Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, December 29, 2020

Snowden (Oliver Stone, 2016) – 6/10

La biografía del lanzador de alertas más importante desde Julián Assange no logra interesar al espectador y resulta por momentos hasta aburrida. Oliver Stone perdió su fuerza inquietante.

Ficha IMDb 

La cinta empieza por un encuentro en un centro comercial en un Kong. Dos periodistas esperan a un hombre que los conocerán por su cubo Rubik, insignia de los jóvenes genios actuales. Se trata de Laura Poitras (Melissa Leo), realizadora de documentales y Glenn Greenwald (Zachary Quinto), periodista. Los dos son miembros fundadores de la Freedom of the Press Foundation. 

El hombre los lleva a su cuarto de hotel y ahí empieza la filmación de sus revelaciones, filtrando unos 9000 documentos de la NSA. Se une al equipo Ewen MacAskill (Tom Wilkinson) corresponsal del Guardian, se organizan las discusiones con la dirección del periódico para saber si se lanza o no el artículo. Mientras tanto la película en flashback cuenta la historia de ese hombre.

Edward Snowden (Joseph Gordon-Levitt ) es un joven de lentes sin nada particularmente especial aparte de su patriotismo para defender a su gran país, decide entrar al ejercito, pero el entrenamiento muy pesado lo deja un buen día con la pierna fracturada de muy mala manera. Después de varias semanas en cama viene una larga temporada de rehabilitación y obviamente se le da trabajo de oficina.

Entra a la NSA como analista y su primer día de trabajo lo pone en el camino de Hank Forrester) (Nicolás Cage) cuyo puesto se parece al de un conservador del museo ya que reina sobre una colección de antiguas máquinas de cifrado. Snowden se señala muy rápidamente por su talento, su rapidez y su eficiencia y se gana la admiración de su superior Corbin O’Brian (Rhys Ifans). Durante ese tiempo encuentra a las que será su novia, Lindsay Mills (Shailene Woodley) , maestra de pole dance y de ideas bastante más izquierdistas que las suyas.

Durante una misión para la CIA en Suiza Snowden comete algunas imprudencias que lo devuelven a Washington ;se pelea con su novia; se vuelven a contentar y es cuando él tiene su primera crisis de epilepsia. Lo mandan a Japón y después forma parte de una misión como consultante en Hawái para la NSA . Ahí descubre el centro de información SIGINT en los subterráneos que sirvieron de base militar a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Vive feliz con un excelente salario en una linda casa cerca de la playa y es cuando decide revelar al mundo lo que ha descubierto, después de entender que su casa, su novia y el mismo están vigilados.

Hace contacto con los periodistas que cita en Hong Kong y sigue la aventura de la revelación. A partir de ese momento, Oliver Stone decide utilizar más los recursos que le gustan habitualmente, como son fragmentos auténticos de televisión de la época. Nos bombardea con la acumulación acelerada de noticieros de todas las partes del mundo, de primeras páginas de periódicos que mencionan la revelación hecha por Snowden del programa de vigilancia PRISM y de qué el gobierno estadounidense espía literalmente a todos los ciudadanos escuchando sus conversaciones telefónicas y leyendo sus mensajes electrónicos.

Sigue la huida de Snowden. Una emotiva despedida con los periodistas, en particular Laura Poitras quien le da en regalo y coartada su propia cámara mientras él le regala su cubo Rubik . Primero salir del hotel y llegar al aeropuerto de Hong Kong, tomar un vuelo vía Moscú hacia uno de los 21 países a los cuales dirigió una solicitud de asilo. En la capital rusa se queda bloqueado en el aeropuerto ya que el gobierno estadounidense inválido su pasaporte. Lo que sigue es conocido : la intervención de Putin para darle asilo temporal, la interdicción de diversos estados para que el avión de Evo Morales procedente de Moscú sobrevuele su espacio aéreo bajo la sospecha que Snowden está a bordo, creando un incidente diplomático. Finalmente, Putin dará un derecho de residencia por tres años , prolongado en 2017 por tres años más, que se transformará en un titulo de residente permanente en Rusia donde su novia lo alcanzará. 

La última escena de la cinta no se sabe si es divertida, triste,  de ciencia-ficción mal hecha,  o si fue real. Es una entrevista del analista en fuga, escondido en alguna parte y que no puede aparecer en público. Se hace la entrevista por videoconferencia, pero para hacerla más teatral, literalmente, el periodista, sentado sobre el escenario al modo de james Lipton durante las entrevistas de Inside the Actor’s Studio, habla con una pantalla de computadora sobre patas que puede ser desplazada de forma remota así que Snowden se encuentra encerrado en una máquina. Para coronar y autentificar su cinta ,Oliver Stone decide en ese momento presentar al Snowden real como terminando la entrevista. Se ve particularmente poco natural. Funciona más como una excusa del director por no haber sabido convencer con su personaje dramatizado, como un ultimo argumento para defender sus intenciones.

Durante sus dos primeras tercios la cinta no tiene nada particularmente original: ni la estructura de flasback interrumpido por retornos al momento actual, ni las interpretaciones, ni el estilo cinematográfico presentan nada innovador. En el último tercio, Oliver Stone se lanza a su técnica habitual de documentos auténticos de televisión y periódicos mezclados con momentos dramatizados en un ritmo rápido. Parece que finalmente despertó el director y entendió que tenia que cambiar algo para evitar que el espectador caiga dormido. ¡Tal vez hubiera sido mejor empezar por esta secuencia!

La última escena, la entrevista por computadora caminante se ve bastante ridícula y como una tentativa de justificación de la acción del lanzador de alertas y del director. Y lleva a la aparición de Snowden real, como cima de la autentificación, finalmente muy torpe: Snowden no necesita justificarse. 

La noticia escandalizó. ¿Pero realmente sorprendió? Hace ya mucho tiempo que se sabe de la existencia de sistemas de espionaje domésticos. Lo que sorprende, tal vez, es que los adelantos tecnológicos lo hagan tan fácil, pero en esencia es el mismo sistema que los viejos micrófonos escondidos. La velocidad de las computadoras y el uso generalizado del internet por casi todos los ciudadanos han permitido cruzar información con una eficacia realmente peligrosa. Tal vez sea eso el sentido de la aparición fugaz e inútil en la trama de Nicolás Cage : las viejas máquinas que cuida hacían ya el mismo trabajo y fueron en sus tiempos igualmente eficientes.

Las actuaciones carecen de convicción. Snowden permanece siendo un niño idealista, talentoso pero que sigue un camino que se impuso sin parecer exactamente saber por qué. No cabe duda de que tuvo que pasar por momentos de dudas, de cuestionamiento sobre su patriotismo, sus obligaciones profesionales, sus deberes de confidencialidad. La interpretación mecánica de Joseph Gordon-Levitt no muestra ninguna profundidad en un personaje-marioneta y frío. Una narración plana no logra convencer de la razón de su inconformidad. Se da como un hecho que hace lo correcto y punto. El equipo de periodistas parece más convencido de su compromiso con la verdad , en particular la camarógrafa Laura Poitras, que realizará su propia cinta Citizenfour ( 2014), ganadora de un Oscar. No se analizan aspectos realmente personales, a parte de su condición de epiléptico y su miedo a ser fotografiado. Al principio parece ser un joven frustrado por no poder hacer más por su país, y que se refugia en los números porque es el único campo donde puede ser de alguna utilidad para defender a la nación frente al enemigo invisible, el enemigo abominable que provocó los atentados de las Torres Gemelas. Pero esta línea de explicación y humanización del personaje se abandona pronto, seguramente porque le restaba heroísmo.  Oliver Stone quería un héroe de una sola faceta, puro y simple. Sin complejidad.

La fuerza del poder abusivo se encarna en el jefe O’Brian, cuya cara imperturbable es la imagen del derecho ilimitado de los que pretender defender a la democracia y la libertad, y para eso se otorgan el derecho a anular las libertades personales. La entrevista por video llamada, con Snowden solo en una sala de conferencia y la cara de O’Brian sobre una pantalla enorme que abarca toda la pared y e domina literalmente al joven en un acercamiento en contra picado, es un buen recurso cinematográfico simbólico. Por lo demás todo el estilo, encuadres , movimientos de cámaras, ritmos, es de lo más convencional.

Uno mas de los biopics de Oliver Stone, muy lejos de la habilidad técnica y la fuerza polémica que tenía por ejemplo JFK (1991) 


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