Película de culto como lo es la novela de Nabokov, provocadora en sus caracteres más que en sus imágenes, con un sentido del humor devastador al mismo tiempo que anticipa un debate que se ha vuelto muy actual. ¿Quién es realmente el personaje principal de la película?
Ficha IMDb
Humbert Humbert (James Mason) llega a la mansión de un cierto Clare Quilty (Peter Sellers), decidido a matarlo, pero se encuentra con un triste borracho que se burla de él. Después de un duelo de palabras, recuerdos y desafíos, lo abate detrás de una pintura. Para explicar su odio empieza el flashback.
Humbert Humbert, honorable profesor de literatura francesa llegó a una pequeña ciudad de Nuevo Hampshire a buscar alojamiento. Charlotte Haze( Dhelley Winters), honorable viuda deseosa de rehacer su vida al mismo tiempo que cultiva el recuerdo de su esposo muerto, no logra convencerlo de las ventajas de su casa hasta que se topan en el jardín con su hija adolescente Dolores (Sue Lyon) apodada Lolita en recuerdo de un viaje a México. Humbert Humbert no puede resistir a la belleza de la joven, renta el cuarto, se casa con la mamá, todo para quedarse cerca de Lolita.
El día que Charlotte, decepcionada del trato amoroso de su esposo, descubre el diario donde este confiesa su deseo por Lolita, sale desesperada de la casa y es atropellada por un coche. Parece que el destino se puso del lado de Humbert. Este, en su nueva posición de tutor legal, va inmediatamente a recoger a Lolita en su campo de verano y la lleva a un largo recorrido. Se instalan por un tiempo en una ciudad donde el profeso consiguió trabajo, pero Lolita empieza a cansarse de la vigilancia permanente de Humbert. Para mantenerse más cerca de ella, este decide emprender un largo viaje hacia el sur, pero ella logrará engañar su vigilancia y escapar, con la complicidad del misterioso hombre que los sigue.
Años después, Humbert recibe una carta de Lolita que le pide dinero, encuentra una mujer, adulta, casada y embarazada. Su esposo , Dick Schiller ( Gary Cockrell) tiene proyectos para irse a Alaska. Humbert suplica, ruega, se desespera para finalmente aceptar la decisión de su amada, darle todo el dinero que salió de la renta de la casa maternal, de la venta y decide vengarse del hombre que siempre estuvo en la sombra, cómplice y talvez amante de lolita : Clare Quilty.
Nabokov no dejaba muchas ambigüedades sobre sus personajes. Su Humbert Humbert, quien cuenta en primera persona, es abiertamente un pedófilo quien seduce y utiliza a jóvenes ninfitas, Lolita es abiertamente una manipuladora. Kubrick, tal vez por las limitaciones que le oponía el código Hayes, decide salirse del guion preparado por el autor y desplazar el punto de vista. Quien importa en su cinta es Humbert Humbert, hombre cuarentón, apasionado de literatura, autor frustrado, no muy sociable que se ve de repente poseído por una pasión amorosa que lo rebasa. Escoger a James Mason, de apariencia perfectamente correcta, educada, sea en traje, en piyama o en abrigo y guantes, da una dimensión de desajuste para este hombre de libros más que de contactos humanos. Su sentido del humor distante y su sarcasmo hacia Charlotte , sus pretensiones intelectuales y sus amigos muy sociables desaparece cuando se tarta de su propia relación con Lolita. Se encierra en su historia de amor y se vuelve ciego a todas las manipulaciones de la niña diabólica. Es que la niña tiene el apoyo de un maestro en el engaño : Clare Quilty. Este lleva en su nombre la ambigüedad : no tiene nada de transparente, es más bien un prodigio de las transformaciones, de las personalidades múltiples, es un patchwork, un quilt, de papeles. El autor famoso que aprovechó la gira de conferencias para seducir a Charlotte y olvidarla tan pronto, una entre otras, viaja con una amiga de estilo “existencialista” a la moda en los años 50, observa, analiza, aprovecha. Se hace pasar por policía en el primer hotel del viaje de Lolita y Humbert, y da a este toda una lección sobre apariencias y buenos comportamientos. Después se disfraza de psiquiatra alemán, el dr Zempf para convencer a Humbert de dejar a Lolita participar en el grupo de teatro de la escuela. Posteriormente es el cómplice escondido y voyeur que los sigue y organiza la huida de Lolita, dejando a Humbert en manos de los vigilantes del hospital. Siempre habla, juega con las palabras, los tonos de voz. Introduce una capa extra de actuación dentro de la actuación. Embauca, seduce, engaña. Nadie se le puede resistir. Es el diablo.
En cada etapa, Humbert es vencido, rebajado, sometido. Pero su amor no se cansa, su obsesión no cede. Es amarrado a los pies de su Lolita cono lo muestra la escena famosa donde le pinta las unas de los pies. Humbert ya no es nada. Se ha reducido a la sombra del profesor altivo que fue.
Si la cinta empieza y termina en el asesinato premeditado de Quilty a manos de Humbert Humbert , es porque la narración de la cinta es la de un duelo entre dos hombres a través de una mujer. Quilty le quitó a Humbert el objeto de su deseo. No solamente se lo quito físicamente, pero la transformó. El Humbert de Kubrick no es el simple pedófilo de Nabokov, es un hombre profundamente obsesionado por su amor. El deseo de un pedófilo se acaba cuando el niño o adolescente crece y pierde las características físicas que desencadenaron la fijación. Cuando Humbert vuelve a encontrar a Lolita, es una adulta, lleva una vida de esposa de clase media baja, con su casita, su pila de ropa para planchar, su esposo trabajador y sus preocupaciones de dinero. Sobre todo, Lolita está embarazada. Su cuerpo ya no tiene nada en común con la delgadez en bikini que deslumbró a Humbert en el jardín maternal, con sus lentes de corazón bajo su gran sombrero. Esta Dolores, que ya no es una Lolita, no puede atraer a un pedófilo. Pero Humbert la suplica, quiere tener la en su vida para toda la vida. Y acaba dándole todo el dinero que tiene para que ella se vaya a cumplir el sueño de su esposo en Alaska. La ama de verdad . Ya no es el pedófilo que tal vez fue años atrás. James Mason encarna a la perfección el enamorado triste, sufrido, infeliz. Nunca sonríe. A lo largo de la historia ha sido estoicamente patético. Lo sabe y su decisión de acabar con el culpable de su sufrimiento es un último intento de recobrar su dignidad. Por eso su abrigo y sus guantes elegantes; va a llevar a cabo un duelo, un pleito de honor.
Alrededor de este retrato de una pasión, y no es coincidencia si Humbert mata a Quilty el hombre de varias caras detrás de una pintura de retrato, Kubrick hace el retrato de una sociedad. Los años 50 son todavía puritanos, pero tratan de ser modernos, juegan entre las buenas costumbres, la vigilancia de los vecinos y el cuidado de una buena reputación, y las nuevas libertades sexuales. Quilty es la posición avanzada de esta revolución en proceso : pervertido, mundano, , se introduce en cualquier lugar, en cualquier relación, en cualquier situación sabiéndola aprovechar para sacar lo que a él le conviene. El talento polifacético de Peter Sellers anuncia el uso que hará de él Kubrick en el triple papel de Doctor Insolito (Doctor Strangelove : How I Learned to stop Worrying and Love the Bomb - 1964 ).
Kubrick combina el drama individual de Humbert con la pintura irónica de la sociedad y de ahí se sigue hasta escenas de slapstick : la interminable instalación de la cama plegable en el cuarto donde duerme Lolita es una secuencia cómica que llega al nivel de grotesco de los hermanos Marx, así como la pelea de Humbert contra los enfermeros en el hospital mientras su doncella se da a la fuga con Quilty. Son momentos de risa fácil, que parecen incoherentes con un tono de denuncia, pero sirven en realidad a hacer soportable el intenso drama que vive el protagonista.
Tradicionalmente se considera que la cinta de Kubrick ha contribuido a la construcción de imagen positiva a de la pedofilia, escondiendo un acto ilegal, el abuso infantil bajo una relación sentimental, como la harán después La Pequeña de Louis Malle (Pretty Baby - 1978) con la prostitución de niñas, o las fotografías de David Hamilton y sus películas eróticas (Bilitis-1977). Las adolescentes al ser hypersexualizadas se ven como mujeres y con eso se les quita responsabilidad a adultos legalmente culpables pero que pueden argumentar haber sido seducidos. Sin embargo, la cinta de Kubrick sabe jugar con la ambigüedad : nunca se ve un gesto insinuante, menos un contacto físico sexual entre Humbert y Lolita. La duda se mantiene : ¿Tuvieron Sexo? Cada espectador contesta basándose en el concepto que tiene de la relación. Muy diferente es la cinta de Adrian Lyne (Lolita- 1997 ) con Jeremy Irons que enseña explícitamente las relaciones.
Kubrick es mucho más inteligente que eso, se ubica al margen de las evidencias y crea una cinta, lejanamente adaptada de Nabokov. Traiciona al novelista para ofrecer un enigma, o mas bien enigmas : en los personajes, en las relaciones, en las motivaciones. De un libro que se quiso provocativo, el genial director hace el punto de partida para interrogantes.
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