Una divertida cinta de humor negro y
suspenso psicológico, con una ambientación elegante, muy buenas actrices y una excelente
banda sonora.
Ficha
IMDb
Stephanie Smothers (Anna Kendrick) es una mamá
perfecta, siempre lista para colaborar en todos los proyectos escolares,
cocinar, coser, decorar, acompañar, cuidar, bajo el ojo poco complaciente de
los demás mamás-papas de la escuela maternal donde asiste su hijo Miles (Joshua
Satine). Stephanie es también una video- bloguera, quien propone a otras mamás
recetas de cocina y demás trucos prácticos de la vida doméstica. Vive del
seguro de vida que le dejó su esposo, muerto en un accidente automovilístico.
Siempre positiva, entusiasta y trabajadora, es, hasta en su vestimenta, un
modelo sin defecto alguno. Alguien que todos quisieran imitar, u odian porque
es porque no pueden.
La cinta comienza cuando Stephanie anuncia
a sus seguidoras que su “mejor amiga” Emily desapareció varios días antes,
después de dejar su hijo Nicky (Ian Ho), amigo de Miles, a su cuidado.
Ahí empieza un flashback para cinta
como se volvieron amigas estas dos mujeres tan diferentes. Emily Nelson (Blake
Lively) es alta, delgada, atrevida en su vestir, audaz en su hablar, necesita
martinis fuertes para aguantar el día y su maternidad. Su casa es una maravilla
de lujo, y su esposo, Sean (Henry Golding), escritor sin éxito, y maestro
universitario es muy seductor. A base de anécdotas, que se revelarán después
ser mentiras, Emily se construye una imagen de femme fatale para Stephanie, a quien lograr desinhibir un poco.
De pequeño favor en pequeño favor con
el pequeño Nicky, que parece más molestarle que agradarle, llega a dejárselo
completamente a Stephanie, como siempre feliz de ayudar, y desaparece.
Pasados unos días, Stephanie empieza
su investigación, utilizando los datos autobiográficos que le dio Emily, y las
seguidoras de su blog. Va de descubrimiento en descubrimiento, en una historia
digna de Boileau -Narcejac, autores de las novelas que, adaptadas al cine,
dieron Les diaboliques (Clouzot - 1955)
y Vertigo (Hitchcock - 1958)
La cinta, adaptada de una novela de
Darcey Bell, además de mantener el suspenso, con las vueltas de tuerca
producidas por las mentiras que sembró Emily, es sumamente divertida por su
tono irreverente. El contraste entre los dos estereotipos femeninos, unido a
una química genial entre las dos actrices, nos recuerda a las Desperate Housewifes.
El ritmo es eficaz, la fotografía muy bonita.
Pero lo que más se disfruta es una
banda sonora compuesta por canciones francesas de los años 60’s, la mayoría
compuestas por este provocador genial que fue Serge Gainsbourg (padre de
Charlotte Gainsbourg, una de las actrices preferidas de Lars Von Trier). Se
oyen las voces de Brigitte Bardot, Gainsbourg mismo, France Gall, Jacques Dutronc
, en éxitos de esos años dorados.
Una cinta que, de lejos, parecía ser
comercial y tonta, resultó ser un buen momento de distracción de calidad.
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