Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, April 3, 2018

The Killing of a Sacred Deer (Yorgos Lanthimos, 2016) – 9/10


De Lanthimos vimos Alps (2011), sobre jóvenes que sustituían a los difuntos para ayudar a sus familias a pasar el duelo. Esta nueva cinta remonta a mitos trágicos e implacables. Filmada con la lentitud de una ceremonia, asusta al dejar entrever la profundidad de la maldad humana, de una locura mágica …

Ficha IMDb

Steven Murphy (Colin Farrell) es un cirujano del corazón muy afamado, trabaja en un hospital de lujo, muy moderno y blanco. Su anestesista acostumbrado es Matthew Williams (Bill Camp), su amigo. Pero sus platicas son siempre triviales, sobre objetos, como por ejemplo el nuevo reloj de Matthew.

Después de su trabajo, Steven se encuentra frecuentemente en una cafetería con un adolescente, Martín Lang (Barry Keoghan), Después, van junto al puente y siguen platicando, de asuntos más íntimos o más profundos. Aparentemente, Martin no tiene problemas de dinero, se siente bien en su vida. Sin embargo, Steven se preocupa, le hace regalos. Entonces, ¿Cuál es la relación entre ellos? ¿Es Martín el ahijado de Steven, su hijo adultero, un vecino sin padres? ¿Se tratará de algún tipo de chantaje?

De vuelta a casa, la vida de Steven se ve muy ordenada, casi fría. Las tareas están perfectamente repartidas entre la hija Kim de 14 años (Raffey Cassidy) y el hijo de 12, Bob (Sunny Suljic) para ayudar a la madre Anna (Nicole Kidman) quien lleva la responsabilidad de una clínica oftalmológica. Todos tienen un comportamiento perfecto alrededor de la mesa de la cena, platican con calma de sus experiencias del día, en frases perfectamente construidas y perfectamente frías e impersonales. Como un manual para estudiar idiomas. El tono monocorde, los diálogos artificiales y extraños serán una constante en la cinta , acercando al espectador a un ambiente de pesadilla en un mundo familiar. En el dormitorio, Anna le pregunta a su esposo si quiere una “anestesia general”. se trata de la forma en que ella tiene que actuar para que él pueda llevar a cabo el encuentro sexual.

Después de esta presentación del ambiente, los lugares y los personajes, la acción puede empezar: Martin va cada vez mas seguido al hospital de Steven, lo que no parece satisfacer a este último., quien, sin embargo, invita al joven a comer a su casa y le presenta su familia. Acto seguido, Martín devuelve la invitación y deja a Stephen en presencia de su madre con todas las intenciones de que pase algo entre los dos adultos. En cada encuentro se comparten intimidades en particular sobre el desarrollo sexual de los jóvenes, sobre las preferencias sexuales de los adultos. Comportamientos y palabras, siempre con la misma frialdad, parecen siempre fuera de lugar y de tiempo.

Martin y Kim empiezan a verse, a escondidas de los padres, mientras Steven trata de detener al joven en sus intentos cada vez mas claros de entrar a sus vidas.

La tensión se vuelve insoportable cuando una mañana Bob despierta paralizado de las piernas. Como no se encuentra ninguna explicación médica, Steven lo amenaza, lo obliga. Sin resultado. El niño ya no come. Unos días después, es el turno de Kim, quien cae durante un ensayo del choro escolar. Extrañamente, Martin llega al hospital antes de los padres.

Las condiciones están dispuestas para que pueda poner el trato sobre la mesa: primero Bob pierde el uso de las piernas; segundo pierde el apetito; tercero y casi el final, sus ojos van a sangrar; cuarto, va a morir. Y después pasará lo mismo con Kim. Y después con Anna. Para detener el destino, hay que hacer un sacrificio. Martin tiene la generosidad de dejar a Steven la opción de escoger a quien va a sacrificar para salvar a los otros. Porque la sangre pide sangre. Porque la muerte del padre de Martin no fue en un accidente automovilístico. Ni siquiera fue en el quirófano, por culpa del anestesista, como Steven le explica a Anna al compartir el dilema con ella. La verdad es que fue un error de Stephen quien opero en estado de ebriedad. Martin quiere vengarse, quiere en una comunión espiritual o mágica, pagar la muerte de su padre con la muerte de un familiar del responsable.

La enfermedad de los niños avanza, Steven trata de someter a Martín, lo encierra, lo tortura. Pero Anna al encontrar la verdad de la responsabilidad de su esposo, lo libera.

Los niños son ahora reducidos a reptar como animales, hacen todo para demostrar su amor a su padre, para que este los salve. Pero el día final llega, Los ojos de Bob sangran. Hay que llevar a cabo el sacrificio.

En una lógica de cuento, de magia, de religiosidad, Steven sacrifica a su hijo. La vida vuelve a la normalidad. Hasta pueden encontrarse con Martin en la cafetería, desafiarse con la mirada. Han perdido a un miembro de la familia, pero han ganado su sobrevivencia.

El titulo hace referencia a un mito fundador de la literatura y la tragedia griega, el mito de Ifigenia. Al irse a la guerra de Troya, Agamenón tuvo que hacer un sacrificio a los dioses para que le otorguen unos vientos favorables para cruzar el mar. Para tranquilizar a la diosa Artemis había que sacrificar a la hija Ifigenia. Agamenón, presionado por Ulises y Ménelas, acepto en contra de su esposa Clitemnestra. Una versión del mito cuenta que Artemis decidió finalmente sustraer a la niña a la muerte al reemplazarla por un venado. De ahí la lleva a uno de sus templos en Táurida para apartarla de la maldad de los hombres.

Cuando Steven va a la escuela a preguntarle al director cual de sus hijos es el mejor, este le habla de los talentos de sus hijos y señala los talentos artísticos y literarios de Kim, quien acaba de escribir un remarcable ensayo sobre Ifigenia.

Los mitos hablan de la vida, de las pulsiones, los deseos, las pasiones humanas. Las tragedias que los cuentan permiten la expiación a través del horror sagrado. El castigo divino le llega a Steven, más terrible que el castigo humano, que él de un sistema judicial. Mas implacable, mas frío. El desafío al destino al jugar con la vida de un hombre en el quirófano. Tiene que pagar, porque los dioses nunca olvidan.

Esta distancia simbólica con la vida real se transmite en la cinta no solo por la historia contada, que pierde, o parece perder el contacto con la realidad, sino también por el ambiente frio, por las líneas rectas, por los diálogos sin emoción, por las tomas cuadradas, fijas, a veces desde arriba como vistas por un ojo superior, el ojo de arriba, del más allá. De una consciencia superior y fuera del mundo. De la eternidad, tal vez. La música, estridente, anticipa y prepara el terror que las imágenes provocarán unos segundos después. Es como si supiera, antes, lo que va a pasar.

Esta consciencia inhumana y sobre humana, este ojo al cual no se puede escapar. Recuerdan a las cintas de Michael Haneke, como Caché (2005) donde una responsabilidad desconocida persigue a un hombre, la responsabilidad por los actos de sus padres, y de toda una sociedad políticamente cómplice.También de Haneke, Funny Games (2007) tuvo esa capacidad de hacernos anticipar lo peor en cada escena aparentemente anodina.

The killing of a Sacred Deer es la transposición en la sociedad moderna y rica de la tragedia arcaica, dura, seca como el paisaje griego. Atridas de los tiempos modernos, Steven y su familia encontraron sus Erinias.

Algunos ven en la cinta otra metáfora: una Grecia moderna obligada por el contexto político y económico europeo a sacrificar la felicidad material de sus hijos. Es una explicación muy plausible, pero le quita mucha profundidad al mensaje y rebaja personajes y narración a un nivel muy prosaico. Seria mucho humor negro, mucha fascinación y disgusto, atracción y repulsión, en breve mucha sofisticación para expresar asuntos cotidianos.

El efecto sobre el espectador es de un nivel aterrador. Esa lentitud hipnótica, subrayada por el cuidado en las imágenes y la música, esta construcción de una pesadilla sirve claramente para llevar a una reflexión sobre el sentido de las elecciones humanas. De estimulación intelectual. De filosofía.

No comments:

Post a Comment