La última película de Tarantino, muy anunciada, muy esperada, decepciona mucho, y aún peor, va decepcionando más y más a medida que avanza. Eso poniendo aparte la excelente actuación de Chrstoph Waltz .Pero precisamente, él no sigue a todo lo largo de la película. La primera parte es agradable, la segunda soportable. La tercera sobra.
En realidad, se puede considerar que se puede considerar que la película tiene tres partes. Y tal vez esta construcción explique el porqué del aburrimiento.
Primera parte: los cazadores de recompensas. La primera escena es muy interesante y abre el apetito. En la noche oscura del bosque, los hermanos Speck (James Remar y James Russo) llevan un grupo de esclavos. De la nada surge un extraño personaje en un extraño coche rematado por una enorme muela que se mueve sobre su resorte. Negociación, efectos de palabras. El extraño dentista compra un negro y libera los demás. ¿Porque lo compra? Porque lo necesita para tener información de la ubicación de los hermanos Brittle a quien persigue. Así que educa y asocia a su trabajo el que ya es Django sin cadenas (Jamie Foxx). Eso da lugar a escenas divertidas, como la del pobre muñeco de nieve baleado sin piedad. Y todas las escenas inspiradas en los westerns: paisajes amplios y sublimes, salón, sheriff. Vale mucho la pena ver la seguridad , el aplomo y los juegos lingüísticos, declaraciones, bromas y razonamientos del Doctor King Schultz ( Christoph Waltz) .
En el azar de una conversación, este se entera de que la esposa de Django se llama Broomhilda. Se maravilla, se entusiasma del parentesco con esta sirvienta educada por dueños alemanes, tan lejos de su tierra natal. Nombre de valkiria, heroína de la mitología germana y personajes de Wagner. No puede dejar tal mujer en la esclavitud. Ya que los dos hombres han cumplido con su misión de caza recompensa y han juntado bastante dinero, se dedican a la secunda arte de sus aventuras.
Segunda parte: en busca de Broomhilda Eso nos lleva a otro escenario y otro personaje principal. Estamos ahora en la plantación de Calvin Candle (Leonardo DiCaprio). Doble explotación de los negros, en las plantaciones para el cultivo del algodón, y para las peleas, las "luchas de mandingos" . Primera escena, una pelea bastante sangrienta en un salón delicadamente decorado. Con un juego un poco falso de puesta en escena y fotografía, que siempre nos pone un personaje, de preferencia Candle, como pantalla para escondernos a los luchadores y, podemos imaginar por los sonidos, los golpes, la sangre y algunos músculos afectados. Con el pretexto de comprar luchadores el Doctor Waltz y su asociado y experto en luchas Django , quieren ver a las propiedades de Candle . Persiguen ahora la meta de Django. Todo eso es básicamente una larga historia de amistad. O al menos de compañerismo.
Total que, para ver más productos interesantes, se desplazan con el afrancesado Señor Candle de sus oficinas a su casa de campo, Candyland, administrada por la extraña hermana viuda Lara Lee ( Laura Cayouette) y regentada por el peligroso mayordomo Stephen (Samuel L.Jackson), jefe de los esclavos de casa. Un hombre bastante entrometido, listo y rencoroso. Malvado. Tarantino nos entrega ahora una de esas "escenas de idiomas" como lo hizo con maestría en Inglorious Bastards (2009): jugando con el alemán para que nadie pueda entenderlos, Schultzl le explica a Broomhilda (Kerry Washington) el plan de escape y la pone en brazos de su amado esposo Django.
Pero no contaban con la astucia del mayordomo quien captó algunas miradas y denuncia a su amo lo que está pasando. Entonces Candle decide jugar al más fuerte y le pone a la esclava precio, el precio del mejor de sus luchadores.
Negociacion, firma del contrato de venta y, como acrobacia guionisca, DiCaprio pretende que ningún trato puede ser válido en el sur si nos hay apretón de manos entre las dos partes. Pero, o sorpresa, a Schultz le entran de repente sentimientos humanos y no puede apretarle la mano a alguien que entregó un esclavo a sus perros. La imagen lo obsesiona. Y hace su berrinche. No le va a apretar la mano. Pero el otro también es testarudo: amenaza con no soltar a la esclava. Schultz Hace como que acepta, y le dispara al corazón. Se suelta una balacera en grande. Todos disparan en todas las direcciones. Y es un baño de sangre. Y siguen llegando hombres de todas partes, y siguen explotando como bolsas de sangre. Paredes, escaleras, lámparas, muebles, todo está salpicado. Y siguen llegando y sigue brincando la sangre de los cuerpos. Y sigue, y sigue, y no se detiene. ¿Cómo puede haber tanta servidumbre blanca sobre una plantación? Es totalmente ilógico. Finalmente, Django se queda solo, vivo, bajo una mesa.
Tercera parte: la venganza de Django. Empieza por una escena de terror. Atado por los pies, cuelga desnudo del techo del granero. Lo amenazan, con cuchillo grandote en mano, que le van a cortar algunas partes interesantes de su anatomía. Pero, cambio de planes. Mejor lo venden al dueño de una mina, LeQuint, de fama abominable, que lo hará sufrir día a día durante toda su vida. Transporte de esclavos. Pero no contaban con la astucia de Django quien le propone al empleado responsable de la caravana de esclavos (¡O sorpresa ,Tarantino en persona ¡que parece divertirse en grande) un trato usando el anuncio de recompensa ofrecida porlos hermanos Brittle, que ,de milagro, sigue en su bolsillo. Negociación. Dinamita, Muertes generalizadas. Vuelve a la plantación. Libera a las esclavas. Mata a todos los demás, le destroza las rodillas al mayordomo. Incendia la casa. Y después de un bailecito de su caballo, escapa feliz sobre las carreteras con su Broomhilda.
Por cierto en esta tercera parte, y no está el señor Schultz porque lo mataron por dispararle al Señor Candle en lugar de apretar la mano. Muerte rápida, expedita, sin palabras. Lástima porque el señor Schultz era muy divertido de ver y escuchar: se le extraña. Porque en todo eso es el mejor actor. DiCaprio se defiende bastante bien en su parte de aristócrata despreciativo nuevo rico. Django insignificante. El mayordomo bueno.
Hay que reconocer que hay momentos divertidos. Muy divertido el asalto al coche del dentista por parte de los partidarios de Big Daddy (Don Johnson), dueño de la primera plantación. A caballo, con capuchas , y se quejan pobrecitos porque los agujeros para los ojos están mal colocados. No pueden ver, no pueden respirar ni ver a quien van a golpear. Además, no entienden porque esta asaltando al coche del dentista. Y el esposo de la costurera de capuchas está muy dolido por las críticas al trabajo de su esposa. Operación fallida de Klu Kux Klan. Genial.
Divertida la llegada a la plantación de Big Daddy donde trabajan los hermanos Brittle : Django vestido, por fin a su gusto, con traje azul rey y encaje inspirado en la pintura de Thomas Gainsborough The Blue Boy . Totalmente fuera de lugar.
Encantadora es la enorme muela bailando sobre su resorte encima del coche del dentista. Pero vuelan demasiado pronto el coche. Y ya no se ve la muela. Triste.
Obviamente la película está llena de referencias, muchas internas al mundo cultural y/o creativo de Tarantino o de sus actores : los nombres de los caballos provienen de un western silente , el apellido Schultz es el que se ve grabado en la tumba donde se debate la heroína de
Kill Bill (2004) ; un"mandingo" se llama D’Artagnan en honor a Dumas, autor , negro según Schultz, en realidad mulato, autor de
Les trois mousquetaires (Waltz fue Richelieu en
The Three Musketeers de W.S. Anderson - 2011, y de
Le Vicomte de Bragelonne (DiCaprio fue el rey Louis XIV en
The Man with the Iron Mask de Randall Wallace - 1998) , etc, etc…