Los mismos que hace tres años, sin una arruga más, con el mismo encanto, las mismas manías y el mismo humor. Unos personajes nuevos para tratar de evitar el aburrimiento. Pero la historia no inspira. Afortunadamente, están los maravillosos actores.
Ficha IMDb
El hotel, The Best Exotic Marigold Hotel for the Elderly and Beautiful ya funciona bien. Tan bien que las cabezas administradoras, Muriel Donnelly (Maggie Smith) y Sonny Kapoor (Dev Patel) piensan en expandirse y comprar el Segundo Exótic Marigold Hotel. Para eso, viajan a San Diego para conseguir el apoyo de une empresa hotelera trasnacional, dirigida por Ty Burley (David Strathairm). Este les avisa que mandará un inspector encubierto. Cuando llega el guapo escritor americano Guy Chambers (Richard Gere) , Sonny se desvive para enseñarle los encantos del país y del hotel. Pero al mismo tiempo, llegó otra nueva clienta, Lavinia ( Tamsin Greig). ¿Quién es el enviado secreto?
Por su lado, Evelyn Greenslade (Judi Dench) sigue en su trabajo de consejera de estilo y se ve contratada por une empresa. Duda si aceptar, al mismo tiempo que duda en lanzarse de nuevo al amor, con el tímido y olvidadizo Douglas Ainslie (Bill Nighy), quien guía turistas en los hermosos edificios de la ciudad, con memoria asistida en el oído, por las artes de la tecnología y de un niño quien a veces lo abandona para patear una pelota con sus amigos.
Madge Hardcastle (Celia Imrie) balancea en entre dos indios maduros y ricos, sin poder decidirse. Norman Cousins (Ronald Pickup) sigue peleándose con Carol (Diana Hardcastle), entre celos y deseos de libertad.
La mama de Sonny (Lillete Dubey) y Sunania (Tina Desai) la novia siguen igual de decididas y firmes, mientras él se agita demasiado. Sobre todo que un viejo amigo, Kushal (Shazad Latif) ha vuelto y actúa con decisión, seducción y dinero.
Claro, el final de la cinta aportará todas las solucione y decisiones. El amor para todos, menos Muriel, quien, lo entendimos muy rápido, recibió un pronóstico muy malo para su cadera.
Pero esta cinta se siente más artificial que la primera. Todo es predecible. ¿Por ser una secuela con obvias repeticiones? ¿Por caer demasiado en lo Bollywood? ¿Porque les exageraciones de Sonny tenían encanto solo para una cinta y nos cansamos ya de ellas?
Se recibe con mucho gusto a Richard Gere, su encanto y su pelo canoso. Su “juventud” le da el empleo perfecto junto a la mama de Sonny. Suena artificial. Madge entiende finalmente que la felicidad estaba junto a ella, en la persona de un hombre humilde y bueno. Suena artificial. Sonny se reconcilia con su novia y acepta bailar Bollywood. En un día, baila como experto. Suena artificial.
En resumen, todo se soluciona en pares. De dos en dos. Como lo muestra claramente el final, donde las parejas maduras van en moto (otro cliché de la libertad reconquistada en años mayores) acompañar a la pareja joven a la estación.
Tal vez sea eso lo que molesta, lo que se perdió en la secundo cinta fue el espíritu del grupo y su dinámica particular.
Pero no nos hagamos demasiado difíciles. La cinta es un encanto. Por el placer de disfrutar estos extraordinarios actores y pensar que la vida no acaba a los cuarenta, como tratan de decirnos en todos lados.
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