Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, February 28, 2016

La rafle ( Roselyne Bosch, 2010) – 5.5/10

Película exitosa, hecha con la colaboración de Serge Klarsfeld, a iniciativa del exitoso productor Ilan Goldman, originario de este grupo de judíos del barrio de Montmartre, cuya historia cuanta, y dirigida por la esposa del productor. Relata un episodio muy sombrío de la segunda guerra mundial, muestra de la colaboración atenta del gobierno de la Francia ocupada con su ocupante alemán.

Ficha IMDb

El 16 de Julio de 1942, 4000 policías franceses van de casa en casa a sacar familias enteras (incluyendo mujeres, ancianos y niños), en total 13 000 personas,  los llevan en los autobús verdes parisinos hasta el Velódromo de Invierno, llamado familiarmente Vel’ d’Hiv’, situado en una callecita atrás de la Torre Eiffel. Ahí quedarán durante cinco días en condiciones de higiene espantosas, antes de ser dirigidos los solteros o parejas sin hijos a Drancy, y de ahí a Auschwitz, las familias a los campos de transito del Loiret, unos cien kilómetros al sur de Paris. De ahí, después de separar a los niños más chicos de sus madres, y ellas de los hombres, todos irán a acabar en los campos de concentración de Polonia. 

La cinta empieza con los juegos de unos niños en su barrio de Montmartre. Los que llevan la estrella amarilla en el pecho no pueden entrar a los parques públicos, no pueden subirse a los carruseles, pero encuentran forma de divertirse. En la escuela, al institutor  Monsieur Jouyeux (François Bureloup)no le importa el insignia infamante. En la calle, es otra cosa, porque la panadera (Catherine Hosmalin) los desprecia en voz alta, pero el anticuario los anima. En el edificio se hace más clara la situación: los padres, todos muy trabajadores y serios, no hablan muy bien el francés, las madres menos. Porque no son franceses de raíces. Son familias recién llegadas de Europa central: húngaros, polacos, rusos… 

La cinta sigue en paralelo las vivencias de las víctimas y las negociaciones que llevaron a las decisiones. Por un lado, la familia  Weismann,  el padre Shmuel Weisman (Gad Elmaleh), su esposa  Sura ( Raphaëlle Agogué ), su hija Rachel (Rebecca Marder),  y su hijo Joseph (Hugo Leverdez ). Los vecinos, los Zygler, los Traube  los amigos. En particular el pequeño Noe, Nono de cariño ( Mathieu y Romain Di Concetto), hermanito de su mejor amigo Simon Zygler ( Olivier Cywie).

Del lado de las vcitimas están ,a  partir de la llegada al Vel’ d’Hiv’, el medico judío, el Docteur David Scheinbaum (Jean Reno) , encargado de un precario puesto de auxilios, se vuelve figura preponderante con su ayudante la enfermera protestante Annette Monod (Mélanie Laurent) . 

Por otro lado, los políticos en Francia y en Alemania. Pétain  ( Roland Copé)  y Laval (Jean –Michel Noirey) negocian con los altos mandos alemanes. René Bousquet ( Frédéric Moulin) , director de la policía francesa, organiza los detalles: fecha (originalmente prevista para el 14 de Julio, pero se pensó el día de la fiesta nacional tal vez no era políticamente la mejor opción), listas, direcciones, inclusión de los niños a pesar del rechazo alemán. Hitler ( Udo Schenk) discurre en el radio, escucha los planes de Himmler (Thomas Darchinger)  en su casa de Berchtesgaden, en compañía de Eva Braun (Franziska Schubert).  

Es difícil criticar esta cinta porque tiene buenas intenciones, porque es un deber moral e histórico relatar este evento abominable, tratar de explicarlo, y sobre todo sentir el dolor, la miseria, el abandono que sufrieron las víctimas. Las nuevas generaciones deben saber y, ahora que los testigos de la guerra se han muerto casi todos, y no se pueden oír relatos, el relevo debe ser tomado por los libros, las películas, y los libros de historia. 

La película cumple con ese deber de información, se sustituye a la escuela, y por cierto, fue mostrada a decenas de maestros de la Educación Pública francesa antes de salir para el público. Pero a nivel de obra de arte, no la hace. Roselyn Bosch no tiene mucha experiencia como directora, realizó una sola película, Animal en 2006, que pasó desapercibida, y escribió algunos guiones, en particular el 1492:Conquest of Paradise de Ridley Scott (1992), que tampoco fue una maravilla. Así que no sorprende mucho la falta de originalidad frente a un tema múltiples veces tratado de la segunda guerra, la ocupación, la colaboración. Sus imágenes suena falsas al querer ser demasiado explicitas. Molestan por querer ser demasiado emotivas. Quiere transmitir la imagen de un Paris globalmente resistente : gente que avisa (la conserje del edificio, Catherine Allégret), que da comida, los bomberos que desobedecen las ordenes de la policía y abren las llaves del agua para dar a la gente ,que aceptan transmitir cartas (¿la gente se lleva papel , pluma y estampillas , pensando en escribir correspondencia, cuando se les viene a sacar de su cama al alba y tienen cinco minutos para hacer una maleta?) , el Capitan Pierret ( Thierry Frémont) que se atreve a usar de su grado superior a oponerse a los policías y gendarmes. Parece que el país entero fue resistente en menor o mayor medida, así como se quiso ver a Francia después de la Liberación, sueño de grandeza y moralidad que se vino abajo en los años setenta con las revelaciones lucidas de Le chagrín et la Pitié (Marcel Ophüls – 1969) , o las novelas de Patrick Modiano . 

El centro de la acción siendo los niños, la cinta cae en el truco de La vida es bella: ternura exacerbada, pelo rubio desordenado, espontaneidad, astucias infantiles, falsa inocencia. Provocar lastima en el espectador e interesar a los niños de la misma edad, los alumnos de los escuelas (y es cierto que ya no tienen conocimientos de estos hechos, me consta como maestra de secundaria).

Los personajes adultos constituyen un muestreo de las diversas opiniones políticas o religiosas: Weisman es trotskista, su esposa es judía fundamentalista, el médico es sionista, la enfermera es protestante.

EL campo de Beaune La Rolande es demasiado limpio, amplio, ordenado. Hay demasiadas escenas clichés: los cuidados de las enfermeras a los niños, los pastelillos que consiguió la enfermera, las mentiras piadosas…. Se busca a fuerza la emoción del espectador, con apoyo de la música de Philip Glass, violines tocando en el momento adecuado. 

Por otro lado, los malos son a veces grotescos: Hitler es un payaso loco, atraído por las niñas, y que habla de crematorios junto a un asador. Sus discursos son risibles. No se debe olvidar que ese hombre fascinó a millones de hombres. Algún talento debía de tener para que se le creyera. Hasta Chaplin en The great Dictator (1940) supo caricaturizarlo en forma más sutil e inteligente. 

La película está bien hecha, muy cuidada: 70 personajes, unos 10 000 figurantes, entre ellos 600 niños, vestimenta fiel a la época, los autobuses de la TCRP, el Velódromo fue reconstruido en Budapest, y es realmente impresionante. Un gran número de actores famosos ocupan papeles muy secundarios: Catherine Allégret, Sylvie Testut, Anne Brochet. La reconstrucción histórica se basa sobre un trabajo de investigación preciso supervisado por Serge Klarsfeld, quien, con su esposa Beate se ha dedicado a perpetrar la memoria del holocausto judío y la persecución de los culpables a través del mundo. Pero el resultado es demasiado hollywoodense, demasiado limpio y bonito, como la vestimenta y los peinados de época. 

El final de la cinta usa de la lágrima fácil: Joseph logró seguir con su evasión (el guion se basa en su relato), y Noe fue adoptado por una familia. Pero ¿Cómo no llorar? Este episodio, y tantos más durante la guerra, la resistencia, los campos, es literalmente insoportable. Pone en evidencia la ausencia de límites en la maldad humana, así como la inmensa bondad de algunos. Lo único que nos queda esperar es que ya no se vuelvan a presentar semejantes circunstancias. Aunque, la actualidad no da buenas señales de esperanza. 

Así que, para aprender algo sobre el episodio del Vel’ d’Hiv’ si no se sabe nada, se vale verla. Pero para disfrutar una buena película, mejor Monsieur Klein (Losey - 1976) o inclusive Elle s’appelait Sarah (Gilles Paquet-Brenner – 2011) , más accesible, menos perturbadora pero igual de bien documentada. 

Friday, February 12, 2016

Mon oncle d’Amérique (Alain Resnais, 1980) – 9/10

Para ejemplificar las teorías del Profesor Laborit sobre el funcionamiento del cerebro humano, Resnais nos presenta las historias de tres personajes, interpretados por grandes actores, en un montaje paralelo, interrumpido por las explicaciones del Profesor, por imágenes de la naturaleza y de experimentos con ratones de laboratorio. La ficción al servicio de la pedagogía nos divierte al mismo tiempo que las explicaciones científicas nos hacen sentir inteligentes. Gran premio del Jurado en Cannes.

Ficha IMDb

“La única razón de ser de un ser, es “ser”, o sea, mantener su estructura.”, dice el profesor Laborit, biólogo francés real y famoso (1914-1995). Es el punto de partida de la cinta, quien va a ser la ilustración de las explicaciones del profesor, a través de tres personajes, muy claramente definidos. 

En una estructura perfectamente construida, se empieza por la parte teórica, explicada en voz off por el científico, mientras desfilan las diferentes etapas de las células, desde los musgos hasta los mamíferos, entre ellos los humanos. Esta exposición alterna con el resumen de la vida de tres personajes. Después empieza el relato de sus vidas, en primera persona, desde el nacimiento, la infancia, hasta llegar a la época adulta que será contada en forma más detallada. 

Janine Garnier (Nicole Garcia) nació en Paris, en el seno de una familia obrera comunista, pero su pasión era el teatro, por lo que fugó. Jean Le Gall (Roger Pierre, a contra empleo de sus papeles cómicos habituales) nació en la isla de la familia en Bretaña, estudió en las mejores escuelas, fue alto funcionario de la cultura, diputado, escritor. René Ragueneau (Gérard Depardieu) nació en una granja, su hermano y él tomaron clases por correspondencia porque su padre era totalmente opuesto a cualquier tipo de progreso intelectual o de mejoría en los métodos de explotación agrícola. René huye y empieza a subir escalones en una empresa textil, sin dejar su fe católica.

Cada uno está fascinado por un gran actor del cine francés: Jean Marais, Danielle Darrieux, Jean Gabin, y Resnais interpone escenas de películas famosas cuando las situaciones vividas por sus tres cochinillos de indias se parecen a las de su cinema personal.  

Los caminos de los tres se encontrarán, sus vidas se mezclarán, a veces armoniosamente, a veces antagónicamente. 

Las explicaciones de Profesor Laborit sobre la evolución y la constitución del  cerebro, aclaran los comportamientos: dos cerebros primitivos, el reptiliano, de las necesidades físicas primarias: comer, beber, reproducirse, nos lleva al consumo ; el  secundo, límbico, común a todos los mamíferos, el de la memoria formado por la educación, que nos enseña la recompensa y el castigo, nos lleva a huir del dolor y lucha para conseguir el placer o el reconocimiento; el tercero, el neo córtex , más desarrollado en el ser humano, nos permite reflexionar e interpretar lo que los dos anteriores nos transmiten en forma inconsciente, y elaborar un discurso para justificar las respuestas dictadas por los dos primeros.  
El profesor, ayudado por las imágenes de unos ratones de laboratorio en sus jaulas, nos explica que las reacciones del hombre frente a los estímulos exteriores, provocados por los demás, se limitan a consumir, luchar, huir, inhibirse. Cuando el hombre se siente amenazado, lo único que le queda es huir, en la enfermedad, en el suicidio, en la violencia hacia los demás. 

El inconsciente es el contenido de las diferentes partes de nuestros cerebros, lo que se les ha enseñado a hacer, que llevamos dentro de nosotros .El fenómeno de inhibición le permite encontrar una falsa solución, sin saber que los demás lo han colocado ahí. 

Además de ser la presentación lúdica de un tema científico arduo, la cinta presenta las características del cine de Resnais: la importancia de la memoria, de los recuerdos olvidados que una experiencia saca de las profundidades, las idas y vueltas entre pasado y presente, los intentos de analizar y explicar cómo en Hiroshima mon amour (1959) o L’année dernière à Marienbad (1961). El montaje, ágil al mismo tiempo que muy estructurado, juega con las vidas paralelas y cruzadas de los personajes, sus encuentros, sus huidas, sus accesos psicosomáticos, y las incursiones en el mundo imaginario de cada uno con los fragmentos de películas. Este procedimiento será la base de cintas como On connait la chanson (1997).

Y ¿quién es el tío de América? Es el personaje que no existe, que no tiene vida, pero permite escapar de las situaciones insoportables, soñar que la felicidad y el éxito son posibles, es el acceso al mundo imaginario, simbolizado por la imagen final de un bosque frondoso pintado en trompe-l’oeil sobre un muro de una ciudad devastada por la guerra. O en proceso de construcción.

Les âmes grises (Yves Angelo, 2005) - 8/10

Adaptación de la novela de Philippe Claudel, que no tiene la complejidad desencantada ni el ambiente de culpabilidad  del texto. Extraña que el autor, (tambien director de Il y a longtemps que je t'aime y Avant l'hiver ) como guionista haya permitido alteraciones que cambian, no tanto la historia en sí, sino el sentido de su obra. Sin embargo, es una cinta muy merecedora, sobre todo con las interpretaciones de Jacques Villeret y Jean-Pierre Marielle.       

Ficha IMDb

En el invierno de 1917,en el nordeste de Francia, mientras ruge la Primera Guerra Mundial, una pequeña ciudad es trastornada por un crimen odioso : una niña con nombre de flor, Belle de Jour  (Joséphine Japy), hija del restaurantero  Bourrache ( Serge Riaboukine) es encontrada muerta en la nieve gris de lodo, a la orilla del canal. Muy cerca de allí vive el procurador Destinat (Jean Rochefort), viudo desde años, que vive solitario en su”castillo”, con una pareja de viejos sirvientes. Es un hombre íntegro, austero y dedicado a  su trabajo, a punto de provocar un respecto atemorizado. Su gran enemigo es el juez encargado de la instrucción, Mierck (Jacques Villeret), un personaje odioso que no duda en pedir huevos tibios en el lugar del crimen. 

El policía del pueblo, Aimé Lafaille (Denis Podalydès),y narrador, trata de hacer su investigacion, pero parece que el juez y el coronel Matziev (Franck Manzoni),juez militar, arogante, en su uniforme ajustado que vive entre su puro y un único disco repetido sin cesar, llamado para apoyar y acelerar el proceso, ya tienen todas las respuestas. 

Lafaille recorre el pueblo, observa a todos, acumula las impresiones, casi siempre silencioso. Es igual de sombrío que todos, sin poder expresar los sentimientos que lo invaden: culpabilidad de quedarse lejos del frente, mientras su hermano tuvo que ir a pelar, y felicidad de su amor por su esposa Clémence (Camille Panonacle) quien espera un bebe.

Como todos los habitantes del pueblo, los humildes, los normales, Lafaille tiene recuerdos que, tal vez, pueden ayudar a entender lo que ha pasado y a encontrar el culpable. Meses antes, el institutor, apodado Le Contre (Francois Loriquet) se volvió de repente loco durante en presencia de sus alumnos. Para sustituirlo se presentó una joven, Lysia Verhareine (Marina Hands) y, como el departamento del institutor estaba en una estado de suciedad indescriptible, el alcalde (Michel Vuillermoz) le preguntó al procurador si aceptaría rentar la casita en el parque del “castillo”. Fascinado por la joven, el procurador aceptó. Empezó una extraña relación de silencios. El solitario, volviéndose casi un voyeur, supo del secreto de la institutriz que se parecía a una heroína de novela: antes de entregárselas, leía las cartas que recibía de su prometido. La proximidad con el campo de batalla era el motivo de su decisión de venir a ese pueblo perdido. En un afán de protección o de dominación, Destinat tardó mucho tiempo en entregar la carta que anunciaba la muerte del joven soldado, o tal vez porque sabía la dramática decisión que iba a tomar este ser finalmente tan solitario como él. 

Y tiempo después, aparece este cadáver de niña. ¿Será el procurador el punto común entre las dos muertes? ¿Un anciano que mata a las jóvenes para evitarles ser alcanzados por el mal y la vejez? Sobre todo que una testigo, Joséphine (Agnès Sourdillon ) vio a Destinat con Flor de Marie poco antes del crimen. 

La guerra está cerca, se oye el ruido de los obuses, los soldados atraviesan la ciudad, heridos, desfigurados, asustados o ebrios. La violencia es latente, en cualquier momento estallan peleas, la vida del pueblo se ve alterada por el cierre de las carreteras. 

Hay que apresurar la investigación. Merck, convencido de la separación entre la gente bien y la chusma, convencido de su poder, piensa dominar al procurador al “encontrar” los culpables, dos soldados desertores .Los acusa en lugar del que piensa proteger, por fidelidad de clase, como si no pudiera en ningún momento destruir a alguien que pertenece a la misma clase que él. Así Destinat le debería el favor. Mierck encierra a Joséphine en lugar de tomar en cuenta su testimonio, Matziev expone al soldado desnudo en la noche helada. Así se fabrica un culpable. 

Todo eso hace de la cinta una clásica historia policiaca, nada más que con fondo de guerra, de angustia, y con personajes extraños, encerrados en sus secretos. Los guionistas quitaron muchos personajes de la novela para concentrarse sobre esos pocos caracteres, singulares y ambiguos. Pero sobre todo, simplificaron la narración, dándole un funcionamiento cronológico, salvo el claro flash back relacionado con Lysia. También redujeron el tiempo, concentrando toda la acción en pocos meses, lo que produce algunas incoherencias con la realidad de la época. 

En la novela, la posición del narrador, de quien se entiende muy tarde que es un policía, y que nunca tiene nombre, es la de un hombre que se siente culpable y relata la historia de sus dudas antes de suicidarse, veinte años después de los hechos. Porque solo veinte años después entiende lo que ha pasado. Destinat está muerto y el policía encontró entre sus cajones las cartas y el diario de Lysia, y vio el retrato de la joven esposa del procurador, con extraña semejanza con Lysia, con Belle de Jour. Y con Clémence. Clémence que murió después de dar a luz un bebe que el joven padre no pudo aceptar y asfixió con su almohada. 

¿Quién es culpable? ¿El que mata (un policía de una ciudad lejana escribió confirmando que el joven soldado ya había matado a un joven con el mismo modus operandi), o él que desea matar? ¿Él que no sabe decir las palabras necesarias? ¿el país que manda los jóvenes a una guerra absurda?

Con un ritmo demasiado monótono, la cinta aclara demasiado hechos y personajes, quita las sombras de las motivaciones, las almas ya no son grises. En la novela, todos tienen su faceta mala como su faceta buena. Nadie es blanco o negro. Todo es sutil como los recovecos de la memoria. Todos son “almas grises”, en referencias a las “Almas Muertas “de Gogol. Todos en el pueblo han perdido las esperanzas de felicidad. Todos son fantasmas perdidos en una niebla que envide el paisaje, las mentes, los sentimientos. 

Al entregarle a Aimé su bebe al final dela cinta, se abre una puerta a la esperanza, al futuro. Tal vez tome en sus brazos a esta criatura inocente que tiende las manos. Y eso es contrario a todo el ambiente de la novela. 

Pero permanece una belleza triste, mórbida, de días de frío inverno, de pueblo pobre, de soledad. Quien mejor la encarna es Jean-Pierre Marielle encontrando aquí un papel a la altura de los más fuertes en su larga carrera actoral: un hombre viejo, destruido, aferrado al pasado y su joven esposa muerta, un hombre que vive en la muerte, una silueta opaca, obsesionada, como lo son los personajes de las grandes novelas rusas. Crimen y castigo son las obsesiones del personaje y del narrador, que en un momento de encuentro entienden que son iguales. 

Pero, definitivamente, esto se siente más en la novela que en la cinta.

Thursday, February 11, 2016

Black Mass (Scott Cooper, 2015) - 7.5/10

Una interpretación sobresaliente de Johnny Depp, como no se había visto en mucho tiempo, para caracterizar al criminal que la policía de Boston dejó libre de hacer todo lo que se le antojaba, con la condición de servirle de informante sobre los secretos de la mafia italoamericana. Una cinta un poco larga y tediosa pero con un actor fascinante. 

Ficha IMDb

James “Whitey” Bulger (Johnny Depp) era hermano de Billy Bulger (Oscar Benedict Cumberbatch). Ambos crecieron con John Connolly (Joel Edgerton). Billy se convirtió en senador del estado de Massachusett. Connolly fue agente del FBI, con el objetivo muy claro de limpiar las calles de Boston de la mafia italiana. Para eso, el mejor medio que encontró fue pactar, a partir de 1975, con Whitey: este le pasaba información pero, como no pensaba renunciar a sus lucrativas actividades delictivas de mafioso irlandés, obtuvo que el FBI se hiciera el distraído cuando su grupo se lanzaba en una operación. Con eso, logró imponer su dominación sobre la ciudad y construir un emporio criminal. Ambos ganaban: unían fuerzas para eliminar a un enemigo común: la mafia italiana. 

Tráfico de armas, de droga, chantaje, intimidación, tratos con el IRA, muy presente en la irlandesa Boston, las actividades de Bulger eran variadas, pero todos llevaban su marca de violencia implacable, fría, 

La alianza acaba por salir de control, Whitey se vuelve cada vez más sanguinario para mantener sus intereses, la posición de Connolly se vuelve cada vez más difícil de sostener frente a un FBI que empieza a dudar de sus decisiones. 

Johnny Depp se transforma totalmente para interpretar a su personaje. Es cierto que el maquillaje, el peinado y la vestimenta de cuero negro ayudan, pero la mirada glacial, el cuerpo tieso, la frialdad del actor componen una interpretación sumamente inteligente, que provoca a la vez desprecio, terror, malestar y fascinación en el espectador. Su Whitey es tan malvado, tan siniestro, que parece más allá de los valores morales, es un ángel del mal, con poder ilimitado, sin nada que lo detenga. 

Lo decepcionante de la cinta es una narración demasiado larga, que le quita relieve a sus diferentes momentos. Parece que la historia podría seguir y seguir, acumular las peripecias. Y eso le quita intensidad. El ritmo es uniforme, salvo los momentos de violencia física cada vez más escalofriante del protagonista. Un episodio sucede al otro: organización, desarrollo, obstáculo, solución. 

La historia real, la fuerza de Depp, y el talento de los demás actores, daban para hacer algo del estilo Goodfellas (Scorcese, 1990). Desgraciadamente, no se supo aprovechar la oportunidad y lo que queda es solo, una excelente película de Johnny Depp. 

The Big Short (Adam McKay , 2016) – 7/10

Otra cinta para hacernos entender una de las peores crisis financieras estadounidenses, que tuvieron consecuencias en el mundo entero, pero sobre todo quitaron sus casas a miles de ciudadanos honestos. Una forma de enseñarnos que, a pesar de todos nuestros esfuerzos para mejorar nuestro nivel de vida, estamos a la merced de fuerzas de codicia que nos rebasan por completo. Da gusto entender (a medias) que pasó, pero no consuela.

Ficha IMDb

Cuando de repente se desplomó el mercado hipotecario en Estados Unidos, y miles de personas perdieron sus casas porque ya no podían rembolsar los préstamos, el mundo se sorprendió. Cuando el gobierno decidió ayudar a los bancos, la sorpresa pasó a la incredulidad. Quince años después salen películas que muestran este mundo sin piedad, lejos de las realidades comunes, que funciona sobre dinero virtual.  

Años antes de la crisis, algunos la vieron llegar. La cinta cuenta la historia de estos genios financieros, que sin embargo no tenían almas de ángeles. Buscaron, antes que todo, sacarle provecho a las circunstancias. 

Adaptada de un libro, de no ficción, de Michael Lewis, cuenta la historia de Michael Burry (Christian Bale) , jefe de un fondo de capital, peleado con todos , y Mark Baum ( Steve Carell), jefe de un fondo de riesgo. Además, dos jóvenes inversionistas, Charlie Geller( John Magaro) y Jamie Shipley ( Finn Wittrock) le piden al banquero Ben Rickert (Brad Pitt) su ayuda para ingresar a Wall Street . A la historia se une Jared Bennett (Ryan Gosling,), con agresividad en contra de todos. Son cuatro historias paralelas .Algunas con complicaciones financieras un poco difíciles de captar para una mente poco acostumbrada a las denominaciones, siglas en inglés, y relaciones entre los diferentes “productos” financieros, hipotecas de alto riesgo "subprime” o “CDO’s sintéticos”. Otras presentan  argumentos muy claros y cerca de nosotros. A quien vende un crédito, en un banco o para comprar una casa o un coche, poco le importa la solvencia del cliente. Lo que le importa es que se abra el crédito y llevarse su comisión. 

Christian Bale interpreta con cierta distancia a Burry, genio asocial, con ojo de vidrio, tipo Steve Jobs, trabajando descalzo, totalmente en desacuerdo con los estándares de los tipos elegantes de las finanzas. 

Ninguno de los personajes esta profundizado en sus aspectos personales, lo que impide la simpatía del espectador. Y eso es bueno, porque ninguno se merece la simpatía de nadie, y porque el objetivo es entender un proceso financiero, no humano. Ninguno trató de avisar del peligro, todos quisieron ganar alguno, sobre la espalda de quien sea. Sin ninguna ética. 

Lo brillante de la cinta, además de su coherencia documental, es su tono divertido. Usa de diversiones para hacer más claras las explicaciones, inclusive la moraleja del asunto. Explica en la voz off de Ryan Gosling, Hay rompimiento  de la cuarta pared, al dirigirse al espectador. También intervienen celebridades en situaciones a veces extrañas para explicar conceptos de forma asimilable para mentes sencillas, en paréntesis cómicos o satíricos.  El director es ex escritor de Saturday Night Live, lo que se percibe en comentarios o diálogos mordaces, cínicos. Al final domina la indignación ante la falta de castigo que hubo hacia los culpables de la crisis y las medidas cuestionables que la administración de Obama tomó al respecto.

Algunos momentos hacen pensar en The Wolf of Wall Street (Scorcese, 2013). Pero está muy lejos de la fuerza de esta última, por la locura del personaje y la interpretación habitada de DiCaprio. También recuerda a Margin Call (J.C. Chandor, 2011), quien seguía una línea de narración mucho más sencilla y accesible. 

Seguramente más disfrutable para los economistas y financieros, The Big Short es sin embargo un buen intento para hacernos entender algo sobre lo absurdo del mundo en el cual vivimos.