Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, July 24, 2018

Madame (Amanda Sthers, 2017) - 4.5/10


Cinta fallida, que ni siquiera hace reír, a pesar de tener muy buenos puntos a su favor, como locaciones, actores y hasta la idea. Pero todo se desperdicia y acaba en algo muy aburrido y desabrido.


Una pareja americana muy rica, aparentemente, vive en Paris, quien sabe por cuánto tiempo ni por qué. Él, Bob Fredericks (Harvey Keitel), es un poco mayor que ella, Anne (Toni Collette). Él es mucho más sencillo que ella, menos pretencioso. pero ella quiere pedalear en Velib’ como los jóvenes y dar cenas elegantes como los parisinos.

El otro motivo para la cena es invitar a un posible comprador de la Ultima Cena de Caravaggio que cuelga en el salón. Este comprador, Antoine Bernard (Stanislas Merhar)  ,además de ser un verdadero parisino culto , está enamorado de Anne y le manda un magnífico collar de rubíes antes de la recepción. Otro invitado será el inglés especialista en arte, David Reville (Michael Smiley) encargado de examinar la pintura para determinar si es auténtica. De eso depende la venta que le traerá a Bob unos cuantos miles de dólares, que podrán salvarlo de la miseria amenazante, situación que ignora su esposa, es decir su ex maestra de golf.

Pero llega inesperadamente Steven (Tom Hugues) hijo de Bob, residente en Inglaterra, autor sin inspiración. En lugar de 12 invitados, serán 13. Imposible para la supersticiosa Anne, quien pide y ordena a su ama de llaves Maria (Rossy de Palma) asistir a la cena como invitada. Se trata de una española, alta, de peso majestuoso y de rasgos irregulares. Única obligación: no hablar, para no llamar la atención. Pero era contar sin la malicia de Steven, quien cambia las tarjetas de invitados, para poder sentarse al lado de Josiane (Ariane Séguillon), la joven maestra de francés de Bob y probablemente su próxima amante. También, para pimentar un poco el asunto le confía secretamente a Reville impresionado por la presencia de María, que es miembro incógnito de la familia real española.

La cena se desarrolla bien que mal, María brilla y habla demasiado. Todos se ríen de sus bromas, un poco atrevidas. Su vecino, Reville, se enamora. Madame se enoja. Y sigue la historia entre cenicienta y la madrastra malvada.

Todos los personajes son estereotipos. María, pura en sus sentimientos, es una madre devota a su hija que se quedó en España, y sueña con un gran amor como en las novelas. Madame es una esnob, nueva rica altanera sin cultura que se aburre y, además, clasista. Antoine Bernard es un seductor superficial. El experto parece enamorarse sinceramente, pero conociendo el quiproquo, uno puede preguntarse si se enamora de María o de la familia real española. Es hijo es el típico joven que se cree artista, pero espera que las ideas le caigan del cielo, o de la vida real como lo que ocurre en el romance de María y David, y las maldades de su madrastra, a quien no parece querer mucho.

Lo bueno de la cinta: los actores, sobre todo. Rossy de Palma, que sobreactúa a gusto, Harvey Keitel cuya indiferencia actoral corresponde a la perfección con la indiferencia de su personaje. Y ccc con un natural de seductor bonachón perfecto. Pero la extraña y asimétrica belleza de Rossi de Palma no está resaltada en nada por el fotógrafo, unos planos cercanos mal iluminados no le ponen en valor para nada. La belleza de París se limita a unas calles empedradas, y unas casas magníficas, donde nadie ya habita y que son domicilios de grandes empresas o secretarias de estado.

Todo suena muchísimo a texto teatral con sus diálogos para hacer brillar los actores principales mientras los otros son puro relleno. ¿Que hace la maestra de francés en la cena elegante? ¿quién son en realidad los otros invitados? ¿tienen siquiera un nombre? ¿Qué pasa realmente entre Anne y Bernard?: después de hacerle un regalo tan costoso, casi bajo las narices del esposo, la ignora cuando ella se ofrece…¿y los niños Fredericks, para que sirven?

Nada de los conflictos sociales. La cinta es demasiado ligera. Nada de los caracteres de los personajes. la cinta es demasiado superficial. Falta humor, falta espesor, falta espíritu mordaz, lo que hubiera podido hacer de la cena un momento delicioso, al aprovechar esta situación de hipocresía general ya que cada uno de los asistentes tiene relaciones escondidas con otro huésped.

Para darse un aire intelectual, la cinta deja unas elipses. ¿Porque de repente Bernard ya no se interesa en Anne, ya muy dispuesta a todo en la piscina? ¿Qué le dice Anne a David para que él se desinterese de María? ¿Cuál será el fin de la historia? En ese momento, tomará María su tren de regreso o ccc correrá en el andén a alcanzarla, como en las novelas de amor que ella aprecia tanto. ¿O ella asumirá su orgullo y su valor?

Una sola sombra de esperanza sobre sus intenciones, pero tal vez fue un sueño: al principio de la cena, Antoine Bernard cita una frase de las Relaciones peligrosas de Choderlos de Laclos. Se trata de la famosa carta donde la marquise, profundamente herida de que Valmont se haya realmente enamorado de la Presidenta de Tourvel, le dicta lo que debería decir para terminar con esta. La frase que sigue y que nuestro intelectual parisino no pronuncia es “No es mi culpa”“

¿Será que madame Anne es una nueva Marquise de Merteuil quien maneja a su antojo los amores y manipulaciones de los que la rodean?

Un ejemplo más de lo que la cinta hubiera podido ser. Y de su fracaso.

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