Dos mundos se oponen: el caliente y el frío, el del sur y el del norte, el de los colores calidos y el de los colores fríos, azul y gris. Pero en los dos mundos, la pasión se exacerba, aun cuando no se expresa. El resultado es una película muy intensa, bien escrita, bien interpretada y bien filmada.
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El relato, como en todos los guiones que Arriaga (Amores Perros, 21 gramos, Babel ) escribió para Iñarritu y que llevaron a este al éxito, se divide en subrelatos. Dos en el pasado, compartiendo el mismo espacio y los mismos colores, pero uno posterior al otro, por pocos días pero con una generación de diferencia. Dos relatos en el presente, pero en espacios y colores diferentes: México y Portland.
La escena inicial es el punto común entre las historias (como el accidente en Amores perros y en 21 gramos, y el balazo en Babel) : un trailer, aislado en un paisaje amplio, arde en llamas. Esta escena es el final de uno de los relatos del pasado, y el origen de los otros tres.
El incendio, el fuego, las fogatas, las quemaduras accidentales o voluntarias, el calor, el sol encuentran su eco en el norte, la lluvia, el mar, las laceraciones.Las situaciones de encuentros, entre amantes, hermanos, jóvenes enamorados, entre padre e hija, se transforman en soledad, relaciones sexuales sin amor. En no-vida.
Con buenas actuaciones, sin sobreactuación cuando el tema lo arriesgaba, con un ritmo que, a pesar de un montaje complejo, toma su tiempo y nos deja sentir el peso de la fatalidad que llevan tanto los adultos como los jóvenes. La película es como un largo paseo con el sufrimiento, con el secreto. En ningún momento cae en el dramatismo. Cada quien lleva su destino y trata de vivir con el. Sin hablar de el.
La imagen se apega a esta simplicidad. Si el montaje, y la estructura narrativa se podrían considerar demasiado complicados y por ende pretenciosos, al no seguir el orden cronológico, la composición de las imagines carece de “intelectualismo”. Toma a los actores con toda honestidad y sin efectos. Pero, cuando se trata de planos abiertos, del desierto, de los campos a fumigar o del mar sobre las rocas, se vuelve magnifica como en una metáfora de lo profundo y violento que sienten los personajesHay que recordar que Robert Elswit ganó un Oscar con la fotografía deThere Will Be Blood (Paul Thomas Anderson-2007). También hizó Mentes dementes (Grant Heslov -2009 , Michael Clayton ( Tony Gilroy -2007), Syriana ( Stephen Gaghan-2005) y Good Night, and Good Luck , una muy bonita realización en blanco y negro (George Clooney 2005)
Muerte y redención, traición y perdón, aceptación. Tratar de olvidar el mal que nos hicieron o que hicimos. Es, antes que todo, la historia de seres que maduran, se aceptan, a si mismos y mutuamente, paso a paso, a sobresaltos, como los sobresaltos de la narración fragmentada de Arriaga.
Wednesday, July 28, 2010
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