Una visión de pesadilla de la historia alemana, cuando Hitler y los nazis están subiendo al poder. Como toman posesión no solamente de los bienes económicos sino de las mentalidades, como aprovechan y propician las tendencias al mal anidadas en algunos personajes cuyas riquezas les interesan. Con la maestría del director italiano y unas interpretaciones aterradoras de grandes actores, en particular Helmut Berger, de una belleza y una maldad fascinantes.
Ficha IMDb
El 27 de febrero de 1933, en una ciudad de la Ruhr, la familia Von Essenbeck festeja el cumpleaños de su patriarca, el barón Joachim, dueño de las acereras más grandes del país y tal vez de Europa. Durante la cena, la familia se entera del incendio del Reichstag, y, si algunos caen en la trampa de la propaganda nazi, otros creen que fue una provocación para justificar las acciones del nuevo canciller. Aschenbach (Helmut Griem), miembro de los SS de Himmler, empuja Friedrich Bruckman (Dirk Bogarde), director de las fábricas y amante de la baronesa Sophie (Ingrid Thulin) a ponerse del lado de Hitler. Es más, le prometen poder y fortuna si asesina al barón y acusa a Herbert Thallman (Umberto Orsini ) , esposo de Elizabeth (Charlotte Rampling ) la sobrina del barón , y, sobre todo, liberal antinazi. Este debe huir.
Pero el nuevo dueño dela empresa, Baron Konstantin von Essenbeck (Reinhard Kolldehoff), no entrega a los nazis bastante acero, por lo que se organiza su liquidación, aprovechando una noche de fiesta de los SA de los cuales Konstantin es miembro fervoroso. Doble ganancia: los SS eliminan a los SA, lo que le da a Hitler campo libre para su nueva política, abandonando las apariencias socialistas del partido, y Aschenbach puede dominar más fácilmente a las acereras, guiando con mano firme a Bruckman.
Elizabeth, quien ha tratado de huir al extranjero con sus dos hijas para encontrarse con su esposo, es llevada a un campo de concentración, por la denuncia de Sophie.
Mientras tanto, Martin (Helmut Berger), hijo de Sophie y ahora heredero de la fortuna, deja rienda suelta a sus más oscuros deseos. El que presentó un número de cabaret en el cumpleaños de su abuelo, deja arrestar a su amante, seduce y viola a una niña judía, vecina de esta. Animado por Aschenbach, suelta toda su ira en contra de su madre y su amante, se alista en las fuerzas SS. En una suprema burla a su madre, y después de obligarla a tener sexo con él, organiza su boda con Bruckman, y los obliga a suicidarse.
Los nazis tienen el poder económico y político. Martín tiene el poder familiar.
Inspirada por una documentación sobre la famosa familia Krupp, la cinta hace referencia a hechos históricos reales: el incendio del Reichstag, la Noche de los Cuchillos Largos, eliminación violenta y radical de los SA por lo SS durante una noche de fiesta desenfrenada. Pero es sobre todo el análisis del uso por los nazis de los deseos profundos de cada uso de los miembros de una familia. Si la familia Von Essenbeck representa a la familia Krupp, cada uno de sus miembros se convierte en el símbolo de una actitud ante la vida. La que antes fue imagen dela fuerza indestructible del capitalismo, deja ver las fisuras, las oposiciones internas, las disensiones, llegando hasta el odio.
Los nazis, presentes en el único personaje de Aschenbach, pero cuan terrible con su mirada fría y su porte rígido, aprovechan la destrucción interna para ofrecerle a cada uno lo que más deseó: dinero, poder, ascensión social y título noble para el burgués Bruckman, posibilidad de realizar sus fantasías mas abominables para el joven Martín.
Visconti acentúa esos juegos de poder con una iluminación artificial, teatral, de naranjas, azules, verdes intensos, con planos abiertos o profundidad de campo, que dejan a los personajes como perdidos en un mundo que los rebasa, Un mundo que está dominado por fuerzas exteriores a ellos. Los que fueron los amos del mundo por su riqueza están ahora utilizados por un poder en marcha, que no quiere detenerse. Los dioses de antes están agonizando, llegaron a su crepúsculo, como lo reza el subtitulo de la cinta. En una alusión clara a Wagner, quien fue el compositor de referencia para los Nazis, por su concepción de la grandeza del imperio germánico, su fuente de inspiración en la mitología medieval, profunda y misteriosa, de bosques y antorchas , y por su relación con el superhombre de Nietzsche.
La teatralidad de la cinta se manifiesta también en el uso de ciertos temas repetitivos, como la escena de la mesa, que marca el ritmo de la toma de posesión de las acereras por los nazis. Tres escenas de cenas, con un hombre dominante a la cabeza. Primero se trata de viejo barón Joachim, quien desprecia a Hitler, pero se somete por el bien de la familia. Antes de anunciar su decisión sobre quien dirigirá la empresa, da tres golpes sobre la mesa para obtener el silencio. Doce personas a la mesa, están atendidos por un número aún mayor de sirvientes, el mantel bordado, las flores, los cubiertos rutilantes, las velas, componen un ambiente de cuento, de sueño.
La segunda etapa se desarrolla cuando Frederick Bruckmann está a la cabeza del consejo de administración. Es un tecnócrata, un administrador competente, pero sufre de su condición plebeya y desea más que todo volverse aristócrata. Antes de hablar, solo golpea la mesa dos veces, consciente de la fragilidad de su posición. Solo quedan cinco sobrevivientes en la mesa, demasiado larga después de la limpieza efectuada por los nazis.
Finalmente, Martín toma el poder. Es un auténtico Von Essenbeck, nieto de Joachim, huérfano de guerra, hijo despreciado por su madre, perverso, pederasta, y ahora accionista mayoritario. . Lleva el uniforme SS que queda maravillosamente a su belleza altiva Con él, al frente de la empresa, nunca le faltará el acero a la máquina de guerra nazi. El golpea tres veces. Es fuerte, seguro de su poder. Pero esta solo en la mesa desierta, casi en la noche.
El nazismo ha ganado el poder, porque supo alentar en cada uno sus más bajos deseos. La sexualidad esta omnipresente en la cinta, en sus aspectos más ambiguos: el travestismo de Martín, la noche homosexual de los SA, la seducción a base de regalos de una niña quien terminara ahorcándose. Es un erotismo malsano que nunca se detiene y acaba en la violación, casi consentida de la madre, quien parece aceptar la culpabilidad de su indiferencia durante la infancia de Martín. La patética ceremonia de matrimonio que oficia, llevando a su madre, la cara blanca como el yeso, como la piedra, lleva a la muerte a dos seres totalmente deshechos, sin voluntad, sin fuerza. El lirismo se mezcla al terror. El ángel Martín celebra un culto al mal, y le hace un sacrificio humano.
Visconti en esta cinta retoma temas que serán constantes en su obra: la fuerza de ciertos individuos en ciertos momentos históricos,que pueden coincidir con la marcha de la historia, como en el caso de Martín Von Essenbeck, o que están rebasados por ella, como es el caso del Príncipe Fabrizio Salina en El Gatopardo (Il gatopardo - 1963) o Luis II de Baviera (Ludwig – 1972).
Y, como estas cintas, The Damned es ineludible.
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