Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, February 3, 2013

Der Unhold (VolkerSchlöndorff, 1996) – 6/10


Película muy decepcionante si se compara con otras realizaciones de Schlöndorff o con la novela de la cual es adaptada. Queda una historia que se deja ver, con bastante buen ritmo y sobre todo un personaje extraño, bien interpretado por John Malkovitch. Pero parece que director y adaptador (Jean-Claude Carrière como en varias otras) se perdieron entre todos sus idiomas: el francés de la novela y de Carrière, el alemán de Schlöndorff, el inglés de la producción y de Malkovitch. Obviaron varios aspectos de la novela, haciendo como si el espectador los conociera. Pero, si este no ha leído el Roi des Aulnes de Tournier, no puede entender la presencia o el interés de ciertos elementos, que, por ende, le parecen irrelevantes.
 
 
Ficha IMDb

La historia es sobre el destino de un hombre, desde su infancia en un internado católico, llamado San Cristobal (Saint Christophe, el hombre que carga al niño Jesús sobre sus hombros para cruzar un río, mientras el niño se va haciendo cada vez más pesado), hasta sus últimos meses de trabajo en una ciudadela de entrenamiento de jóvenes alemanes, una Napola, estas escuelas donde los preparaban para ser la elite de soldados al servicio del Reich y del Führer. La jornada de Abel Tiffauges (John Malkovitch) es cambios, adaptación, desplazamiento. Pero Tiffauges está convencido de caminar hacia una forma acabada de sí mismo, de perfeccionar su destino, de cumplir con una misión. Y su misión es cuidar a los niños, en una figura de ogro al revés, un ogro bueno.
 
La novela, en francés pero con muchos términos en alemán, es, como siempre con Michel Tournier, no solamente la historia de un personaje, héroe discutible, sino también reflexión sobre el destino de los hombres. Una reflexión nutrida de filosofía, lingüística, historia y etnología. Personaje y narrador tejen un sistema de explicación del mundo.
 
Lamentablemente, no queda nada de eso en el guion de Der Unhold. Todo el juego intertextual, dentro de la misma novela y con otras novelas, con la cultura germánica, con la historia de 1938 a 1945, desapareció. Queda la trayectoria de un hombre, como lanzado al azar de las circunstancias, de su taller automotriz hasta un campo de batalla en el este, y de ahí hasta un campo de prisioneros en Prusia. Para acabar en una ciudadela-escuela, después del pabellón de caza de Goring. Cazando fotografías de niños, acusado de violación de una niña, cuidando palomas mensajeras en el frente, alimentando un alce ciego en una cabaña, cosechando niños para el ejército alemán.
 
Las meditaciones del personaje se borraron, aunque se esté usando la voz off de Malkovitch. Pero esta se limita a narrar. Se pierden todas las lecciones que Tiffauges va entendiendo sobre lo que le presenta la vida.
 
Hasta el titulo no tiene mucho sentido: el titulo en alemán Der Unhold hace referencia al alce ciego, un ser anormal. Pero en la película se menciona una sola vez el nombre que los campesinos le dieron al animal. El titulo en francés Le Roi des Aulnes, retoma el titulo de la novela, pero en ningún momento de la cinta se hace referencia, ni a la balada de Goethe, ni al personaje folklórico del misterioso ser que arranca a los niños de brazos de sus padres (hermosamente musicalizado por Schubert en un Lied), ni al hombre de hace miles de años, encontrado en los turbales, y considerado como prototipo de la identidad germánica. Y que, además, se parece a Tiffauges. El titulo en español El Ogro, aunque este ilustrado en varias imágenes ( Tiffauges fotografiando a niños, Tiffauges sobre su caballo , buscando niños en los pueblos, enfundado en su gran capa y ayudado por el olfato de sus perros), no está claramente explicado.
 
Todo eso hace una película plana, sin mucho sentido. El espectador que conoce la novela puede entender lo que sugieren esas imágenes, pero queda decepcionado porque se encuentran muy lejos de las capas de significado que Tournier va acumulando. (Y hay muchas más consideraciones y juegos semánticos sobre literatura, lingüística, historia, comportamiento humano, montería, doma, heráldica, conceptos raciales….).Él que no conoce el libro no entiende el interés de esta película que ni siguiera tiene bonita fotografía,cuando las locaciones lo permitían: el invierno en Prusia oriental, la ciudadela de Kaltenborn .
 
La falta de definición de una posición clara en la historia: ¿fantástica? ¿sicológica? ¿histórica? ; la falta de distancia crítica hacia lo que se va contando, producen en ciertos momentos un malestar : estas vistas de las actividades en la escuela con niños rubios haciendo ejercicios de fuerza y destreza, con música alegre, se parecen mucho a las películas de propaganda nazi o del gobierno de Vichy.
 
El final, si muestra claramente el papel de Tiffauges como San Cristobal, el que carga a Cristo para cruzar el río, deja pensativo. ¿No que Tiffauges había llegado al final de su jornada? Si sale sano y salvo de las aguas, ¿ahora qué?
 
Definitivamente, esta vez, el dúo Carrière-Schlondorff no logró su adaptación de una gran novela. Les había ido mucho mejor con El tambor de hojalata (1979). Lo único que puede salvarla es la presencia de Malkovitch, con esa presencia desganada y siempre jugando con los límites de la perversidad.

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