Puerto Rico en 1960. Muchos gringos. Algunos escándalos. Un periodista (en realidad, un actor) seductor. Algo de erotismo. Alcohol. Alcohol. Alcohol.
Ficha IMDb
Siguiendo los estereotipos gringos en el caribe, mujeres guapas, periodistas alcohólicos, cielo azul, y palmeras, vemos desfilar unas semanas de un cierto Paul Kemp (Johnny Depp) = Hunter S. Thompson = tal vez Hemingway, en esta película adaptada de una novela semi-autobiografica de Thompson escrita en los sesentas.
Un jefe de redacción, siempre de malas (Richard Jenkins ) y con dificultades financieras para mantener su periódico a flote.
Una guapísima rubia (Amber Heard) nadando sola a la luz de las estrellas. Unas maniobras inmobiliarias en las cuales Sanderson (Aaron Eckard) , esposo de la sirena, sobre una isla desierta. Todo sobre fondo de violencia, miseria y sociedad.
Algunas tarjetas postales caribeñas porque no se podía dejar de lado las peleas de gallo y el carnaval de Santo Tomas. Y, obviamente algo de vaudou. Con violencia anti gringo latente.
Johnny Depp fue parte importante del proyecto : conoció personalmente a Thompson y lo empujó a publicar esta novela autobiográfica, The rum diary,en 1998 .Presta su cara, siempre interesante. Pero falta algo. En realidad, falta mucho para que la película se torne interesante.
Hay buenos momentos, de comedia sobre todo: todas las escenas con el coche.Pero resulta casi más atractivas las apariciones de Moberg (Giovanni Ribisi ), perdido en su adicciones y su inmensa gabardina.Talvez lo que más sea visible es la relación con Sala, el fotógrafo del periodico (Michael Rispoli), una amistad de compartir todo, alcohol, trabajo, drogas, coche y gallo.
Porque la película no es incursión en las angustias del escritor que busca su voz narrativa, ni del enamorado que no sabe si dejarse seducir o mantener alguna moralidad.
Como denuncia de una sociedad podrida (los gringos en Puerrto Rico), y de un pueblo invadido que se deja corromper, y de los intentos de algunos para denunciar, la cinta no resulta convincente. Y la mención al final, como claves en la vida real de Thomspn, llega un poco como pelo en la sopa. ¿Eso fue lo que la película quiso significar? ¿Que este hombre fue un periodista importante y de denuncia? Sorry, no lo había entendido.
Sinceramente, no vale sus 120 minutos.
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