Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Wednesday, July 27, 2016

Louder Than Bombs (Joachim Trier, 2015) - 8.5/10

“Más fuerte que las bombas”, no en el sentido de fuerza, se trata aquí de la intensidad del ruido. Más ruidoso que las bombas es el silencio. El silencio que una familia deja instalar en sus vidas, que un padre adolorido trata de romper. Una película sobre las dificultades que la muerte hace evidentes cuando la vida trataba de callarlas.

Ficha IMDb

En Nueva York se está preparando una exposición de las fotografías de guerra de Isabelle Reed (Isabelle Huppert), fallecida tres años antes. Richard (David Strathairn), colega y amigo de Isabelle organiza todo, mientras acaba un libro sobre la famosa fotógrafa. Le pide a Gene (Gabriel Byrne), el esposo que le de unos documentos que se quedaron en el taller, y que nadie tuvo el valor de ordenar. Gene le pide a su hijo mayor Jonah (Jesse Eisenberg) el favor d encargarse de la tarea, lo que le permite al joven darse un tiempo de respiro después del nacimiento de su hija. Gene, maestro en una preparatoria, está actualmente más preocupado por el comportamiento de su hijo menor, Conrad (Devin Druid), quien se encierra cada día más en el silencio y el aislamiento.

La casa donde se encuentran, juntos después de varios años,  los tres hombres, es una hermosa casa en un hermoso suburbio verde, con grandes ventanas, luz, amplios espacios. Sin embargo, algo falta. Una presencia femenina, o maternal. Pero esta presencia siempre ha faltado, aun cuando Isabelle vivía, porque nunca estaba. Cuando llegaba de una misión en el extranjero, estaba muy cansada, y en realidad nunca se sentía a gusto, llamada por la pasión del viaje, dela acción y de la fotografía.

En pocas ocasiones, pudo hablar con su esposo de este malestar de los que no están en casa en ninguna parte. Cuando están lejos, añoran su casa, cuando están en casa, añoran la aventura. Ese malestar probablemente la llevó al suicidio y el accidente automovilístico en el cual padeció tal vez no fue accidental. Es la versión de Richard, la que quiere publicar en su libro. Gene y Jonah se resisten pero en el fondo saben que es verdad, y que tendrán que revelarle el secreto a Conrad antes de que lo descubra por sí mismo.

Cada uno tiene sus secretos: Gene lleva una relación con una maestra de la escuela, Hannah (Amy Ryan), quien trata a Conrad con paciencia y empatía. Jonah está asustado por sus nuevas responsabilidades de adulto profesional, de esposo, de padre. El regreso a la casa paternal lo pone en presencia de una ex novia, a quien le esconde su nueva situación, y con quien pasa una noche. Se miente a sí mismo, le miente a su esposa por Skype, posponiendo cada día su regreso, le miente a la amiga. 

Pero el más asustado es el más chico. Aislado por los silencios de los demás, se refugia en un mundo secreto, donde escribe, escucha música, pasa horas en videojuegos. No tiene amigos pero sueña con una chica popular, Erin (Rachel Brosnahan) convencida de que ella nunca le prestará atención, creencia que refuerza su hermano, diciéndole que nunca formara parte de los “beautiful people”. 

Hasta que llega la liberación: se atreve a mandarle a Erin el diario de sus reflexiones, se atreve a hablar con ella. Esta misma noche, aprende la verdad sobre la muerte de su madre. 

En los pocos días que dura la historia, los personajes pierden la apariencia que les ofrecían a los demás: Isabelle no era la mujer fuerte que todos creían, Jonah no es el joven adulto exitoso, Gene no logra ser el padre viudo cercano y comprensivo. Y Conrad está en peligro de volverse totalmente asocial y tal vez psicótico, obsesionado por imágenes macabras. El silencio, más fuerte que todas las bombas que ensordecieron a Isabelle, y por consecuencia a su familia, está a punto de destruir a todos. 

Este grupo de varones están obsesionados por la presencia de la madre y cada uno trata inconscientemente de escapar: el padre tiene una relación con otra mujer, el hijo vuelve a un antiguo amor, el chico trata de empezar una relación. 

Pero, invisible, pasa una corriente de amor verdadero entre todos, una capacidad de empatía, una honestidad profunda en las relaciones, que dará la fuerza para enfrentar las realidades dolorosas y seguir adelante. Este amor está lleno de celos, de rabias, de ilusiones, porque es auténtico. El amor, mucho menos ruidoso que las bombas, permite salvar a cada uno y a la familia renovada. Por cierto, la primera imagen de la cinta es la de una mano de un recién nacido agarrando el dedo de su padre. 

La narración, fragmentada como un rompe cabezas, revela poco a poco una verdad que tarda en atravesar las capas de negación. Alterna las visiones subjetivas de los dos hijos y del padre, los recuerdos, las interpretaciones. Cada uno vive en cierta forma en un mundo virtual, donde las cosas podrían ser diferentes. 

Los actores son excelentes en su fragilidad. Por primera vez, Jesse Eisenberg deja sus interpretaciones de joven seguro, insolente, satisfecho de sí mismo al punto de volver antipáticos todos sus personajes Acepta aquí la fragilidad y la duda. Los adultos están cansados, conscientes de los límites de sus posibilidades y sufriendo por ellas. Pero sobre todo, el joven Devin Druid, enclaustrado en su rechazo hacia los demás, mudo, terco, arrastrando los pies, casi autista,  concentra la atención. Su personaje es determinante para salir del silencio, porque él es el síntoma más visible de la enfermedad de la familia. Y él detiene el remedio: la palabra. Escribe. Habla en su cabeza, lo que nos es transmitido en voz off. Se atreve a dejar que su hermano lea su diario, y se atreve a entregarlo a la mirada de la chica a quien admira, a pesar del riego que eso conlleva. 

La fotografía es la imagen por excelencia, pareciendo ser objetiva, cuando en realidad no lo es, como lo explica y lo muestra Isabelle a su hijo. En esta cinta, todo es cuestión de imagen, y del silencio mentiroso que una imagen puede contener. Al contrario la palabra, oral o escrita, permite la verdad y la liberación. Conrad, por su forma distinta de ver las cosas, sabe percibir, aun si no lo identifica, lo que esta fuera del cuadro, como su madre le enseñó. Sabe que lo que se eliminó en la edición de la fotografía le daba un significado totalmente distinto. 

El tema del fotógrafo de guerra, de la ambigüedad de su trabajo y de las consecuencias que puede tener este en la vida de los fotografiados y del mismo fotógrafo, ha sido explorado por Arturo Pérez-Reverte en su novela El pintor de batallas (2006)  

Tuesday, July 26, 2016

Hail Caesar! (Ethan y Joel Coen, 2016) - 8.5 /10

Una gigantesca broma sobre cine, basada sobre un gran conocimiento de su historia y sus géneros, y con un inmenso amor por el séptimo arte, sus actores, y toda su gente.

Ficha IMDb

Años cincuenta, la gran época del el cine de Hollywood, de los estudios, de las grandes compañías. Cuando los géneros no se mezclaban, cuando todo funcionaba según reglas muy bien establecidas. Pero, claro, cuando hay reglas, hay excepciones, hay desobediencias, hay accidentes. Un hombre tiene la difícil tarea de hacer coincidir las reglas oficiales con las verdades ocultas, es decir hacer que las verdades se mantengan ocultas. Ese hombre, Eddie Mannix (Josh Brolin), director de la producción en Capital Pictures, sabe la dificultad de lidiar con las tentaciones : es un pecador obsesivo, va casi diario a limpiar su consciencia  en el confesional : fuma , y lo hace a escondidas de su esposo, a quien le esconde su adición. Así que sabe inventar excusas y mentiras. Es capaz de ocultar toda la suciedad de las luminosas estrellas de Hollywood: abortos, homosexualidad, crímenes, comunismo, y toda clase de vicios, o lo que se consideraba inmoral en esos años. 

Con un lapso corto de tiempo, y unos acontecimientos particulares, los Coen ejemplifican lo que fue el funcionamiento de la maquinaria extraordinaria de los grandes estudios. 

Bair Whitlock ( George Clooney) es uno de los actores más famosos de la época, exitoso actor de dramas ,está interpretando el papel de un soldado romano que se convertirá al ver a Cristo en su calvario, en la cinta Hail Ceasar ¡: A Tale of the Christ  Todo parecido con Ben –Hur (William Wyler -1959) no es accidental. Pero es secuestrado durante la filmación. De ahí la historia toma un doble camino : mientras Mannix debe encontrarlo para que se termine el rodaje, lo que podrá dar lugar a una intriga policiaca, tiene que solucionar algunos problemas menores, como el embarazo no deseado de la actriz-nadadora  Dee Anna Moran (Scarlett Johansson) ,soltera pero embrazada, como el cambio de genero fílmico de Hobie Doyle (Alden Ehrenreich) quien pasa de western a drama histórico dirigido por el famoso Laurence Laurentz (Ralph Fiennes) , a pesar dela falta total de talento del actor . Todo eso, bajo la amenaza de los columnistas y los chismes con las dos hermanas rivales Thacker , Thora y Thessaly ( Tilda Swinton) .

Un grupo llamado “El Futuro”, constituido por escritores y guionistas, pide un rescate por su prisionero, dinero que Mannix conseguirá alterando un poco las cuentas del estudio. El transporte del dinero en su maletín está lleno de incidentes,  hasta que por fin, llega a manos de Burt Gurney (Channing Tatum), estrella de comedia musical de marinos , quien quiere huir al mundo comunista. El grupo lo lleva a un submarino soviético con el dinero para apoyar la causa. Pero el perro de Gurney , Engels , provoca el hundimiento del maletín. 

Mientras tanto, Whitlock, liberado y convencido por las ideas izquierdistas de "El Futuro",  vuelve con Mannix, y trata de explicarle sus nuevas condiciones, tentativa que Mannix recibe con enérgicas bofetadas: Whitlock tiene que volver a su rodaje, y ahí, milagro, esta de pronto habitado por el talento, o por la fe.

Esa época es para Hollywood el fin de un sistema. . Hollywood se muere por ataques internos y externos: los estudios ya no pueden mantener su política de decisión sobre la selección de actores, de géneros, de temas, de finanzas. Además, la televisión esta empezando a quitarle público. La guerra fría se expande y los programas de diversión eran una cortina de humo: películas que llevaban al público lejos de su realidad: al lejano Oeste,  a los tiempos antiguos, a las albercas, a historias de amor feéricas. A un mundo falso. 

Referencias magnificas a Esther Williams y los bailes acuáticos, Gene Kelly y el tap dance  y los marineros, Roy Rogers y el western. Menos evidentes, las alusiones a la homosexualidad de algunos famosos directores. La mansión sobre el risco, donde se reúnen los autores comunistas e encierran a  Whitlock es una clara referencia a Hitchcock. 

El vestuario es una maravilla, tanto para los películas que se están rodando, que para la vida “real” de los que viven en la industria y de la industria. 

La música, aparte de la partitura original compuesta por Carter Burwell, utiliza temas conocidos, con una distancia bastante humorística: el coro del Ejército Rojo acompaña magníficamente la escena del submarino soviético, dándole la connotación perfecta de ideología. La escena de nado sincronizado se apoya en el romanticismo azucarado de la barcarola de Los Cuentos de Hoffman de Offenbach.

Usando la técnica del “cine dentro del cine” es una parodia, es un tributo, es una declaración de amor al cine de la gran época. Es un juego de pistas para el espectador, como una trivia sobre la historia del cine. Es una comedia, con unos personajes sumamente y finamente  ridículos. Es la crítica de un sistema artístico-económico. 

Es, también, y como ya nos han acostumbrado los Coen, la reunión de unos actores geniales, que se divierten al divertirnos con inteligencia. 

Monday, July 25, 2016

The Witch: A New-England Folktale (Robert Eggers, 2105) - 9/10

A pesar del título, no es una película de terror. Es más bien una historia sobre las dificultades de expresión y la incapacidad a lidiar con las pasiones. 

Ficha IMDb

En pleno siglo diecisiete, en la Nueva Inglaterra recién descubierta y ocupada por los puritanos, una pareja debe someterse a la creencia dominante en su pueblo, o irse. El padre, tan intransigente como las autoridades, escoge el exilio, con su esposa y sus cinco hijos. La familia se establece en el bosque donde tienen un pedazo de tierra para cultivar, en un claro entre una pequeña casa y un establo para las cabras. El bosque está cerca, lugar relacionado con las fuerzas naturales, incontrolables, con la locura, con Satanás. 

El padre, William (Ralph Ineson) quiere acercarse a su hijo Caleb (Harvey Scrimshaw) quien entra a la adolescencia. La madre, Katherine (Kate Dickie) esta resentida con la vida, las nuevas condiciones materiales, con su esposo quien las provocó, y sobre todo con su hija mayor, Thomasin (Anya Taylor-Joy). Esta se siente apartada, desde el juicio y la sentencia que se les impuso en el pueblo. No entiende muy bien los motivos de sus padres y trata de compensar al cumplir con sus obligaciones de hija mayor. Pero cuando desaparece el bebe que está a su cuidado, se abren todas las puertas del rencor, y de la culpabilizacion. Los dos hermanos menores, gemelos, Mercy (Ellie Grainger) y Jonas (Lucas Dawson), se pasan los días jugando con el chivo de la granja, Black Phillip. Ellos no cumplen con ninguna obligación, se sienten con todos los derechos, en particular él de hacerles la vida imposible a sus hermanos mayores, a base de provocaciones y burlas. 

La vida es dura, el clima y la naturaleza son malos, el inviernos se acerca y no hay bastante comida. El único consuelo para la familia es la oración. Las pocas palabras que se pronuncian están cargadas de sentido religioso. 

La edad de los personajes es fundamental. Tanto Thomasin como Caleb están en la adolescencia, sienten un llamado hacia algo que no pueden nombrar, porque el idioma hablado en la familia no tiene palabras para designarlo. 

Los más jóvenes usan este lenguaje para provocar, para mofarse y para molestar. Sin saber que las palabras que pronuncian están tomadas en sitio propio por los adultos. Al decir los nombres, hacen que las cosas existan. 

La cinta instala un ambiente cruel, como lo son las exigencias de la familia, del código moral, como lo son las condiciones naturales. Fascina por su juego entre el realismo de las condiciones de vida que fueron las de los Padres Fundadores, y el aspecto fantástico de los deseos y miedos que se materializan alrededor de personajes totalmente sin defensa. No están armados para enfrentar  sus miedos, la maldad  que pude nacer dentro de ellos, lo incomprensible. No pueden hablar juntos, no pueden confiar en los demás miembros de la familia. Están reducidos al silencio, o a la huida en las fantasías. Pero, en esos tiempos, el unido mundo mental al alcance de las mentes insatisfechas era las imágenes e ideas diabólicas. Y el único modo de explicación, para los que estaban bien instalados en sus vidas e creencias, era la explicación diabólica. Así que todos disponían del mismo vocabulario para expresarse o explicar.

La cinta es realmente de corte fantástico, en el sentido propio de la palabra, ya que no da ninguna explicación, ninguna interpretación de lo que enseña. El registro fantástico es la ambigüedad entre la explicación surnatural y la explicación realista cotidiana. Es el mundo de Maupassant o de ciertos textos de Stephen King. El límite entre real e imaginario se desplaza, se cuestiona. The Witch deja flotar la ambigüedad: ¿en realidad hay una joven en el bosque, quien mata al bebe para algún sacrificio? ¿El diablo esta encarnado en el chico Black Philips? ¿Thomasin, liberada de su familia, va a una misa negra?   ¿O se trata solamente de imágenes simbólicas?‘

También se podrá creer que es el bosque quien mete la maldad dentro de los personajes. Los bosques siempre han sido lugar de peligro, desde la antigüedad o la Edad Media, cuando había todavía animales salvajes, cuando se necesitaba tiempo para cruzarlos porque se iba caminando. De esos tiempos nos vienen los cuentos de hadas. El bosque es malo, en el viven las criaturas de la sombra. Adentrarse en el bosque es, como lo dicen los cuentos, ponerse en peligro de entrar en contacto con fuerzas peligrosas, las de los deseos, propios o de otros. 

El fanatismo religioso de la época tuvo consecuencias sobre la organización social, permitió manejar sentimientos muy personales de celos, odios, envidias. Los grandes miedos presentes en la cinta: miedo de perder a un hijo, miedo de pasar a la edad adulta, miedo de cometer incesto, miedo maternal de que la hija sea más deseable, miedo de no poder asegurar la sobrevivencia de su familia, miedo del día en el que habrá de pagar la dote de la hija. Esos miedos pueden ser sobrellevados con el apoyo de una fuerza superior: la fe en un Dios de bondad. Pero ¿y si el Dios que uno conoce, porque se ha sido educado así, no es un dios bondadoso? ¿Y si uno deja de creer en él?

Para transmitir su mensaje, la cinta usa de los medios tradicionales de las cintas de terror  del lenguaje codificado: el chivo, el bosque, la bruja, la misa negra. Le deja al espectador la posibilidad de ir por ese camino de interpretación. Pero también permite la interpretación simbólica y fantástica. ¿Esas imágenes son producto de los sueños, de alucinaciones, de deseos profundos? 

Eso es la gran cualidad de la cinta, aunada a la construcción un mundo angustiante por exceso de realismo. Como en las grandes obras, como en Le Horla o The Shining, existen varios caminos de interpretación, pero el miedo provocado en el espectador es real. 

Un texto en pantalla nos informa que tanto la historia como el diálogo están basados en cuentos escritos en el siglo 17, los que da peso a una interpretación históricamente realista, pero es también una última trampa para hacernos creer que se trató de una denuncia del fanatismo religioso, que llevó al joven personaje femenino a hacer un pacto con el diablo, como lo hicieron muchas en esa época, o como lo creyeron muchos sacerdotes y gente honorable. La brujería permite una lectura moderna de la condición femenina durante siglos dominados por los valores masculinos, como lo hace Lars von Trier en Antichrist (2009), o como lo hizo la explicación médica a través de la histeria, por Charcot y Freud. 

Pero The Witch es más que eso.

Julieta (Pedro Almodovar, 2016) – 9/10

Una cinta muy austera por ser de Almodovar, sobre la culpabilidad, la perdida, las dificultades de las relaciones madre-hija. Con dos actores que logran fundirse en un solo personajes.

Ficha IMDb

Julieta (Emma Suarez), ya en la edad madura, vive una relación harmoniosa con Lorenzo (Dario Grandinetti). Él decidió mudarse a Portugal y ella aceptó acompañarlo. Durante una última sesión de compras en Madrid, se topa en la calle con  Beatriz  (Michelle Jenner), amiga de su hija Antia quien le cuenta que vio a esta en el lago Como. Con esos breves minutos de conversación, la vida de Julieta da un giro dramático: ya no se va de Madrid, vacía su departamento elegante y vuelve al viejo edificio donde vivió años antes. Y se dedica a escribir, en un cuaderno, todo lo que no ha contado a Antia, para explicarle sus decisiones y su sentimiento de culpabilidad.

Desde el encuentro fortuito en un tren nocturno, la vida de Julieta (Adriana Ugarte) aplicada maestra de lenguas antiguas, ha sido marcada por la perdida y la muerte: el pasajero que quiso entablar conservación con la joven, y después se suicidó, el marino, Xoan (Daniel Grao) con quien pasa una noche apasionada, y que acabar de perder a su esposa, el día preciso que Julieta le va a anunciar que esta embarazada, la madre (Susi Sánchez) que vive sus últimos días en una casa donde el padre ya empezó una nueva vida con la sirvienta. 

Después de unos años de joven pareja, frente al mar, entre Marian, la ayudante domestica arisca (Rossi de Palma), Ava,la vecina amiga que esculpe extrañas siluetas masculinas, (Inma Cuesta ) la preciosa niña Antia, la vida de Julieta se ve destrozada. Durante una estancia de Antia ahora adolescente (Priscilla Delgado) en un campamento de verano, Julieta pierde todo: su esposo muere durante una tempestad y Antia vive una amistad apasionada con su nueva amiga, Béatriz (Sara Jimenez) con la complicidad de la madre (Pilar Castro). 

Julieta se deshace, pierde ganas de vivir, voluntad. Las dos niñas la llevan, la pasean, la bañan, la alimentan, le encuentran departamento en Madrid. Poco a poco y muy lentamente, Julieta vuelve a la vida, a una vida más o menos normal, aunque sin entusiasmo.

Hasta el día que Antia, ahora de 18 años, anuncia que se va a un retiro y le da cita a su madre  para que vaya por ella tres meses después, en las montañas.

Pero Antia se fue, sin dejar dirección, para siempre. Vuelve un tiempo largo de búsqueda, de espera para Julieta, que, después de la desesperación, pasa a la aceptación. Doce años pasan. Otra vez, rehace su vida. Cambia de departamento, progresa en su trabajo, encuentra un amigo que se vuelve amante y compañero, y con quien está decidida a dejar atrás las culpas y los fracasos.

Un nuevo encuentro fortuito con la amiga de Antia revelará otras verdades sobre Antia, y, cuando Julieta ya ha tocado el fondo, surge una nueva esperanza: tal vez una reunión madre hija, de todos modos, la presencia de un compañero fiel.

Todo eso suena a drama cursi. Pero, si las lágrimas corren a veces en las mejillas de Julieta, hay en la cinta una discreción, un pudor, que permite la empatía. La construcción del relato, muy bien estructurado, permite pasar de la historia de la juventud a la de la edad madura con fluidez y lógica. El parecido entre las actrices facilita una harmonía en la narración. La misma inquietud, como una idea que no deja al personaje, trasparece en las actitudes de la joven y la madura. La misma necesidad de estar apegada a alguien : cargar a sus hija en brazos, dormir en la misma cama que su madre enferma, acariciar las esculturas de Ava, ser cargada, bañada, secada por Antia y Béa. Julieta vive entre mujeres, la cuidan, la aman, la utilizan, la hacen sufrir. Los hombres están más bien de paso: el padre (Joaquín Notario), el esposo, el compañero maduro, pero cada relación es intensa. Julieta necesita de los demás para vivir. Como depende de las palabras: no es gratuito que sea maestra de lenguas antiguas, esas lenguas que han forjado nuestra cultura, nuestra relación con lo que nos rodea y lo que nos llena. Después de su viudez, trabaja en el mundo de la edición, espera cartas de su hija, y sufre al recibir sobres sin una palabra escrita de su mano. Toda la cinta es la narración escrita que se dedica a redactar, a mano, en un cuaderno. 

Para las dos Julieta, se trata de sobrevivir a situaciones donde la tristeza de la perdida es reforzada por la culpabilidad. Lo que le interesa a Almodóvar es la difícil supervivencia a un acontecimiento, no es el hecho en sí. Por eso, la cinta está llena de elipses. Algunas serán llenadas después, años después, por la revelación de un personaje: Ava, a punto de morir en un hospital (ora perdida en la vida de Julieta) le cuenta el viaje de Antia a la casa del mar y las preguntas que le hizo a ella y a Marian. Bea completa el relato de su encuentro con Antia y es ahora una versión totalmente diferente, revela también la naturaleza y las complicaciones de su relación de joven con Antia. 

Este estilo tan alejado de lo sarcástico, sexual, o critico de Almodovar, de su humor negro y retorcido, desconcierta al espectador. Sin embargo, Almodovar sigue ahí, en el cuidado de los colores, sea en la ropa de sus mujeres, en los planos fijos con muros pintados, en una estética tan fuerte, tan única. Colores que uno nunca se atrevería a poner juntos, contrastes chillantes, casi hirientes para el ojo. Obras de arte, encuadres perfectos, papeles pintados en el gusto de los sesentas. 

El final es abierto, pero es optimista. A Julieta se le abre el camino. Y, aún si el encuentro tan esperado con la hija prodiga no se da, sabemos, y Julieta sabe, que es una resiliente, que puede caer pero siempre saldrá del pozo de las pérdidas y las culpabilidades. 

Sunday, July 24, 2016

Valley of Love (Guillaume Nicloux, 2015) – 8/10

¿Cómo el valle de la muerte, con su calor y su sol inhumanos, puede volverse un valle de amor? ¿Cómo dos Serrano que no se han visto entre años pueden convivir durante cinco días?  Simplemente porque alguien se lo pidió. Una película lenta, sencilla, sobre cómo la gente normal lidia con la muerte de un hijo.

Ficha IMDb

Cerca del Valle de la Muerte en California, en un gran motel al estilo muy norte americano, con piscina, pastos inmensos, y hasta su propio súper, una mujer espera. Va de la alberca al café, al restaurante, a su cuarto. Finalmente, llega un hombre, enorme. Poco a poco, entenderemos que cada uno de ellos recibió una carta de su hijo común, Michael quién se suicidio seis meses antes en San Francisco, dándole cita en noviembre en los cañones del Valle de la Muerte. Recibieron mapa, itinerarios, horarios, para cada uno de los días de la semana, con la promesa de que él los encontrará.

Cada uno de los padres rehízo su vida después de su divorcio. Él tal vez en Estados Unidos. Es un actor conocido y volvió con su compañera de antes de su matrimonio con ella. Ella tiene una familia en Francia con la cual se la pasa hablando, o tratando, porque las conexiones son casi siempre malas. Está aparentemente más interesada por lo que pasa con esa familia que con  lo que podría ocurrir en esa estancia obligada.

Sin embargo tiene períodos intensos de preguntas hacia su ex esposo, sobre su hijo, lo que hacía, donde vivía, los motivos del suicidio.

Cada día van al lugar designado, a la hora designada, y hacen el paseo indicado, a pesar de un calor insoportable.

Y cada uno tendrá su encuentro con el hijo, con el alma del hijo. Un encuentro que les dejará una huella física, tangible.

En medio de paisajes magníficos, impresionantes por sus colores y sus dimensiones, bajo un sol deslumbrante, con un calor de infierno, los dos padres esperan, pacientes, que se manifieste su hijo. A veces pasa un coche, a veces pasa un excursionista. Ningún animal parece sobrevivir en tanto calor. Con ellos esperamos, pasando por las mismas dudas. Es una espera sin esperanza. Sin embargo no pueden dejar de esperar[ . Y no pueden dejar de estar juntos para esperar. Él quiere irse antes porque tiene una cita con un oncólogo y ella trata de convencerlo de quedarse como por superstición, como si la promesa del hijo no pudiera cumplirse si los dos padres no están juntos, lejos de sus vidas, para dedicarse a él, solo a él.

Si no hablan mucho, de sus nuevas vidas, de su vida de antes, de su vida con su hijo, si no hay en realidad un acercamiento voluntario y cincuentenario, se da sin embargo algo como una necesidad de estar cerca, como un apoyo mutuo, que se manifiesta embellecer cuidado a una herida, el compartir el cuarto después de un susto nocturno, el preparar un tentempié para los dos, preocuparse si el otro tiene agua.

En realidad, no se aman, tal vez nunca se amaron. No está muy interesados el uno por el otro. Están juntos aquí y ahora por obligación. De todos modos, no supieron amar a su hijo. Pero ahora, tal vez porque se van acercando a la vejez, tratan de recuperar algo. La película deja mucho en suspenso, calla mucho. Tal vez simplemente porque así es la vida. No se dice todo, no se explica todo.

El final resuelve las dos preguntas implícitas: ¿hubo realmente una manifestación del hijo?  ¿Hubo un acercamiento entre los padres?, cuyo nombre por cierto supimos muy tarde en l historia. Probablemente porque no tiene ninguna importancia. Porque se llaman Gérard y Isabelle, como los actores. Que por ciertos aparecen solamente como “Huppert” y “Depardieu” en el afiche y en los créditos.

Con locaciones filmadas al estilo roadmovie gringa, con carreteras que se pierden en el infinito, cuartos de motel y salas de restaurantes vacías, la cinta hace tangible la soledad de los personajes, el azar que lo juntó, la insignificancia. Eso ayudado por la interpretación de los actores, que parecen casi ausentes a su historia, improvisando sus papeles como los personajes improvisan en esta extraña situación que no entienden.
Esperan como se espera a Godot, con aburrimiento y arranques de esperanza, con dudas y arrepentimiento sobre su vida.



Friday, July 22, 2016

The Man Who Laughs (Paul Leni, 1928) – 8/10

Adaptada de la inmensa novela de Victor Hugo, esta cinta muda es una joya del expresionismo alemán. Entre drama y terror, diseña la imagen de un joven perseguido hasta en su cara por la voluntad de los poderosos. Esta imagen es el origen de unos de los grandes malvados del cine popular, el guasón. 

Ficha IMDb

Estamos en la Inglaterra del siglo XVII.  El rey Jaime II (Samuel de Grasse ) elimina a Lord Clancharlie, quien pretende  mantenerse fiel a las ideas republicanas de Cromwell y se niega a someterse. Con la ayuda del bufón Barkilphedro (Brandon Hurst) lo encierra en una “doncella de hierro” sarcófago erizado de puntas en su interior. Además, el hijo de Lord Clancharlie es entregado a unos “comprachicos” y su jefe Hardquanonne ( George Siegmann) que se encargan de deformar quirúrgicamente a niños para después enseñarlos en ferias. El hijo de Clancharlie se reirá para siempre de la tontería de su padre.

Después de este prologo explicativo (lo que no hace Victor Hugo quien sabe jugar maravillosamente con los efectos de sorpresa), en una noche de nieve y viento, el pequeño (Julius Molnar Jr.), de ahora unos diez años, es abandonado en la costa por un grupo de maleantes que huyen en barco. Para justicia divina, la tempestad hará naufragar la pequeña nave y ninguno sobrevivirá. El niño camina durante horas en la noche fría, se encuentra con ahorcados que lo observan con sus ojos fijos, tropieza con una mujer muerta quien sostiene en sus brazos a un bebe. El niño, ahora cargado con el bebe, llega a una pequeña ciudad donde todos le niegan auxilio hasta que se topa con la caravana de Ursus ( Cesare Gravina  ) y su perro –lobo Homo. El hombre los acoge y descubre al mismo tiempo que la niña es ciega y que le niño tiene la cara cortada por una eterna sonrisa. 

Durante años, Dea (Mary Philbin ) y Gwynplaine (Conrad Veidt ) vivirán felices, unidos por un amor fraternal y simbiótico, mientras la sonrisa del joven le asegura a Ursus clientes para sus herbajes y espectadores para su espectáculo. Pero un día llega a la posada donde se presentan una hermosa duquesa, Josiana ( Olga Baclanova) atraída por la perspectiva ,tan excitante, de tener como amante un hombre tan feo y tan alejado de su círculo social, y totalmente opuesto a su prometido Lord Dirry-Moir ( Stuart Holmes) , cuya sonrisa es señal de una inmensa estupidez. 

Pero, camino a una cita con la duquesa, Gwynplaine es llevado a una torre de tortura donde es reconocido por Hardquanonne como el niño a quien le hizo la herida, y, por consecuente como el joven Lord Clancharlie. 

Llevado a Westminster para ser introducido a la corte de los Lores, con todos los honores debido a su rango, Lord Clancharlie hablará en nombre de los pobres, lo que obviamente no les dará ningún gusto a los poderosos.

El final de la cinta contradice totalmente a Victor Hugo, quien quiso que sus personajes murieran, Dea de dolor al pensar que su amado ha muerto, y Gwynplain al lanzarse al Támesis después de recibir el último aliento de su amor. Leni quiso que los dos enamorados se reencuentren, se abracen, en una victoria final de la bondad, la generosidad y la inocencia. Su amor virginal puede salvarlos de toda la maldad y la miseria humanas. Podrán seguramente vivir juntos y felices. 

La cinta de Leni, totalmente en la estética del cine silente y del expresionismo nos ofrece decorados, maquillaje y vestuario muy cuidados, bajo una iluminación fantástica, que se encarga de resaltar con luces y sombras, las bondades y maldades de los personajes. 

Las sonrisas se oponen: la sonrisa falsa del bufón  Barkilphedro se opone a la sonrisa forzada de su víctima, la cual hace contraste con la sonrisa estúpida del prometido oficial de la duquesa, quien visiblemente no es capaz de satisfacer los deseos de su novia, mientras el hombre de sonrisa forzada la fascina. 

Por su expresionismo y los sufrimientos, en particular físicos, impuestos a los personajes, se acostumbra clasificar esa cinta en la categoría de terror. Pero, si bien es cierto que el prólogo es terrorífico con la tortura de la “damisela de Fierro”, y si las apariciones de  Conrad Veidt dan algo de miedo, hay que reconocer que se trata más de un drama romántico, donde el monstruo es en realidad la víctima. Su espeluznante apariencia contrasta completamente con la realidad de su corazón, lo que Dea percibe, ella que ve con los ojos del alma. Para ella, su Gwynplaine es hermoso, y la dirección de actores de Leni se encarga de disimular la fealdad del personaje al tapar la herida abominable con una sombra, con la cabellera de Dea, con una posición de perfil o tres cuartos del personaje. Trata de hacernos olvidar lo insoportable de la cicatriz. 

Pero esta cicatriz sobrevivirá al director, al actor y hasta a Victor Hugo. De una novela y una cinta poco conocidas, pasará a ser una imagen de las más populares : en 1940, Bob Kane adaptó la imagen de Conrad Veidt encarnando a Gwynplaine para construir la figura del Joker, el archienemigo de Batman.Después vendrán Tim Burton y Jack Nicholson (Batman - 1989), Christopher Nolan y Heath Ledger (The Dark Knight - 2008), y pronto David Ayer  y Jared Leto (Suicide Squad

Pero también, Alan Moore en los 80’le puso al personaje principal de V for Vendetta, la máscara con la sonrisa. , mascara que fue recuperada por Anonymous.

Wednesday, July 20, 2016

10 Cloverfield Lane (Dan Trachtenberg , 2016 ) – 7.5/10

La cinta pasa en forma casi natural de un género a otro, empezando en suspenso de terror psicológico, para cambiar a película de sobrevivencia y acabar en ciencia ficción. Respeta las reglas de cada uno de los ambientes y, sobre todo, cuenta con muy buenas actuaciones en particular la de John Goodman. 

Ficha IMDb

La historia empieza como cualquier drama romántico: Michelle (Mary Elizabeth Winstead) huye de su casa, dejando a su novio. Agarra su coche y maneja, libre y enojada, en la carretera nocturna. Pero sufre un accidente, pierde el conocimiento y despierta encerrada en un sótano, con una pierna fracturada. El hombre que la vigila, Howard (John Goodman) es terrorífico, enorme y pesado. Le explica que tuvo que llevársela a su bunker, varios metros bajo tierra, para protegerla de un situación muy peligrosa de guerra. ¿Es un asesino en serie? Michelle, al cabo de unos días, logra salir de su cuarto y se encuentra con otro huésped o victimad de Howard, Emmett (John Gallagher Jr) .

Norman es un ex marine, convenido de que los poderes políticos, militares y económicos han organizado una gran conspiración. Ha pasado años en la construcción de su bunker subterráneo, almacenando víveres y todo lo necesario para una estancia de unos tres años. Está convencido que el ambiente afuera está totalmente contaminado: Abajo hay agua, aire, sistema de eliminación de deshechos.

Los argumentos de Howard les parecen razonables a los dos jóvenes y aceptan vivir según sus reglas, entre su buena comida, su música, sus juegos de mesa. Dos hijos con un papa protector, con su salvador.

Pero algunos descubrimientos dentro del bunker y unas cosas que Michelle logra ver a través de la ventanilla los hacen de repente dudar y se deciden a organizar su escape, tomando en cuenta la posibilidad de una real contaminación del aire externo.
La última etapa es un suspenso y una rapidez dignos de cualquier buena cinta de terror, La única sobreviviente será Michelle pero lo que encontrará afuera dará una última vuelta de tuerca a la historia.

La cinta logra mantener un ambiente de expectativa angustiante, de desconfianza ya que todo lo que dicen o hacen los personajes puede ser sospechoso. El punto de vista permanente es él de Michelle. La joven está fragilizada físicamente por su pierna fracturada, y afectivamente por su situación amorosa. Su perceptivo del personaje de Howard va del miedo a la desconfianza, seguido de la obediencia confiada, para llegar al horror. 

Esta sola frente a dos hombres y tiene la posibilidad de aliarse con uno en contra del otro, o puede estar sola enfrente de dos cómplices. ¿Quién sabe? Como en la obra de teatral de Jean-Paul Sartre, se trata de una situación “ a puertas cerradas”, donde los tres personajes están obligados a vivir juntos por un tiempo indefinido, y como en la obre de Sartre,  la conclusión es que el infierno son los otros.

La cinta sabe muy bien dosificar los cambios de ritmo: el miedo acelera, la confianza otorga una pausa. Pero siempre está latente la soledad, la desconfianza que cualquier indicio puede reactivar. Se percibe sin poder explicarlo que el peligro está en alguna parte. Talvez afuera como dice Howard, pero podría muy bien estar adentro. 

Howard es el típico norteamericano de los años sesenta cuando el occidente vivía bajo la amenaza de los ataques de los soviéticos, y los abrigos antiatómicos se vendían como panecillos calientes. Representa una corriente muy plausible de miedo a las potencias políticas que podrían aplastar sin ningún remordimiento a la gente normal, en su afán de poder. 

John Goodman sabe pasar de una cara afable, tierna, a unos ojos dominantes y malévolos. Su enorme cuerpo puede ser el de un oso apapachador, que baila con talento la música de sus jóvenes años, a un peso completo capaz de aplastar cualquiera que se le ponga enfrente. 
Pero encarna también una monstruosidad que bien podría estar escondida en el fondo de cada uno de nosotros. 

La historia del cine y las series televisivas nos ha acostumbrado a este tipo de personajes enfermos mentalmente, paranoicos, asesinos. El monstruo de Goodman es el heredero de esa imaginería que todo espectador tiene dentro de sí, y la cinta sabe muy bien poner en marcha nuestros reflejos de buen cinéfilo. Nos adaptamos, esperamos lo que debe seguir y el director nos da lo que esperábamos. Nos deja descansar un tiempo en nuestra comodidad, y de repente nos cambia de género. 

La cinta, en su parte final, alude muy claramente a “La guerra de los mundos”, novela de Wells de 1898, con sus diversas adaptaciones. Este epilogo una solución a la situación de Michelle, primero al liberarla del encierro, pero sobre todo a darle un nuevo sentido a su vida. Ella que siempre huido de los problemas decide ahora confrontarlos y dedicarse  a trabajar para los demás en solidaridad frente a un enemigo común. 

Si se ve los últimos momentos en un primer nivel de significado, se puede sentir una cierta decepción. El un final que se antoja “fácil”. Pero si se toma en consideración todo lo que fue la aventura de Michelle (no olvidemos que todo es contado según su punto de vista) desde su ruptura con el novio, se entiende que todo fue la historia de un aprendizaje y de una transformación, una maturación, pasando de una mentalidad infantil a una adulta. 

Tuesday, July 19, 2016

L’homme aux yeux d’argent (Pierre Granier –Deferre, 1985) - 6.5/10

En una pequeña ciudad de provincia, vuelve un hombre extraño, taciturno. Buscar lugares de antaño. Atrás de él, llega otro, igual de extraño quien se dedica a seguir al primero. Todo para una historia de suspenso, de venganza, en el estilo ya conocido de su director La trama no es original, pero la salvan las actuaciones.

Ficha IMDb

Una minúscula ciudad de provincia en Francia, no se puede saber dónde porque no tiene nada que la identifique, ningún nombre, ninguna relación con otras ciudades conocidas, nada particular en su arquitectura o el acento de sus habitantes. Lo que se sabe es que ha cambiado en los últimos años: donde había granjas y terrenos agrícolas se ha construido un fraccionamiento con pequeñas casa unifamiliares y una biblioteca municipal.

Un buen día llega un hombre, Thierry Berger (Alain Souchon) Se aloja en un cuarto del único café, frecuentado por unos pocos habituados, hace unas preguntas, va a la biblioteca, hace más preguntas. 
Detrás de él llega, en una DS Citroën negra, otro hombre, quien se aloja en el hotel.

El primero viene a recuperar un tesoro, su botín del asalto que realizó quince años antes con su amiga, lo condenaron a prisión por el asalto y por el supuesto asesinato de esta durante la huida. Ya terminó su tiempo y viene por el dinero que escondió en la granja de sus papas. Pero el lugar queda ahora en el sótano de la biblioteca. Se gana la simpatía de Francine la bibliotecaria (Tanya Lopert) quien le permite cavar durante las noches.

El otro hombre es Mayenne (Jean-Louis Trintignant), un policía que quiere vengar a su colega amigo, muerto durante el asalto; después de unos días de vigilar, llama a un joven policía ambicioso, Villain (Lambert Wilson) para mantener la presión sobre Thierry. Pero el joven toma muy en serio su misión y se dedica a asustar a cualquiera que le podría proporcionar información. Esta ahora más interesado en el botín que en el trabajo policíaco. 

Todo eso constituye una historia de regreso de la prisión bastante banal, con caracteres igualmente previsibles, hasta con una música, compuesta por Philippe Sarde, de jazz melancólico, habitual en las cintas de gánsteres de los 70' ,80’. Dos cosas salvan la cinta: el ambiente de pueblo fantasma de esta nueva ciudad, construida artificialmente sobre una zona agrícola. Se fueron los agricultores, vino a vivir gente que nunca está porque trabaja en otra parte. No hay gente en las calles, no hay niños en la biblioteca, no hay vecinos en las casas.

El segundo aspecto positivo de la película, y muy positivo, son los actores, en particular los tres hombres. Un doble duelo se construye, primero entre el policía y el criminal, un duelo a la antigua (como en varias películas de Granier-Deferre) es el duelo de hace doce años que se restaura, a instancias del policía que no puede soltar su experiencia de fracaso. Pero el joven policía introduce una intriga paralela donde el motivo es menos glorioso ya que se trata del dinero.

Si los dos primeros, como hombres de una generación anterior, tienen ideales de honor y verdad, el nuevo es mucho más  práctico. Su meta es totalmente material y sus métodos son aún más perversos que los de su jefe. 

Dos escenas paralelas lo muestran explícitamente: Mayenne persigue a Berger en su coche, lo alcanza, lo hace subir y le inflige un interrogatorio que acaba con golpes.

Villain persigue a una niña que vio en la biblioteca, él está en su coche, ella camina. La ventaja de ella es que conoce el barrio, y que es pequeña: se esconde atrás de los arbustos, conoce atajos. Pero se instala un ambiente de miedo, es Heidi perseguida por el ogro, por el lobo feroz y uno llega a preguntarse si no se la va a comer, a violar, a matar. 

Toda la historia acabará muy mal, con muertes y decepciones amorosas. Un gran sentimiento de fracaso, de abandono, de soledad, domina toda la narración.

Si no es una cinta extraordinaria, vale mucho la pena por las actuaciones de esos dos grandes que son Jean-Louis Trintignant y Lambert Wilson, secundados por un Alain Souchon  que por no ser un actor muy frecuente, sabe darles peso a sus interpretaciones. 

Wednesday, July 13, 2016

Le déclin de l’empire américain (Denys Arcand , 1986) – 8/10

Un fin de semana cerca de Montreal, un grupo de amigos, todos intelectuales liberales hablan de todo, pero sobre todo de sus relaciones amorosas. El ambiente es relajado, el tiempo pasa con ligereza, inteligencia  y humor. 

Ficha IMDb

Esta cinta es la primera de la trilogía de Denys Arcand sobre un grupo de amigos que parecen ser sus propios amigos: en 2003 seguirá con Les invasions barbares, y en 2007 con L’âge des Ténèbres. En los tres casos, los títulos aluden a momentos de la historia de Roma.

La narración gira alrededor de un ocho intelectuales, casi todos profesores en la Universidad de Montreal. Cuatro hombres y cuatro mujeres van a pasar el fin de semana en la casa de una pareja, la única pareja aparentemente estable, Louise y Rémy .

Pierre (Pierre Curzi) es historiador, divorciado y amante de una estudiante, y masajista, Danielle ( Genevieve Rioux)  ), más joven que él obviamente.

Rémy (Remy Girard) también profesor de historia, está casado con Louise (Dorothée Berryman), a quien engaña con regularidad y entusiasmo, 

Claude (Yves Jacques), también historiador es soltero y abiertamente homosexual, 

Alain (Daniel Brière), el más joven y todavía suplente, es soltero, y acabará en los brazos de Dominique (Dominique Michel), la directora del departamento de historia, soltera , quien  ha sido amante de Rémy et de Pierre. Ella es una figura de libertad y autoridad. Escoge sus amantes, da conferencias, participa en emisiones de radio. 

Diane (Louise  Portal), profesora de Histoire, es divorciada, y ha sido amante de Rémy, está actualmente en una relación muy fisica con Mario (Gabriel Arcand), desempleado y aparentemente poco educado. 

Un largo prologo separa los hombres de las mujeres. Ellas están en un club deportivo y pasan del atletismo a la natación, al sauna y las duchas, platicando a veces de dos, de tres o todas juntas, sobre su vida emotiva y sexual. Mientras los hombres están en la casa, preparando la cena. Sus temas de conversación son los mismos, pero del lado masculino. Lo interesante es que varios de los relatos aluden a los mismos eventos, pero según quien los cuenta, parecen totalmente diferentes. 

La etapa siguiente es la cena, que reúne a todos y permite intercambios más generales, pero tal vez menos sinceros. La noche verá algunos encuentros o reencuentros y el desayuno del domingo aclarará algunas interrogantes.

Como en una cinta de Rohmer, se habla mucho, se analiza, se discurre, con mucha cultura e información, con enfoques de política de izquierda.

La cinta data de 1986 y se nota. Se ve en la ropa, las modas, la forma de hablar con una nueva libertad, y una cierta ingenuidad de un nuevo pensamiento. La libertad sexual es reivindicada pero al mismo tiempo, una relación puramente física como la de Diane con un hombre visiblemente alejado de “su mundo” es vista con algo de sorpresa despreciativa. Mientras la relación de Pierre con su estudiante no causa ningún problema.

La homosexualidad es aceptada, pero empiezan las preocupaciones: el Sida empieza a hacer estragos, y se piensa entonces que afecta principalmente a los hombres homosexuales. Claude orina sangre pero no sabe cuál es la razón, a pesar de haber consultado. 

Los personajes hablan con toda naturalidad como los intelectuales dela época, Denys Arcand empezó a escribir sus diálogos a partir de conversaciones escuchadas en la calle, en escenas vividas por el o contadas por amigos. Gente que se conoce y sabe que, entre ellos, entienden sus referencias e implícitos. Gente que piensa de la misma manera, un grupo restringido, una pequeña familia de pensamiento. 

La cinta es divertida, brillante, es un testimonio sociológico de una época y un medio particulares, en la vida individual, colectiva e histórica. Es una forma de reflexionar sobre la historia (la grande) a partir de pequeñas historias individuales. 

Tuesday, July 12, 2016

Jungle Book (Jon Favreau, 2016) - 6.5/10

Copia digital de la cinta animada de 1967 de los mismos estudios Disney, esta película está muy bien hecha, tiene buen ritmo pero no logra para nada ser original.

Ficha IMDb

En alguna parte, en el fondo de la selva en la India, el pequeño Mowgli (Neel Sethi) vive con los lobos. Juega, corre, brinca, se trepa a los árboles. Pero, como sus padres adoptivos los lobos y su madrina Bagheera la pantera le han dicho, la jungla está llena de peligros, como la enorme serpiente Kaa o el terrible tigre Shere Kahn que tiene un odio sin límites para la raza humana. 

La cinta es la copia casi exacta de la cinta animada de 1967. Nada que esperar de este lado, lo que se puede ver como un tributo obligado a la obra de Rudyard Kipling. Pero de ahí a repetir tal cual ciertos momentos, en particular los musicales, se resiente la falta de creatividad, y, tal vez, cierta complacencia comercial. 

Hay que reconocerle un ritmo frenético a la primera escena, que sigue a Mowgli en la jungla, pasando de un árbol a otro, subiendo, bajando, corriendo mucho más rápido de lo que el ojo puede seguir, lo que impide ver los detalles del entorno. Cuando la cámara tomará algo de descanso se podrá apreciar mejor la fineza del trabajo de computadora. Pero no deja de ser artificial. Esta exuberancia de la naturaleza, esta precisión del pelaje de los animales, todo es producido por computadora. 

Lo más artificial de todo son esas voces que salen de todos, inclusive de un niño que no puede hablar ya que ha vivido siempre en medio de animales. 

Así que una imagen que busca ser muy realista, aunada a una banda sonora totalmente artificial, llega  a provocar un malestar. 

En medio de toda esa falsedad, El niño actor es excelente, lleno de naturalidad, lo que es de admirar tomando en cuenta las condiciones en las que actuó.

Las voces en versión original, de Ben Kingsley, Bill Murray y  Scarlett Johansson han sido muy aclamadas , pero la versión mexicana supo encontrar personalidades muy adecuadas: Susana Zabaleta como la seductora y susurrante serpiente Kaa , Héctor Bonilla como el oso Baloo, Enrique Rocha como Bagheera, Francisco Céspedes como Rey Louie.

Es cierto que la trama avanza en forma lógica, con un clímax de paz en las escenas de ayuda mutua entre Mowgli y  Baloo, y un clímax de miedo en el templo donde reina el chimpancé King Louie. 

Pero se queda en lo que ya se conocía: una fábula moralizadora sobre la amistad, el trabajo en equipo. No se atreve a tratar otros temas, un poco más profundos, como el sentimiento de abandono, la orfandad, la responsabilidad.

En resumen, demasiados efectos especiales le quitan lo mágico a la cinta y a la historia de Kipling, hacen que suene falso este cuento sobre la belleza de la naturaleza, donde todo lo natural ha sido reemplazado por tecnología. 

Monday, July 11, 2016

The Damned (Luchino Visconti, 1969) - 9/10

Una visión de pesadilla de la historia alemana, cuando Hitler y los nazis están subiendo al poder. Como toman posesión no solamente de los bienes económicos sino de las mentalidades, como aprovechan y propician las tendencias al mal anidadas en algunos personajes cuyas riquezas les interesan. Con la maestría del director italiano y unas interpretaciones aterradoras de grandes actores, en particular Helmut Berger, de una belleza y una maldad fascinantes.

Ficha IMDb

El 27 de febrero de 1933, en una ciudad de la Ruhr, la familia Von Essenbeck festeja el cumpleaños de su patriarca, el barón Joachim, dueño de las acereras más grandes del país y tal vez de Europa. Durante la cena, la familia se entera del incendio del Reichstag, y, si algunos caen en la trampa de la propaganda nazi, otros creen que fue una provocación para justificar las acciones del nuevo canciller. Aschenbach (Helmut Griem), miembro de los SS de Himmler, empuja Friedrich Bruckman (Dirk Bogarde), director de las fábricas y amante de la baronesa Sophie (Ingrid Thulin) a ponerse del lado de Hitler. Es más, le prometen poder y fortuna si asesina al barón y acusa a Herbert Thallman (Umberto Orsini ) , esposo de Elizabeth (Charlotte Rampling ) la sobrina del barón , y, sobre todo, liberal antinazi. Este debe huir. 

Pero el nuevo dueño dela empresa, Baron Konstantin von Essenbeck (Reinhard Kolldehoff), no entrega a los nazis bastante acero, por lo que se organiza su liquidación, aprovechando una noche de fiesta de los SA de los cuales Konstantin es miembro fervoroso. Doble ganancia: los SS eliminan a los SA, lo que le da a Hitler campo libre para su nueva política, abandonando las apariencias socialistas del partido, y Aschenbach puede dominar más fácilmente a las acereras, guiando con mano firme a Bruckman. 

Elizabeth, quien ha tratado de huir al extranjero con sus dos hijas para encontrarse con su esposo, es llevada a un campo de concentración, por la denuncia de Sophie. 

Mientras tanto, Martin (Helmut Berger), hijo de Sophie y ahora heredero de la fortuna, deja rienda suelta a sus más oscuros deseos. El que presentó un número de cabaret en el cumpleaños de su abuelo, deja arrestar a su amante, seduce y viola a una niña judía, vecina de esta. Animado por Aschenbach, suelta toda su ira en contra de su madre y su amante, se alista en las fuerzas SS. En una suprema burla a su madre, y después de obligarla a tener sexo con él, organiza su boda con Bruckman, y los obliga a suicidarse. 

Los nazis tienen el poder económico y político. Martín tiene el poder familiar.

Inspirada por una documentación sobre la famosa familia Krupp, la cinta hace referencia a hechos históricos reales: el incendio del Reichstag, la Noche de los Cuchillos Largos, eliminación violenta y radical de los SA por lo SS durante una noche de fiesta desenfrenada. Pero es sobre todo el análisis del uso por los nazis de los deseos profundos de cada uso de los miembros de una familia. Si la familia Von Essenbeck representa a la familia Krupp, cada uno de sus miembros se convierte en el símbolo de una actitud ante la vida. La que antes fue imagen dela fuerza indestructible del capitalismo, deja ver las fisuras, las oposiciones internas, las disensiones, llegando hasta el odio.

Los nazis, presentes en el único personaje de Aschenbach, pero cuan terrible con su mirada fría y su porte rígido, aprovechan la destrucción interna para ofrecerle a cada uno lo que más deseó: dinero, poder, ascensión social y título noble para el burgués Bruckman, posibilidad de realizar sus fantasías mas abominables para el joven Martín. 

Visconti acentúa esos juegos de poder con una iluminación artificial, teatral, de naranjas, azules, verdes intensos, con planos abiertos o profundidad de campo, que dejan a los personajes como perdidos en un mundo que los rebasa, Un mundo que está dominado por fuerzas exteriores a ellos. Los que fueron los amos del mundo por su riqueza están ahora utilizados por un poder en marcha, que no quiere detenerse. Los dioses de antes están agonizando, llegaron a su crepúsculo, como lo reza el subtitulo de la cinta. En una alusión clara a Wagner, quien fue el compositor de referencia para los Nazis, por su concepción de la grandeza del imperio germánico, su fuente de inspiración en la mitología medieval, profunda y misteriosa, de bosques y antorchas , y por su relación con el superhombre de Nietzsche.

La teatralidad de la cinta se manifiesta también en el uso de ciertos temas repetitivos, como la escena de la mesa, que marca el ritmo de la toma de posesión de las acereras por los nazis. Tres escenas de cenas, con un hombre dominante a la cabeza. Primero se trata de viejo barón Joachim, quien  desprecia a Hitler, pero se somete por el bien de la familia. Antes de anunciar su decisión sobre quien dirigirá la empresa, da tres golpes sobre la mesa para obtener el silencio.  Doce personas a la mesa, están atendidos por un número aún mayor de sirvientes, el mantel bordado, las flores, los cubiertos rutilantes, las velas, componen un ambiente de cuento, de sueño. 

La segunda etapa se desarrolla cuando Frederick Bruckmann está a la cabeza del consejo de administración. Es un tecnócrata, un administrador competente, pero sufre de su condición plebeya y desea más que todo volverse aristócrata. Antes de hablar, solo golpea la mesa dos veces, consciente de la fragilidad de su posición.  Solo quedan cinco sobrevivientes en la mesa, demasiado larga después de la limpieza efectuada por los nazis. 

Finalmente, Martín toma el poder. Es un auténtico Von Essenbeck, nieto de Joachim, huérfano de guerra, hijo despreciado por su madre, perverso, pederasta, y ahora accionista mayoritario. . Lleva el uniforme SS que queda maravillosamente a su belleza altiva Con él, al frente de la empresa, nunca le faltará el acero a la máquina de guerra nazi. El golpea tres veces. Es fuerte, seguro de su poder. Pero esta solo en la mesa desierta, casi en la noche. 

El nazismo ha ganado el poder, porque supo alentar en cada uno sus más bajos deseos. La sexualidad esta omnipresente en la cinta, en sus aspectos más ambiguos: el travestismo de Martín, la noche homosexual de los SA, la seducción a base de regalos de una niña quien terminara ahorcándose. Es un erotismo malsano que nunca se detiene y acaba en la violación, casi consentida de la madre, quien parece aceptar la culpabilidad de su indiferencia durante la infancia de Martín. La patética ceremonia de matrimonio que oficia, llevando a su madre, la cara blanca como el yeso, como la piedra, lleva a la muerte a dos seres totalmente deshechos, sin voluntad, sin fuerza. El lirismo se mezcla al terror. El ángel Martín celebra un culto al mal, y le hace un sacrificio humano. 

Visconti en esta cinta retoma temas que serán constantes en su obra: la fuerza de ciertos individuos en ciertos momentos históricos,que pueden coincidir con la marcha de la historia, como en el caso de Martín Von Essenbeck, o que están rebasados por ella, como es el caso del Príncipe Fabrizio Salina en El Gatopardo (Il gatopardo - 1963) o  Luis II de Baviera (Ludwig – 1972).

Y, como estas cintas, The Damned es ineludible. 

Tuesday, July 5, 2016

Le tout nouveau testament (Jaco Van Dormael, 2015) – 7/10

Una película llena de buenas ideas, muy divertidas, pero con una estructura un poco repetitiva. Buenas interpretaciones aunque suenen poco originales. Se pasa un buen momento pero se olvidará pronto.

Ficha IMDb

Como reza el poster, Dios existe y vive en Bruselas. Tiene esposa e hija, además del hijo ya conocido y reducido al tamaño de estatuilla sobre un librero. Pero sobre todo, este dios es odioso. Se la pasa en bata, fumando, tomando cerveza (es belga), tecleando sobre su computadora. Lo único que le interesa es hacerles la vida de cuadritos a los humanos, empezando por las que habitan con él: su esposa (Yolande Moreau), quien vive pasando la aspiradora, bordando a punto de cruz y viendo deportes por televisión sin nunca pronunciar palabra, y su hija de diez años, Ea (Pili Groyne) Les  tiene prohibido salir del departamento y entrar a su oficina. En dicha oficina, una mesita con computadora y paredes altísimas cubiertas de cajones con expedientes, los expedientes de todos los humanos que existen y han existido en todos los tiempos.

Dios ha inventado las reglas que rigen la vida de todos, hechas a propósito para que todo vaya lo peor de lo peor de los mundos posibles. Unos ejemplos: cuando uno hace cola en una fila, la fila de al lado va siempre más rápido, una desgracia nunca viene sola, si la tostada con mermelada se cae al piso, siempre lo hace con la mermelada abajo, reglas que todos conocemos y vivimos a diario, las famosas leyes de Murphy.

Un día, la hija decide que ya basta y su hermano mayor cobra vida para darle unos consejos: primero sembrar el desorden en el mundo exterior revelando a cada quien su fecha de muerte y después escapar del departamento por el tambor de la lavadora. Además la misión suprema para tomar el poder y acabar con dios-padre, será constituir un grupo de apóstoles. El hermano ya juntó doce, solo faltan seis para llegar al número ideal, 18, número favorito de Mama, apasionada de béisbol.

Así que la señorita Ea se lanza a la conquista del mundo, junta sus apóstoles y lleva a todo su equipo a la playa donde se reúnen los que van a morir.

Pero papa encontró el camino de salida del departamento y la sigue, en piyama y bata, y se dedica a perseguirlos para restablecer el orden. 

La cinta está llena de ideas muy divertidas, de humor negro o tierno, de invenciones que asocian lo visual a lo auditivo, que muestran los pensamientos como si se contara la historia a un niño, de clichés en la ropa, los muebles, las expresiones de las caras. 

Los personajes son entrañables. Aun si están todos al borde de lo anormal, se parecen a la gente, a nosotros y les tomamos cariño, porque nos podemos identificar, y sentimos compasión. Cada uno tienen su visión de los eventos y su relato es un nuevo evangelio, lo que en conjunto constituye el completamente nuevo testamento .escrito por el vagabundo Victor (Marco Lorenzini) ,compañero de aventuras de Ea. 

Cada uno tiene su música, que lo acompaña cual leitmotiv, desde los clásicos de Handel, Rameau o Purcell, hasta temas de circo o La Mer de Charles Trenet. 

La cuestión fundamental es la libertad, u obligación de escoger nuestra vida. Desde el momento en que la gente conoce su fecha y hora de deceso, si estas son bastante cercanas, se dedican a hacer lo que siempre han deseado hacer. Sin temor al ridículo, a las críticas, buscando simplemente su felicidad. La millonaria Martine (Catherine Deneuve) deja a su esposo indiferente para vivir un gran amor con un gorila; Jean-Claude (Didier de Neck) se dedica a seguir pájaros hasta el final del mundo; el asesino François ( François Damiens) encuentra un mujer invencible , por manca, Aurélie ( Laura Verlinden); y el pequeño niño Willy (Romain Gelin) se atreve a ser niña, y Marc (Serge Larivière) se reencuentra con la mujer de sus sueños desde la playa de las vacaciones familiares, Xenia la alemana ( Anna Tental) En resumen, todos se dedican a encontrar la felicidad.  

Pero, ¿es original?

Porque Catherine Deneuve y su gran amor con su gorila suena mucho a La bella y la Bestia, o a King Kong. (Aunque también puede verse como una ridiculización de la gente mayor que pretende amar, o de las mujeres de la tercera edad que solo se merecen a un simio). La mano que baila sola sale directamente de los hermanos Adams 

La Diosa triunfante del final es muy new age, con flores psicodélicas un poco tontas en fondo de pantalla. La toma del poder por una generosa diosa dual madre-hija, al opuesto de un dios judeo cristiano, padre único, que llevó a su hijo a la muerte, resulta un poco simplista. 

El final de su todopoderoso esposo, deportado a Uzbequistan como cualquier inmigrante centroasiático, es finalmente mucho más divertido. Alguien por fin se atrevió a castigar a este dios que nos ha hecho sufrir tanto. 

Y la estructura de la narración, una vez que Ea ya encontró su camino en la ciudad, se parece demasiado a una película de sketches. Cada vez, después de la localización del candidato a apóstol, se cuenta su historia desde el principio, en la voz off de la niña. A la tercera vez, el espectador ya se está cansando del mecanismo .A la sexta, ya se aburrió.

Uno se ríe de las bromas, una tras otra, pero la cinta en su conjunto no hace reír, ni pensar. Es un patchwork, es una montaña rusa. Pero llega un momento en que uno se quiere bajar. 

Passage à l'acte (Francis Girod, 1996) – 8.5/10

Construida como una historia de Boileau-Narcejac, la cinta sigue al personaje principal en su descubrimiento de un cliente extraño, que lo llevará a ejecutar un acto inesperado, pero revelador de su verdadera personalidad. Un suspenso angustiante, basado sólo sobre la psicología de los participantes.

Ficha IMDb

El Dr Antoine Rivière (Daniel Auteuil) pertenece al mundo muy selecto de los psicoanalistas parisinos. Es divorciado de una psicoanalista, Florence (Michèle Laroque)  quien se quedó con la custodia del niño. Sus amigos son psicoanalistas. Vive en un magnifico hôtel particulier, y maneja un Mercedes. Acaba de publicar un libro: “Lo que Freud no nos dijo”, que promete ser un éxito, lleva una relación muy física con su editora y presta una atención distraída a sus pacientes. 

Todo eso puede parecer una vida perfecta pero se producen unos bemoles: el banco no está muy satisfecho con los atrasos, que ya llevan meses, en el pago del préstamo para la casa. Rivière atiende con prepotencia los reclamos del ejecutivo, así como se niega a escuchar los consejos de sus amigos, colegas o ex esposa. 

Cuando murió el maestro y tutor de Rivière, aceptó recibir a su consulta Edouard Berg (Patrick Timsit), quien se unió a su lista de pacientes en particular Isabelle (Anne Parrillaud) y el Señor Davenne (Marc Chouppart).

Isabelle, demasiado cercana a su padre, está a punto de casarse, pero no logra convencerse de su propia decisión: su futuro esposo es muy rico, pero al mismo tiempo parece poco entusiasta, e Isabelle no siente ninguna atracción física hacia él, al mismo tiempo que lo utiliza como un medio para acabar con la insana relación paternal. Es joven, coqueta, y su actitud en el sofá psicoanalítico, así como sus palabras, no dejan dudas sobre la fuerza de la transferencia hacia su terapeuta.

EL Sr Davenne, en cambio, es un pobre maestro de latín, enfundado en una gabardina beige, aplastado por la figura materna, y convencido del desprecio de sus alumnos. Esta listo para suicidarse en cualquier momento. 

Pero Berg, él es otro cosa .Parece muy decidido. Después de unas cuantas sesiones, le suelta al doctor el fondo del asunto: su esposa está muerta, y él lo sabe muy bien porque él mismo la mató. 
¿Mitómano o asesino? Berg siembra pistas para convencer de la realidad de sus palabras. Frente a la renuencia de Rivière, no duda en hacerlas más convincentes y en usar de los parientes y prójimos del doctor: ex esposa, hijo, amigos. Los observa, se acerca demasiado. Además su físico transmite algo perverso: es impecablemente vestido, habla articulando demasiado sus oraciones, su cara redonda y su cabeza calva producen la sensación de algo resbaladizo. 

Poco a poco, el Dr Rivière será llevado a explorar las pistas, atar cabos, hasta actuar (el paso al acto del título) para, según él, solucionar el problema y deshacerse de su verdugo. Pero este le había preparado una trampa, una venganza montada con maestría desde muchos años. Para revelar al que se creía superior a todos, que era en realidad mucho menos cuerdo , y sobre todo menos ético, que sus pacientes.

El suspenso esta sumamente bien construido, el talento de Auteuil, su cara desigual , su elegancia casual, enseñan muy bien esta confianza en sí de los que creen que su acceso a las mentes ajenas les da el derecho a sentirse superiores, que el dinero excesivo de sus consultas les proporciona un sello de calidad, y, porque no, de honestidad. Que se permiten despedir un paciente al cabo de unos minutos de terapia, pensar en otra cosa mientras sufren en el sofá, y cobrar como si nada. 

Pero sobre todo, Patrick Timsit lleva el miedo y el malestar en cada expresión de su cara, en sus manos jugando con una cadena cuando cuenta las etapas de su crimen, en su traje impecable y su portafolio. Domina a todos y los usa en un plan maquiavélico para disponer las pistas, las evidencias y las armas, mientras edifica estados de ánimo que reducen a todos al papel de simples marionetas.