Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Thursday, October 27, 2022

The Card Counter (Paul Schrader, 2021) – 9/10


Película sombría como su protagonista, un hombre que trata de olvidar su pasado jugando en los casinos, hasta que dos encuentros cambian su vida, silenciosamente.

Ficha IMDb

William Tell (Oscar Isaac) es un viajero solitario, adicto al póker. Viaja de casino en casino, de motel en motel. Los años que pasó en prisión, los utilizó para entrenar su capacidad de observación y su memoria . Gana mucho pero nunca demuestra satisfacción. Cuando llega a un cuarto de motel, lo más anónimo posible, quita los cuadros y saca kilómetros de sábanas para envolver todos los muebles : cama, sillas, mesas, lámparas, todo desaparece bajo la tela blanca grisácea. Una vez preparado el cuarto, se dedica a escribir una suerte de diario que empezó en su celda. Sus noches están a veces pobladas con imágenes distorsionadas en gran angular : pasillos, celdas con rejas, prisioneros en uniformes naranja, o desnudos, órdenes, insultos, gritos, gemidos. ¿De qué lado está Tell, torturador o prisionero?

William sigue su road trip, acumula el dinero en efectivo, pero nunca rebasa límites en sus ganancias que podrían llamar la atención de los administradores del casino. Por eso también cambia de ciudad, por eso nunca se aloja en los hoteles de casino. Quiere pasar desapercibido. No entabla conversación con los otros jugadores o en el bar, se viste de gris : pantalón, camisa, saco. Es el hombre invisible.

Pero un día coincide en un casino, golpe de suerte o decisión deliberada, con una convención de empresas de seguridad. Entra a la conferencia de un cierto John Gordo (Willem Dafoe ) Un joven sentado a su lado, le da su tarjeta para compartirle su proyecto. Se trata de Cirk (Tye Sheridan), decidido a vengarse de Gordo. Su padre se suicidó después de ser acusado de torturas en Irak, bajo las órdenes de Gordo. Antes de eso, bebía y golpeaba a su esposa quien decidió irse, dejando a su hijo como único blanco para las violencias paternales. Cirk sabe que Till, cuyo verdadero nombre es Tillich fue colega de su padre y pasó ocho años en prisión mientras Gordo se salió con la suya. Ahora Cirk quiere secuestrarlo y hacerlo pagar, con la ayuda de Tell.

El segundo encuentro generador de cambio es LaLinda (Tiffany Haddish)  una seductora jugadora que le propone una asociación. Dirige una “escudería” de talentosos jugadores que no tienen bastantes fondos. Ellos juegan, ella pone el dinero, comparten las ganancias.

Tell decide primero rechazar las dos ofertas pero finalmente se deja convencer. Cirk lo acompaña en su viaje, con ahora un objetivo, aunque su intención sea que el joven renuncie a su proyecto que no podría más que destruir su vida. La meta para Tell es ganar los World Series of Poker de las Vegas mientras acumula dinero para convencer a Cirk de volver a una vida de estudios, perdonar a su madre y reconciliarse con ella. 

El centro oscuro de la historia es un hecho real : el escándalo de Abou Ghraib : en 2003, el ejército estadounidense y la CIA son acusados de violaciones a los Derechos Humanos en la prisión central de Bagdad: fotografías insostenibles muestran torturas, humillaciones, abusos sexuales, ejecuciones sumarias. 

Schrader escribió el guión de Taxi Driver de Scorsese (productor de The Card Counter) cuyo ambiente de soledad se parece mucho a la vida de Tell. Hombres que han pasado por horrores y han sido marcados para toda la vida. Hombres que ya no pueden relacionarse con los demás. Hombres que no tienen salida. Pero Will Tell (como el héroe de la fundación de la Confederación helvética) sabe adónde va : eliminar al hombre que lo envenenó. Este hombre, fundamental en la evolución del personaje, y disparador de la sed de venganza de Cirk, es casi invisible : una breve ojeada a su conferencia, una visita en su casa donde los muebles ya están envueltos con telas. Gordo, escondido detrás de su nuevo nombre y de su negocio honesto de seguridad, será ejecutado en un largo duelo fuera de cámara, donde solo los gritos dejan imaginar el repertorio de torturas utilizadas por los dos adversarios. Tell acaba ensangrentado, herido a muerte, pero liberado: estuvo a un dedo de ganar el campeonato de póker, tuvo el valor de empezar una relación amorosa con LaLola, reunió a Cirk con su madre, lo vengó, vengó al padre del chico, destruyó al mentor que hizo de él un torturador. Y acepta pagar .

Como Travis Bickle, el personaje de Taxi Driver, el hombre solitario y violento se suaviza al sentir que puede ser el salvador de un joven maltratado por la sociedad : Cirk es el paralelo de Iris (Jodie Foster). Cuando Bickle explota, habla, gesticula, llena la pantalla de movimientos y colores, Tell calla, roza las paredes, rechaza los contactos. Sin embargo, los dos huyen de sus heridas de guarra. 

En una sucesión de salas de casino, de mesas de poder, de restaurantes despoblados, de moteles tristes, La cinta muestra el lado oscuro, sin esperanza de una vida monótona que busca acabarse. El minimalismo domina en las locaciones, en las luces, en las palabras. La música de Levon Been aparece y desaparece, angustiante, nostálgica como el Miles Davis de Ascenseur pour l’échafaud (Louis Malle - 1958   ) 

La cinta denuncia la hipocresía de un sistema que condenó a los ejecutores pero dejó escapar a las cabezas, los altos responsables políticos, militares. Bastó cambiar de nombre y dedicarse a un negocio “honesto”. Hasta matar a un joven que entró a su casa se le perdona a un hombre blanco que fue a trabajar para “proteger a su país de los abominables terroristas”. La rabia de Tell frente a lo que hicieron de él, durante la guerra, al castigo parcial que se le impuso y que cumplió, a las consecuencias psicológicas crece silenciosamente hasta el día de la explosión. Después de eso, la calma y el encierro pueden volver y ser asumidos. 

No hay escapatoria para los Tell utilizados en las guerras sucias. 


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