Demasiado larga para una historia muy predictible. Viejos rencores no digeridos. Oposiciones entre generaciones y entre gente de pueblo y gente de ciudad. Más un juicio bastante aburrido.
Ficha IMDb
Imagen convencional del abogado famoso en la gran ciudad, Hank Palmer (Robert Downy Jr) viste traje perfecto, habita una casa hermosa con gran jardín y hortensias azules, maneja coche deportivo. Su hija Lauren (Emma Tremblay) de unos ocho años es preciosa y su esposa Lisa (Sarah Lancaster) tiene cuerpo perfecto. Hank es la arrogante viva imagen del éxito. No tiene compasión para nadie. Siempre tiene la razón y todos deben doblegarse ante él.
Pero tiene que hacer una pausa cuando se entera de la muerte de su madre, allá, en su pueblito de origen en Indiana. Campos infinitos de maíz, una iglesia, un restaurante, unas cuantas tiendas, y, dominando todos los techos, el edificio del tribunal, donde reina el padre de Hank, Joseph Palmer (Robert Duvall), juez desde hace cuarenta y dos años. Un juez duro pero preocupado por los que ha condenado.
El regreso al pueblo natal se acompaña del reencuentro con los hermanos, Glen, el mayor, Vincent d'Onofrio), cuyo futuro glorioso en el baseball ha sido troncado por un accidente automovilístico, el menor, Dale (Jeremy Strong), apasionado de viejas películas. Tambien están la ex novia, Samantha Powell(Vera Farmiga) ,dueña del restaurante , y el padre en su mansión, el famoso juez.
Todo lo que encuentra Hank lo pone de malas, desde su recamara convertida en cuarto trastero, cada actitud, palabra, o falta de actitud o palabra de su padre hacia él.
Cuando el honorable juez viudo es acusado de arroyar y matar a un hombre, recién liberado, que había sentenciado a prisión, Hank se siente obligado a defenderlo. No tanto por amor filial que por orgullo y sentido de su superioridad comparado al joven abogado de la ciudad, C.P. Kennedy (Dax Shepard)
El juicio avanza, los secretos pasados y presentes nos son revelados, Hank expresa sus reproches, el padre sus motivos educativos, la enfermedad (inevitable cáncer) progresa, Hank descubre que, tal vez, tuvo una hija (Leighton Meester).
Pequeños altibajos en la historia, con ritmo regular y monotono. Único momento un poco más intenso: la amenaza de tornado que mete a todos en el sótano, viendo viejas películas caseras.
Buenos sentimientos, explicaciones, reconciliaciones......
Roberto Duvall sale bastante bien del papel de viejo juez y viejo patriarca. Pero Robert Downy Jr, sobreactúa. Entre payaso y adolescente berrinchudo y pretencioso. Odioso sin ninguna sutileza.
Ni la historia, ni las actuaciones, ni la puesta en escena o la fotografía merecen estas más de dos horas de paciencia. Ni siquiera es una película emotiva o lagrimosa.
Pero la región se ve bonita: hermoso lago, grandes maizales......
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