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Un thriller bastante previsible pero que se
deja ver con gusto gracias a las actrices: Isabelle Huppert puede darse el lujo
de jugar con un personaje malvado algo superficial después de grandes
interpretaciones mucho mas turbias, como La pianiste, Elle o Abus de faiblesse ,
entre otras..
Ficha IMDb
Una noche cualquiera después de su trabajo como
mesera en un restaurante de lujo, Frances McCullen (Chloë Grace Moretz) toma el
metro de vuelta a su casa. Sorprendentemente alguien dejó un magnifico bolso
olvidado en un asiento. Erica (Maika Monroe), su compañera y dueña del
departamento le hace notar inmediatamente su inocencia y provincianismo. En New
York, si uno encuentra una bolsa abandonada, debe llamar al escuadrón
antibombas. En cuanto al dinero, podrían utilizarlo para cosas útiles, como un
lavado de colon, una de loas nuevas modas. Pero Frances es sencilla, honesta, y
decide devolver el bolso a la dirección que aparece en la identificación. Se
trata de una vieja casa en el fondo del patio de un edificio casi abandonado.
La mujer que la recibe, de unos sesenta años, le ofrece un café.
Greta Hideg (Isabelle Huppert) es francesa, vive en
New York desde muchos años. Vive sola, sin ni siquiera una mascota, toca muy
bien el piano, tiene vecinos ruidosos, y una hija que estudia música en el
conservatorio de Paris. Poco a poco se teje un acercamiento entre las soledades
de la mujer de edad, sin hijos y de la joven que perdió hace poco a su madre.
La joven ayuda a la anciana a adoptar un perro, le enseña como usar su teléfono
celular, comparten paseos y recetas de cocina. Erica empieza a sentir que la relación se vuelve
demasiado importante, que le come demasiado tiempo a su compañera, trata de atraerla
de vuelta a la vida normal en la ciudad más joven del mundo.
Una noche, al buscar velas para la cena que están preparando,
Frances encuentra en un mueble, una serie de bolsos idénticos, cada uno con un
post- it: nombre y teléfono de una mujer. La verdad la abruma y decide poner
distancias. Obviamente eso activa la furia persecutoria de Greta quien empieza
a acosarla. Si Érica y los demás empleados del restaurante tratan de ayudar a la
joven victima, la policía le significa que sin agresión abierta no pueden hacer
nada. Ninguna estrategia de Frances funciona. Greta esta siempre un paso
adelante, omnipresente: amenazas en contra de Erica, persecuciones, escena
terrible en el restaurante. Al optar por el método que espera más listo de deshacerse
progresivamente, Frances cae en una trampa definitiva. A partir de ahí, el
desarrollo de la historia se vuelve muy previsible, siguiendo el mismo esquema
que la mayoría de las películas de hostigamiento. Y tendrá el mismo final feliz
con la intervención de la amiga, después de la desaparición del detective contratado
por el padre, y de un escape fallido.
Al volver a pensar en la cinta, el espectador se dice
que definitivamente, no fue una cinta original. Todo esta muy previsible. Sin
embargo, al verla, uno disfruta bastante. Las tres actrices tienen buena química
y las personalidades se complementan en sus oposiciones, poniendo en claro la
fuente de inspiración: es una historia salida de los cuentos. La casita de Greta,
escondida en el fondo de un patio oscuro, es la de la bruja de Hansel y
Gretel. Ahí se hornean deliciosos pasteles. Por cierto, Greta que pretende
ser francesa, es en realidad húngara, como lo muestra el magnifico baúl de
madera pintado en el cual encierra sus victimas, repitiendo lo que hizo con su
hija en su niñez. El origen centroeuropeo de la bruja se confirma. Por cierto,
el nombre Greta tiene también connotación de por allá. Asimismo, se puede pensar en una historia de Caperucita
con una loba feroz, o en Blanca Nieves, con el uso de venenos.
Se unen líneas narrativas muy usadas en el cine y las
series: un trasfondo seudo psicoanalítico con el intento de reemplazo de un
familiar perdido: una madre frustrada (que fue por cierto una madre perversa)
encuentra una hija desolada. A eso se sobrepone el tema muy apreciado actualmente
del acosador. También se usa de un tema de comedia: la inocente provinciana
frente a la neoyorquina lista, la humilde trabajadora frente a la niña rica
pero buena en el fondo.
EL suspenso tiene buenos momentos como la persecución
de Erica por Greta quien le manda fotos por teléfono a Frances como prueba de
su omnipresencia, de su poder, de su maldad ilimitada, y de sus talentos
técnicos. Una secuencia de falsos sueños permite anticipar el secuestro, ultima
etapa de la posesividad de Greta, aunque no quede claro exactamente el orden de
los hechos.
Isabelle Huppert parece divertirse en ese papel que
juega con los estereotipos: la francesa de edad, culta, elegante, con sombrero
y ligero acento; la mujer ya entrada en edad que no pretender mantener
artificialmente, a la gringa, una juventud que se fue muestra sus arrugas, su
cuerpo sin curvas. Juega a ser una bruja
muy mala, para darle gusto al espectador cuando todos saben que ha podido tomar
riesgos mucho más grandes, al borde de la locura, en cinta mas audaces y
peligrosas como La pianiste ( Michael Haneke – 2001) , Elle (Paul Verhoeven - 2017 ) o
Abus de faiblesse (Catherine
Breillat - 2013 ), aún mas perturbadora
ya que se trató de un momento de la vida de la realizadora, en el que muy
limitada físicamente se dejó estafar por un hombre que le saco poco a poco todo
su dinero. En esta cinta, Isabelle Huppert no toma riesgos como actriz, todo es
fácil y puede dejarse llevar a los gritos, los excesos, los pasitos de baile.
Junto a ella, la joven y linda Chloë Grace Moretz le
devuelve la pelota con la buena voluntad de Anne Hathaway frente a Meryl Streep
en The Devil Wears Prada (David Frankel – 2006) En el mismo juego de oposiciones,
Maika Monroe luce la soltura de niña rica, feliz, bien instalada en su vida
superficial, pero que sabe aconsejar, acompañar hasta comprometerse físicamente
para salvar a su amiga.
Es una cinta que sabe combinar diferentes temas y
herramientas para construir un momento de distracción muy placentero a pesar de
no ser original. Algunas escenas están bastante bien logradas: la función de
cine con lentes 3D, el plano final con diminuta Torre Eiffel para mantener bien
controlada a la ogra falsamente francesa, el uso de la música clásica como
instrumento de suspenso, de control y de tortura.