Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Monday, March 24, 2014

The Monuments Men (George Clooney, 2014) – 6/10

Las aventuras de ocho hombres, en busca de tesoros perdidos o más bien los tesoros  robados y escondidos por los nazis en la meta de construir y llenar un extraordinario museo, el museo del Führer.

Ficha IMDb

Es antes que todo una comedia y un tipo de road movie, donde, divididos en equipos de dos, cada uno con su misión, van en busca de determinadas obras .La idea subyacente, que quiere ilustrar y defender George Clooney, es una idea humanista, que el género humano se distingue por lo que ha creado, por el patrimonio cultural que se ha acumulado durante siglos, y que lo material, casas, trabajo, eso se puede volver a construir. Pero, si se le quita su herencia cultural colectiva, el ser humano pierde su identidad. Todo eso pasa sobre un todo bastante alegre, sobre todo porque se siente el gusto compartido por los actores al trabajar juntos, el mismo que se sentía en Ocean Eleven. Por cierto, se vuelven a encontrar algunos de los participantes.

Se presentan muy rápido a los personajes, inclusive se ahorra tiempo, ya que se hace durante los créditos iniciales. Todos son especialistas en un campo del arte, y no tienen para nada experiencia militar, ni capacidades físicas remarcables. A l contrario. Son bastante torpes. Después de una rápida introducción a su misión, son mandados a misiones separadas en diferentes puntos de Europa.

Cada pareja de actores tiene su propio estilo, su propia dinámica. Desde los hermanos enemigos, con   Bill Murray y Bob  Balaban; los compañeros cómplices, John Goodman y Jean Dujardin, un poco el gordo y el flaco, o el listo y el tonto; los seductores Matt Damon y Cate Blanchett , jugando sobre los estereotipos de la francesa coqueta. O lo más intelectual y ejecutivo con George Clooney. Esto se va complementando y dando un balance, sobre todo que el montaje pasa de un grupo a otro, dándoles a cada uno un tiempo de pantalla más o menos equivalente. No hay preponderancia de ningún personaje. 

Las aventuras y peregrinaciones en busca de las obras dan lugar a escenas que poden ser conmovedoras, escenas de amistad, escenas de bromas que se hacen los unos a los otros. Algo de drama cuando se muere uno. 

Hay bastante ironía en las situaciones, como cuando desembarcan en una playa de Normandía, días después del Día D: la playa está llena de material, tiendas de campaña, coches. Llegan después de la batalla.

La cinta permite ver bonitos paisajes y hermosas obras de arte. Pero resulta un poco confuso en cuestión de cronología interna de la intriga y de cronología histórica: ¿Sigue la guerra’? ¿Ya se terminó? Los movimientos de las tropas aliadas, y de las alemanas, resultan un poco desordenados.

Por lo demás, tiene algo parecido a todas estas películas de “en busca de tesoros perdidos”, suena un poco repetitiva, porque siempre es la misma secuencia: conseguir información, ir al lugar, descubrir con algunos efectos de sorpresa porque no se encuentra, se va un poco más lejos en el túnel. Y… ¡oh, sorpresa! ahí está lo que estaban buscando. 

Es una agradable y entretenida película para que el espectador pase un muy buen momento. Pero no quedará en las memorias del cine.

Monday, March 17, 2014

Orfeu Negro (Marcel Camus, 1959) – 8/10

Una transposición del antiguo mito de Orfeo, en el Rio del carnaval. En la locura de la samba, cuando lo único que cuenta es conseguir el dinero para el disfraz .Ganadora del Oscar a mejor película extranjera y de la Palma de Oro en Cannes.

Trágica ficha IMDb

Euridice (Marpessa Dawn) llega a Rio la víspera del carnaval. La ciudad vive la locura, todos bailan, cantan, ensayan sus pasos, o van a la tienda de empaño a dejar cualquier cosa que les dé un dinerito  para pagar su disfraz. Llega de su pueblo, asustada por un hombre que la persigue y, ella lo siente, la quiere matar. Busca refugio encasa de su prima, Serafina (Léa Garcia), cuyo vecino es Orfeo (Breno Mello), el seductor conductor de tranvía, y compositor guitarrista. Orfeo está comprometido, casi a la fuerza con la voluptuosa Mira (Lourdes de Oliveira Todos aparecerán el día siguiente con su escuela de samba en una presentación sobre el tema del sol, para la cual Orfeo ha compuesto el tema musical.

Entre Orfeo y Eurídice, el amor es inmediato. 

Parece que, a pesar de sus más de cincuenta años, la cinta no ha envejecido. Claro, los colores se ven un poco artificiales. Pero la película en realidad logra poner el mito en una situación actual y al mismo tiempo eterna. Actual porque que es Rio, con su carnaval y su festival de samba. Pero también al disfrazarse los personajes de la favela para participar en el desfile del carnaval, entran a otra época. Sus trajes son una mezcla del siglo XVII y XVIII porque están construyendo una escena mitológica, al modo de las grandes óperas barrocas. Orfeo, por ejemplo, viste una suerte de túnica de soldado romano, que, al mismo tiempo como encarnación del sol, se parece a los trajes de los bailes de Louis XIV. Eurídice lleva un vestido de velos que puede ser de cualquier época. Es la antigüedad vista por el hombre moderno, como los péplums hollywoodenses, o las puestas en escena de los románticos para los dramas clásicos inspirados en la antigüedad. Los figurantes-bailarines llevan trajes tipo María Antonieta, con pelucas rizadas y empolvadas de blanco. 

Es la antigüedad revisitada por la época barroca pero al mismo tiempo los personajes actuales de Rio llevan nombres mitológicos, que los señalan explícitamente como reencarnaciones del mito. Esta obviamente Orfeo, con Eurídice, está el guardia de la estación de tranvías, Hermés (Alexandro Constantino) quien le indica el camino a la joven hacia la casa de su prima. El perro que vigila la entrada del culto se llama Cerbères.

Son mitológicos los personaje de los dos niños, Benedito (Jorge Dos Santos) and Zeca (Aurino Cassiano) que toman inmediatamente a Eurídice bajo su protección y que creen que Orfeo es quien hace nacer el sol cada mañana,  lo saca del mundo de las tinieblas y se lo regala al mundo de los hombres. Ese poder de Orfeo pasará a uno de los niños al mismo tiempo que su guitarra. 

Pero la película tiene esta inspiración trágica con el drama de un pueblo pobre que va a gastar su último centavo, empeñar su última prenda, para conseguir su disfraz. También de estos hospitales vacíos, este edificio de la Oficina de Personas Desaparecidas, cuyos pasillos el barrendero trata de limpiar de las hojas que vuelan

Tragedia porque todos viven en la pobreza extrema en su favela sobre la colina, en sus casas sin paredes. Una pobreza que el sol, el calor, el cielo azul, hacen olvidar. Y la música obviamente.

También es tragedia con la muerte predestinada de Eurídice, en forma de este personaje que la persigue, oscuro, disfrazado con una malla de muerte, de esqueleto. La persigue desde su pueblo y ella sabe que no puede escapar. Y es tragedia con esta caída accidental que precipita a Orfeo de lo alto al abismo, con su Eurídice ya muerta en sus brazos, caída provocada por la piedra que Mina ,celosa y vengativa, le avienta a Orfeo. No hay tema más tragico y antiguo que la venganza.

La música es memorable, compuesta por dos brasileños, Antonio Carlos Jobim y Luiz Bonfá . A felicidade, Manhá de Carnaval, Samba de Orfeo son ahora unos clasicos de la bossa-nova. 

Orfeu negro es una obre de arte. Es todo el peso del destino humano, del amor predestinado, de la muerte predestinada. Actualizado en un mundo de pobreza. Obviamente, como estamos en Brazil, la bajada a los infiernos de Orfeo se lleva a cabo en una ceremonia de Macumba, y Eurídice le habla a su amado, con su propia voz en el cuerpo de un medium que físicamente no se le parece en nada. Le habla desde atrás de él, y lo suplica de no voltear, para quedarse con la ilusión auditiva de que ella ha vuelto. Pero, fiel al mito, él se voltea y la pierde. 

La película es realmente hermosa, además de ser una fiel transcripción de un maravilloso mito antiguo y no ha envejecido para nada.  

Saturday, March 15, 2014

August : Osage County (John Wells, 2013) - 8/10

Cuando las historias escondidas de una familia salen a la luz, al calor de un verano bochornoso, en una casa claustrofóbica. Porque se encuentran reunidos los que nunca han hablado juntos.

Ficha IMDb

El tema de Augusto: Osage County no es en sí original. Ya se han hecho películas sobre familias que se reúnen alrededor de un entierro; hermano(a)s que no se han visto en años,  en asuntos secretos de heridas y sufrimientos nunca olvidados ni perdonados. 

La desaparición de  Beverly Weston (Sam Shepard) ocurre en Agosto, en el condado de Osage, en Oklahoma Su esposa, Violet  (Meryl Streep) llama a Barbara ,(Julia Roberts), su hija mayor, quien vive en Denver. En realidad Beverly no está muerto, solamente desaparecido, y después nos enteraremos que Violet sabía dónde estaba, y que iba a hacer. La desaparición fue simplemente el pretexto para llamar a su hija preferida. No se entiende muy bien porque esta acude inmediatamente llevando consigo a su ex esposo, Bill  (Evan Mc Gregor ) y su hija Jean  ( Abigail Breslin  ), ya que los dos esposos están separados. 

Van a llegar sucesivamente varios miembros de la familia. Cada uno es remarcable en si por la intensidad de lo que han vivido, juntos o separados, y por lo que tienen guardado.

Empezando por la hermana de Violet, quien vive cerca., Mattie Fae (Margo Martindale) .es muy buena, comprensiva con todos, pero intransigente son su propio hijo Little Charles (Benedict Cumberbatch), quien será el último en llegar.

La hermana menor, Ivy (Julianne Nicholson), la que se quedó cuidando a sus padres, la que tuvo que cáncer, sin que nadie se enterara, y quien trata de construir una historia de amor con él que sabe ser su primo, Little Charles, sin que nadie de la familia lo sepa.

La ayudante india, Johnna (Misty Upsham), señalada desde el principio por Violet como Cheyenne, parece ser la más cuerda en esta casa de locos, la más moral (su intervención la noche para sustraer a  Jean a las malas influencias de su tío) además de ser la más realista, la que conserva el contacto con las cosas sencillas de la vida, como la cocina.

La hermana tonta y superficial, Karen (Juliette Lewis) llega feliz, presumiendo su próxima boda con  Steve (Dermot Mulroney), cuya inestabilidad es la única incapaz de ver: es su quinto matrimonio, fuma hierba, Pero es tan seductor y rico. Aunque sea un pervertidor de niñas, hasta con su sobrina.

Y esta la figura central, la esposa, madre, abuela, la dueña de la casa, la que tiene derecho a decir lo que piensa, como lo piensa y cuando quiere. La que es adicta a las pastillas, que toma y fuma. La que atrae y rechaza, exige y critica. Recta, fuerte, agresiva. Pero también destruida por el cáncer en la boca, por la quimioterapia, sin pelo, arrugada, sin fuerza física. Su maldad la sostiene. Su odio del género humano, de los hombres, de sus hijas ingratas, la empuja a ser cada vez más despiadada, mal hablada, grosera. Pero su intuición, su inteligencia siguen intactas, sabe todo de todos, y siempre lo ha sabido. Es tan temible porque nada se le escapa. Uno no puede jugar con ella, no puede fingir. 

El drama de Barbara, la hija mayor, es que se da cuenta a qué punto está cada día más parecida a su madre, al punto que le levanta la voz con la misma potencia, tomará decisiones por ella, y hasta se pelearán físicamente. La hija ha crecido al punto de ser del mismo tamaño que su madre. Y Julia Roberts da el ancho, como tal vez nunca lo había hecho en una película. 

La escena central, sin embargo, pone a Violet un poco aparte. El que lleva el ritmo es el cuñado, Charlie (Chris Cooper), haciendo la oración de gracias antes de la comida, según las costumbres religiosas del Middle West. Pero no hay mucho que agradecer en esta familia llena de rencores. Su discurso es todo menos fluido y agradecido, pero tiene que pronunciar las palabras esperadas. Cada una le cuesta, y es, además, recibida por una mueca o comentarios mordaces de Vivian. La escena es entre trágica y cómica. Da miedo y ganas de hacerlo callar, de poner un alto al sufrimiento de todos los asistentes. Menos Violet,
por supuesto, quien goza del malestar general.

El guion es adaptado de una obra de teatro de Tracy Letts, quien funge también como guionista y dialoguista. Se siente lo teatral en el ambiente cerrado, en los diálogos tan intensos que le dan a cada uno se momento de protagonismo. Se puede argüir que esto produce un cine un poco limitado en sus medios de expresión. No hay nada remarcable en la fotografía, en la producción. Pero este tipo de teatro hace resaltar el dialogo, tan cuidadosamente escrito y sobre todo el juego de los actores. Lo que no va sin recordar otro duelo de gigantes, Liz Taylor y Richard Burton en Quien le teme a Virginia Woolf (Mike Nichols - 1966), o más recientemente el cuarteto formado por Jodie Foster, Kate Winslet, John C. Reilly, Christoph Waltz en Carnage (Polanski- 2011) 

Sunday, March 9, 2014

Du vent dans mes mollets (Carine Tardieu, 2012) – 6.5/10

Una niña tímida y angustiada ve se vida transformada cuando conoce a una compañera de escuela, de carácter y educación totalmente opuestos. Al mismo tiempo que ciertos comportamientos de los adultos, aprende palabras nuevas y sobre todo, encuentra la amistad. 

Ficha IMDb

Rachel Gladstein (Juliette Gombert) es una niña de nueve años, aplastada entre su madre, Colette (Agnès Jaoui) judía originaria de África del norte, oftalmóloga, protectora y alimentadora, llena de buenas intenciones para educar a su hija a la vida, sus realidades y obligaciones, y su padre Michel (Denis Podalydès), traumatizado por su estancia en Auschwitz, de donde volvió como único sobreviviente de toda su familia. Es un hombre bueno y tierno, pero muy torpe para demostrar sus sentimientos, sobre todo frente a este monumento de razón y seguridad que es su esposa. También vive con ellos la mama de Colette, (Judith Magre), paralizada de las dos piernas. Michel es instalador en una empresa de cocinas pero nunca ha arreglado la suya propia donde se caen puertas y cajones, para gran descontento de su eficiente esposa. 

Rachel, obsesionada por el miedo a la muerte, se protege durmiendo con su mochila, para estar segura de llegar puntual a la escuela, cosa que no pasa nunca porque su mama se empeña en darle un desayuno nutritivo. 

Pero resulta que el primer día de clase en esta nueva escuela, y día de su primer retardo, la sientan al lado de Valérie (Anna Lemarchand). Esta se va a encargar de educarla. La lleva a observar a la maestra de inglés quien practica un tipo particular de deporte con el maestro de educación física, le enseña muchas palabras nuevas, le lleva patines a su fiesta de cumpleaños, cuando su mama le regala la tutoría de un niño pobre en un país lejano. Valérie vive con su mama., Catherine (Isabelle Carré) divorciada, y tiene una malformación cardíaca, que no le quita energías ni ganas de hacer travesuras. 

Rachel se abre, se libera, suelta su mochila y cruza las calles a pesar del monito rojo.

Pero su papa también es sensible al estilo diferente de esta familia de dos. Pasa más tiempo de lo debido con ellas y termina arreglando la cocina de Catherine.

Celos, alejamiento, vacaciones en el campo. Recapacitación del esposo y reparación de la cocina familiar. Reconciliación y felicidad.

Una historia de liberación, de amistad, de complicidad. Pero también de saber expresar los sentimientos, inclusive arreglando una cocina. Todos los medios son buenos para demostrar el amor.

¿Por qué el título? Porque Rachel está escribiendo a Madame Trebla (Isabella Rossellini), la psicóloga que la ayudó un tiempo a superar sus angustias. Le escribe con la máquina de escribir que recibió Valérie antes de ser operada de apendicitis. Porque Valérie murió en la operación, y, a pesar de la inmensa tristeza de Rachel, el mundo sigue igual y, cuando pedalea en las calles, “sigue soplando viento en sus pantorrillas. "

Le bon plaisir (Francis Girod, 1984) - 6/10

Buena comedia, ligera, con buenos actores. Casi premonitoria de lo que sucedería unos meses después cuando se reveló la existencia de la hija secreta de Mitterrand. 

Ficha IMDb

Después de leer una carta aparentemente horrible, Claire Després Catherine Deneuve) se niega a contestar el teléfono a un señor insistente y aparentemente poderoso. 

Díez anos después, la misma Claire es asaltada en la calle. Al revisar su bolso, se da cuenta que le han robado, además de la cartera, un pequeño estuche rojo, en el cual llevaba, desde hace Díez años, la famosa horrible carta.

Inmediatamente, Claire se comunica con un viejo amigo al que llama Pollux. Es nada más y nada menos que el Ministro del Interior (Michel Serrault) .Este va a tratar de minimizar las consecuencias, con el autor de la carta, apodado Castor, o sea el presidente de la república en persona (Jean-Louis Trintignant).

Por su lado, el joven ladrón, Pierre (Hippolyte Girardot) le enseña la carta a su amigo Herbert( Michel Auclair), periodista de oposición, quien identifica muy rápido al autor de la carta. 

Pierre, aconsejado por Herbert, se lanza en una campana de investigación-provocación-chantaje, cuya meta no resulta muy clara, mientras Herbert se acerca cada vez más en su papel de mentor-admirador, y finalmente enamorado. Claire se dedica a proteger al hijo, motivo de la carta terrible, que insistió en tener y confió a unos amigos en Estados Unidos. Pollux va y viene entre la oficina del presidente y el hermoso departamento de Claire quien trabaja en diseño de interiores. Castor, se dedica a ser presidente, con toda la seriedad y la rigidez posibles, a pesar o debido a unos dolores de columna espantosos. Y trata de volverse a acercar muy torpemente a una Claire muy libre, realizada y feliz sin él. Hasta querrá conocer a su hijo y jugará con la idea de tal vez, un día, reconocerlo. 

El éxito de la cinta, basada en una novela de Françoise Giroud, se debió antes que todo a la semejanza con la vida del presidente Mitterrand, de quien se supo, años después del nacimiento que tenía una hija clandestina, Mazarine,. O sea que el presidente había escondido con mucho éxito su vida íntima. 

Pero la cinta tiene el tono justo, con unos actores muy bien seleccionados, si caer nunca en las exageraciones. Jean-Louis Trintignant es magnífico de humor, maldad y tieso  orgullo. Michel Serrault es un amigo y ministro fiel, Pollux para su Castor, pero también fiel a la vieja amistad con Claire, y tratando de conservar su equilibrio entre los dos. Aunque Claire en realidad no pida mucho, solamente paz, tranquilidad y discreción para llevar una vida normal con su hijo. 

Lo inverosímil reside en el punto de partida de la cinta: no hay motivo para que Pierre asalte a Claire. Mostrarle la carta a Herbert, a raíz de un trabajito de traducción, se ve muy artificial, los encuentros entre los dos no se entienden muy bien, aunque sean motivados por la atracción que se percibe de parte del mayor hacia el más joven. Esta motivación sentimental se entenderá solamente poco a poco, conforme vaya avanzando la historia. . Pero Pierre se siente un poco inocente, para no decir tonto frente a esta manipulación entre política e intelectual. 

Sin embargo, el humor ligero y las buenas actuaciones hacen que la cinta se vea con gusto, además de disfrutar del doble sentido que adquiriera después. 

Friday, March 7, 2014

Les femmes du 6ème étage (Philippe Le Guay, 2011) – 7/10


Una muy bonita comedia sobre la extraña amistad múltiple de un señor muy conservador con las sirvientas españolas que viven en los cuartos de servicio del ultimo piso de su edificio. En el París de los años 60’s donde empezaba a soplar un aire de cambios.

Ficha IMDb 

En el Paris de 1965, El señor y la Señora Joubert, Jean- Louis (Fabrice Luchini) y Suzanne (Sandrine Kiberlain) llevan una vida muy organizada. Él es agente de cambio y bolsa en el negocio que le dejó su padre, Ella se ocupa con tes, visitas de exposiciones y platicas con amigas. Los dos hijos adolescentes están en un internado en provincia. Madame Germaine (Michèle Gleizer atiende la casa y cocina. Pero nunca logra cocinar el huevo tibio como le gusta a Jean-Louis, tres minutos y medio exactamente , para que tenga la consistencia perfecta para dar inicio a un día perfecto.

La vida pasa armoniosamente hasta el día en que, un año después de la muerte de su suegra, Suzzanne decida vaciar el cuarto de esta señora que le hizo la vida imposible. Necesita un lugar para ella misma, para sentarse a pensar, a escribir. Pero Madame Germaine no esta dispuesta a ayudarla, le tiene una admiración , hasta un culto, a la antigua Madame Joubert. A punto de que prefiere renunciar antes que tirar un solo objeto de la difunta. Después de insultar vehementemente a Suzanne.

Ahora el matrimonio se encuentra sin ayuda. Nadie para lavar las camisas de Jean-Louis, nadie para lavar los trastes o limpiar los muebles. Y sobre todo, nadie para preparar el huevo del desayuno.

Bien aconsejada por unas amigas, Suzanne contrata a una sirvienta española, Maria (Natalia Verbeke), de 25 años, quien acaba de llegar y vive con su tía Pilar (Concha Galán) , sirvienta en el edifico de los Joubert. Es perfecta, como todas sus compañeras, trabaja duro, nunca se queja. Suzanne esta feliz.

Por Maria, Jean-Louis conocerá a todas las señoras del sexto piso, Pilar, Carmen, Concepción, Dolores, Teresa y las condiciones muy precarias en las que viven, sin agua en sus cuartos, con un solo baño, siempre tapado….

También conocerá sus momentos de felicidad, sus angustias, su entusiasmo y su complicidad. Claro, esta muy atraído por Maria, pero lo que más le cambia la vida es el contacto con mujeres espontaneas, cálidas, solidarias.

Esto le cambiará la vida, al punto de sentirse feliz el día en que su esposa lo echa por celos injustificados, y él sube a dormir al cuarto de servicio. 

Una comedia ligera, pero tierna, que nunca cae en los ridículos o en los estereotipos. Hay respecto del burgués parisino hacia las mujeres simples. Y recíprocamente. Uno se divierte, sonríe y se deja llevar por la sencillez y la sinceridad de todos los personajes

Music of the heart (Wes Craven, 1999) – 6/10

Se parece mucho a tantas otras películas de maestros extraordinarios que llevan a sus alumnos al éxito. Uno se deja deslumbrar por la presencia de Meryl streep y por el hecho de que se trate de una historia real.

Ficha IMDb

Nueva York, años 80, una mujer abandonada por su esposo, vuelve a casa de su madre con sus dos hijos, Nick y Lexi, Roberta Guaspari (Meryl Streep) acepta poco a poco la realidad, incluyendo el hecho de que debe trabajar. Como lo único que sabe haber es enseñar música, y tiene unos treinta violones en su posesión, logra imponerse como maestra sustituta en una escuela de Harlem.

La película pasa por todas las etapas y personajes esperados, el amante pasajero , Brian (Aidan Quinn) ,quien da el golpe de arranque a la independización de la mujer; la directora renuente , Janet Williams ( Angela Bassett)  que se volverá entusiasta ; el maestro-enemigo y lleno de desprecio, Dennis Rausch  (Josh Pais) ; los alumnos desfavorecidos física o socialmente, los padres sobreprotectores. Entusiasmo, ilusión, desanimo, cambios en la vida personal, compra de una casa. Nuevas amistades. Una nueva relación roamntica organizada por los dos hikos, Dan Paxton (jay O. Sanders) un caballero de aspecto respetable que es profesor de periodismo.

Lo bueno de todo eso es el carácter de la maestra: obstinada, firme, con un sentido del humor a veces sarcástico. Muy estimada y espetada de sus alumnos.

Lo divertido es el vestuario muy 80?s de Meryl Streep. ¿De verdad, nos pusimos estas faldas tan anchas y largas, y estos sacos de hombros gigantes?

Lo conmovedor son las ayudas de último momento, cuando el proyecto parece a punto de derrumbarse. Cierto que es una etapa inevitable de este tipo de historias pero ver a Isaac Stern, Jonathan Feldman , Itzhak Perlman tocando con los niños en Carnegie hall es algo especial.

El mensaje es bastante obvio: es posible lograr lo que uno desea si se lucho bastante fuerte. Pero es más interesante pensar en un mensaje más discreto: el aprendizaje de la música les abrió las puertas a estudios que nunca hubieran podido hacer de no aprender una disciplina tan exigente como la del violín.

Otro mensaje es que la fuerza reside en los esfuerzos de los individuos y no en la sociedad, mensaje un poco difícil de hacerse aceptar actualmente, cuando se espera de los gobiernos que prodiguen protección. 

Monday, March 3, 2014

La discrète (Christian Vincent , 1990) – 8.5/10

Una pequeña joya, sutil, delicada, cruel y sarcástica. Muy en el tono libertino del siglo XVIII. Esta cinta lanzó a la fama a Fabrice Luchin quien resplandece en un papel que le conviene a la perfección, y sus dos acólitos están más que a la altura. 

Ficha IMDb

Antoine es un seductor, seguro de sí, de sus encantos, de su buen gusto y de sus capacidades amorosas. Pero su amiga, Solange (Marie Bunel), lo deja para irse con otro. 

ANtoine decide vengarse. De ella. Pero su amigo Jean Costal (Maurice Garrel), dueño de una librería de ediciones de arte y temas selectos (para señores muy discretos) , y un poco cansado de verlo perder el tiempo en pretextos para no escribir, le propone un trato. Dice haber recibido una propuesta de una casa editorial que quiere lanzar una nueva colección: novelas escritas en forma de diario íntimo. Ahí está el tema perfecto para  Antoine : si escribe ese “diario de un seductor” ,Costal lo propone para que lo publiquen. La estrategia se define, hay que “conseguir” las victimas por anuncios por un trabajo de mecanografía. Poco a poco, Antoine las seducirá. Y, cuando hayan sucumbido, las va a abandonar. Así tendrá su venganza, no únicamente de Solange, sino de todas las mujeres. 

Alegría, jubilación de Antoine. Redacción del anuncio, espera de la primera, seleccionada por su voz telefónicamente muy agradable, primer encuentro. Y Antoine de sucumbir a su defecto preferido: hablar, discurrir, enseñar, contar. El primer tema será sobre las “moscas”, estos circulitos de tela negra que las mujeres del siglo XVIII se ponían sobre la cara, el escote, para resaltar la blancura de su piel. Del lugar derivaba el nombre, como lo indica el poster de la película: la coqueta, la atrevida, la majestuosa, la apasionada, la galante…. O, si se llevaba sobre el mentón, como el lunar de Catherine (Judith Henry), la discreta. 

Catherine acepta el trabajo, muy sería, sin discutir ni dejarse impresionar Pero Antoine, de vuelta con su amigo, se niega a seguir con la empresa de seducción: esta chica es inmunda, fea, horrible, insoportable. 
Entonces, muy Marquise de Merteuil en  Las Relaciones Peligrosas, Costal lo obliga a seguir. A lo que Antoine accede, con la condición de que su  nuevo mentor le vaya diciendo paso a paso lo que debe hacer.

Las etapas del asedio se van a suceder, fríamente calculadas y ejecutadas, en vista de la capitulación. 

Pero los dos cómplices no contaban con que la inocente había vivido más de lo que aparentaba. La primera y única noche que pasaran juntos la victima con el libertino, será la victoria de la joven quien deja a Antoine totalmente atónito, mudo, ante su confesión. Ella ha sido más pervertida que él. 

Y lo deja para ir a pasar unos días de vacaciones con sus padres. Cuando Costal recibe la nota que confirma la capitulación y que Antoine le dejó en forma indirecta para no dejar ver que en realidad está enamorado, decide intervenir. Le lleva a Catherine un trabajo de mecanografía: el borrador de la novela en forma de diario íntimo que vimos Antoine escribir a medida que se desarrollaban los hechos. Una novela llamada La discrète.

Una pequeña maravilla de manipulación, donde el que parecía el más manipulador termina manipulado. Donde el que pretendía no tener sentimiento acaba sufriendo. Antoine – Valmont el libertino, cayó en la trampa de la inocencia de Catherine-Tourvel, quien era más una Sophie de Volanges después las clases particulares del Vicomte. Quien tiene la última palabra es Costal- Merteuil, quien no tolera que su alumno se aleje de él y cambie las reglas del juego. 

Los diálogos son inteligentes, elegantes, a veces cínicos. Luchini se divierte. Judith Henry, quien ganó el Cesar a Revelación del año, sale de su capullo, se torna más bonita, sonriente, desenvuelta, en cada encuentro. Y acaba haciéndole Jaque Mate. Garrel, maduro, serio y de voz grave, en la sombra de sus libros antiguos, quiere jalar las cuerdas de su títere Antoine como lo hace con su empleado, amigo, protegido y tal vez algo más, el obediente Manu, (François Toumarkine).

Un gran divertimento, ciertamente muy literario, pero muy disfrutable. Acompañado por variaciones sobre la Melodía húngara D 817 de Franz Schubert, y la Sonata K 87 de Scarlatti , que le van como anillo al dedo. 

Por cierto, la cinta ganó el Cesar al mejor guion y el Cesar a la mejor opera prima.