Una comedia de enredos, con encuentros inesperados en lugares inesperados, un ritmo que nunca descansa, guiños cinéfilos y excelentes actores. Diversión inteligente.
Ficha enredada en IMDb
Historias dentro de una historia que, tal vez, esta también dentro de una historia real. Las historias son las que cuenta Isabella Patterson (Imagen Poots), a una reportera (Ileana Douglas ), haciendo constantes referencias a la magia de las circunstancias que presenta la vida, a grandes actores y actrices Katherine Hepburn, Fred Astaire, Hymphrey Bogart, Audrey Hepburn y sus papeles. Ella es ahora una actriz famosa, instalada, seria, bien vestida y maquillada. Pero todo se debió a un encuentro milagroso. Hace algunos meses, era una “escort” de nombre Izzy, o Glow, que financiaba sus esperanzas de teatro con trabajos galantes.
Uno de sus clientes regulares era el juez Pendergast (Austin Pendleton), obsesionado a punto de lanzar a un detecte privado sobre las huellas de la joven. Dicho detective Harold Fleet (George Morfogen), trabaja a la antigua, estilo Pantera Rosa: impermeable, sombrero y disfraces absurdos.
Otro cliente, menos regular, es el director de teatro Arnold Albertson (Owen Wilson), otro centro de la narración. La característica de Arnold, además de adoptar seudónimos con cada conquista (pagada) es, después de hablarles de libertad de elección en sus vidas con metáfora de nueces y ardillas (si prefiere darles ardillas a las nueces en lugar de nueces a las ardillas como todo mundo lo hace, hazlo si te parece mejor”, regalarles una gran cantidad de dinero para facilitarles esa elección.
Arnold está casado con la actriz Delta (Kathryn Hahn),quien vivo un romance platónico e inolvidable en High Park en Londres con Seth Gilbert (Rhys Ifans ) otro actor de la obra que viene a montar en Broadway. El autor de la obra es Joshua Fleet (Will Forte), cuyo padre es detective, y que fue novio de una terapeuta poco equilibrada, Jane Claremont (Jennifer Aniston) quien tiene como paciente a Izzy y al juez Pendergast . Izzy se presenta al casting de la obra, es absolutamente genial, tal vez porque el papel es de una ex prostituta, el autor se enamora de ella, el director quiere evitarla, la actriz principal quiere contratarla.
Estas piezas de ajedrez se mueven, se encuentran, se separan, se pelean, en lugares-claves: el teatro, el restaurante, el hotel. Pero también tienen escenas de dos en dos, o con un tercero escondido. Al (Richard Lewis) y Nettie (Cybill Shepherd), los padres de Isabella intervienen de vez en cuando. Y también las ex-conquistas de Arnold, ahora exitosas gracias a las nueces financieras que les dio un día.
La mezcla es un cóctel hilarante, fino, donde la frase – arma de seducción sobre ardillas y nueces, motor de varios enredos sembrados por el propio Arnold, se ve explicada al final como una mera cita Cluny Brown (1946) película de Lubitsch, maestro del screwball comedy, explicación dada por un cineasta real, Tarantino, quien saca a Isabella de su entrevista, empujando lo que parece ser la puerta de emergencia de un teatro, para llevarla a la luz de la calle, “Steppin’ out with My Baby”, como canta Fred Astaire.
Los personajes son geniales en sus estereotipos, los diálogos son divertidos. Pero sobre todo, lo que conquista es el ritmo, un encadenamiento de los encuentros, los asares del destino que hace que ninguno puede salirse del embrollo, de la telaraña que los vuelve a conectar. Las referencias a la comida americana tradicional (Lubitsch, Astaire…),los caracteres tipificados, las situaciones absurdas que no impiden la persistencia de los personajes, hacen que el espectador no vea pasar el tiempo. El uso del espacio, de los escondites, puertas cerradas que se abren en el momento más inapropiado, sirve de revelador para el tema que fluye a lo largo de la historia: la infidelidad, tema básico para la comedia.
Todos los actores son excelentes, empezando con Imagen Poots como la joven que no puede encontrar solución en ningún momento a las situaciones en las que se mete. Pero los secundarios son un gusto: Jennifer Aniston como la terapeuta furibunda e intolerante, George Morfogen como el detective, alusión a Jacques Clouseau de la Pantera Rosa (Blake Edwards – 1963) a Antoine Doinel de Baisers volés (Truffaut - 1968)
El marco de las confesiones a la terapeuta da un toque Woody Allen a esta cinta donde cada no vive su propia locura y parece feliz de sufrir por ella. La presencia física de Tarantino y productora de Wes Anderson, son referencias poderosas para esta comedia cinéfila.
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