Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, November 27, 2011

El chico de la bicicleta (Jean-Pierre y Luc Dardenne, 2010) - 7.5/10


La historia lo tenía todo para ser un melodrama lacrimógeno. Pero los hermanos Dardenne nunca se detienen en sentimentalismos o conmiseración. Una película discreta y fuerte a la vez. Gran Premio del Festival de Cannes 2011

Ficha IMDb

La historia bien podría ser una película de los años cuarenta : niño abandonado, a la búsqueda de su padre, negándose a aceptar que este no lo quiere en su vida, un centro de acogida, una señora buena, un seductor delincuente, la tentación, la maldad de algunos adultos. Un niño que no cree en la palabra de los adultos, ni en la posibilidad de que alguien lo ame.

Con lugares simbólicos: la ciudad, zona de relaciones sociales normales, trabajo de Samantha, comercios, niños jugando futbol, vecinos.

El bosque, lugar de peligros y delincuencia; la gasolinera, lugar de encuentros y bifurcaciones. En el bosque, Cyril (Thomas Doret) , el niño siempre vestido de rojo, tal capuricito rojo se topa con el lobo feroz, un joven delincuente de semblante amistoso, hasta seductor . Es también en el bosque donde es perseguido por otro lobo, este claramente agresivo, el hijo del marchand de periódicos que atacó.

Si el chico es el caperucito, si el jefe de pandilla es el lobo, Samantha Cecile de France) , la peluquera que lo recibe es claramente el hada madrina. Bastó con que el niño se agarrara de sus piernas, sin siquiera mirarla, en la sala de espera del consultorio, en un intento desesperado para escapar de sus maestros, para que ella se sintiera llamada a ser buena con él. Y lo es con paciencia y perseverancia, sin preguntarse, sin quejarse, sin enojarse. Hablándole a veces en voz seria, madura. Con mucha calma. Para empezar, le vuelve a regalar su bicicleta. La bicicleta, símbolo de unión con los demás, entre el centro de acogida y la ciudad, durante su investigación sobre la partida de su padre, y después para llevarle el dinero del robo a su padre.

Con este regalo, ella le da la posibilidad de encontrar la verdad sobre su padre: primero medio para encontrar al padre (Jérémie Renier ), se vuelve pronto medio de saber las intenciones de este: lo que el padre haya hecho con ella permite saber lo que pensaba hacer con el niño. Que haya venido la bicicleta, y no que se la hayan robado, es prueba que quiere deshacerse de su hijo.
Yla bicicleta le da tambien la posibilidad de integrarse a una red social o familiar. Por eso el empeño para recuperarla o evitar que se la roben.

La narración está bien construida, aunque se le pueda reprochar que la secuencia de eventos es un poco esperada: búsqueda desesperada del padre, utilización de Samantha como un adyuvante para verlo, resignación al rechazo, aceptación de una vida “normal”, tentación de la delincuencia, regalo al padre del botín de los malhechos, regreso a la sociedad y aceptación del castigo, vida feliz, último incidente con riesgo de perderlo todo.

Pero los hermanos Dardenne logran acabar bien su historia: sin patetismos (el golpe de piedra no lo mató), ni reconciliación con el “enemigo” (el hijo del comerciante a quien atacó), ni escena familiar feliz. Simplemente, toma su bicicleta y se va hacia una vida normal, aceptando, sin lágrimas, gritos, abrazos o grandes declaraciones, que la vida no es ni tan mala ni tan buena. Y que hay que aceptar las oportunidades que ofrece.

Tres cosas llaman la atención. Primero, el uso muy limitado de la música: un fragmento, siempre el mismo, del concertó Emperador de Beethoven, solo en los momentos de abandono del niño, señalando en vacio en el cual se ve de repente hundido. Señal sonora en lugar de acercarse a una cara llorosa. El niño nunca se permite detenerse a sentir tristeza. La única vez en que expresa su dolor es el momento, después de que finalmente entendió que su padre lo abandona, en que se golpea la cabeza dentro del coche. Y lo vemos de espalda.

Segundo: Una expresión siempre seria, fría del niño. Salvo al final en el paseo en bicicleta y el día de campo. Pero también una imagen impactante: su forma de dormir, totalmente envuelto en su sabana, sin que se pueda distinguir donde están los pies o la cabeza. Y como se voltea, se sienta, totalmente envuelto. Como paquete. En una imagen impresionante del dolor, del miedo.

Tercero: el ritmo del niño. Sus piernas siempre se están moviendo., corriendo o pedaleando. No tienen el tiempo para detenerse y llorar sobre sí mismo. Tiene que actuar, y rápido, para encontrar un lugar en la sociedad.

Todo con una fotografía en tonos claros, con mucha luz y serenidad, confirmando la decisión de no caer en el melodrama.

Una película muy recomendable.

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