La historia del desciframiento del código con el cual los alemanes cifraban todas sus comunicaciones, en particular los planes de operación y ataques.. La historia de la invención de la computadora. La historia de un hombre extraordinario, utilizado por el gobierno inglés y después condenado por motivos sexuales.
Ficha IMDb
Los servicios de encriptamiento y cifrado son fundamentales en tiempos de guerra. Y de paz. Para conocer las intenciones del enemigo. O del portanario. O simplemente de los vecinos. Las recientes revelaciones de Snowdon han mostrado la intensa actividad y el dinero gastados en conocer acciones y planes de los demás. Watergate con sus falsos plomeros hizo renunciar a un presidente. Antes de eso, y principalmente durante la Guerra Fría, abundan las historias de espías, agentes dobles o sencillos.
La historia de The Imitacion Game empieza cuando Hitler está intensificando la invasión de Europa. Londres se la pasa bajo las bombas. Churchill vive en 10 Downing Street. MI 6 está no-naciendo, ya que, oficialmente, no existe.
El huraño, antisocial Dr Alan Turing (Benedict Cumberbatch), matemático de Cambriddge, se ve reclutado para trabajar, secretamente, con otros investigadores, académicos, matemáticos, lingüistas, campeones de ajedrez bajo las órdenes del Comandante Denniston (Charles Dance ) a un sistema que pueda descifrar el código con el cual se actualiza cada día Enigma, la maquina alemán de codificar transmisiones. Hay que trabajar rápido ya que cada noche a las doce cambia el código clave. Todos los cálculos del día se vuelven inútiles y hay que volver a empezar de cero. Un verdadero trabajo de Sísifo.
El jefe del grupo es Hugh Alexander (Matthew Goode) pero Turing no puede trabajar en equipo y empieza la construcción de una máquina que podría identificar todos los códigos y descodificar todos los mensajes, adaptándose a la clave del día.
A pesar de pleitos con los miembros del equipo, con el coronel, pero con el apoyo de Downing Street y lo discretamente benevolente observación del director de MI 6, Stewart Menzies (Mark Strong) , Turing logrará el éxito. A partir de ahora, decisiones tendrán que tomarse, políticas y estratégicas: dejar que ciertas operaciones alemanes tengan éxito para que el enemigo no sospeche que se conocen sus planes.
Con pocas explicaciones científicas, la cinta se enfoca sobre la personalidad de Turing, su dificultad a relacionarse, y el desarrollo de su corta vida. Se nos hace creer, por motivos de marketing, que Joan Clarke (Keira Knightley) es preponderante, cuando no lo es. Ni siquiera pertenece al equipo de trabajo. Ninguno, en realidad, le llega al tobillo a Turing. Sus inteligencias, extraordinarias por cierto, logran algo solo cuando van en la dirección que él indica, en apoyo a sus intuiciones geniales.
Por otro lado, la cinta es la historia de toda una vida. Empieza en 1951; vuelve a los años de la guerra; dentro de esta época de la investigación, explica algunos comportamientos y palabras de Turing por momentos vividos cuando joven (Alex Lawther) en la escuela: bullying, amistad con Chritopher Morcom (Jack Bannon) , educación muy inglesa a no mostrar sensibilidad o sufrimiento. Otra línea temporal, indicada desde el principio, es lo que pasa en los últimos años, con la redacción de The Imitation Game, autobiografía de Turing, mientras se somete a un inhumano tratamiento hormonal para quitarle sus deseos homosexuales. Esta construcción narrativa compleja sirve perfectamente las intenciones de la cinta: utilizar la vida de un ser excepcional para mostrar la intolerancia moral de los años pasados.
Plantea también cuestiones morales: un leader político debe hacer elecciones. ¿Se vale sacrificar a unos para salvar a muchos más? ¿La importancia de un daño letal se mide por el número de muertos?
Y sobre todo, nos horroriza el hecho que las leyes puedan interferir con las elecciones afectivas y sexuales. El horror del tratamiento infligido a Turing, los destrozos a su mente y a su cuerpo, son consecuencias del nivel de conocimientos de la psiquiatría de la época, como lo fueron las lobotomías, los choques eléctricos. Pero el hecho en sí de condenar a alguien por sus preferencias es odioso e inaceptable.
Y aún mas, que un país utilice los conocimientos de un ciudadano, que estos conocimientos le dan la victoria y ahorren vidas y dinero, para después tratarlo como si nunca hubiera hecho nada. Y, encima, condenarlo. Es repugnante.
Sin embargo, algo molesta en la cinta. Se siente que el objetivo preponderante no fue contar la resolución del enigma alemán. En todo caso, es lo que se percibe con los créditos finales, que dan estadísticas sobre el número de homosexuales condenados en Inglaterra. La historia de Turing sirvió para pasar un mensaje políticamente correcto de aceptación de géneros y preferencias. Por eso, la presencia, inútil y no justificada de Keira Knightley. Además de decorativa, viene a decirnos que las mujeres también han sido importantes en esos tiempos y circunstancias. Es una re-lectura delos hechos. Una reconstrucción que, en realidad, no tiene una base histórica. Como en todos los tiempos, hubo mujeres, como hombres, excepcionales. Esto no significa que la sociedad les haya dado las mismas oportunidades. La voluntad de restablecer una equidad se parece mucho a una transformación de los hechos pasados para que se adapten a los valores actuales.
En cuanto a la realización, todos los aspectos técnicos están perfectos: vestuario, ambientación, fotografía, aunque sin nada extraordinario. La música de Alexandre Desplat quien se hizo presente en los Oscares con tres películas este año: Gran Hotel Budapest, Unbroken, además de esta, esta perfecta para las imágenes y la narración, pero no tiene nada extraordinario tampoco. Los actores son buenos. Keira Knightley, tal vez un poco mejor que de costumbre, menos igual a sí misma.
¡Pero Benedict Cumberbatch ¡ Nos encantó como el flemático , cínico, mordaz, Sherlock Holmes de la BBC, nos gustó en August: Osage County (John Wells- 2013) . Pero aquí fascina, maravilla. Es extraordinario de precisión y fineza en si interpretación, en los detalles, la sensibilidad, la encino a flor de piel, los cambios de ritmo, de entonaciones, de mímicas. Un gran actor nos es revelado.
Tendremos que aceptar que los progresos de Christopher, la maquina Turing, no estén bien explicados, que algunos puntos queden oscuros. Tendremos que aceptar una cierta mala fe del director que finge presentarnos la biografía de un genio cuando en realidad lo toma de pretexto para otros fines.
Hay que ver la cinta para ver a Cumberbatch.
No comments:
Post a Comment