Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, April 22, 2022

The Lost Daughter (Maggie Gyllenhaal, 2021) – 9.5/10


Una cinta sobre las mujeres de quienes no se habla, las que no son glamorosas, que tuvieron una vida complicada  y de repente están en una edad donde sienten que estorban, la interpretación de Olivia Colman es extraordinaria. Basado sobre una novela de la escritora italiana Elena Ferrante.

Ficha IMDb

Tomarse unos días de vacaciones en una playa griega no debería ser problema para nadie. Pero hacerlo sola, sin pareja o amigas, no buscar establecer contactos y tener una edad ya no tan joven, eso resulta muy perturbador para la mayoría de la gente.

Leda Caruso (Olivia Colman), de casi 50 años, llega a una playa de la isla de Spetses con unas maletas llenas de libros y la firme intención de dedicarse a su trabajo de investigadora en literatura comparada, especialista de Yeats y la literatura italiana, al mismo tiempo que disfruta el mar griego y la gastronomía local . Rentó un pequeño departamento administrado por  Lyle, (Ed Harris), un hombre ya bien entrado en edad pero todavía muy seductor. Desde su primera mañana en la playa, el joven y simpático estudiante Will (Paul Mescal, de origen irlandés propone ayudarla con sus cosas, la sombrilla, el camastro. Pero Leda no se deja llevar a la plática, menos aún a cualquier tipo de acercamiento.

El ruido del mar y el sol, así como algunas preguntas de los locales, la llevan a unos recuerdos de vacaciones con sus hijas, Blanca y Martha, ahora de 25 y 23 años, que parecen hundirla en un mundo de tristeza, culpabilidad y añoranzas. Sobre todo que, bajo sus ojos, una joven madre, Nina (Dakota Johnson) trata de ganarse el afecto de su pequeña hija Elena (Athena Martin Anderson) que prefiere su muñeca y su nana. Los recuerdos de una Leda joven (Jessie Buckley) tejen poco a poco las explicaciones de la situación actual de Leda, su soledad, su relación con la hija a quien habla por teléfono, su prestigio académico. 

Todo se complica cuando llega el restode la familia de Nina : una matrona embarazada Callie (Dagmara Dominczyk), el esposo de Nina, joven macho dominante y probablemente delincuente. La familia numerosa, multi-generacional, multi-nacional, ruidosa, aparentemente rica y decidida a mostrarlo, invade su espacio, al punto de pedirle que mueva su toalla porque necesitan el lugar. Su respuesta negativa, aunque muy educada, provoca tempestades de odio, malas palabras, miradas asesinas de parte de Callie. 

Cuando niña y muñeca desaparecen, la angustia gana a todos Y es Leda, más calmada, menos implicada afectivamente, quien la encuentra jugando tranquilamente un poco más lejos.

Pero la tempestad está sembrada : la niña de por sí difícil, se ha vuelto insoportable porque la muñeca sigue perdida. En realidad quien la robó es Leda la limpia, la viste, le habla, en un intento de volver a la niñez de sus hijas, a los tiempos en que no pudo, o no quiso, ser la madre perfecta que todos esperaban.

Conforme pasan los días y Leda descubre los secretos de la familia invasora y los intentos de la joven madre para salir de una situación asfixiante, en particular una relación con Will, nos adentramos más a lo que fue su vida : tratar de conciliar una maternidad difícil con dos niñas egoístas y exigentes, un esposo (Jack Farthing)más preocupado por su propio éxito, y un trabajo que la apasiona. Una invitación a un congreso la llevará a otra vida, una vida para ella misma, satisfactoria en todos los aspectos : intelectual, sentimental, físico. Y la obligará a dejar a su esposo y sus dos hijas cuando tenían unos 10 años.

A lo largo de la evocaciones del pasado y sus ecos en el presente, algunos elementos tienen un valor simbólico. La muñeca robada es la maternidad fallida, cuidarla es un intento de recuperar una vida pasada que hubiera podido ser más armoniosa, más perfecta en el sentido impuesto por la sociedad. La naranja que Leda enseñaba a sus hijas a pelar en forma de espiral sin corte es otro recuerdo de los momentos felices, de simbiosis con las niñas, esos momentos son de “buena madre”, atenta a sus hijas, escuchada y  admirada por ellas, una madre que transmite algo. La naranja, fruta de zona caliente, es un pequeño sol de amor y felicidad.  Sin embargo, la naranja del hermoso canasto de frutas en la recamara de Leda, resulta ser podrida. Así, el amor maternal perfecto es una ilusión y lleva dentro su propio veneno.

Esta es la raíz de la culpabilidad de Leda, al mismo tiempo que sabe que no podía ser de otra forma. 

Y ahora, tiene 48 años y siente que ya no hay espacio para ella en la vida. Las “verdaderas “ familias le piden dejarles su sitio, los jóvenes del pueblo gritan y se burlan. Hasta el arrugadísimo Lyle se siente con el derecho de interrumpirla cuando está cenando sola. Ella que no supo obedecer a las reglas de la sociedad cuando joven, que logró un equilibrio con muchos sacrificios, se ve como despedida de la sociedad. Como en la cinta de los hermanos Coen (No Country for Old Men - 2007 ), ya no hay espacio para los más viejos, y eso que 48 años no es tan anciano. El comportamiento actual de los demás  hacia ella será el castigo por lo que hizo joven.

La cinta plantea varias preguntas : la necesidad para las mujeres de escoger : sacrificar un aspecto de sus vidas o sentirse como las malas del cuento, las traidoras a sus esposos, sus hijas, la familia, la sociedad, o a la vida activa y productiva que piden las corrientes feministas. Ser culpables de una forma u otra.

También apunta la dificultad de necesitar un “lugar para sí”, una burbuja de supervivencia y defenderla de las incursiones. El sans -ene actual, la falta de respeto convierten el que se protege en culpable, en asocial, en anormal. No dejarse pisotear equivale a agredir, en un sistema de valores pervertido, donde el más agresivo es el más admirado.

Finalmente, la cinta plantea la situación delicada y casi peligrosa de las mujeres, sobre todo avanzadas en edad, que pretenden disfrutar tranquilamente de un viaje, un café, un paseo, una comida. A una joven, se le permite : guapa, interesante para los hombres, se le ve como alguien que todavía no ha encontrado la pareja necesaria para volverla completa. Pero una “vieja” …¿cómo se atreve a manchar el universo al enseñar que es un ser humano, viviente y con derechos?  

Olivia Colman muestra todas esas capas de sentimientos que se suceden, se sobreponen, que hacen feliz y duelen tanto. Esa lucha constante para tratar de convencerse que se hizo lo que se pudo en las circunstancias que se presentaron, ese equilibrio tan delicado entre disfrute y miedo de que algo negativo surja en cualquier momento : un intento de agresión física o verbal, una insinuación culpabilizadora, unas ganas enormes de volverse a encerrar en un lugar donde nadie vendrá a juzgar.

Olivia Colman es un temblor constante, de los ojos, los labios, el cuerpo entero. La escena final es un casi abandono a la muerte, una casi capitulación. Pero la voz de una hija puede resucitar. Y la lucha puede continuar. 

El ambiente es pegajoso, angustiante. Provocado por una Leda entre suavidad y maldad, una mujer amable que bien podría esconder proyectos maléficos. Logra sembrar la duda : ¿es realmente sana? ¿no tendrá algo de locura, de inestabilidad? ¿ Es confiable? 

Quien es la “hija perdida”? :  ¿las hijas de quien Leda no supo ocuparse?, ¿la hija de Nina, que hace de la vida de su madre un infierno cotidiano, como lo hacían las hijas de Leda?, ¿la muñeca, hija de la niña, pero objeto de sustitución que Leda cuida, limpia, viste, para corregir sus faltas de joven madre al mismo tiempo que castiga a la niña mal educada, al quitársela, como no castigó a las suyas?  


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