Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, June 29, 2021

Palais Royal! (Valérie Lemercier, 2005) – 5.5/10


Una historia inglesa, contada a la francesa como si pasara en Bélgica. El resultado es una comedia muy fácil que no logra ser muy inteligente a pesar de momentos divertidos.

Ficha IMDb

Todo empieza por el final : una emotiva ceremonia fúnebre en una catedral, mientras centenares de humildes ramos y recuerdos se amontonan frente a la reja dorada de un palacio. Imagen conocida, pero no se trata de Lady D. ni de Inglaterra. Se trata del funeral de la princesa Armelle, esposa del futuro rey de un país francófono de Europa. 

La historia vuelve hacia atrás : mientras el príncipe Arnaud  (Lambert Wilson), su esposa Armelle, su amigo Titi (Denis Podalydès) y la esposa de este, Laurence (Mathilde Seigner) también amante del príncipe, pasan un alegre fin de semana en Londres, shopping incluido con regateo obsesivo, reciben una triste llamada : el rey André acaba de fallecer en un accidente de helicóptero en las montañas donde practicaba alpinismo con su hijo mayor, el príncipe Alban (Michel Vuillermoz), quien sobrevivió al accidente. La reina Eugenia (Catherine Deneuve) apoyada en todo por el gran chambelán René-Guy (Michel Aumont) encuentra un viejo edicto que excluye de la sucesión el príncipe heredero ya que no tiene hijos, ni esperanza de tenerlos ya que todas sus novias lo abandonan tarde que temprano. Arnaud será rey y Armelle debe dejar su vida discreta y su trabajo de ortofonista. 

Las obligaciones protocolares, las sesiones de fotos oficiales, las visitas a asilos, escuelas y las eternas sonrisas no quedan con su temperamento solitario y sencillo, del cual se burlan ostensiblemente esposo, amigo y esposa del amigo, y escondidamente la sirvienta, la reina y el gran chambelán.

Cuando descubre por accidente al esposo encamado con la amante, todo cambia : desde venganzas leves como comprarle ropa interior dos tallas mas chica, hasta avisarle a un paparazzi de las citas. Con las mismas apariencias amables, Armelle se opone con firmeza a las obligaciones de corte, toma clases de fitness con el exigente coach Bruno  (Gilbert Melki), organiza un día puertas abiertas en el castillo real, se entrega a actividades humanitarias con muchos fotógrafos, destila rumores sobre la familia real, el extraño parentesco de su esposo con el gran chambelán de la reina, convence el príncipe Alban de escribir la verdad sobre las mentiras de su madre. En resumen, siembra la discordia y cosecha el amor del pueblo. Es la reina de la manipulación. La fuerza de su imagen culmina en un salto al elástico desde el puente de Londres. Acompañada de gente famosa de las artes, los deportes : Pavarotti, Brad Pitt, Beckman, el Dalai Lama, se lanza en los aires. Y se mata.

 ¿Accidente? ¿Asesinato? La princesa molestia ya no está. La reina y el futuro rey pueden respirar. 

Las semejanzas con hechos y personajes reales no se esconden, muy al contrario. Inglaterra está aquí con su puente de Londres, sus palacios, su protocolo, sus carrozas, sus juegos de polo, los atuendos de la reina. Catherine Deneuve es una perfecta copia de Elizabeth II, con sus faldas de tweed, sus botas, su amor al jardinaje, sus perlas, y sobre todos sus sombreros del color de sus vestidos. Al mismo tiempo, recuerda a Grace de Mónaco, con su elegancia y su porte.

Bélgica dio las locaciones : fachadas en gabletes, rejas y el acento usado por Armelle cuando denuncia anónimamente a su esposo. La princesa Mathilde de Bélgica fue ortofonista como Armelle. Y el difunto rey André es el doble del rey Albert II, soberano de Bélgica de 1993 a 2013.

De hecho, Reino Unido y Bélgica tienen, como varios otros países europeos, un régimen de monarquía constitucional. Si no tienen peso político, los miembros de las familias son tema de alto interés por parte de la prensa y del pueblo, objetos de merchandising fabricado en Asia. 

Armelle es una copia clara de Lady Diana : princesa perturbad para la vieja corte, demasiado libre, demasiado amada por el pueblo : baila con vestido sexy, se compromete en actividades caritativas, tiene una relación amorosa con un “inferior”. Herida por el engaño de su esposo, traiciona el silencio de buen gusto y revela los lados oscuros de la familia real, principalmente de su suegra : avaricia, falta de higiene, manipulaciones. Armelle es una peste, una piedra en el zapato. No merece sobrevivir. Su muerte accidental, como la de Diana, abre la puerta a todas las interpretaciones. 

La película cuenta con un reparto de lujo : los veteranos Catherine Deneuve, Michel Aumont. Los más jóvenes como Lambert Wilson, Denis Podalydès y Mathilde Seigner, hasta la más que veterana y deliciosa Gisèle Casadesus en el papel de la reina madre Alma que sigue viendo a su hijo el rey André como el bebe que fue hace muchísimos años.  Se usaron varios espacios famosos y hermosos : castillos de Chantilly y de Compiègne en Francia, plazas en Malines y Bruselas en Bélgica, estación de esquí de Serre- Chevalier en los Alpes. Parece que la producción tuvo finanzas bastante confortables para darle a Valérie Lemercier el estuche necesario a las alusiones que deseaba. 

Porque la cinta es escrita, en colaboración con Brigitte Buc, por Valérie Lemercier, dirigida por Valérie Lemercier, actuada por Valérie Lemercier. Es un regalo de ella para ella, para darse la oportunidad de disfrazarse, de interpretar un montón de papeles, con un montón de vestimenta, bolsitas, ramitos, sombreros, de estar siempre en el centro de la foto. 

Con todos los medios que tuvo la producción, se podía esperar algo mejor : el humor es bastante previsible, a veces pesado o limite grosero. Valérie Lemercier sobreactúa para ganarse el protagonismo, Wilson y Melki también un poco para dar claramente a entender que sus personajes son ridículos. Catherine Deneuve actúa como en piloto automático de sus papeles habituales de suegra odiosa. Nada original ni inventivo. Uno se deja llevar y se ríe sabiendo que, en el fondo, la cinta no merece tanta atención. La princesa no logra ser totalmente odiosa, ni simpática. En todos los aspectos, demasiados medios para pocos resultados.


Monday, June 28, 2021

American Sniper (Clint Eastwood, 2014) – 9/10



Una película que incomoda, entre apología de las intervenciones de Estados Unidos en medio oriente y cuestionamiento sobre el heroísmo y la violencia de estado.

Ficha IMDb

La cinta tiene el talento de enseñar claramente y desde el principio los orígenes de su personaje central. Tres escenas fundamentales construyen el marco de su personalidad. Primero un día de caza con su padre le da unas reglas claras sobre lo que se debe o no hacer. Después la asistencia dominical en familia a la iglesia donde hay que observar un cierto comportamiento, seguida de la comida con lección paternal : hay tres tipos de personas, los corderos, destinados a ser víctimas de los malos, los lobos sedientos de sangre. La tercera clase a la que uno tiene obligación moral de pertenecer, son los perros pastores, los que protegen a los débiles de los abusadores. Esta división del mundo estará siempre presente en la mente y el código moral de Chris Kyle (Bradley Cooper). La tercera escena importante se sitúa unos años después cuando Kyle,  ,joven adulto, prueba su suerte en las competencias de rodeó. Frustrado, sin dinero, decide unirse a los SEALS. El entrenamiento es feroz, extenuarte, humillante. Toda esta parte recuerda, obviamente, a Full Metal Jacket (Stanley Kubrick - 1987), en menos drástico. 

Mientras está en entrenamiento, Kyle conoce a Taya ( Sienna Miller) se enamora y la cosa parece ir en serio. Se casan y el llamado a operaciones en Irak interrumpe la luna de miel.

A partir de ese momento, Kyle hará cuatro misiones allá, con una tarea bien particular. Sus talentos como tirador lo llevaron a un puesto de francotirador, uno de esos hombres con visión de águila, que pueden pasar horas acostados sobre bolsas, disimulados por su traje, su maquillaje y unos elementos naturales o urbanos. La misión de Chris Kyle es proteger desde un techo a los soldados que intervienen en un pueblo, una calle, una casa, donde se ha localizado actividad enemiga. Ellos “ limpian “ , él los protege. 

A lo largo de sus cuatro misiones, Kyle va a matar a más de 160 personas (en su libro dice que 255) con una precisión implacable. Pero no sin dudas. Un niño, una mujer, son primero eso, seres a priori inocentes, y la cinta insiste en el tiempo de espera, de observación para comprobar sí son también un enemigo armado y peligroso.

Mientras su esposa vive asustada, con dudas y cansancio, cuidando de los dos niños que han nacido al ritmo de los tiempos de regreso y descanso, Kyle sigue firmemente con su misión. Su eficiencia le ganó el sobrenombre de “The Legend” . Se siente orgulloso de eso y sobre todo de la confianza que le tienen los que combaten en la calle.

Cuando la misión, decidida y planeada desde los altos mandos, es de eliminar a un agente cercano a Ben Laden y sádicamente violento, no hay duda para nadie. Todos los medios deben ser puestos en acción para desaparecer esta figura del mal, “El Carmicero” (Mido Hamada). Pero este tiene también su protector, su francotirador sirio de élite, Mustapha (Sammy Sheik), excampeón olímpico.

El combate se vuelve un duelo entre pares. La vestimenta de Mustapha ,cabeza envuelta en velos negros, acentúa el orientalismo, el aspecto mágico, salido de otro mundo, del tirador con talento fuera de lo común ,al servicio de la causa del mal. La herida mortal del amigo de Kyle, Biggles ( Jake McDorman)  que fallece durante la quirúrgica, los encuentros con su hermano Jeff (Keir O’Donnell ) que ha perdido la fe en la misión “ pacificadora” de Estados Unidos, llevan a Kyle a su última estancia en Irak, determinado a acabar con EL enemigo que personifica todas las características contrarias.

En una escena memorable, dramática, intensa, en medio de una tempestad de arena, Kyle logra matar a Mustapha , con un tiro preciso a casi 2 km de distancia. Es un western exiliado.

El regreso a casa se desarrolla con casi total normalidad : Kyle no parece sufrir del clásico stress post traumático. Convencido de haber cumplido con su deber, esta a veces traicionado por miedos y nervosismos incontrolables. Un trabajo sobre si mismo lo conduce poco a poco a volver a ser buen esposo, buen padre, lleno de humor y de paciencia. Trabaja en un centro de rehabilitación de veteranos, dándoles apoyo, comprensión, acompañamiento hasta el campo de tiro. Una inocente corta escena podría tal vez preocupar: lleva al mayor de sus hijos al bosque para enseñarle a cazar. Eterno regreso de los condicionamientos. El hombre que supo readaptarse a la vida después de enfrentar los peligros encontrará la muerte a manos de uno de los que ayudaba, última ironía del destino.

Se puede reprochar a la cinta un enfoque cerrado sobre su personaje : los demás no tienen mucha importancia, son meramente funcionales, empezando por la esposa, quien se limita a asustarse, suplicar, llorar, y cuidar niños. Los compañeros sirven más de acompañamiento y justificación y los enemigos no tienen ninguna individualidad. Pero eso es en realidad el reflejo del genero literario de la autobiografía. Los demás son puros accesorios.

Si la cinta de Eastwood se apoyó sobre el libro American Sniper: The Autobiography of the Most Lethal Sniper in U.S. Military History (2012),  autobiografía del verdadero Chris Kyle, es claro que el cineasta ha incluido elementos de reflexión. Muy discutido cuando salió y más cuando obtuvo él a Óscar a Mejor Película en 20000, el filme, como habitualmente con Eastwood no presenta una posición definida. En una tem donde es fácil tomar partido y utilizar todos los recursos retóricos y técnicos para llevar al espectador por un camino claramente trazado, Eastwood toma su tiempo casi plácidamente. Los buenos son también malos, los malos pueden ser buenos. Los que actúan en contra no siempre lo hacen voluntariamente. Indiscutiblemente malos, el segundo de Bin Laden, por su sadismo, mostrado en una escena insostenible con un niño, y el francotirador enemigo por su eficiencia sobrehumana. Los demás son siluetas anónimas, que echan balas, o seres forzados a pelear bajo amenazas o condicionamiento. Casi no hay combates cuerpo a cuerpo, se ven poca sangre, pocas heridas. Los escenarios son calles y casas ya destruidos en combates o bombardeos anteriores Mucho ruido, muchos movimientos en escenas de acción dignas de las mejores películas de guerra. El argumento es claro : no es Kyle y sus compañeros los que empezaron esta guerra. Llegan para continuar, para “componer “ , pero siempre en base a lo que ya se ha hecho. La pregunta nunca planteada es : ¿quien empezó todo eso ? Porque es fácil hacer remontar el conflicto al ataque a las Torres Gemelas. Pero esta espectacular agresión al imperio gringo, también simbólica, es el resultado de una dinámica que se instaló décadas atrás y se fue manteniendo y alimentando.

La personalidad de Kyle firme en medio del peligro, de las dudas, de los sufrimientos, es ciertamente incómoda : hombre bueno, su fuerza tranquila y sin falla le viene de su convicción de su papel de protector. El sentido del deber y del patriotismo le evita el trauma de los combatientes. Si se mide su papel a una escala individual: proteger a sus amigos, sus compañeros , en un círculo cercano, es indiscutiblemente digno de admiración. Pero conforme se abre el círculo a la protección de una nación, a una ideología política, religiosa o económica, el matar fríamente se vuelve mucho más discutible. Cualquiera mataría sin dudarlo un instante para proteger a sus hijos. Proteger a su país se vuelve mucho más abstracto y comprometer todo su talento, concreto y eficiente, en actos destructivos repetidos, pierde algo, o mucho de su sentido.

Clint Eastwood deja la puerta abierta a las opiniones, pone las cartas sobre la mesa, con todo su talento y el talento de su intérprete. Y deja que cada espectador opine, en un tema donde las decisiones en realidad no se toman en función de los hechos sino en función de las íntimas, y subjetivas, convicciones. Como lo dijo ,” el mayor alegato antibelicista que una película puede hacer es mostrar lo que la guerra hace a las familias y a los soldados que tienen que regresar a la vida civil”.


Wednesday, June 16, 2021

Rebecca (Ben Wheatley, 2020 ) – 6/10



Una historia de suspensa bastante mal lograd, a pesar de bonita fotografía. Un intento para asustar, pero nadie se lo cree.

Ficha IMDb

Una humilde y linda joven (Lily James), huérfana y sola en el mundo, encontró salvación en un trabajo de asistente-acompañante de una rica americana, la señora Van Hopper (Ann Dowd). Durante una estancia en Monte Carlo, se topa con el famoso Maxim de Winter (Armie Hammer), riquísimo joven viudo que pasea su soledad y su Bentley convertible en los hoteles de lujo. Aprovechando una enfermedad de la autoritaria señora, Van Hopper, una relación empieza, de complicidad, amistad, coqueteo. El día que Mrs. Van Hopper decide volver al mundo civilizado, o sea para ella Nueva York, el señor se declara. Después de una luna de miel en Europa continental, la nueva pareja vuelve a la mansión familiar de Manderley en Cornualles y su horda de sirvientes, bajo las ordenes de la austera Mrs Danvers (Kristin Scott-Thomas).

Para una joven americana de clase baja, es difícil integrarse a un mundo inglés regido por estrictas reglas de protocolo. Más aun si tiene que poner sus pies en las huellas de una primera esposa, Rebecca, y más aun cuando esta fue devotamente amada, admirada y obedecida por la vigilante de la casa. Sobre todo que el esposo mantiene un silencio obstinado sobre su primer matrimonio.

Si la hermana de Maxim,  Beatrice  (Keeley Hawes) y su esposo Giles Lacy (John Hollingworth ) aceptan bastante bien a la nueva esposa, la senilidad de la abuela (Jane Lapotaire) provoca confusiones y rechazos que agravan el sentimiento de aislamiento de la pobre joven.

El descubrimiento de una cabaña abandonada en la playa, cuidada por un viejo un poco loco y la relativa aceptación de la nueva esposa por el administrador Frank Crawley ( Tom Goodman-Hill) le dan a la joven unas informaciones sobre el destino de la misteriosa Rebecca : murió ahogada en su barco probablemente después de suicidarse y su cuerpo fue encontrado dos meses después.La visita inesperada de Jack Favell (Sam Riley), probablemente invitado por Mrs Danvers,  lleva la nueva Señora de Winter a tener dudas sobre la personalidad y las actividades de su predecesora. 

Para hacerse aceptar por el mundo de su esposo, la joven esposa cuyo nombre nunca sabremos decide retomar la tradición de los grandes bailes de disfraces de Manderley y, aconsejada por la doncella Clarice ( Bryony Miller), manda hacerse el espectacular traje de un retrato en la escalera. Invitados estupefactos, esposo escandalizado, ama de llaves feliz y vengativa : el retrato era de Rebecca con su vestido de un baile anterior.

Al día siguiente, el cuerpo de Rebecca es encontrado en la playa, dentro de su barco con agujeros de arpón. Queda obvio que fue asesinada. Investigación, juicio. El esposo por fin sale de su silencio : odiaba a Rebecca quien multiplicaba abiertamente los amantes. Cuando se enteró que ella había citado a uno de ellos, Jack Favell, en la cabaña, fue para obligarla a confesar. Y cuando ella lo provocó al decirle que nunca sabría si el era el padre de su hijo, la mató en un acceso de ira y la transportó al barco en el casco del cual hizo unos agujeros. 

Rebecca decide apoyar a su esposo y logra encontrar la verdad sobre lo que Rebecca iba a decir a su amante. Maxime es liberado, pero Mrs Danvers, despedida, deja atrás de ella un Manderley en llamas. 

La novela de Daphne du Mourier se volvió famosa gracias a la adaptación que hizo Hitchcok (Rebecca - 1940) con Joan Fontaine y Laurence Olivier, su primera cinta en Estados Unidos, y que obtuvo el Oscar a la mejor película. En blanco y negro y con el manejo magistral del suspenso, de los rincones oscuros y de las sombras, la historia sí asustaba, sembrando las dudas sobre el estado mental de Rebecca, la personalidad malvada del esposo y de la ama de llaves. Con un tratamiento glamoroso y colorido del relato y de los espacios, resulta bastante difícil mantener la misma angustia en el espectador. Las interpretaciones muy superficiales de Armie Hammer y sobre todo de Lily James con sus pantalones frescos crean un ambiente de vacaciones en el campo que no impresionan a nadie. Lo único interesante en la nueva versión es que respeta el final de la novela : Maxime sí mató voluntariamente a su esposa, versión que el Código Hays, imperante en Hollywood de los años30 a 60, no permitía : un asesino no podía salirse con la suya y vivir feliz, así que la muerte e la Rebecca de Hitchcock fue un accidente. 

La única que se mantiene a la altura esperada es la Señora Danvers de Kristin Scott Thomas, recta, tiesa, impasible, preocupada de jerarquías, de tradiciones, de preservación de los espacios y los recuerdos. Dueña de la organización de los tiempos y de los cuartos, atrae poco a poco a Rebecca en la telaraña que ha tejido alrededor del recuerdo de adoración de su antigua Lady Mistress. La admiraba, la adoraba, la envidiaba por ser exactamente el contrario de ella : joven, independiente, sexualmente libre y provocadora. Kristin Scott Thomas, ahora un poco más avanzada en edad, además vestida, maquillada y peinada con extrema austeridad, sabe imponer una presencia de escultura funeraria, casi fantasmal. Está muy por encima de los demás actores, superficiales y hechos más para el sol de Monte Carlo que para los cuartos oscuros de Manderley.


Lastima que, con todos los medios técnicos actuales, Weathley no haya sido capaz de acercarse a la altura de su predecesor. No es fácil ser Hitchcock. 


Saturday, June 12, 2021

The Postman Always Rings Twice (Bob Rafelson, 1981) – 8.5/10

 Una historia de amor y de muerte, de complicidad criminal, de deseo brutal y de obsesión por la libertad. Con dos actores poseídos, dramáticos, al borde de la locura. Pero con un final decepcionante.

Ficha IMDb

Un hombre solo llega una noche a un restaurante perdido a borde de una carretera de California. Pretende que el conductor que lo trajo se quedó con su portafolio y su cartera, y se queda a trabajar.

El restaurante , la gasolinera y el taller mecánico son propiedad del inmigrante griego. Nick Papadakis (John Colicos), cincuentón y gordo. Su esposa, Cora ( Jessica Lange), mucho mas joven, se encarga de la cocina. Su belleza y su aburrimiento no se le escapan a Frank Chambers el viajero ( Jack Nicholson) quien aprovecha una ausencia del dueño para forzar un encuentro sexual con la joven esposa. Esta finalmente cede y se deja llevar a sueños de independencia. 

Un primer intento de asesinato del viejo esposo fracasa. El fiscal manipula a Frank con su historial turbio para que denuncia a Cora, pero su abogado, Mr. Katz (Michael Lerner)  logra sacarla. De vuelta a casa, y después de la traición de Frank, Cora piensa dejar la relación, pero los rejuvenecidos deseos de su esposo la convencen de volver a intentar deshacerse de él. Un accidente de coche bien planeado tiene éxito y les da a los amantes además de la libertad la posibilidad de cobrar el seguro de vida del muerto. 

Una nueva vida empieza con un negocio prospero, un embarazo . Pero demasiada felicidad lleva a una distracción :  Frank pierde el control de coche, provocando la muerte de Cora. Final moralizador. 

La cinta es adaptada de una novela de James M. Cain, escrita en 1934, en los años post depresión,  cuyo final era mucho mas interesante,  ya que Franck estaba condenado por el asesinato de Cora, irónicamente ya que fue accidental y que nunca fue condenado por el crimen del cual sí es culpable, ilustrando el dicho del titulo. 

El libro tuvo varias adaptaciones, en particular una por Tay Garnett ( The Postman Always Rings Twice - 1946) con Lana Turner en un papel de femme fatale deslumbrante, y tal vez un poco desconectada de la realidad rural después de la depresión. Más interesante fue Los Amantes diabólicos de Visconti (Ossessione – 1943) con el mismo final que la película de Rafelson, y anclada en los primeros años del neorrealismo italiano. El tema de los diabólicos amantes asesinos ya estaba presente en la novela de Emile Zola Thérèse Raquin (1867) con una intensidad que llegaba a nivel de terror. 

La versión de Rafelson se señala antes que todo por la confrontación de dos monstruos sagrados de Hollywood. La fuerza destructora de Nicholson es llevada a niveles superlativos por la seducción y la determinación de Jessica Lange. Cada uno de los personajes sigue su camino egocéntrico, sus deseos de independencia, o tal vez de supervivencia en el áspero mundo de la América profunda y difícil de los años 30. Hay que escapar de la realidad aplastadora, por cualquier medio : seducción, mentira, destrucción del otro, engaño, crimen. Nadie sale ileso del duelo cómplice de estos dos, nadie alrededor de ellos, ni ellos mismos, ni el espectador. Ninguno es víctima del otro. Los dos actores dejan en claro que están al mismo nivel de talento, como sus personajes están al mismo nivel de determinación fatal. El final escogido en esta versión da un momento de esperanza, para aplacarla sin piedad. Finalmente, no fue tan mala idea. 

Una película para no dormir tranquilos : ¿Quién no tiene muy en el fondo frustraciones que a veces le dan deseos de hacer cualquier cosa para liberarse? 


El baile de los 41 (David Pablos, 2020) – 6.5/10

 


Una producción lujosa al servicio de una narración deficiente. Lástima que se desperdicie tanto dinero y tanta publicidad para una cinta que no aporta mucho sobre el tema anunciado por el titulo.

Ficha IMDb

La cinta empieza con la fiesta de compromiso de Amada Diaz. (Mabel Cadena)), hija ilegitima del presidente omnipotente Porfirio Díaz (Fernando Becerril) con una indígena antes de casarse con Luz (Paulina Alvarez Muñoz), con Ignacio de la Torre y Mier (Alfonso Herrera), ambicioso joven político. La joven tiene claramente rasgos indígenas lejos del ideal de belleza de estos tiempos, piel blanca, pelo y ojos claros. El en cambio es el joven ideal : alto, guapo, con bigote triunfante. Como regalo de boda, obtiene de su suegro su designación como diputado.

Un buen día, le llama la atención un joven que trabaja en las mismas oficinas, Evaristo Rivas (Emiliano Zurita). Conforme la vida conyugal se va desagregando, a base de ausencias y fracasos en la cama, una relación empieza entre los dos hombres.  Ignacio de la Torre Introduce a su amante a un circulo masculino exclusivo : el Club de los 42. Organizan veladas, fiestas, conciertos. También orgías. 

El ojo vigilante del presidente nunca está lejos, “aquel dios que todo lo mira”, ayudado por el jefe de policía Felix Díaz (Rodrigo Virago), quien es nada más nada menos que su propio hermano,  observa las ambiciones políticas de su yerno que pretende al puesto de gobernador, pero también está atento a las desgracias matrimoniales de su hija y las actividades “inmorales” del esposo. La buena sociedad empieza a sospechar y a hablar. 

La fiesta anual del Club de los 42 prevista para el 17 de noviembre será un baile donde la mitad de los asistentes vestirán de mujer. En el momento cumbre de la fiesta irrumpe la policía y arresta a todo mundo. En la madrugada los acusados de “afrenta a la moral y las buenas costumbres”, ya que la homosexualidad no es delito, están llevados al puesto de policía, en sus ropajes de fiesta y en frente de la muchedumbre que los insulta y les avienta de todo. Acaban barriendo la plaza frente al edificio, bajo las burlas. Claro, el yerno del señor presidente es extraído del grupo. Los artículos en los periódicos mencionarán solamente a “41 maricones”. Algunos de los detenidos, los que no tienen bastantes palancas,  serán trasladados a estados del sur del país para cumplir con trabajos forzados.

Un presupuesto impresionante permitió una producción de lujo a cargo de Daniela Schneider) : vestidos en las telas las mas opulentas y respetuosas de la moda del porfiriato. Lo más notable es el uso de lugares en la ciudad de México, muy rica en construcciones de esa época, como en edificios de la Colonia. Cantina La Opera, actual Museo Nacional de Arte, con su monumental escalera y sus pasillos, iglesia Santo Domingo y su magnifico retablo. Pero lo mas impresionante es la casa que fue del arquitecto Rivas Mercado, autor del Ángel de la Independencia y padre de Antonieta Rivas Mercado. La casa fue restaurada hace poco y es actualmente centro cultural. El equipo de producción la amuebló y la decoró con un exceso de floreros, sillones, plantas, según el gusto recargado de una burguesía en auge . Es literalmente un gusto pasear en medio de estas ventanas, pianos, camas, escaleras, vitrales… La fotografía de Carolina Costa resalta la belleza de estos interiores con largos planos secuencia y elegantes encuadres. 

Reconocida esta cualidad de la película, hay que enlistar todos sus defectos. Para empezar, su relación con los hechos históricos. En realidad, no hay fuentes oficiales sobre un evento que se trató en términos periodísticos de caricatura, vehiculando las ideas morales dominantes con las circunstancias políticas. No hay lista de los participantes, incluir al yerno del presidente y poner en evidencia su homosexualidad fue probablemente una buena oportunidad para atacar al presidente. El cuidado que un hombre joven, guapo y rico le daba a sus apariencias, lo que hoy llamamos “metrosexual” no es prueba de preferencias sexuales. Otro rumor políticamente orquestado fue un enamoramiento entre Ignacio de la Torre y Emiliano Zapata, quien trabajaba como caporal en la Hacienda de La Torre. 

El hecho es que Ignacio de la Torre tenía su residencia muy cerca de la Cuarta Calle de la Paz donde la reunión tuvo lugar, después de pedir permiso a la policía, porque era obligación, Actualmente Colonia Tabacalera, muy céntrica, era entonces limite de la ciudad, lo que permitía ser discretos. Pero la atención de la policía fue llamada por la presencia de varios carruajes distinguidos, fuera de lugar en tal zona, lo que dio la idea de averiguar lo que pasaba en esta casa. Y, a las 5 de la mañana irrumpieron en la fiesta. No hubo nada organizado, y menos a ordenes del hermano del presidente, que, por cierto, en esos días estaba en misión diplomática en Chile y, de todas formas, fue jefe de policía a partir de 1904.

En el tema más intimo de la historia de la vida cotidiana, se filtraron varios errores o anacronismos sobre las costumbres de una mujer rica de la época probablemente para acentuar un aspecto psicológico que se le quiso dar a la vida de Amada, pero en base a las formas actuales de vivir. Para subrayar la pasión que debería haber existido en una noche e boda, se deja a la novia sola para desvestirse frente a su esposo. También, en los días posteriores, se le muestra comiendo sola, pasando sus tardes bordando o tocando el piano, sola en su salón. Una mujer de sociedad nunca estaba sola, la rodeaban amigas, primas, damas de compañía, lo que no significa sentimientos sinceros, pero sí compañía.

Todo el problema de la cinta está ahí : se quiso hacer una película sobre un hecho real de principios del siglo XX con un enfoque del siglo XXI. Se acentuó una vida individual, la de Ignacio de la Torre. Por eso se cuenta su vida matrimonial, su ambición política y su vida sentimental en medio de un triangulo amoroso. De hecho, el personaje de Evaristo parece ser inventado a fines cinematográficos.  Este eje lleva a varias pistas : la soledad y frustración de Amada, las directivas del Señor presidente. Estas dos vertientes llevan a la vigilancia permanente ordenada por Porfirio Díaz y ejecutada por el policía Felix Díaz. El tercer aspecto lleva al tema de los 42, dejando el incidente que debería ser central como desenlace de un aspecto de la vida de Ignacio. Lo que fue un “fait divers” se transforma en el momento que acaba destruyendo una historia de amor. La cinta no trata de los 41, quiénes eran en realidad , lo que los llevó a la fiesta…. De hecho, no hubo tal “club de los 42”. Estaban 42 en esta fiesta, por circunstancias del día. La gente, sociedad y periodistas, se rio del “baile de los 41” porque fue una muestra de la inmoralidad de los ricos. 

La cinta provoca un cierto malestar por su forma de enseñar la homosexualidad masculina : da la impresión de que todos los ricos, jóvenes y no tanto, de México eran homosexuales. Que pasaban sus noches en fiestas entre hombres. Cuando lo más probable es que tenían que aparecer en actos sociales de todo tipo, y con esposas. Estaba bien visto tener una amante o visitar las casas de tolerancia, de cierto nivel obviamente, no el burdel de la esquina. Era parte del “estatus” . Por otra parte, había círculos cerrados a las mujeres, como el Jockey Club, como todavía hay en ciertos países, para que los señores pudieran platicar a gusto de asuntos importantes o no tanto, fumar y beber. No significa que los que frecuentaban estos salones eran homosexuales. 

¿Los encuentros entre señores a fuerza tienen que ser en orgías? Hay algo de voyerismo en la forma de presentar las fiestas, cuerpos desnudos, movimientos afeminados, Queda una sensación de exageración y finalmente de falta de respecto que no está tan alejada de los artículos del Hijo de Ahuizote y de las caricaturas de Guadalupe Posada sobre los “41 maricones”. 

Al querer banalizar un suceso, sacarlo de la acusación de inmoral de la época, se le convierte en algo precisamente fuera de lo normal por su carácter excesivo. Al querer ridiculizar el rechazo a la homosexualidad, se ridiculiza finalmente a esta. Además, la repetición de escenas del mismo tipo : sin diálogos, con música incidental y con una trama sin real interés para la narración provoca una sensación de insistencia gratuita, meramente visual.

El incidente del 17 de noviembre de 1901 llamó la atención en su tiempo y sigue alimentando el inconsciente homofóbico y machista del México actual. El número 41 sigue aludiendo a la homosexualidad y el 42 hace alusión implícita a los invertidos. La homofobia persiste, sólo se ha vuelto más hipócrita. Una cinta bonita, hecha para gustar a un publico internacional y superficial, es otra hipocresía, de lujo, para darse buena consciencia y pretenderse superior a la gente de hace un siglo, que no tenía los medios de información y reflexión que se tienen actualmente. Superficialmente atractiva, esconde una actitud no muy honesta. 


The Woman in the Window (Joe Wright, 2021) - 7 /10

 Abiertamente inspirada de Hitchcock, una película muy cuidada en sus aspectos formales que mantiene el suspenso gracias al algunos buenas vueltas de tuerca.


Ficha IMDb

Une mujer vive encerrada sola desde casi un año en una casa antigua en Nueva York. Su única visita es su psicólogo. La doctora Anna Fox, psicóloga infantil (Amy Adams) sufre agorafobia, su trato con el mundo se limita a las llamadas telefónicas que mantiene diariamente con su exesposo Ed (Anthony Mackie) y su hija Olivia  (Mariah Bozeman). En el sótano de la casa, tiene un inquilino, David (Wyatt Russell) quien se encarga de sacar la basura y hacer las tareas de mantenimiento. Anna pasa el tiempo viendo películas clásicas, viendo su gato Punch y tomando vino y pastillas que podrían provocar alucinaciones mientras observa los habitantes del edificio del otro lado de la calle. A veces, saca fotos.

Un día, hace una excepción al dejar entrar a Ethan Russell (Fred Hechinger), adolescente que le trae una vela aromatizante de parte de su mamá. Es un regalo de bienvenida al revés ya que la familia acaba de mudarse enfrente. Durante la platica, su experiencia como psicóloga le permite denotar un cierto malestar familiar en este joven que actúa y habla en forma un poco extraña.

Poco después, el día de Halloween, unos niños llegan hasta la puerta de Anna y avientan huevos. Al tratar de salir confrontarlos, la mujer se desmaya. Es ayudada por una desconocida (Julianne Moore) que la acompaña adentro y le hace compañía hasta que se sienta mejor, contándole sobre su vida y enseñándole fotos de su hijo, el chico que vino hace poco. Anna entiende que se trata de Jane Russell.

Después de eso, se van a precipitar los sucesos : Anna asiste a peleas en la familia del otro lado, golpes, gritos del padre, un asesinato : Jane es apuñalada por alguien que no logra ver. Los inspectores de policía, Norelli (Jeanine Serralles) y Little (Brian Tyree Henry) la confrontan con el padre, Alistair ( Gary Oldman), que la quiere acusar de hostigamiento y casi de perversión de menores, y con la madre, Jane (Jennifer Jason Leight), diferente de la que Anna conoció. No hay ninguna mujer asesinada. Además, los inspectores le revelan una verdad insoportable : su esposo y su hija murieron en un accidente de coche. Afloran los recuerdos : ella manejaba el coche que se estrelló por culpa de su distracción, en medio de un pleito con su esposo, causado por su infidelidad. Su inquilino desaparece, pero encuentra en su cuarto un arete de la madre de Ethan ,una foto de ella dormida le llega por correo electrónico…. 

Asustada pero lúcida, convencida de lo que vio, Anna deja sus medicamentos y sigue con su investigación : descubre el turbio pasado del padre, como una secretaria defenestrada en Boston….

El final es, como en todas las películas de este tipo, una ultima vuelta de tuerca que explica todo, una pelea con el verdadero asesino, con persecución en toda la casa hasta el techo bajo la lluvia. 

Meses después, la doctora Fox está lista para pasar a otro capitulo de su vida, dejar su casa y salir hacia el futuro acompañada de su gato.

La realización de la cinta está muy bien cuidada ,en un ambiente cerrado pero protector, de altos techos, gruesas cortinas, muebles cómodos. Las texturas y los colores organizan un ambiente protegido del mundo, donde el tiempo pasa sin ser realmente pesado o aburrido. El gato pasea tranquilamente y pone algo de movimiento. La referencia es clara a La Ventana indiscreta (Rear Window, Hitchcock- 1954 ), con las ventanas del edificio enfrente, iluminadas en la noche, que revelan los secretos de las vidas ajenas, como en unas pequeñas pantallas de televisión, reflejo de la verdadera pantalla de televisión donde pasan viejas películas, en particular La casa del Dr. Edward ( Spellbound, Hitchcock – 1945) con el sueño diseñado por Salvador Dalí, que permite a Íngrid Bergman elucidar el trauma de su colega. 

El juego en espejo entre esta cinta y la profesión de Anna , psicóloga para niños, encuentra un echo en la relación de esta con el joven Ethan, pero también en su complicidad de una tarde con la madre biológica Katie, rubia de pelo largo como ella, madre preocupada por su hijo-hija como ella, rubia como la madre viva, Jane, segunda esposa del padre. El juego de espejo en la foto que hizo del gato le permite probar la existencia de esta mujer, la víctima que nadie encuentra. Parece que las imágenes rebotan en un juego sin fin de una superficie a otra, delimitando las paredes psicológicas que encierran a Anna, de quien la cámara nunca se desprende, obligando al espectador a adoptar su único punto de vista, que va del miedo al enojo, pasando por la curiosidad, las dudas, la tristeza o la alegría.  

Si la trama no es totalmente original, si el final estaba muy fácil de imaginar, esto no impide que la cinta se deje ver con gusto, gracias a su buen ritmo y sus buenas interpretaciones, en particular. Amy Adams como la heroína claustrofóbica que, a pesar de ser engañada por las apariencias y sus propias limitaciones psicológicas, mantiene certeza y lucidez interior sobre lo que ha visto. En apariciones más limitadas,  Julianne Moore y Gary Oldman saben imponer la fuerza de su presencia.

No es Hitchcock, no es David Fincher. No quedará en las memorias del cine. Pero es un pasatiempo bastante honesto.