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El hombre que ríe de Victor Hugo encontró un
heredero digno. Aunque sin el dramatismo romántico de la novela, este personaje
genialmente interpretado por Joaquín Phoenix nos lleva de la risa al miedo,
pasando por la compasión, el enojo. Eternal y actual, es la lucha entre bien y
mal, pero ya no se sabe claramente dónde acaba cada uno.
Ficha IMDb
Arthur Fleck (Joaquín Phoenix) es un pobre payaso
de banqueta, de los que hacen publicidad para una tienda. Su talento de
bailarín pasa desaparecido, y su anuncio es motivo de burla, robo y patadas.
Fleck sufre una singular enfermedad nerviosa, que
le desencadena crisis de risas incontroladas. Como la enfermedad de Tourette
hace que el paciente suelte cascadas de palabras groseras, la enurisis risosa hace
reír en las situaciones más inesperadas e incómodas. Para su tratamiento,
depende de las recetas de una trabajadora social. A parte de eso, Arthur es un
hombre treintañero, o un poco más, que vive con su anciana madre, Penny
(Frances Conroy) en un edificio en muy mal estado . Ella se pasa la vida escribiendo
al actual alcalde de Ciudad Gótica, Thomas Wayne (Brett Cullen), pidiendo ayuda
en nombre de los años qué pasó sirviendo a la familia. Eso dice a su hijo, que,
por su lado, suena alcanzar la fama haciendo Stand Up Comedy, ya que su
madre, quien lo llama Happy, le enseñó qué hay que sonreír frente a cualquier
situación. La mejor velada para los dos es ver el show televisivo de Murray
Franklin (Robert de Niro). La vecina
de Arthur, Sophie Dumond (Zazie Beetz) , madre soltera, parece dispuesta a
compartir momentos de complicidad, tal vez amorosa, con Arthur.
Mientras tanto la ciudad va desaparezco abajo de
las toneladas de basura que se acumulan por una huelga de los servicios
municipales, el descontento y la frustración de los habitantes aumentan. La
noche en que Arthur mata en el metro a tres jóvenes y borrachos empleados de Wall
Street que molestaban a una pasajera, con una pistola que le prestó casi a
fuerza su colega Randall (Glenn Flesher), su acción se vuelve ejemplo a seguir
y la máscara del payaso de pelo verde se multiplica en las calles, como se
multiplican los opositores a los poderosos de Ciudad Gótica.
Arthur busca encontrar la felicidad por todos los medios : como comediante , como hijo de Wayne según una de las cartas maternales, o en el amor inventado con su vecina Sophie. Pero todos sus intentos se ven frustrados : el mayordomo de la familia Wayne, Alfred Pennyworth (Douglas Hodge) le dice que su madre es mentalmente inestable y su madre adoptiva.
Estas revelaciones , aunadas a lo que lee en el
expediente que roba en el hospital adonde Penny ha sido llevada, lo hace tomar
consciencia de su propia enfermedad , que la relación con su vecina es un
delirio, y agudiza su perspicacia sobre las intenciones de Franklin al
invitarlo a su programa . En un acto final fulgurante, Arthur revela su propia verdad como asesino, la verdad
de la sociedad de los poderosos acaba matando al presentador frente al publico
espantado y sale a la calle transformado en leader del pueblo enmascarado. Unos
manifestantes acorralan a la familia Wayne que sale del teatro, mata a los
padres enfrente del pequeño Bruce (Dante Pereira-Olson), punto de partida de
la historia de Batman.
Obviamente la primera calidad qué hay que
reconocerle a la cinta es la actuación de Joaquín Phoenix. Habitado por su
personaje le presta un cuerpo huesudo, desarticulado, herido , una flacura
mórbida que se transfiguran con la música. Al bailar , tiene una flexibilidad y
una gracia surreales. Su cara, aún sin maquillaje de payaso ,y filmada de muy
cerca, es una maravilla de cambios, de arrugas vivientes, sus ojos hundidos, crean
un suspenso reforzado por una voz que puede ser sorprendentemente suave, o volverse.
irascible. La risa, o las distintas risas, moduladas con respiraciones, inducen
la duda : ¿verdadera, mentirosa, parte de un papel actoral? Joaquín Phoenix se
vuelve proteico : es Fred Astaire, Jack Nicholson y Robert de Niro.
Si es al pie de la letra, un “hombre que ríe “
acabará tomando el disfraz y el nombre del Joker, y su imagen servirá de
máscara a los protestantes callejeros, al pueblo que sufre y que nadie ve. En
eso es fiel al personaje originario, el joven noble que fue desfigurado para
ser vendido a un circo, y que, al recuperar su rango en la nobleza inglesa,
habla en el parlamento en nombre de los pobres. Como la máscara de V for Vendetta,
pasó a ser la imagen de Anonymus, pasando por las protestas de Guy
Fawkes en Inglaterra, y llenando las calles en los años 2010, la máscara del
payaso es una forma de protestar y proteger su cara y su identidad.
Del punto de vista estético, la cinta muestra un
gran cuidado en el uso de una profundidad de campo muy reducido y en el uso de
colores. Un ambiente retro en las calles y el metro, en colores calientes pero
oscuros significa la pobreza la dificultad de vivir. Arthur Fleck vive su
aislamiento en azules heladas y se metamorfoseará en los colores chillantes del
joker : rojo, amarillo, naranja.
La música de Hildur Guônadóttir acompaña el terror
de la vida de sufrimiento de Fleck que se ilumina con las músicas de baile de Fred
Astaire, o ironiza con la voz de Sinatra cantando That’s life.
Porque la cinta está llena de referencias : si ya
mencionamos El hombre que ríe de Víctor Hugo y su terrorífica adaptación
de Paul Leni en 1928 con Conrad Veidt, las comedias musicales de Fred Astaire,
se ve también un fragmento de Tiempos Modernos (1935) con un Chaplin
bailarín. Como alusiones menos visibles, están Jack Nicholson y su joker de
1996, bajo la dirección de Tim Burton (Batman – 1989 ) , el terrorífico
joker de Heath Ledger en The Dark Knight ( Christopher Nolan -2008) que reveló
un sufrimiento profundo causado por el padre. Pero el joker de Phoenix en su
preparación para triunfar ensaya su prestación televisiva como Travis Bickle de Taxi Driver: “ talking to me”,
doble referencia ya que Robert de Niro interpreta a Murray Franklin, personaje
determinante en la denunciación del papel de la televisión en el
embrutecimiento y la burla .
El joker de Phillips merece totalmente entrar al
panteón de los jokers y encuentra su lugar en la línea de herencia que une
Víctor Hugo a los cómics.
Una duda permanece :: en esta sociedad donde
cualquier falsificación es factible , tal vez Arthur sea realmente el hijo de
Wayne. El final de la cinta , con la escena originaria del destino de Bruce-
Batman, deja con la perturbadora suposición que tal vez Batman y joker sean
hermanos, Caín y Abel , dos caras de la misma moneda, separados por la riqueza.
Como Quasimodo, otro hijo deformado y sufriente de
Víctor Hugo, cuyo intérprete Charles Laughton dio a Walt Disney la imagen para
su Jorobado de Nuestra Señora (1996), El hombre que ríe de Leni
dio a Alan Moore la idea para el cómic The Killing Joke (1988) para DC Comics.
Otra novela gráfica de Moore, V for Vendetta es también la historia de
un vengador del pueblo sometido.
A la diferencia de otros Joker :Nicholson, Ledger o
de Gwynplaine, este no tiene una herida física sino mental. Su risa no es por
causa física. Por otro lado, la cara sonriente es su decisión, es su cara de
payaso, decidida como su imagen ; es parte de su acto. Es su voluntad .
Así , el joker de Phillips y Phoenix es el punto de
encuentro de varias expresiones literarias, estéticas, cinematográficas , que
buscan todas expresar el malestar, físico o mental de un ser humano, y las
tentativas de liberación de los pueblos sometidos. Por eso, se integra a una
larga línea de inspiración y provoca interrogaciones morales sobre el papel de las
autoridades y las reglas de la convivencia.
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