Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Wednesday, February 26, 2020

Marriage Story (Noah Baumbach - 2019) - 9 /10


Más que la historia de un matrimonio es la historia de un divorcio y de la serie de complicaciones provocadas por los demás,  familia y abogados en particular, que llevan a los dos principales interesados a una cascada de odio que rebasan por mucho sus reales intenciones y sentimientos. La historia podría resultar tediosa pero la interpretación de Scarlett Johansson y sobre todo de Adam Driver conmueve .

Ficha IMDb

En el mundo muy competitivo del teatro neoyorquino, Charlie Barber (Adam Driver) está alcanzando la fama, gracias a una buena compañía de actores-amigos y a su actriz-musa-esposa, Nicole (Scarlett Johansson). Pero la ascensión hacia la fama les está costando la felicidad de su matrimonio.

La cinta empieza con la lectura en off de la carta que cada uno de los esposos escribió para describir a su cónyuge. Son en realidad cartas de amor, de complicidad, llenas de admiración y ternura a pesar de los defectos señalados, estos que pueden a veces hacer la vida imposible. El terapeuta de pareja a solicitud de quien hicieron esta tarea no logra conciliar una platica por lo menos tolerante ya que Nicole se rehúsa a participar en la dinámica. Ha llegado a un punto de no retorno. La propuesta de una serie televisiva en su natal Los Ángeles le permitirá ganar más dinero, volver con su familia y hacer algo por si misma, sentirse reconocida. Pero el proyecto interfiere en los de su esposo, cuya puesta en escena de Electra por fin logró presentase en Broadway.

En los días siguientes, Nicole, de vuelta en Los Ángeles con su hijo Henry (Azhy Robertson) de unos 5 años,  vive momentos intensos con su familia, en particular una mama autoritaria,  Sandra (Julie Hagerty), una hermana temerosa, Cassie (Merritt Wever ) y sobre todo con el nuevo mundo de la televisión. De repente se ve adulada, puesta en posición de estrella, de objeto valioso y, aun más, de posible directora. Escuchan sus ideas, le dan su lugar . Al mismo tiempo, empieza los trámites de divorcio con una abogada feminista, combativa hasta la agresividad, Nora Fanshaw  (Laura Dern ), estrella temida de los tribunales familiares.

El pobre Charlie se ve obligado a viajar a Los Ángeles para ver a su hijo y sin entender en realidad cómo , está tragado por la máquina americana de divorcios . Las sofisticaciones de las leyes, de los trámites , lo llevan a contratar un abogado, Bert Spitz (Alan Alda ) cuya lógica administrativa FRISE lo absurdo y cuya incapacidad lo llevará al volverá con el primero, Jay Marotta (Ray Liotta) que había pretextado un conflicto de intereses. Así las sutilidades gringas.  El desgaste, financiero , físico, psicológico, afectivo, es enorme. Una sola cosa esta clara para Charlie: quiere estar con su hijo , lo más que se pueda y para esto está dispuesto a todos los sacrificios.

La cinta es en forma lineal, la historia de esta avalancha de complicaciones, de momentos en que todo parece contrario, para después presentar una pequeña esperanza, para ver después las puertas cerrarse. A pesar suyo, los dos han entrada a una guerra sin cuartel. A una vida de simetrías porque así lo quieren las leyes o las costumbres de los tribunales : si tu tienes al niño tanto tiempo, yo lo tendré tanto tiempo, si tu viajas con él, yo viajo con él, si tus pagas eso, yo pagaré aquello . Esas simetrías y oposiciones sirven también a mostrar la oposición de dos mundos. Oposición geográfica entre las costas oeste y este de Estados Unidos, oposición cultural entre las rivales intelectuales Nueva York y Los Ángeles, el teatro intelectual y la televisión comercial. Es también las diferenciales entre las jurisdicciones estatales.. Irse de Los Ángeles a New York es cambiar de mundo. Nicole lo hizo para su esposo ,pensando que era provisional. Ahora quiere volver.

Imágenes simbólicas, escenas significativas como la de este portón que no pueden cerrar si no unen sus fuerzas, y que los está separando, el guion sabe manejar la cotidianidad dolorosa de los que todavía se aman, pero al mismo tiempo se odian, que se sienten manipulados por el otro cuando, tal vez, ellos mismos se metieron en esta situación, que en todo caso están manipulados por un sistema que ya no sabe ver las individualidades.

La cinta sabe también manejar efectos cómicos como la visita de la inspectora de Asuntos Familiares, quien debe certificar que Charlie le da su hijo un entorno correcto de vida. La frialdad de ella frente a los pobres esfuerzos de un padre desesperado es de por si bastante cómicos, pero el director remata con una escena totalmente irresistible de absurdidad, que acaba en una sentencia “Creo que le caímos bien “ , ultimo esfuerzo del padre para tranquilizar a su hijo , y que, contra toda espera, se revelará acertado.

La última escena con la lectura por Charlie de la carta que Nicole no quiso leer en la terapia es la constatación desesperada de todo el tiempo, la energía, el dinero, gastados cuando en realidad querían llevar la separación en forma sencilla, amistosa . ¡Cuánto desgaste! Pero se abre una puerta para una vida futura, sobre nuevas bases de entendimiento, colaboración, paz y, tal vez, una nueva forma de amor y comprensión. Una vida de adultos que han sabido, forzados por el sistema y las circunstancias, salir de sus egoísmos. El último plano , congelado sobre una calle típica de Los Ángeles , con sus palmeras y su sol, es señal de esperanza. Después de la tormenta vendrá la paz.

Toda esta historia, finalmente bastante y tristemente común, suena monótona, repetitiva y poco original. Sin embargo, Baumbach supo insuflar un aire fresco, una honestidad limpia de efectos melodramáticos. Provoca la emoción del espectador porque sabe provocar la empatía .Esta búsqueda de simplicidad, de autenticidad es insensible en la selección de los actores. Scarlett Johansson se reencuentra con la actriz sencilla que fue en Lost in Translation ( Sofia Coppola - 2003) No busca seducir, no busca impresionar. Actúa al ras de la tierra, al ras de los sentimientos y las emociones que cualquier mujer puede resentir cuando se da cuenta que ha dado años de su vida a un proyecto que no era realmente suyo y que ha dejado de lado lo que la constituía, ella misma. El encuentro con la abogada que le pide le cuente su historia es un momento de revelación, de la actriz y del personaje : un plano secuencia en el cual Nicole acede a lo más profundo y lo más intenso . Encuentra las palabras para explicitar este sentimiento de injusticia, de engaño que la invadió poco a poco al darse cuenta de que su esposo nunca haría la parte del camino que había prometido hacer. Se siente utilizada y desvalorizada. Lo siguió al otro lado del país, lo ayudó a realizar su sueño y ahora él, feliz, genio reconocido por la critica y la elite intelectual neoyorquina, y adulado por su compañía, ni siquiera contempla la posibilidad de hacer lo mismo para ella. La escena, así como la interceptación, es tan intensa que suele.

Frente a ella, Adam Driver se revela como una de las nuevas figuras masculinas del cine norte americano. Después del cómico absurdo del casi surrealista realizador de The Man Who Killed Don Quixote (Terry Gilliam – 2018) y de la versión blanca del infiltrado negro del KKK (BlacKkKlansman , Spike Lee – 2018), que descubría su identidad judía muy a pesar suyo, es aquí un hombre a la vez sensible, enamorado de su esposa-musa, lleno de amor por su hijo, apasionado por su arte, pero también un esposo sutilmente dominador e intolerante. Su actuación matizada deja incierto al espectador al pasar de la posición de víctima a la de victimario. El cine nos acostumbra a decirnos quién es el bueno y quién es el malo. Aquí no, ninguno de los conjugues es totalmente inocente, ninguno es totalmente culpable del fracaso del matrimonio. Es más, ni siquiera en los papeles secundarios hay gente completamente positiva o negativa. La madre es a veces odiosa en su dominación, la abogada merece cachetadas en su repetición de lugares comunes feministas simplistas, el abogado enoja con sus absurdidades burocráticas. Prisioneros de los papeles que les dio la sociedad, son sin embargo llenos de buenas intenciones. Hay que reconocer que la actitud intolerante de la abogada es realista : hay que pedir más para obtener lo que se busca, si una esposa hace demandas razonables, va directo a la pérdida total. Pero al mismo tiempo, si no hubiera impuesto sus métodos, el divorcio, tal vez se hubiera llevado a cabo más pacíficamente, según la intención original de la pareja. Pero, en ese caso, probablemente no se hubieran dicho verdades necesarias, no se hubiera llegado a la catarsis.

Las reconciliaciones son posibles ; como lo muestran las escenas musicales, Nicole cantando en trio con su madre y su hermana, y, en paralelo, Charlie cantando Being Alive en un bar frente a su compañía, los cómplices de su vida teatral. Cada uno en el medio y el lugar donde ha decidido quedarse, encuentran un equilibrio y una felicidad personal. El baile doloroso que han sido obligados a hacer los separó al mismo tiempo que enseño hasta qué punto se parecen . .

Se ha hablado mucho de Kramer vs.Kramer (Robert Benton - 1979 ) en comparación con esta cinta. La referencia funciona para darnos cuenta del camino recorrido por la sociedad en cuarenta años. Las mentalidades, las relaciones familiares han cambiado. Lo que queda son los sentimientos, las peleas, lo humano. Un matrimonio , su vida y su muerte, siempre serán temas de historias , y evocación sensible .



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