Una historia de espionaje lejos de lo esperado : poco suspenso, poco protagonismo. Porque se trata de un hecho histórico de inteligencia-contrainteligencia entre Cuba socialista y el exilio cubano en Estados Unidos.
Ficha IMDb
En los años noventa, el piloto cubano René González (Edgar Ramírez) decide un buen día volar a Estados Unidos, dejando atrás y sin avisar a su esposa Olga (Penélope Cruz) y su hija Irma (Carolina Peraza Matamoros. Una vez en Miami, se hace amigo de unos cuantos cubanos exiliados, hasta acercarse al grupo Hermanos al Rescate, que se dedica a ayudar a balseros, a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) que organiza también lanzamientos de folletos anticastristas para los cuales necesitan pilotos y al poderoso Luis Posada Carriles (Tony Plana), ex operativo de la CIA. Varias operaciones buscan atacar la industria turística cubana. Para financiar todo eso, no dudan en traficar drogas .
Juan Pablo Roque (Wagner Moura), otro piloto cubano, llega nadando a Guantánamo donde pide asilo político. Una vez en Miami, se integra bastante bien a la comunidad cubanoamericana en Miami al punto de casarse con Ana Margarita Martínez (Ana de Armas) y por ella acercarse a Luis Posada y ganar su confianza. Después de meses de vida lujosa, vuelve discretamente a Cuba.
Después de varios meses sufriendo humillaciones por tener a un esposo “gusano”, Olga y Irma pueden reunirse con René en Florida. Todas esas operaciones de idas y vueltas entre Miami y Cuba están supervisadas por Gerardo Hernández, alias Manuel Viramóntez (Gael García Bernal), bajo el nombre de Red Avispa .
En 1997, desde el Salvado, el joven Raúl Cruz León (Nolan Guerra Fernández) es reclutado para poner bombas en el lujoso Hotel Copacabana en La Habana, reservado al turismo gringo. Será arrestado inmediatamente sin que la organización del exilio lo ayude.
Finalmente, en 1998, bajo el gobierno de Clinton, González, Viramóntez y demás miembros de la Red Avispa serán descubiertos, arrestados y juzgados en Estados Unidos por espionaje, y condenados a penas severas, llegando a prisión de por vida para algunos. La película no muestra las reacciones internacionales , de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, del Parlamento Inglés y de algunos Premios Nobel. Todos los prisioneros fueron liberados a mas tardar en 2014.
La cercanía geográfica entre la isla y la punta de Florida facilita que los exiliados queden tan cercanos a su país de origen, o de sus familiares que se quedaron. No pueden dejar de pensar en lo que pasa allá, y de tratar de intervenir. Lo que hacen sin descanso desde décadas. El trabajo de la Red de la Avispa duró años, impidiendo numerosos atentados .
Claramente eso es lo más importante en el desarrollo de la historia, siendo los individuos poco importantes. Se intenta instalar una temática de drama al otorgarle cierto protagonismo a Olga, tal vez por la importancia actoral y comercial de Penélope Cruz, y darle un paralelo con el personaje de Ana Margarita, su simétrico abandonado en Estados Unidos, dos mujeres abandonadas porque los esposos se van a cumplir con sus misiones, pero también porque los esposos las tratan como cantidad despreciables, simple acompañamiento que no tiene ningún derecho a participar de las decisiones. Tal vez el objetivo de la cinta fue mostrar una suerte de heroísmo masculino, que lleva a dejarlo todo, a aceptar la humillación de ser visto como traidor, en vista de una meta que lo justifica todo : sacrificarse para su país y su sistema político.
La cinta tiene el valor de enseñar los lazos entre terrorismo, narcotráfico, negocios. Para derrumbar a Castro, todo se vale. Claro que esta visión deriva de la posición del director, que pesa más del lado de los espías que del lado de Miami.
La estructura del relato no ayuda a la comprensión : primero parece favorable a los anticastristas, pero, después de un flashback de cuatro años sobre la historia del plan anti-anticastristas, y la construcción de la Red Avispa por Hernández, más en tono de documental, vuelve al estilo thriller y lleva la balanza del otro lado. Además, como los personajes no parecen cambiar en su aspecto, uno no sabe muy bien cómo ubicarse en el tiempo. El conjunto da la impresión de un rompecabezas cuyas piezas no acaban de encontrar su lugar.
Resulta divertido observar la internacionalidad de los actores: un venezolano ,un mexicano, un brasileño, una española, un argentino y una cubana. Seguramente hubo muchas discusiones sobre pronunciaciones y significados dentro del gran territorio hispanohablante para finalmente dar la apariencia de lengua cubana de adentro y de afuera de la isla. Probablemente se deba a una visión europea que ignora, voluntariamente o no, las especificidades de las lenguas hispanas de América. ya que Olivier Assayas es francés,
La historia, además de ser real, es apasionante y sumamente interesante sobre esta relación de odio tan fuerte como el amor que los exiliados cubanos mantienen con su isla de origen. Sin embargo, la narración no propicia la empatía y todo queda en un relato donde algo sigue faltando.
No comments:
Post a Comment