Muy esperada, por su prestigiosa distribución, por su tema, y gracias a
un tráiler llamativo, esta cinta resulta muy decepcionante, casi un insulto a
la inteligencia humana, femenina, y de edad dorada.
Ficha IMDb
Son cuatro amigas de toda la vida. una vida ya un poco
larga porque esas damas andan en sus sesentas. Cada una tiene una vida
realizada. Carol (Mary Steenburgen) es dueña y chef cocinera de su restaurante,
Sharon (Candide Bergen) es juez federal, Vivian (Jane Fonda) es dueño de un
hotel de lujo, y Diane (Diane Keaton), recientemente viuda, tiene dos hijas
adultas y la casa donde vive no muestra señas de problemas económicos, lejos de
eso. Para mantener viva su amistad, han inventado la idea de crear un club de
lectura. Se turnan para escoger los títulos. Cuando le toca a Vivian, trae Las Cincuenta sombras de Grey de E.L. James.
Sorpresa, indignación, curiosidad, se transforman al filo de los días de lectura,
en un cierto interés, que culmina en casi obsesión. Al punto que se atreven a
buscar, o aceptar nuevas situaciones en su vida.
Un reencuentro para Vivian, un nuevo encuentro para
Diane, unos intentos maritales para Carol y unas conexiones cibernéticas para Sharon
la jueza.
Según el esquema tradicional de la comedia americana, después
de un despegue casi fulminante de la nueva esperanza aventurera, la vida y sus
realidades familiares, profesionales, los miedos, cancelan y bloquean todo. Pero,
en un último movimiento, el entusiasmo resurge, mandando al diablo la razón y
las razones de los demás. Las heroínas toman su vuelo, en coche, avión o moto, y
alcanzan la felicidad con su nuevo amor.
Varias situaciones son absurdas: ¿cómo un piloto (,
dueño de un inmenso rancho con caballos y avioneta de colección, ¿vuela en
clase turista? ¿Como dos hijas adultas viven en la misma casa si una está
casada y tiene hijos? ¿Porque las dos se fueron a vivir precisamente a la misma
ciudad? ¿Porque la necesidad del club de lectura para seguirse viendo?
Las situaciones son poco divertidas, son torpes y casi
groseras: Diane tocando a su vecino de asiento (Andy García) en lugares
ambiguos, la jueza y su compañero de cena (Richard Dreyfuss saliendo del coche
en estado muy desalineado, el esposo de Carol (Craig T. Nelson) en visible
estado alterado por Viagra. Los lugares, hotel de lujo, casa de campo , son fotografiados
sin chiste, excepto, hay que reconocerlo, el vuelo sobre el Valle de la Muerte.
Estas señoras ricas se visten mal. Jane fonda es un anuncio para tratamientos anti-edad
con cirugías de remplazo, Diane Keaton trata de esconder una flacura
desesperante y tal vez un problema de piel, bajo una tiesura que llega a poner
incómodo.
Pero lo peor son los diálogos, hechos a base de doble
sentidos muy pesados y burdos.
Da algo de tristeza ver a unas ex grandes actrices
recuperadas para satisfacer a un mercado meta, con una visión claramente comercial.
Y como se dejaron convencer de participar en un proyecto de tan baja calidad.
Ahora queda la verdadera pregunta importante: ¿leer o
no leer las Cincuenta sombras? Y sus secuelas.
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