Un drama elegante en el mundo de los diamantes y las joyas. Una mujer que no quiere seguir las reglas del juego toma su destino entre sus manos a pesar de las voluntades masculinas que se pelean alrededor de ella.
Ficha IMDb
Marianne Valivert (Catherine Deneuve) vive alejada de la vida oficial de su esposo Vincent (Bernard Fresson), conocido joyero de la place Vendôme en Paris. Su alcoholismo la ha llevado a una clínica de lujo. Sale de vez en cuando para cumplir con obligaciones mundanas donde su belleza atrae todas las miradas.
Pero su esposo se suicida al constatar que unas piedras han sido compradas en mercados ilícitos, lo que significa el fin de la reputación de la casa familiar. El cuñado Eric (François Berléand) quiere vender la joyería, pero Marianne descubre en un escondite siete diamantes muy valiosos. Esto le da la energía para salir de su adicción y tomar su destino y él del negocio entre sus manos. Paralelamente empieza una relación, casi accidental, con Jean-Pierre (Jean-Pierre Bacri), amante de una de las asistentes de su difunto esposo, Nathalie (Emmanuelle Seigner) , quien posee el mismo de belleza fría y sensual que Marianne. Jean-Pierre, un fracasado se vuelve igual de adicto a Marianne que a Nathalie, quien tiene a su vez una relación con un gran negociante ilegal de joyas, Battistelli (Jacques Dutronc), hombre misterioso que fue en su tiempo él que inició a Marianne al amor y a las joyas.
El amor, como las joyas aparentemente las más puras y hermosas, puede ser igualmente sucio y decepcionante. La telaraña de las relaciones lleva a cada personaje a jugar doble, sin que se pueda saber nunca donde esta exactamente la verdad de los sentimientos y las intenciones.
Catherine Deneuve se deja conducir por Nicole Garcia a tomar riesgos. Pasa de ser la altanera, elegante, fríamente hermosa, esposa de alta sociedad, a ser la alcohólica, toxicómana, encerrada en una clínica para ricos , donde vive por temporadas, mal vestida, sin peinar, abandonada, descuidada . Logra ser excesiva en cada una de sus facetas. Distante con su esposo, angustiada pero superior con la que fue su amante, y se le parece tanto a Marianne. Casi espontánea y natural con el hombre que la utilizó y la abandonó muchos años antes. Acorralada, tal vez esté trabajando para la policía. Pero en el fondo, se reserva sus sentimientos y decisiones.
Cabe recalcar las muy justas interpretaciones de Bernard Fresson como el esposo al borde de la deshonestidad, de Emmanuelle Seigner como la sensual joven amante, Jean-Pierre Bacri el pobre dependiente, arruinado económicamente y sentimentalmente. Y sobre todo, la aparición tardía del que fue causa del vacío y la frialdad de Marianne , Jacques Dutronc, en un papel de evasivo, que esconde detrás de su autoritarismo y sus grandes operaciones ilegales una nostalgia y una fractura.
La historia en si es una historia policíaca en un mundo muy glamoroso en sus vitrinas, pero poco relucientes en sus trastiendas.
Pero se deja ver por Catherine la grande.
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