Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Monday, February 11, 2019

Masques (Claude Chabrol, 1987) - 8/10


Un viejo pero clásico Chabrol, con la misma ironía fría en contra de una burguesía con buena consciencia. La maldad revista de buenas maneras, educación y cortesía, con la voz envolvente y el talento malvadamente suave de Philippe Noiret. Una joya, como siempre.

Ficha IMDb

Christian Legagneur (Philippe Noiret) es un renombrado presentador de televisión cuya especialidad son los concursos para gente mayor. Para recompensarlos por sus talentos, su juventud de alma y su romanticismo incansable, se les regala viajes extraordinarios. La suavidad melosa de la voz de Legagneur , su amabilidad, su comprensión y su paciencia por esos viejitos tan lindos, enternece a toda Francia a horario fijo.

Un día se presenta un joven periodista, Roland Wolf (Robin Renucci), que dice preparar una biografía del famoso presentador. Nada mejor para acariciar el ego de Legagneur quien le propone a Wolf llevarlo a su casa a las afueras de Paris, para que pasen juntos un fin de semana de trabajo al mismo tiempo que eso le permitirá a Wolf conocer íntimamente su forma de vivir.
La magnifica propiedad, casi un castillo, esta habitada en forma permanente por extraños personajes. El matrimonio Marquet, Emmanuel apodado Manu (Roger Dumas) y Patricia (Bernadette Lafont) se parece más a unos parásitos que aprovechan las bondades de Legagneur . Ella se dedica a los masajes para suavizar los nervios del gran hombre, al mismo tiempo que tiene una pasión para la lectura del Tarot, el esposo es un fino conocedor de vinos, y sabe maridar los deliciosos platillos preparados por Max (Pierre-François Dumeniaud), cocinero y chofer. Este está tal vez, en una pareja con. Colette (Monique Chaumette)  , entre sirvienta, secretaria, enfermera, ama de llaves, cuya principal misión es hacer que la vida de Catherine  ( Anne Brochet ) sea lo más cómoda posible.

Catherine es una joven extraña: torpe, muy silenciosa, fríamente bella, rígida, sujeta a migrañas por las cuales lleva grandes anteojos oscuros. Muy reservada en presencia de su padrino, quien la sobreprotege, se revela apasionada y audaz cuando esta sola. Y parece muy interesada por Wolf.

Pero la intención real de este es investigar sobre su hermana Madeleine quien vivió un tiempo en la casa y desapareció de forma extraña.

Al mismo tiempo que lleva a cabo su propio investigación y que finge preparar su libro, Roland , cada vez mas interesado en la extraña Catherine, hurgue en los secretos del buen presentador. Lo que descubre es aterrador: la respuesta a la desaparición de Madeleine es al mismo tiempo solución a los males de Catherine.

El final de la cinta es la confesión publica y en directo de un hipócrita, cínico manipulador quien se ha burlado durante años de todos: viejitos, público, y ahijada con el único propósito de enriquecerse.

El duelo Legagneur-Wolf, juego de escondidillas en los cuartos, pisos y jardines del castillo, a golpe de partidos de ajedrez o tenis, cuya prenda sería la joven princesa enclaustrada y delicadamente drogada, lleva su ritmo bien controlado, primero tranquilo como un fin de semana de descanso, con sol, buena comida y vinos deliciosos, para acelerarse en las noches y los rincones oscuros. La elegancia y el humor de lord inglés de Legagneur encuentra en la suavidad gatuna de Noiret un interprete perfecto. Su voz profunda y suave es una caricia casi hipnótica. ¿Quién no se dejaría seducir por los desayunos frente al jardín, las conversaciones cultas? Su poder es una mano de hierro en un guante de terciopelo, de seda, de pastelito recién horneado. Philippe Noiret es el padrino que todos deseamos. Más, es la generosidad hecha televisión. ¿Cómo no caer en la trampa de sus buenas intenciones?

Wolf es un joven lobo, decidido a vengar a las doncellas amenazadas, empezando por su hermana quien ya sucumbió. La frágil Catherine, inestable, vulnerable, despierta poco a poco al contacto del joven que llega del mundo exterior. Sin embargo, también él avanza enmascarado. él tampoco es quien dice ser.

Todos en el castillo se desplazan entre espejos y ventanas, abiertas sobre una naturaleza dominada, tan hermosa que no puede ser verdadera. El viejo lobo Legagneur observa sus talentos en la ventanita del televisor. el joven lobo Wolf se observa en su espejo.

El final del cuento es el esclarecimiento, la revelación a la luz del día de los arreglos ocultos. Pero quien tiene la ultima palabra le pertenece al malo quien triunfa al denunciar la hipocresía de la falsa bondad de la televisión, de las falsas recompensas de los juegos: la apariencia rosa de la televisión esconde un negocio mucho mas redituable. Como Legagneur en la vida familiar, la televisión es un gran ogro de la vida publica. Los dos tienen el miso objetivo: enriquecerse a costa de los crédulos. Era 1987, Chabrol ya decía o que todavía nos cuesta aceptar. Los presentadores de esos años: Jacques Martin con L’école des fans, Julien Lepers con Questions pour un champion, Patrick Sabatier con Avis de recherche no son más que actores pagados y su amabilidad es una mascara para atraer y hacer ganar dinero a productores y anunciantes.

Como casi en todas sus películas, Chabrol denuncia una burguesía hipócrita y criminal, esta cinta usa esta perversidad privada para denunciar una perversidad publica, con la misma eficiencia que siempre. Tal vez con efectos un poco previsibles. Pero sobre todo con el actor perfecto para este tipo de papel, por estar siempre al borde del exceso. Exceso de gentileza que casi lleva al precipicio de lo ridículo. Noiret juega con el peligro con un disfrute tangible, y que nos transmite, y nos da a entender muy pronto que “hay gato encerrado”..

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