Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, July 6, 2018

Everyone Says I Love You (Woody Allen, 1996) - 6/10


Un Woody Allen muy menor, como si el maestro se hiciera un pequeño regalo para divertirse. Y divertirnos, con actores conocidos en papeles poco acostumbrados y con el mismo en un papel muy acostumbrado. Un momento de diversión, agradable y musical pero que no dejará una gran huella.

Ficha IMDb

En una banqueta del Nueva York actual, una pareja joven se declara su amor al pasear y mirar los acaparadores. Holden (Edward Norton) y Skylar (Drew Barrimore) se ven guapos, ricos y felices. Nada extraño. Solo que … cantan. Se trata de Just You,Just Me , una canción de la comedia musical Marianne de 1929 , o sea lo que llaman un standart.

Sigue la presentación de la familia recompuesta, en la voz off de una narradora.Se trata de Djona, apodada D.J. ( Natasha Lyonne), media hermana de Lane (Gaby Hoffmann) y Laura (Nathalie Portmann) y hermanastra de Skylar. D.J es hija de Steffi Dandridje ( Goldie Hawn) y Joe  Berlin (Woody Allen), escritor quien vive ahora en Paris, mientras Steffi  vive con su nuevo esposo Bob (Alan Alda) , y padre de Skylar . Joe vuelve muy seguido a Nueva York que adora, como Woody Allen, y para contar sus infelicidades con las mujeres de su vida, como Woody Allen. En el departamento de Park Avenue vive también el abuelo (Patrick Cranshaw), vigilado de cerca por la enérgica Frieda (Trude Klein)

Mientras los neoyorquinos se preparan para la boda, Joe   trata de sobrevivir al abandono por parte de su última joven pareja. Durante las vacaciones de verano lleva a su hijita D.J.   a Venecia donde se topan con Von (Julia Roberts), infeliz en su matrimonio con Greg (Billy Crudup) y paciente de una terapista (Waltrudis Buck) cuyas consultas D.J. y sus amigas, hijas de la doctora, espían por un hoyo en la pared. Así, conociendo a fondo las intimidades de Von , puede darle a su padre unos tips muy útiles en  su ofensiva de seducción.

Steffie, para aliviar la culpabilidad que le provoca su inmensa riqueza neoyorquina, trabaja en diversas asociaciones de beneficencia, en particular apoyo a prisioneros. La invitación a una cena familiar de Charles Ferry (Tim Roth) perturbará por un tiempo el equilibrio sentimental de los futuros jóvenes esposos. Pero todo volverá a su lugar sobre todo cuando un estudio del cerebro de Scott, hermano de la narradora, mostrará que sus ideas de derecha, que tanto afectaban a su padre demócrata, eran fruto de una lesión cerebral.

La familia completa acabará en Paris para una Navidad de reconciliación, de fiesta y nostalgia, mientras D.J. se enamora por enésima vez de un guapo joven local.

La historia, aunque complicada, es la suma de situaciones clásicas de comedia. Todas encuentran una solución sin dolor y, aun cuando los personajes parecen sufrir, en particular Joe con sus interminables quejas, lamentos y análisis, nadie se toma muy en serio sus lágrimas. Como en los cuentos de hadas, cada quien encuentra su alter ego, cada quien encuentra su modo de vivir. Hasta saben capitalizar lo positivo de las previas relaciones.

En resumen, la vida es bella.

La ligereza del asunto se traduce por las partes cantadas, un poco al estilo de On connait la chanson (Alain Resnais - 1997) con la diferencia que la cinta de Resnais ponía canciones muy populares, conocidas de todos los espectadores, en los momentos perfectamente adecuados. Aquí, llegan un poco al azar y no convencen realmente. Además, los actores no tienen mucho talento musical. Allen insistió en que ellos mismos cantaran precisamente por eso, porque cantan mal y obligó a Edward Norton y Goldie Hawn a cantar falso para que se vea mas natural

Estamos lejos de la delicadeza en el análisis y de la profundidad de caracteres de Interiors (1978) Hannah and Her Sisters (1986). Another Woman (1988) Alice (1990) o más recientemente Vicky Cristina Barcelona (2008) o Blue Jasmin (2013). Y tantas, tantas otras. Aquí, los personajes no provocan empatía ni interés. Este es el Woody Allen que divierte sin pretensión.

Quedan unos gags divertidos, como Skylar comiéndose el pastel con todo y anillo de compromiso incluido. Dos veces. Las escenas de seducción totalmente artificiales, aprendidas de memoria en Venecia.

Los bailes son bastantes mejores que las partes cantadas, en particular la escena en el hospital, sobre Makin' Whoopee , la escena de los fantasmas en el velatorio, cantando Enjoy yourself, y la fiesta de navidad en honor a Groucho Marx. El dúo a orilla del Sena es una magia de baile entre el suelo y los aires, que Damien Chazelle repetirá en La La Land. (2016).

Algunas escenas presentan un cómico casi absurdo como el partido de hockey en la entrada del departamento o el personaje fuera de lugar de la sirvienta Frieda (Trude Klein), enemiga declarada de los italianos por la salsa de las pastas.

Pero un actor, en una corta intervención, sobresale: Tim Roth, en el papel del exrecluso, inadaptado en la fiesta rica, pero tan cómodo y confidente, hace ahí una composición, lejos de sus papeles acostumbrados, que es una verdadera delicia.

En resumen, un agradable y lindo divertimiento, sin pretensión. Un homenaje de Allen a la música, como lo muestra el apellido de su personaje: Berlin, en honor a Irving Berlin, compositor de numerosas comedias musicales, en los años 30’s y 40’, autor del famoso Cheek to Cheek para Fred Astaire o de White Christmas cantada por Bing Crosby y repetida incansablemente cada Navidad.

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