Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, June 19, 2016

Old Gringo (Luis Puenzo, 1989) - 7/10

Adaptada de una novela de Carlos Fuentes, la cinta logra ubicar la evolución personal de tres individuos muy diferentes, en medio de una Revolución Mexicana no demasiado gringa.

Ficha IMDb

Después de escuchar en una conferencia a un extraño escritor-periodista, capaz de publicar un extensísimo diccionario y de burlarse de sí mismo y de su público, una joven, ya no tan joven, Harriet Winslow (Jane Fonda) decide acabar con todas las mentiras impuestas en su familia. Que su madre (Anne Pitoniak) deje de simular ser una viuda para cobrar el dinero de la pensión: tiene que reconocer que su esposo la dejó por aburrida y su fue con otra. De todas formas, que no cuente ya con el apoyo y la compañía de su hija. Esta se va y la deja. 

Como a las jóvenes de esta época la vida no les ofrecía muchas oportunidades, se va de institutriz. las más valoradas en esos años eran las francesas e inglesas. Pero quedaban un poco retiradas y, para una familia mexicana del norte del país, una gringa resultaba fácil de traer.

Total, que la señorita Winslow toma su camino. Cuando llega a Chihuahua, se topa con un ambiente de pánico en la ciudad. La revolución ha empezado. Los hombres de Villa tomaron posesión de las plazas, los restaurantes. Agreden, ofenden y desafían a todos. En particular, el joven Arroyo (Jimmy Smits ) se burla de un viejo gringo, Ambrose Bierce (Gregory Peck) instalado en la región para vivir ahí el último capítulo de su vida.

Al día siguiente, Miss Harriet consigue un coche que la lleva a la hacienda, pero la familia huyo sin esperarla, la casa grande está abandonada, los villistas se instalaron alrededor, y el general Arroyo vive en un vagón, en compañía de su prostituta favorita,

El gringo viejo pasa de vez en cuando, montado sobre su caballo negro.

Al paso de los días, miss Harriet va a perder poco a poco todas las capas de su educación correcta, de sus ropas, de su lenguaje. El triángulo amoroso encuentra su estabilidad cuando la relación entre Bierce y Harriet se vuelve menos pasional, y ella reconoce en él una figura paterna, lo que le permite divulgar la mentira en la que ha crecido. Al mismo tiempo, Arroyo y los revolucionarios le enseñan una vida más espontánea y más centrada en el momento.

Pero Arroyo provoca la furia de Villa (Pedro Armendáriz Jr.) al no avanzar cuando se le había ordenado. Prefiero satisfacer sus deseos personales, en particular su venganza personal, ya que es hijo de una empleada violada por el hacendero, que nunca reconoció a su hijo, antes que servir a la revolución. Será juzgado en forma sumaria y ejecutado.

La pintura de la hacienda venida a menos, de los usos y costumbres de los revolucionarios, ropas, comida, cantos, lenguaje, se unen a una ambientación de un Mexico eterno, él de las creencias seculares, como los rituales a los muertos. 

Mas allá de un choque de costumbres, opiniones, historias personales, el encuentro de tres solitarios, decepcionados por una vida que no estuvo a la altura de sus valores, permite a cada uno, a través del enfrentamiento y del acercamiento, afirmar su personalidad profunda. Cada uno ayuda a los demás a encontrarse, reconciliarse con si mismo. Cada uno sale de su aislamiento a darse cuenta que se parecen, muy en el fondo. Encuentran juntos, es decir al mismo tiempo y al contacto mutuo, su propia verdad, una verdad humana, que rebasa las fronteras sociales, culturales o de edad. Lo que los une es la fuerza de la rebelión.

La película podía caer en el folklorismo, en el cliché de las traileras y las cananas. Pero supo, seguramente por ser inspirada por una gran novela, encontrar una voz original.

Recordemos que Luis Puenzo dirigió, años antes, un drama, muy valiente en este tiempo, sobre las consecuencias de la dictadura argentina: La historia oficial (1985), que obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera.

Sunday, June 12, 2016

Youth (Paolo Sorrentino, 2015) – 8.5 /10

La montaña mágica, con algo de 8 y medio, y mucho de Quartet : unos personajes relacionados por el arte, un poco por lazos familiares o de amistad, se encuentran en verano en un magnífico hotel spa aislado en los Alpes suizos. Sorpresas, humor, gravedad se mezclan para acabar en una aceptación de la juventud que permanece en cada uno, a veces bajo muchas capas de rechazo. 

Ficha IMDb

Todo empieza por el deseo, la voluntad, de su majestad la reina de Inglaterra de festejar el cumpleaños de su esposo con un concierto del maestro Fred Ballinger (Michael Caine).dirigiendo sus Simple Songs. Pero el enviado de la corte no logra convencer al músico ahora retirado. 

La conversación es escuchada con atención por un joven misterioso, que parece desentonar en esta casa de retiro para viejos artistas, tipo Quartet ( Dustin Hoffman – 2012). Mucho más tarde sabremos quién es este Jimmy Tree (Paul Dano). El cómplice de Ballinger es su viejo amigo de la niñez Mick Boyle (Harvey Keitel), director de teatro dedicado a la preparación de su próximo proyecto, y que se traslada con toda la tropa de cuarto en alberca o jardines para intercambiar ideas sobre personajes, y diálogos de la futura obra. 
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Una serie de escenas, que parecen sketches, muy al estilo de La grande bellezza (2013) del mismo director, y que obtuvo el óscar a mejor película extranjera, pasean a nuestro músico en su magnífico hotel y lo , nos, ponen en contacto con personajes igual de desajustados, o en situaciones irónicas.

Aquí, en el lujoso spa alpino, hay jóvenes y viejos, artistas y gente de negocios, popstars y Miss Universo (Madalina Ghenea), una cantante famosa (Paloma Faith), una obesa celebridad muy parecida a Diego Maradona (Roly Serrano),con oxígeno, gorra, lentes y asistente, y muy bueno con la pelotita de tenis. Brenda Morel (Jane Fonda), actriz diva y vieja, viene de visita. Lo único necesario aquí es dinero, y mucho, para disfrutar de sauna, masajes, albercas, jardines, cenas lujosas y espectáculo cada noche. 

Los dramas son los mismos que abajo, en la ciudad, entre la gente normal. Un equipo teatral trata de escribir un guion que será aceptado por los productores, un matrimonio no se habla, pelea y se reconcilia vigorosamente en el bosque, una joven esposa (Rachel Weisz) es abandonada. Dos viejos amigos comparan el estado de sus próstatas y tratan de recordar sus años mozos y las novias compartidas. Un joven actor busca inspiración para un gran papel, observando a los demás. 

Dos lecciones: en papeles tan difíciles como el de Hitler, es más interesante trabajar el aspecto del deseo, de la pasión que él del horror. Y la lección, vital, que sacó una niña de una película que nadie ha visto: nunca estaremos a la altura, así que, ¿para qué preocuparse? 

Todo en medio de mucho humor, de un ritmo a veces contemplativo, a veces más rápido, que frecuentemente hace pensar en improvisaciones. Con grandes actores, obviamente Harvey Keitel y Michael Caine, constantemente sorprendido. Una intervención de Jane  Fonda como diva todavía no acabada. Un extraño montanista, que lleva hacia las cimas a la esposa abandonada.

La cinta tiene momentos de gran poesía, escenas oníricas maravillosas como un sueño sobre la plaza de San Marcos en Venecia, inundada de noche, y una alucinación en pleno día a la falda de una montaña con todas las actrices del cine, juntas y deambulando en un estilo fellini. 

Los elementos tradicionales suizos están reinventados e reinterpretados según las obsesiones de los personajes: el trenecito subiendo en la pradera., las vacas tocando orquestalmente de sus campanas, el mirador que permite medir la distancia que ponemos entre nosotros y nuestro futuro o nuestro pasado.

Las montañas y los campos de flores celebran la belleza pacifica de una región muy olvidada por el cine. Los clientes del hotel desfilan para sus actividades diarias. Los vestidores, saunas y albercas se pueblan de bellezas desnudas, enmarcadas en medias sombras misteriosas. 

La sofisticación de las imágenes proviene de un gran cuidado al momento de colocar la cámara: al ras del agua, permite ver al mismo tiempo dos versiones del mismo cuero, lo que se ve, y lo que el agua deforma. ¿Apariencia y realidad? ¿o dos apariencias igualmente falsas? Es la vida de los actores, de los artistas. Es la trampa de la fama que no siempre pone atención en los aspectos que lo merecen. O del dinero que llega por un trabajo poco artístico.

Es también la doble posibilidad de ver la vida cuando uno llega a una edad razonable: ¿ver hacia adelante, hacia atrás, disfrutar de los recuerdos o extrañar lo perdido? 

Y, si el monje budista logra finalmente levitar, la hija del artista acepta confiar en los aires en su nuevo amor, y si el compositor logra visitar a su esposa, enfrentar su realidad y acepar con lágrimas la hermosura de sus composiciones cantadas por otra, entonces, es cierto, la juventud permanece. 
Es también la doble posibilidad de ver la vida cuando uno llega a una edad razonable: ¿ver hacia adelante, hacia atrás, disfrutar de los recuerdos o extrañar lo perdido? 

Plein soleil (René Clément, 1960) - 6/10

Adaptación famosa de una famosa novela de la famosa autora Patricia Highsmith, esta cinta marca el principio de la gran carrera de Alain Delon. Tiene fama de ser extraordinaria, pero en realidad, después de leer la magistral novela El talentoso Señor Ripley, hay que reconocer que decepciona. Porque la belleza, ciertamente extraordinaria, del joven actor, no basta.

Ficha IMDb

Roma, años 60, dos jóvenes seductores escriben sus tarjetas postales sobre la mesita de un café. intercambian bromas hasta que llega un amigo, acompañado de dos lindas jóvenes. Los guionistas encontraron esta astuta solución para resolver los problemas de la presentación sus personajes y de la intriga. En menos de cinco minutos, sabemos casi todo: Tom Ripley (Alain Delon) ha sido enviado por el padre de Philippe  Greenleaf  (Maurice Ronet) para convencer a este de volver a su ciudad natal, San Francisco para atender el negocio familiar. El joven Philippe se dedica, desde ya varios meses, a gastar el dinero que le manda papa. Tom pretende ser un amigo dela infancia de Philippe, lo que este no recuerda. El amigo gringo, Freddie  Miles (Billy Kearns) no es muy entusiasta de Tom, sentimiento que es recíproco. Un detalle: una de las amigas de Freddie es nada menos que Romy Schneider, quien fuera compañera de Alain Delon durante años.

Los dos amigos y cómplices siguen disfrutando de su libertad romana, lejos de Marge Duval (Marie Laforet) novia de Philippe. Parecen llevarse muy bien, para emborracharse y burlarse de todo mundo, desde un ciego hasta una joven seducida por la doble belleza de los extranjeros. Cuando se le caen sus aretes en el carruaje, una toma cercana nos muestra la mano de Tom recogiéndolos. Primera acción del joven a escondidas de su compañero con quien parecía ser tan parecido.

El regreso a Mongibello y a Marge acaba de precisar las relaciones: Marge y Philippe son novios y Marge resiente la intrusión de Tom. Un paseo en el bote, pequeño pero lujoso, de Philippe, precisa aún más: Philippe desprecia profundamente a Tom, de orígenes más humildes y motivado por el dinero que le pagan por su misión. El joven rico está decidido a humillar al joven pobre hasta donde sea posible. 

Así que, después de dejar a Marge en Mongibello, bastante enojada porque su novio tiró al mar el manuscrito de su libro sobre Fra Angélico, los dos jóvenes, solos a bordo, se enfrentan en un juego de cartas que terminará en crimen.

A partir de ese momento, Tom asumirá la identidad de Philippe, usará su nombre, su cuenta bancaria, su ropa, tomará su voz y sus maneras. Hasta la reaparición de Freddie, sorprendido que Philippe no haya acudido a su invitación en Taormina. Única solución para Tom: matarlo.

La solución final que encuentra Clément es simplemente que Tom vuelva a Mongibello , seduzca a Marge, después de redactar un testamento de Philippe que le da toda su fortuna a la joven. Hasta que el barco, sacado del agua a la demanda del padre de Philippe , saque a flote el cadáver. 

La historia en si puede parecer interesante, con algo de suspenso. Pero se siente mucho tiempo perdido en escenas sin interés: la organización de Tom en el barco para deshacerse del cadáver, la imitación de la firma de Philippe y la falsificación de su pasaporte, con todo y proyección y pantógrafo, y finalmente, el transporte del cadáver, muy pesado, de Freddie desde el departamento d Philippe-Tom hasta la vía Apia. 

Sobran también los paseos de Tom en las calles, primero en un mercado de pescados, después en una procesión de Pascuas. No tienen ninguna relevancia, ni dramática, ni simbólica, con la historia o con el personaje. Suena a relleno porque lo que se quedó de la intriga inventada por Patricia Highsmith no era suficiente para llenar una película completa. Tal vez por eso inventaron a una Madame Popova (Elvire Popesco) y su compañía de danza, que no tiene ninguna pertinencia en la historia, fuera de una pequeña escena de medio suspenso y escondidillas en el lobby y las cabinas telefónicas de un hotel en Roma. 

Entonces, porque no usar la riqueza de la novela: el personaje de Tom Ripley es muy hábilmente presentado por su autora: un pobre tipo, que tuvo una niñez de desamor, de críticas. Un joven brillante que vive de expedientes y pequeños fraudes. Un hombre que no sabe si está atraído por los hombres o las mujeres, y prefiere no decidirse por ninguno de los dos. La misión encargada por el Sr Greenleaf Senior es una oportunidad para ganar dinero, para mezclarse con el mundo de la vida fácil. Poco a poco Tom se va instalando una elación de envidia, de posesión, de imitación enfermiza.

Después del crimen, Tom se vuelve Dickie (nombre en la novela), organiza todo con precisión, manipula su apariencia, su voz, jugando un papel doble. Juega con Marge, con los padres de Dickie. El Tom de Patricia Highsmith es un genio de la disimulación, de la actuación, Es un maestro de la seducción, la mentira, Pero la escritura totalmente en focalización interna, nos hace pasar por sus dudas, sus miedos, al mismo tiempo que sus triunfos y sus placeres.

Tom de Patricia Highsmith sale victorioso de todas las trampas, que los demás ni siquiera sabían que eran trampas. Después de Nápoles, París, Roma, Palermo, Venecia, llega triunfante a Atenas, donde se hospeda en el hotel más lujoso, antes de cobrar la herencia de Dickie. Tom tiene vida para largo, para cuatro novelas más, escritas por el extraordinario talento de Patricia Highsmith.

Pero es cierto que Alain Delon es de lo más disfrutable, al menos como chico guapo, porque no se puede decir que el director le haya sacado mucho talento actoral.