Linda película para niñas adolescentes, que respeta todos los imperativos político-correctos. Divierte sin esfuerzo y se olvida rápido.
Ficha IMDb
Se sabe poco que Sherlock tiene una hermanita. Bajo el nombre de Eurus, apareció en la serie de la BBC con David Cumberbatch y. Martin Freeman , como un ser sumamente inteligente y manipulador. Pero no es fruto de la imaginación muy masculina de Conan Doyle. La actual Enola fue inventada en 2007 por Nancy Springer, autora norteamericana de novelas para niñas. Con esas bases, se entiende inmediatamente el estilo de esta nueva película. La novela pertenece al genero de la literatura juvenil como Puck de.Lisbeth Werner (seudónimo de los daneses Carlo Andersen Ferndell Hall y Knud Meister) en los años sesenta, pero con un matiz acentuado de feminismo, porque así lo piden los tiempos actuales. Esta primera aventura cinematográfica de Enola, probablemente seguida por toda una serie, es la adaptación de la primera novela: La doble desaparición
Enola Holmes (Millie Bobby Brown) toma la palabra desde la primera imagen, en voz off y la conservará durante toda la cinta. Más que solo hablar al oído del espectador, se dirige directamente a él, rompiendo la cuarta pared para establecer une complicidad.
Esta señorita nacida en 1884 de unos 16 años de edad, cuyo padre ha muerto, cuyos hermanos muy mayores (más de 20 años de diferencia) Mycroft (Sam Claflin) y Sherlock (Henry Cavill) han seguido su trayectoria de distinguidos jóvenes ingleses en la capital, se quedó a vivir en la propiedad familiar sola con su mama Eudoria (Helena Bonham-Carter) en el un castillo de Ferndell Hall en medio del campo, lo que permite todo tipo de aventuras en los arboles, expediciones en bicicleta y sesiones de partes marciales con Mamá. Adentro de la casa se puede recibir una educación más intelectual, leer a grandes autores y filósofos. Nada de educación para ser una señorita distinguida y discreta, nada de artes culinarias o manuales, nada de cantos delicados. Curiosamente, madre e hija se entregan a la ciencia de las flores : pintarlas e interpretar su lenguaje. La madre recibe extrañas amigas, dejando así hija fuera de las platicas . Sorprendente si quiere darle una educación moderna.
Un buen día, la madre desaparece, dejando la a niña frente a dos hermanos bien decididos a deshacerse lo más pronto posible de esta carga. Mycroft, siendo tutor legal de la niña, la entrega a Mrs Harrison (Fiona Sha) para, por fin, darle educación femenina en un internado .
Obviamente, Enola se escapa. Tiene la suerte, o no, de toparse con un joven guapísimo, también en vías de liberación : Lord Tewksbury (Louis Partridge), marques y futuro miembro de la Cámara de los Lores pero apasionado por la botánica y perseguido por un oscuro matón que quiere eliminarlo como ya hicieron con su padre. La búsqueda de la madre se duplica entonces por la ayuda al joven. Dos pistas de investigación, de búsqueda al mismo tiempo que de huida, sobre las cuales nuestra heroína se lanza, sin ayuda, pero con muchos recursos. Salvando al joven marques del conservatismo familiar, facilitará a Inglaterra la entrada a un sistema político mas igualitario y tendrá como recompensa de su hazaña la felicidad de ver a su madre.
Como la mayoría de las cintas que quieren reformar la visión del papel de las mujeres en la historia, la cinta no duda en acumular los clichés y las incoherencias. La producción es bastante cuidada : los trajes de lujo no corresponden muchas veces a las circunstancias; la ciudad de Londres, muy poblada, se ve muy limpia, aun en los barrios populares a orillas del Támesis. Todos están felices, nadie sufre en exceso, lo que subraya la alegre música de Daniel Pemberton. ¡Que bella era la vida en la Inglaterra de principio del siglo veinte! Las mujeres podían escarparse del molde, tomar el tren, caminar solas en los callejones, vivir independientes. La cinta esta llena de colores , de alegría, de sonrisas, de complicidades.
La resolución de los dos misterios es bastante linear, simple y previsible.
Cinta para adolescentes, supo escoger la actriz perfecta, esta niña adorable de Stranger Thinks tiene encanto y talento y entusiasmo. Desgraciadamente, los actores que la rodean no están a la altura de su carisma. Sherlock se limita a ser discretamente cómplice, los demás a ser discretamente malvados. El joven Lord es casi estúpido, lo que evidentemente le da más fuerza al personaje de Enola. Lo más triste es el poco espacio otorgado a la madre interpretada por Helena Bonham Carter. Ella tal vez hubiera podido darnos algo menos superficial.
En resumen, la cinta es un lindo cuento de hadas, que pretende ser educativo al dar a las niñas el sentido de su fuerza, de su capacidad de autonomía. Lástima que el ejemplo escogido pierda toda relevancia por lo absurdo y forzado de sus circunstancias.
Las oraciones motivadoras que se repiten , como biblia de un neofeminismo oportunista , llegan a cansar por su falta de sutileza. Las reglas implacables de la era victoriana, patriarcal, puritana y discriminatoria han sido mostradas con más inteligencia y, tal vez, más eficiencia en las películas de James Ivory : Howards End (1992), The Remains of the Day (1993) o El mensajero (The Go-Between – 1971) de Joseph Losey.
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