Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, July 31, 2020

The Old Guard (Gina Prince-Bythewood, 2020) - 8/10

Un grupo de muy viejos amigos, aunque no lo parezcan, se dedica a solucionar discretamente algunos problemas, a través de los siglos. La historia, adaptada de un comic de Greg Rucka y Leandro Fernandéz de 2017, está muy sencilla, los caracteres poco profundos, pero es un momento de diversión agradable, con unas peleas muy bien coreografiadas.

 

Ficha IMDb

 

La historia es muy sencilla . Andrómaca de Escitia, Andy (Charlize Theron)  es la jefe de un pequeño grupo de guerreros invulnerables porque son casi inmortales. Ella misma proviene de la antigüedad. Otros se han unido al grupo más tarde, como Booker (Matthias Schoenaerts) un poco alcohólico, Joe (Marwan Kenzari), muy romántico,  y Nicky (Luca Marinelli), muy zen. Juntos han rescatado, a lo largo de los siglos, a gente que siguió, y sus descendientes después de ellos , ayudando a otros. Así se fue propagando la misión de la Vieja Guardia.

 

La inmortalidad viene con una capacidad excepcional de recuperación : sus heridas sanan extremadamente rápido. Esta capacidad interesa un laboratorio farmacéutico quien está trabajando en una nueva molécula.

 

En el momento en que James Copley (Chiwetel Ejiofor), ex agente de la CIA, mandado para atraer a Artemisia y sus hombres en el falso rescate de un grupo de niños en Sudan, una joven infante de marina, Nile Freeman (Kiki Layne) de servicio en Afganistán es severamente herida en un operativo. Sin embargo, vuelve a la vida después de tener la garganta prácticamente cortada. Todos alrededor están sorprendidos : ¡Es una resurrección! Un sueño le da a conocer la existencia del grupo mientras ellos están alertados de su situación. Andy la salva antes de que los militares la secuestren para hacerle pruebas.

 

Toda la historia que sigue trata cómo el equipo inmortal logrará escapar del malo, en este caso el director del laboratorio farmacéutico Steven Merrick (Harry Melling), muy interesado en los secretos de su capacidad de regeneración ya que su código genético podría servir para una millonaria patente.

 

En una forma muy clásica y habitual de los comics, se trata de una historia de buenos contra malos, de buenos con súper poderes y buenas intenciones, contra malos con muchos medios económicos, grandes cerebros científicos y una gran codicia.

 

Como toda película de este genero, algunos momentos de confidencias dejan entrever dolorosas experiencias pasadas, abandonos y muertes. Todos están perseguidos por el recuerdo de Quynh (Van Veronica Ngo), una de las primeras acompañantes y amigas de Andy, quien fue capturada, encerrada en una virgen de hierro, ataúd vertical que servía de tortura en la Edad Media, y lanzada al mar. Ahí se esta ahogando desde hace 500 años, viviendo eternamente su propia no-muerte. También saben que no son en realidad totalmente inmortales ya que su capacidad de curación puede desaparecer en cualquier momento.  En el centro está siempre la cuestión de la confianza. La soledad profunda del súper héroe y sus culpas se pueden mitigar sólo en compañía de sus semejantes. El acercamiento a los seres humanos normales puede ser solamente fuente de engaño o traición.

 

La cinta le permite a Charlize Theron mostrar su faceta de mujer fuerte, física y psicológicamente, tal y como lo hizo en Mad Max : Fury Road (George Miller - 2015) .Es una suerte de comandante que tiene además aspectos de hermana mayor y que enfrenta en un momento dado el debilitamiento de sus capacidades. Es una heroína ya cansada, porque la inmortalidad le ha dado tiempo para madurar.

 

Las escenas de peleas están muy bien hechas, muy limpias, con los movimientos de cámara necesarios para entender quién hace qué, pero nunca caen en los excesos de duración o de violencia. Pelear, matar, puede ser necesario para salvar más vidas, pero nunca es un placer. Tampoco son el pretexto para regocijarse con la apariencia sexy de las guerreras. Se va directo a su eficacia, su agilidad, a la calidad de su entrenamiento.

 

Claro, la cinta no escapa a lo políticamente correcto : la infante de marina gringa es negra, hay una pareja gay, compuesta por musulmán y un cristiano que se conocieron durante las cruzadas. De hecho, la declaración de amor de Joe por Nicky es de una belleza atemporal .

 

Tal vez por primera vez en la historia de las películas de súper héroes, casi todo el equipo esta integrado por mujeres : aparte de los dos personajes principales, de la directora y la productora, los departamentos de edición supervisan musical, efectos visuales, diseño de vestuario estuvieron bajo la responsabilidad de mujeres.

 

Si la cinta no está a la altura de otras películas de acción más eficientes, presenta varias características novedosas que la hacen merecedora de atención.

Saturday, July 25, 2020

La dénonciation (Jacques Doniol-Valcroze , 1962) - 9.5 /10

Una película olvidada de la Nouvelle vague, entre cinta policiaca, película noir y retrato psicológico de un hombre perseguido por sus propios fantasmas de la guerra. con una fotografía muy cuidadosa en blanco y negro, un ritmo pausado que se vuelve angustiante, una dirección sobria y un equipo de excelentes actores .

Ficha IMDb

Por un sweater olvidado,  Michel Jussieu (Maurice Ronet) se ve envuelto en una misteriosa historia de crimen. Tuvo la desgracia de encontrarse en el lugar incorrecto y en el momento incorrecto. No tiene nada que ver que la víctima, los asesinos ni con el motivo. Pero vio y escuchó algo. La situación lo pone de repente en contacto con un pasado que lo angustia, con una culpabilidad que nunca lo abandonó a pesar de encontrarse del lado de los buenos, más aún, de los que ganaron.

Una tarde, a las siete en punto, Michel entra en un bar con el propósito de recoger el sweater que olvidó la noche anterior. El lugar está completamente oscuro, tropieza con un cuerpo. En la luz deslumbrante de la puerta que se abre en el fondo, ve una silueta femenina que habla con un hombre. En este momento, lo golpean en la cabeza. Al despertarse, ha olvidado lo que vio y oyó.

El policía austero que lo interroga, el comisario Malterer (Sacha Pitoëff) tiene todo para impresionar : su seguridad, todas las informaciones que tiene sobre la víctima, un tal Yvain, y sus actividades por lo menos desagradables, los lazos y antecedentes políticos de todos. Jussieu intuye que el policía sabe mucho más que él y la presencia permanente del meticuloso asistente, el inspector Mercier (Michel Lonsdale) igualmente eficiente y frio, lo pone en situación de inferioridad. Pero lo peor para él es el recuerdo que de repente se avivó, de lo que pasó 15 años antes. En tiempos de la ocupación alemana,  fue resistente. Lo arrestaron y torturaron en la sede de la Gestapo de la avenida Victor Hugo.  Jussieu acabó denunciando a sus camaradas. El traductor, Loineau (Jean-Claude Darnal) que ayudó al general alemán era muy joven. Las ultimas palabras del oficial Von Henkel ( Léon Alkenbaum) fueron a la vez trágicas y cínicas : los amigos ya habían sido arrestados y la delación de Jussieu era innecesaria . Fue sólo para degradarlo como ser humano. Días después, durante un traslado, pudo escapar y se encontró en medio de la liberación de Paris. Todo volvió a la normalidad. Los colaboradores fueron juzgados, los resistentes eran héroes. Se supo quien fue el delator que permitió el arresto de los camaradas del grupo, fue juzgado y ejecutado. Michel podía sentirse liberado de su culpabilidad.

Pero, a pesar de su carrera exitosa como productor de cine, de su matrimonio feliz con Elsa (Françoise Brion), hija de un ministro, de su vida familiar equilibrada, de su hija lista y adorable, de la amistad que perduró con su mentor de la Resistencia, Pierre Malet (Raymond Gérôme) ahora director de una famosa galería de arte,  Michel Jussieu vive con el peso de su pasado. Cuando fue llamado como testigo por el joven traductor en su juicio por colaboración, le costó seguir el consejo de Malet y mantenerse al margen.

Ahora, va a pasar sus días haciendo su propia investigación policiaca para tratar de entender quiénes son los responsables de la muerte de Yvain y por qué. ¿Cuál fue el papel del guarda espaldas Eddy Soulinas (Jacques Santi) y de su novia Eléonore Germain ( Nicole Berger) presentadora en el cabaret, utilizada para presionar al testigo involuntario? ¿Cuál fue el motivo político? ¿0 económico? Al descubrir poco a poco la verdad, entiende que todos son gente despreciable y que merecen que los denuncie.

Simon Moretti (Marc Eyraud)  realizador de una película , intelectual, sombría, hipnótica, al estilo de Marguerite Duras o de Jean Cocteau, le da sin saberlo la clave definitiva. Jussieu tiene por fin la oportunidad de limpiar su culpa.

 Pero las fuerzas políticas avanzan ciegamente. El final, justo cuando Jussieu había alcanzado una cierta paz, es una respuesta trágica que parece ordenada por la absurdidad humana.

Toda la narración está impregnada por el ambiente particular de los años posguerra cuando las sospechas seguían en el aire : ¿Quién colaboró? ¿Quién resistió? ¿Quién fue resistente de la ultima hora, sólo para aprovechar que el viento cambió? En los años sesenta, Francia estaba tratando de darse la oportunidad de un nuevo comienzo, regalándose una nueva constitución, una nueva república, la quinta, liderada por el general de Gaulle. Es cuando empezaban los movimientos de independencia en África viniendo precisamente a amenazar este frágil equilibrio nuevo con las intervenciones armadas de la OAS.

Jacques Doniol-Valcroze fue en 1951 uno de los fundadores de los Cahiers du cinéma, biblia de la Nouvelle Vague pero realizó pocas películas. En La dénonciation muestra grandes cualidades de dirección y un talento para usar de la fotografía, los encuadres y la música para construir un ambiente muy particular .

La cinta gana poco a poco en intensidad, acompañada por la voz en off de Laurent Terzieff, quien explica con sensibilidad las etapas en el sufrimiento de Jussieu. De la misma forma que el hombre del grupo de extrema derecha se va acercando peligrosamente a Elsa, sin miedo a ser reconocido, la angustia se encierra sobre el que trata de ser un hombre honesto, un alma buena en el sentido de Brecht, un hombre con principios. Veinte años antes, Michel ha fallado a un ideal humanista y, aunque su decisión no haya en realidad tenido consecuencias, el sabe que actuó mal.

Se instala y se vuelve poco a poco obsesivo un juego de gato y ratón entre el comisario Malterer y Jussieu, cada uno ignorando qué sabe realmente el otro, y en qué medida sabe que el otro sabe: Jussieu no puede dejar de ir a ver al comisario, de hablar con él, de justificarse frente a él, repitiendo su situación frente al oficial alemán. Malterer, como Von Henkel, está ayudado por un eficiente asistente : al traductor de antes, Loineau, hace eco el policía de hoy, Mercier.

La música de Georges Delerue, acostumbrado ilustrador sonoro de tantas películas delos años sesenta, sabe ser de suspenso como apoyo a la intriga policiaca, clásica para la profundidad psicológica, y jazz para el ambiente noir.

Maurice Ronet era entonces el seductor de moda, ya muy famoso. Pero supo escoger películas difíciles donde su voz grave contrarrestaba su expresión amable que podía en un instante cambiar a severa. Memorable sería su interpretación del Fuego fatuo de Drieu La Rochelle, (Le Feu follet , Louis Malle – 1966) ; pero ya había demostrado su talento con su interpretación del asesino perfecto de Ascenseur pour l’échafaud (Louis Malle - 1958 ) y su poder de seducción casi equivalente al de Alain Delon , como se comprobó en Plein Soleil (René Clément - 1960), historia psicológicamente perturbadora de una rivalidad masculina al mismo tiempo que intriga policiaca, inventada por Patricia Highsmith.

La dénonciation ganó una Concha de Plata al mejor director en el festival de San Sebastián en 1962. Después, desapareció de las pantallas y de las memorias. Es una lástima porque es una pequeña obra de arte.

Friday, July 10, 2020

The Coldest Game (Lukasz Kosmicki , 2019) – 8/10

En la sombría historie la Guerra Fría, un episodio de juego. Pero las partidas de ajedrez significan mucho más ya que disimulan un juego de espías, en el contexto del clímax de la crisis : Cuba y las ojivas rusas. Un genio matemático y ajedrecista, pero alcohólico será el vehículo de extraños intercambios .

Ficha IMDb

En 1962, el odio entre los dos bloques se ha intensificado. El mundo esta dividido. Hay que escoger su lado : pro-capitalismo y Estados Unidos, o pro-socialismo y Unión Soviética. La pelea se extiende a todos los campos : ideología, economía, conquista del espacio, armamento, hasta el ajedrez. las embajadas son nidos de espías. Pero estos circulan en todas partes, algunos complican más la confianza al ser dobles, o hasta triples.

Cuba es un espacio clave : cercano a la Unión soviética en cuestión ideológica, está demasiado cercano a Estados Unidos en cuestión geográfica. La amenaza está al alcance de la vista. Cuando se corre el rumor que la URSS va a utilizar a la isla como base de almacenamiento y posible lanzamiento de sus misiles nucleares, Kennedy y su equipo empiezan a temblar. Necesitan saber si el rumor es fundado, si los misiles están realmente listos.

En ese contexto sigue el enfrentamiento pacifico de los ajedrecistas. Tradición cultural muy arraigada en los países del este, el ajedrez tiene desde años sus mejores jugadores en la Unión Soviética. El enfrentamiento en el tablero es la metáfora del enfrentamiento en la Guerra Fría. Lo que se justifica aun más sabiendo que el ajedrez es, antes que todo, un juego de estrategia.

La final oponiendo al campeón (en el sentido medieval) americano al campeón soviético Gavrylov (Evgenyi Sidikhin) va a tener lugar en los próximos días en Varsovia, en terreno casi neutral. Polonia no es la Unión soviético, pero es un estado del Pacto de Varsovia, está detrás de la cortina de hierro. Es un país aliado del gran hermano soviético, es decir un amigo obediente.

El plan gringo esta bien organizado: su campeón, Konigsberg, además de defender el honor ajedrecista, recibirá de un espía los planos de los cohetes. Pero el campeón muere, probablemente envenenado por los soviéticos, y la urgencia de los tiempos obliga a encontrarle un sustituto. Será Joshua Mansky (Bill Pullman) , matemático genial y borracho quien ocupará su lugar, muy a pesar suyo, acompañado por los agentes especiales Stone (Lotte Verbeek ) y White (James Bloor) , todos bajo los ordenes de Novak (Corey Johnson), alto mando en la CIA.

El torneo, en cinco partidas, se desarrolla casi normalmente, con algunas trampas del lado soviético como poner a un hipnotizador entre el publico para desconcentrar a Mansky. Las borracheras de este mantienen un cierto suspenso: nunca se sabe si será capaz de llegar a tiempo el escenario. Hasta el momento de la transmisión del microfilm , cuando demasiadas personas se encuentran al mismo tiempo en el mismo lugar y algunos resultan asesinados. Un breve momento de duda sobre quién es el espía confiable, quién es el falso espía, quién trabaja para quién. Pero todo se aclarará muy rápidamente. Cada uno vuelve a su país, a su vida, a sus botellas o a sus misiles. La crisis pasó. Fue mucho miedo, pero no pasó a mayores. ¡Ouf!

Porque lo importante en la cinta no es la historia que cuenta, sino cómo la cuenta. Todo empieza en una suerte de apuesta intelectual y estratégica : ¿y si URSS tuviera la intención de bombardearnos? ¿Y si los misiles estuvieran ya listos? Vamos a asumir que la respuesta es : si , y vamos a prepararnos para tal situación. Pero, mientras, vamos a verificar. Para eso necesitamos los planos, para obtener los planos necesitamos al oficial soviético que traicione a su país, y al mensajero que los traiga.

Esto provoca una construcción paralela : por un lado, la historia del héroe a pesar suyo , el ajedrecista que viaja al lado enemigo para jugar su batalla simbólica ; por el otro lado la preparación de la batalla real en el terreno. Imágenes de archivos de aviones, de bombardeos, de solados preparándose. Y, otra imagen en cierta forma simbólica, la representación en un mapa del espacio bélico, con sus barquitos de madera , sus aviones desplazados por un bastón que manipula una mano invisible.

Son tiempos de miedo : el altísimo edificio del Palacio de Ciencia y Cultura se vuelve un personaje. Su arquitectura típicamente socialista impone la presencia del hermano mayor. Fue Stalin quien regaló el edificio a Varsovia. Casi siempre se le ve en contrapicado : es imponente, pesado, es gris, es austero, de pura piedra. Es una amenaza permanente. El interior es lugar de una pelea de poder. Los polacos tienen que obedecer al poder soviético quien se hace presente en la persona del inflexible general de contra inteligencia Krutov (Alksey Serebryakov). Algunos aparenten jovialidad como el maestro de ceremonias del torneo (Wojciech Mecwaldowski). Pero todos tienen miedo. Saben que ojos los observan, que micrófonos los escuchan. Son rehenes de un poder superior.
Se organizan fiestas lujosas, con música, cocteles, canapés y vestidos glamorosos. Y cada uno trata de sacar su ventaja de las situaciones : tomar una copa más, esconder una botella, escapar un momento, imponer sus voluntades, mostrarse durante un instante .

Son tiempos de miedo y de ruina para Polonia. Quince años después, el gran hermano ruso no ha podido o no ha querido, borrar los estragos de una guerra devastadora. Polonia , país generoso y hospitalario, ya no tiene nada que ofrecer a sus huéspedes. En el edificio-prisión donde nadie puede actuar o hablar espontáneamente, sólo un hombre, Alfred Slega ( Robert Wieckiewicz) , director del Palacio de Ciencia y Cultura, suerte de payaso orgullosos de ser polaco, trata de enseñar a su visitante lo que es realmente Varsovia, lo guía en un paseo nocturno expresionista, le cuenta su guerra, le presenta sus amigos, se emborracha con él.  Varsovia tiene una vida subterránea. Los soviéticos no han podido invadir todos los espacios, todas las mentalidades. Este viaje a un mundo perdido, al cual se llega por los sótanos y las alcantarillas, es también simbólico, como el ajedrez o los mapas de batalla. Es el símbolo de lo indesarraigable de un pueblo a pesar de las ideologías que le quieran imponer, es el símbolo de la fraternidad que puede existir entre seres de buena voluntad.

Mas allá de los clichés : el ruso temible, la espía seductora pero falsa, el genio alcohólico, el hombre bueno que acaba muerto y de los juegos obvios de simbolismos, la cinta logra imponer un ambiente y un estilo que justifican plenamente el titulo. La Guerra Fría obligó a vivir y actuar en un mundo frío, oscuro, digno de Kafka y de John Le Carré .

Friday, July 3, 2020

Victoria and Abdul (Stephen Frears , 2017 ) -7.5/10

Cuando una dama vieja y gorda toma de capricho a un joven extranjero, es un escándalo ridículo. Cuando la dama en cuestión es la reina mas potente del mundo, se vuelve épico. Un nuevo relato de relación peligrosa por Stephen Frears , con la actuación inspirada de Judi Dench

Ficha IMDb

Victoria (Judi Dench), soberana del Reino Unido, de Gran Bretaña e Irlanda,  reina de Canadá y Australia, emperatriz de las Indias es vieja, gorda y aburrida. Vive dormitando a lo largo de su agenda cargadísima de reuniones, cenas, tés, con gente importante, famosa y elegante. Y se aburre. Lo único que la saca de su letargia son los postres.

Al otro lado del mundo, en Agra, el joven Abdul Karim (Ali Fazal) trabaja con secretario en la prisión. Es el encargado de los artesanos que producen magníficos tapetes anudados. Ya se han mandado algunos de estos a Londres, que tuvieron la suerte de gustarle a algún ministro. Para ganar un poco mas de atención, el gobernador decide mandarle a su soberana un mohúr una moneda de oro a su efigie. Para agregarle un poco de exotismo al regalo, lo presentarán a su majestad dos hindúes. Abdul tiene la suerte de que lo escojan, junto con Mohamed Buksh (Adeel Akhtar) quien no cumple con el requisito de altura, pero sustituye a un compañero que se cayo de un elefante.

Una vez en Londres, se les prepara con mucho cuidado, en sus modales, actitudes, traje un poco fantasioso, con la suprema instrucción de nunca levantar la cabeza, y, sobre todo, nunca mirar a los ojos. Pero Abdul mira a la reina, le sonríe, le besa el zapato como si fuera una diosa. Es un electroshock para la vieja dama. A partir de ese momento , Abdul se vuelve su acompañante, su consejero, su juguete. Le pide que le enseñe su idioma, aunque no sabe bien cuál es : hindú, urdu, indostaní… Decide constituir un Durbar Hall en un anexo de Osborne House , su casa en la isla de Wight, como los príncipes mongoles .

Como Abdul sabe muy bien aprovechar su simpatía natural, pretende que su padre era un maestro munshi , y que ser rebajado a nivel de sirviente es una humillación : Victoria lo nombra su propio munshi. La noticia de que el encantador joven tiene esposa e hijos la desestabiliza un instante, pero mantiene su capricho al mandarlo de vuelta a su país para que traiga a la señora. Vuelve vestido con más lujo que nunca, acompañado con esposa y suegra, disimuladas por completo bajo sus burkas negras.

El primer ministro Robert Talbot Gascoyne Cecil, Lord Salisbury (Michael Gambon) no sabe a que santo recomendarse frente a las decisiones tomadas con el consejo de Abdul; el Príncipe de Gales, Bertie (Eddie Izzard ) futuro Eduardo VII , un pobre incapaz, se siente celoso ante el amor maternal manifestado hacia Abdul; las damas de la Casa Real se sienten humilladas por las representaciones de la historia india en las cuales deben actuar disfrazadas; el secretario personal de la reina, Sir Henry Ponsonby (Tim Pigott-Smith) ) se siente reemplazado en su propio empleo; al doctor Reid (Paul Higgins) le choca terner que cuiar de la salud reproductiva de la pareja hindú. 

Cuando Victoria anuncia su decisión de ennoblecer a Abdul, es la gota que derrama el vaso. Los miembros de la Casa Real amenazan con renunciar, pero la reina no cede. Porque Victoria, muy consciente de su situación de vieja, gorda, malhumorada, sabe que ella es la única reina, la que tiene el poder y el derecho de hacer lo que quiere. Esa relación durará catorce años.

En un entorno muy cuidado, de cuartos, palacios, jardines, con una fidelidad extrema a las imágenes que tenemos de la reina vieja, Stephen Frears hace una reconstrucción perfecta de una vida de protocolos y reglas, de distinción, reserva y disciplina. El centro de su obra es ella, la reina, la emperatriz, la que impone su personalidad y su mano de hierro, a la mitad del orbe, al punto de generar un adjetivo que resume todo un estilo de vestimenta, de comportamientos, de moralidad cerrada e intolerante casi puritana.  

Pero el director nos enseña una mujer, una dama solitaria, triste después de perder, treinta años antes, al esposo que tanto amó, Albert, y al sirviente tal vez amante John Brown . Se aburre en su vida de protocolos y encajes. Su único placer son los dulces. Abdul viene a ser un dulce viviente, un consuelo. El la hace reír, la hace soñar,  gozar de la vida, como este magnifico día de campo lluvioso y ventoso en las montañas, como el baile escocés o el canto de Puccini ( Simon Callow) en Florencia. Abdul le devuelve las ganas de vivir. Poco importa si no es totalmente sincero, si utiliza su exotismo para imponerse sutilmente pero firmemente.

Es amistad, maternidad, protección, complicidad. Nada perverso. Sólo el ultimo aliento de interés hacia alguien más, sobre todo alguien que se interesa en ella como persona, al mismo tiempo que la respeta como soberana.

La cinta utiliza los métodos del drama, del sentimentalismo. La critica a la nobleza y sus rituales, al sentimiento de superioridad del colonizador hacia el colonizado, del blanco hacia el hombre moreno, del cristiano anglicano hacia el hindú, o musulmán o lo que no se sabe exactamente que es Abdul, esta critica es muy leve, para nunca pesar en el propósito sentimental de la cinta. Sólo el compañero de Abdul, Mohamed,  pronuncia palabras severas hacia el régimen de explotación ingles, que “explota a la cuarta parte del genero humano” . Pero su personaje ha sido desde el principio desvalorizado al presentarlo como el que no debía estar ahí, el bajito de estatura y siempre de mal humor, un personaje negativo.

Lo más notable de la cinta es sin duda Judi Dench. Ya sabíamos que tiene en si misma, aparte de cualquier papel, una dignidad por no decir una majestad que provoca admiración y respeto. El papel era para ella, de la misma forma que fue Elizabeth I en Shakespeare in Love (John Madden – 1998). Su carita redonda perdida en los encajes, los listos, sus chales, tocados, sus mantillas y su pelo gris, hacen de ella la viviente aparición de Victoria. Su silueta bajita y enorme, siempre negra, su bastón, su silla de ruedas, son las reproducciones exactas de las fotografías. Pero su fuerza, su inteligencia traslucen : es realmente soberana. Recupera una mirada de niña en admiración por su compañero alto que se inclina hacia ella.

No se puede esperar de la cinta ninguna enseñanza histórica o social. De hecho, el retrato del Príncipe heredero es una caricatura de un hombre que se distinguió por su respeto hacia las poblaciones de la India. El relato es meramente una anécdota, un pedazo de vida intima. Podría ser invención, después de todo. Pero se sabe que el tal Abdul sí existió: existe su retrato pintado por Heinrich von Angeli, a solicitud de la reina, Victoria lo menciona en sus diarios y se encontró el diario del propio Abdul. En base a esos documentos Shrabani Basu escribió el libro The True Story of the Queen’s Closest Confidant, publicado en 2010 que tomó Frears como punto de partida, transformando un ser ambicioso y arrogante, que manipuló a la reina a favor de los musulmanes en contra de los hindúes, en un príncipe romántico.

Es, antes que todo, una demostración del talento de Frears para contar historias de amores extraños en marcos lujosos, como Relaciones peligrosas (1988) o Chéri (2009), y del inmenso talento actoral de la gran dama inglesa que es Judi Dench.