Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Monday, May 6, 2019

Tokyo Project (Richard Shepard, 2017) – 9/10


Esta cinta de mediano metraje ofrece en un tono nostálgico un intento de salvar una relación. Su delicadeza recuerda a Lost in Translation, y presenta paradójicamente Tokio como una ciudad de la intimidad.

Ficha IMDb

El dueño de una pequeña impresa de productos de belleza para hombres, Sebastian (Ebon Moss-Bachrach) viaje a Tokio para proponer sus productos. Llega con la cabeza llena de referencias culturales: películas, lugares, actores, escritores. En el mismo vuelo viaja una mujer sola, Claire (Elizabeth Moss). Es fotógrafa, pasea en la ciudad, de un lugar a otro.

Mientras él se debate en las citas de negocios, los problemas de traducción y algunas confidencias a su amigo y traductor sobre el fracaso de su matrimonio, ella trata de encontrarle sentido a la organización geográfica de la ciudad.

Por coincidencia, los dos se alojan en el mismo hotel. Por coincidencia van a cenar al mismo restaurante, él en taxi, ella en metro y con muchas dificultades para encontrar el lugar. Se cruzan, intercambian unas palabras. Por coincidencia la segunda noche, se cruzan en el mismo bar. Ella entra cuando él sale después de admirar la elaboración así teatral de su cóctel. Él le dice su nombre. Por coincidencia, la tercera noche, se ven en la terraza del hotel. Ella le dice su nombre y acepta un paseo por el animado Shinjuku. Una noche apasionada y triste no da la oportunidad de formular las preguntas esperadas y la mañana lleva a una nueva separación, pero tal vez a la esperanza que el reencuentro aporte soluciones.

Como Lost in Translation (Sofia Coppola – 2003), la película usa de las referencias, construidas y en parte falsas, que las culturas europeas y japoneses tienen la una de la otra. Si, para los occidentales Japón significa Samurái, Kurosawa, Takashi Kitano … para los japoneses Estados Unidos se concentra en Brooklyn que representa la autenticidad gringa. En Tokio, las pantallas gigantes, los cruceros invadidos de peatones, las tiendas de películas, de mangas, la abundancia, contrastan con callecitas todas iguales, sumamente cuidadas y señalizadas. La multitud aglutinada no impide los paseos solitarios. La actividad frenética no impide la calma, la lentitud, el recogimiento.

Lo que al principio parecía coincidencia cobra poco a poco significado: todo estaba organizado para intentar el reencuentro. Las etapas estaban previstas como sendas oportunidades. El restaurante, el bar, el hotel, cada coincidencia era un gancho que Claire, en realidad June, tenía la libertad de agarrar para aceptar el contacto con Sebastian.

La última oportunidad que se dio la pareja es un ejemplo de delicadeza, de respeto hacia las intenciones del otro. Es un acercamiento suave y nostálgico, reconstruyendo los lazos del pasado y aceptando con precaución la posibilidad de un nuevo futuro juntos, futuro que adopta la forma de un viaje juntos a la ciudad de los templos, Kioto, a la profundidad de la tradición japonesa.

Los dos actores logran expresar con sutileza el miedo y el deseo de acercamiento, el temor a ser demasiado bruscos y romper algo tan frágil como un amor que nace o renace. Sin parecerse en nada a Scarlett Johansson y Bill Murray, en una historia que es más cuento que novela, los intérpretes transmiten la misma delicadeza que la cinta de Sofía Coppola. Menos ruido, más intimidad, menos abertura al mundo ruidoso de la inmensa capital. La cinta, tal vez por su corta extensión, logra concentrarse en sus personajes, sus itinerarios, sus mundos interiores. Los juegos entre planos, los reflejos en espejos y aparadores, los grandes vidrios acentúan las soledades.

Una pequeña gran película, llena de tristeza y de esperanza.


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