Otra historia de Cindirella. Otra historia de lisiado que se deja ablandar por un cuidador totalmente diferente de él. Una historia totalmente previsible, entre Intouchables y Bridget Jones, que no logra ser salvada por la luminosa presencia de Emilia Clarke.
Ficha IMDb
En los grandes temas de dramas están, las historia de maestro extraordinario, las de lisiado que se sobrepone a sus problemas, y las de lisiado culto y rico con ayudante inculto y pobre. Una variación puede ser la del lisiado cuyos problemas no pueden ser rebasados. Pero que puede encontrar un sentido a la vida a pesar de eso.
El caso de Me Befor You usa un poco de varias temáticas, las mezcla, les agrega una linda música, hermosas locaciones, mucho sentimiento y poca coherencia. El resultado quiere ser un drama, pero no logra ser tomado en serio y tiene mucho de comedia romántica, lo que es bastante grave visto lo que podría ser el tema de reflexión real de la cinta.
En una pequeña ciudad inglesa vive Louisa Clark (Emilia Clarke) .Tiene 26 años, es muy linda y sobre todo muy generosa. Sabe hacer la vida más fácil a todos, sean las clientes del salón de té donde trabaja, el dueño, sus papas, su hermana. Pero el salón de té cierra porque la crisis esta fuerte en Inglaterra. Louisa está sin trabajo pero necesita encontrar uno porque es el sostén de su familia, ya que su papa (Brendan Coyle ) está desempleado porque la crisis esta fuerte en Inglaterra. La oficina de desempleo le propone un trabajo serio con gente muy rica, porque en Inglaterra todavía existe un equivalente a la nobleza.
Total que Louisa obtiene el trabajo de cuidadora de un enfermo. Este es un joven de treinta y cinco años, ex joven dorado, excelente en su trabajo, rico, famoso, deportista. Tenía una novia hermosa y enamorada, practicaba deportes extremos. Hasta que un motociclista lo dejó cuadripléjico, dos años antes.
En las escuadras de la mansión, rehabilitadas como un departamento de lujo acondicionado para sus necesidades especiales, Will Traynor (Sam Claflin) vive con la ayuda de Nathan (Stephen Peacocke ) el eficiente fisioterapeuta, al alcance de la protección respetuosa de sus padres, Camilla ( Janet McTeer) y Stephen ( Charles Dance ).
Después de unas semanas de cuidados, de convivencia con altibajos, Louisa se entera del contenido de una carta escrita por Will a sus padres: después de un intento fallido de suicidio, acepto esperar seis meses, como un tiempo de prueba, antes de la decisión final: acabar sus días en la clínica Dignitas en Suiza (que existe realmente), dedicada al acompañamiento a la muerte voluntaria.
A partir de ese momento, Louisa se dedica a embellecer la vida de Will, llenando la de hermosos momentos, con la idea de que, tal vez, podría hacerlo cambiar de idea. Eso provoca un cambio completo en la vida de los dos, problemas de pareja para Louisa y su novio Patrick (Matthew Lewis) , el deportista obsesivo y egoísta, y excesos físicos que el cuerpo agotado de Will no puede soportar.
Obviamente, después de la amistad, vendrá el amor. Los dos personajes evolucionan: Will sonríe, Louisa se viste mejor y empieza a apreciar la cultura.
Todo eso es muy previsible. Conforme pasan los minutos, al espectador le vienen a la memoria un cierto número de cintas que ya contaron lo mismo: Julia Roberts en Dying Young, Todo por amor (Joel Schumacher - 1991), François Cluzet y Omar Sy en Intouchables (Olivier Nakache y Éric Toledano – 2011). Como en estos dos casos, el enfermo es de una familia rica, tuvo acceso a una excelente educación y una gran cultura, lo que le da un sentimiento de superioridad (de clase) y unas exigencias aumentadas por su situación física. En frente, el ayudante se siente despreciado y tarda un poco en entender que tiene sus propios valores y superioridades, que el otro, poco a poco, empezara a aceptar e integrar en su propio sistema.
Además, el ritmo de la cinta sigue exactamente las etapas esperadas en una comedia romántica: subida progresiva del acercamiento, clímax de felicidad, conflicto resolución del conflicto, reconciliación y último acercamiento, que, en este caso, acaba en una separación definitiva. Es el único punto que haga de esta cinta un drama en lugar duna comedia.
La narración presenta una serie de incoherencias: si la familia de Louisa necesita tanto del dinero que aporta, ¿cómo es que se puede pagar tantos vestidos, falditas, moños para el pelo y, sobre todo, zapatos? Will mantiene su decisión de suicidio por los dolores excesivos, pero nunca se enseña que esté sufriendo. Es más, las realidades de la vida de cuadripléjico no se enseñan en la cinta: solo se ven las dificultades para alimentarse, y muy rápidamente. Todos los aspectos pesados, baño, cuidados de los músculos, de la piel, fisioterapia, funciones corporales básicas, todo desaparece. Su vida no parece tan difícil y, como por arte de magia, puede comprarle a Louisa el regalo de cumpleaños perfecto. Will queda como un joven guapo, de quien cualquier chica se puede enamorar. Su vida se presenta solamente de los hombros hasta arriba, su cuerpo queda en el olvido.
A eso no ayuda la interpretación de Claflin, bastante limitada expresivamente. Pero es muy guapo.
En cuanto a Louisa, el intento de enseñarla como una joven alegre, bondadosa y sin pretensiones intelectuales llevó a vestirla como Minnie, con todos los colores posibles, y zapatos inconcebibles para caminar, menos para cuidar a un enfermo. Pero sobre todo llevo a la actriz, adorable por lo demás, a un juego facial excesivo, con unas cejas extremadamente móviles, lo que acaba por cansar. Su paleta expresiva es un poco limitada y su sonrisa omnipresente.
Pero no hay que olvidar los papeles secundarios que cumplen muy bien su función: la pareja de padres de clase media, frente (y nunca se encuentran) a los padres ricos, elegantes, pero que en ningún momento están ridiculizados. El novio corredor es en sí un personaje de comedia, tierno y ridículo, perfecto egoísta inconsciente.
Una cinta para adolescentes, poco original, una comedia romántica con una pareja de jóvenes actores destinados al éxito, pero que evita cuidadosamente profundizar en lo que podría ser tema de reflexión: la decisión de morir está aquí solo para darle intensidad lacrimógena a la trama, clásica, de amor imposible.
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