Para ejemplificar las teorías del Profesor Laborit sobre el funcionamiento del cerebro humano, Resnais nos presenta las historias de tres personajes, interpretados por grandes actores, en un montaje paralelo, interrumpido por las explicaciones del Profesor, por imágenes de la naturaleza y de experimentos con ratones de laboratorio. La ficción al servicio de la pedagogía nos divierte al mismo tiempo que las explicaciones científicas nos hacen sentir inteligentes. Gran premio del Jurado en Cannes.
Ficha IMDb
“La única razón de ser de un ser, es “ser”, o sea, mantener su estructura.”, dice el profesor Laborit, biólogo francés real y famoso (1914-1995). Es el punto de partida de la cinta, quien va a ser la ilustración de las explicaciones del profesor, a través de tres personajes, muy claramente definidos.
En una estructura perfectamente construida, se empieza por la parte teórica, explicada en voz off por el científico, mientras desfilan las diferentes etapas de las células, desde los musgos hasta los mamíferos, entre ellos los humanos. Esta exposición alterna con el resumen de la vida de tres personajes. Después empieza el relato de sus vidas, en primera persona, desde el nacimiento, la infancia, hasta llegar a la época adulta que será contada en forma más detallada.
Janine Garnier (Nicole Garcia) nació en Paris, en el seno de una familia obrera comunista, pero su pasión era el teatro, por lo que fugó. Jean Le Gall (Roger Pierre, a contra empleo de sus papeles cómicos habituales) nació en la isla de la familia en Bretaña, estudió en las mejores escuelas, fue alto funcionario de la cultura, diputado, escritor. René Ragueneau (Gérard Depardieu) nació en una granja, su hermano y él tomaron clases por correspondencia porque su padre era totalmente opuesto a cualquier tipo de progreso intelectual o de mejoría en los métodos de explotación agrícola. René huye y empieza a subir escalones en una empresa textil, sin dejar su fe católica.
Cada uno está fascinado por un gran actor del cine francés: Jean Marais, Danielle Darrieux, Jean Gabin, y Resnais interpone escenas de películas famosas cuando las situaciones vividas por sus tres cochinillos de indias se parecen a las de su cinema personal.
Los caminos de los tres se encontrarán, sus vidas se mezclarán, a veces armoniosamente, a veces antagónicamente.
Las explicaciones de Profesor Laborit sobre la evolución y la constitución del cerebro, aclaran los comportamientos: dos cerebros primitivos, el reptiliano, de las necesidades físicas primarias: comer, beber, reproducirse, nos lleva al consumo ; el secundo, límbico, común a todos los mamíferos, el de la memoria formado por la educación, que nos enseña la recompensa y el castigo, nos lleva a huir del dolor y lucha para conseguir el placer o el reconocimiento; el tercero, el neo córtex , más desarrollado en el ser humano, nos permite reflexionar e interpretar lo que los dos anteriores nos transmiten en forma inconsciente, y elaborar un discurso para justificar las respuestas dictadas por los dos primeros.
El profesor, ayudado por las imágenes de unos ratones de laboratorio en sus jaulas, nos explica que las reacciones del hombre frente a los estímulos exteriores, provocados por los demás, se limitan a consumir, luchar, huir, inhibirse. Cuando el hombre se siente amenazado, lo único que le queda es huir, en la enfermedad, en el suicidio, en la violencia hacia los demás.
El inconsciente es el contenido de las diferentes partes de nuestros cerebros, lo que se les ha enseñado a hacer, que llevamos dentro de nosotros .El fenómeno de inhibición le permite encontrar una falsa solución, sin saber que los demás lo han colocado ahí.
Además de ser la presentación lúdica de un tema científico arduo, la cinta presenta las características del cine de Resnais: la importancia de la memoria, de los recuerdos olvidados que una experiencia saca de las profundidades, las idas y vueltas entre pasado y presente, los intentos de analizar y explicar cómo en Hiroshima mon amour (1959) o L’année dernière à Marienbad (1961). El montaje, ágil al mismo tiempo que muy estructurado, juega con las vidas paralelas y cruzadas de los personajes, sus encuentros, sus huidas, sus accesos psicosomáticos, y las incursiones en el mundo imaginario de cada uno con los fragmentos de películas. Este procedimiento será la base de cintas como On connait la chanson (1997).
Y ¿quién es el tío de América? Es el personaje que no existe, que no tiene vida, pero permite escapar de las situaciones insoportables, soñar que la felicidad y el éxito son posibles, es el acceso al mundo imaginario, simbolizado por la imagen final de un bosque frondoso pintado en trompe-l’oeil sobre un muro de una ciudad devastada por la guerra. O en proceso de construcción.
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