrucción de la civilización. ¿Con qué hay que quedarse? ¿Qué hay que eliminar? ¿Qué hay que inventar? ¿Qué hay que organizar? Qué valores conservar o transformar. Merle en su novela, además de manejar el paso del tiempo y de los espacios, profundizar los caracteres, al mismo tiempo que va integrando unos nuevos conforme los encuentros, con los cambios que esas llegadas provocan en una dinámica ya instalada, plantea las grandes preguntas de todas las civilizaciones: toma de decisión, responsabilidades, obediencias, y sobre todo el lugar de la religión, con el personaje fascinante de Fulbert.

En la cinta parece que el talento de los actores es demasiado grande para la insipidez de los personajes. Que hubiera sido del sarcasmo frío de Trintignant con el Fulbert de Merle, y de la humanidad egoísta de Emmanuel con el inmenso talento aparentemente bonachón de Serrault.
Además, al juntar a varios personajes en un solo, obviamente ya no tiene nada de las individualidades que se complementan o se oponen. Así mismo la cuestión del lugar de las mujeres, muy discutible en la sociedad según Emmanuel, queda reducida a nada.

Una gran decepción, un gran despilfarro de actores, Después de una novela bien construida, discutible en algunos aspectos, lo que la hace aún más interesante. Y totalement digna del género narrativo al cual pertenece.