Es la
segunda adaptación del libro autobiográfico de Joseph Joffo, después de la realización,
bastante infiel, de Jacques Doillon en 1975. Se trata de una cinta muy linda,
romántica, melodramática, llena de buenos sentimientos, de declaraciones de
amor familiar, pero totalmente infiel al libro. Busca crear una imagen
edulcorada de la guerra, del ser humano y particularmente de loa miembros de la
familia Joffo. Lo que no quita lo bueno de su realización y su producción.
Ficha IMDb
En 1942, cuando se vuelve obligatorio portar la
estrella amarilla y registrarse como judío en la zona ocupada por los alemanes,
Roman Joffo (Patrick Bruel), dueño de una peluquería, organiza la dispersión de
la familia. Los hermanos mayores, Henri (César Domboy) Albert (Ilian Bergala) y
se fueron a Niza. Ahora les toca a los mas chicos, Joseph (Dorian Le Clech), de
10 años, y Maurice (Batyste Fleurial Palmieri) de 12. Su madre, Anna (Elsa
Zylbertein) les da un mapa con todas las indicaciones del itinerario. Tienen
instrucción de aprendérsela de memoria y de nunca decir que son judíos. Se
decidió mandarlos por separado pensando que dos niños llamarían menor la atención
que una familia, idea bastante extraña.
Toman el tren hacia Dax, en el sur de Francia para
pasar la línea de demarcación en Hagelmaut.
Sorpresa, tienen la suerte de viajar sentados. Llegados a destinación,
la ayuda de un cura (Etienne Chicot) les permite escapar de los soldados
alemanes, visto que viajan sin papeles. Logran cruzar la línea en medio del
bosque y de los tiroteos alemanes. Del otro lado, viajan hasta Niza,
aprovechando varios conductores de camiones que les dan aventones. Felices de estar
al aire libre, lejos de la ciudad, descubren maravillados el mar. Cuando llegan
a Niza, sus padres ya han llegado (¿Cómo?) Pasan juntos un día feliz de juegos,
bronceados y juegos en el agua de una playa llena de turistas.
En los días siguientes, Joseph se dedica a
intercambios comerciales, para no llamarlos mercado negro, mientras Maurice
coquetea con las niñas y su padre juega cartas con vecinos judíos y soldados
italianos de ocupación. Los hijos mayores trabajan en una peluquería. Todos
están felices. Cuando Mussolini es arrestado en
1943 , Italia pasa al lado de los aliados , el pacifico y tolerante
ocupante italiano es reemplazado por el ejercito alemán y los nazis.
El día del
aniversario de Anna, se organiza una hermosa cena con pastel y Joseph le regla
a su mama un violín, recuerdo de su juventud de artista en su Rusia natal, y
fruto de sus talentos de negociante. Pero llegan gendarmes franceses con las
convocaciones de Albert y Henri al
Servicio del Trabajo Obligatorio, que los llevará a Alemania a trabajar en
sustitución de los alemanes que están peleando. Roman decide otra vez separar a
la familia: los mayores van a Saboya, los chicos a un campo de niños, de
obediencia petainista, pero cuyo director Subinagui (Eric Bougnon) esconde
niños judíos. Empiezan semanas de entrenamiento tipo militar, sesiones de pelar
papas, y juegos con nuevos amigos. El ejemplo de Ange Testi (Max Clavelly) le
da a Joseph la idea de inventarse una nueva historia, como habitantes de Argel
obligados por la guerra a quedarse en Francia.
Al caer en una trampa con Ferdinand (Kev Adams),
intendente del campo, están arrestados y llevados al Hotel Excelsior, cuartel
general alemán. Ahí pasarán mas de tres semanas, contestando preguntas. Un
medico judío, el Dr Rosen (Christian Clavier) los ayudara al certificar que su
circuncisión fue una intervención quirúrgica y el cura de una iglesia de Niza
les traerá falsos certificados de bautismo. Liberados, están esperados por
Subinagui y su padre. De vuelta en el campo, pero ya con la presencia cada vez perceptible
de la autoridad de ocupación, reciben una llamada de su madre, anunciando el
arresto de su padre y tienen que salir hasta Saboya donde los dos encuentran
trabajo en la pequeña ciudad de Rumilly. Joseph trabaja como ayudante del
librero y vendedor de periódicos Ambroise Mancelier (Bernard Campan), ferviente
petainista y antisemita, cuyo hijo Raoul (Emile Berling) pertenece a la Milicia
colaboracionista. Joseph se enamora de Françoise (Coline Leclère) quien no se
muestra indiferente y, parece haber entendido que Joseph es judío.
Después de la liberación, y de darse el gusto de
salvar a Mancelier de los triunfadores que lo quieren masacrar, al decir que lo
protegió sabiendo que era judío, Joseph regresa feliz a Paris otra vez en un
tren no demasiado lleno, para encontrarse con sus hermanos que trabajan
tranquilamente en la peluquería familiar, su madre y Maurice que logró llegar
mas rápido. La felicidad sería completa si el padre no hubiera desaparecido en
un campo de exterminación.
Todo esta muy bonito en la cinta: paisajes, ciudades,
música empática con los momentos de dolor, de miedo, de felicidad. Hermanos,
padre, madre, se pasan el tiempo demostrándose su amor, en largos abrazos,
palabras conmovedoras. Hay mucho amor en esta cinta, mucha felicidad. Hay poca
guerra y poco miedo. Todos se congratulan, se apoyan, se protegen. Todos son
buenos.
Si bien es cierto que no se le puede pedir a una
adaptación que reproduzca todos los elementos de un libro, se espera que
respete las grandes líneas de la narración y, sobre todo, los ambientes y los
caracteres de los personajes. Todos esos aspectos han sido traicionados por el
guionista y el director.
No solamente los dos hermanos se tienen un amor
incondicional y sin peleas, presentes en el libro y normales entre chicos de su
edad, los papeles se ven invertidos. Joseph es ahora él de las ideas, las
iniciativas, los negocios. Maurice es casi un seguidor de su hermano. La
realidad del libro fue que Maurice tenia el talento de aprovechar las
situaciones para llenarse los bolsillos, empezando por la noche del cruce de la
línea de demarcación: yendo y volviendo, pasó a 40 personas, ganando 20 000 francos,
el doble de la cantidad que su padre les había dado para el viaje. Siguió con
los complicados intercambios de mercado negro con los italianos en Mentón y
Niza. Ese talento se confirmó en la edad adulta de los hermanos, ya que Maurice
Joffo fue el más grande traficante de joyas robadas en los años ochenta en
Paris.
Sin insistir sobre las etapas del largo viaje hacia Mentón,
totalmente simplificadas por el guion, sobre la persecución inventada en los
bosques para meterle mas suspenso y dramatismo a la travesía, lo que es
inadmisible es esta invención de una familia feliz y unida, con un padre muy
presente y muy protector. Eso le quitó todo al significado al libro que cuenta
la aventura de dos niños que tienen que desplazarse solos de un punto a otro
para escapar de la amenaza alemana. Niños que deben aprender a salvarse solos,
a tomar decisiones, a vivir en medio de extraños, a esconderse. Si el libro es
de por si bastante incoherente en su estilo, en su mensaje que se contradice
muchas veces, deja sin embargo la idea de unos niños que no pueden vivir la
vida normal de su edad.
Maurice y Joseph de la cinta son en realidad niños
felices y protegidos, que en ciertos mementos deben separar de un capullo
protector. Que reciben además muestras de afecto, que no se acostumbraban en el
estilo de educación de esos años. Hasta el amor platónico de Joseph hacia
Françoise se transforma en complicidad, paseos y platicas, hasta el punto de
una casi confidencia, innecesaria ya que ella ya entendió que el niño es judío
Abundan las inconsistencias históricas, y
contradictorias con el libro: los trenes donde los niños encuentra lugares
disponibles. ¡En tiempos de huida delante de la amenaza alemana, o de regreso
apresurado hacia Paris?! la comida abundante …. Se olvida el episodio del
arresto de los padres en Pau, su estancia en un campo de transito, del cual los
saca el hijo mayor, Henri, en una negociación muy interesante en relación con la
noción de nacionalidad en esos años. Por cierto, los dos hermanos mayores pasan
casi desapercibidos en la adaptación de Duguay que quiere dar un papel de
primer plano a los padres.
No se mencione las incoherencias del propio guion:
los niños se pasan el tiempo del viaje consultando las instrucciones y el mapa
de su madre, cuando se les dijo que lo tenían que aprender y destruir. El Dr
Rosen, de quien se pregunta porque los ayudo si el los acaba de decir que era
judío. Y que además les explica que es mejor que él s e vaya a un campo de
concentración ¿Cómo si tuviera libertad de decidir!
Tal vez el único punto positivo de la adaptación es
que le da sentido al titulo, lo que el libro no lograba hacer, abandonando el
tema de las canicas después de las primeras paginas. En la cinta al menos, la
canica tiene un valor simbólico hasta el final, como el arraigo de Joseph a su niñez,
soltándola, perdiéndola, al enterarse de la muerte de su padre.
La lista de las traiciones al libro, a los
personajes, a la historia, es larguísima. Todo se hizo para fabricar una linda
película, llena de amor y buenos sentimientos, cursi, melodramática, lacrimógena,
fácil. Se consiguió: es una cinta
agradable, con hermosa fotografía, interpretaciones convincentes, y música
ad-hoc. A muchos les gustó.
No comments:
Post a Comment