Resulta
bastante decepcionante el encuentro esperado entre dos actores que fueron importantes.
cada uno parece vivir el asunto por su lado. La historia nunca logra cuajar e
interesar. Todo se ve demasiado forzado.
Ficha IMDb
En 1872, en el Oxford de los colegios prestigiosos,
se necesita urgentemente un diccionario que fije el uso de las palabras. Como
nadie logra llevar a cabo la titánica tarea que representa construir un
diccionario, se llama, a regañadientes, a un erudito autodidacta, James Murray (Mel
Gibson), Además de dominar casi todos los idiomas habidos y por haber, vivos y
muertos, parece tener la capacidad de organización, de detalles y de síntesis
que le permitirán producir el Oxford English
Dictionary. A eso se añade una cierta idea de si mismo, una familia numerosa,
una esposa comprensiva, Adda (Jennifer Ehle) .
Sin embargo, para elaborar los millares de tarjetas
necesarias, se necesitan muchas colaboraciones. Uno de los colaboradores es el Doctor
William Chester Minor (Sean Penn), encerrado en el hospital psiquiátrico de Broadmoor
después de matar al hombre que según el lo perseguía. En realidad, Minor, veterano
de la Guerra Civil estadounidense es perseguido por la sombra de un hombre que lastimó.
Su erudición, resultado de compulsivas lecturas, su memoria fotográfica, la
riqueza y precisión de su vocabulario lo vuelven indispensable para el equipo
del filólogo. A medida que progresa el trabajo de edición, evoluciona la
enfermedad mental del capitán, que va empeorando al contacto de Eliza Merrett (Nathalie
Dormer) la viuda de su victima. Extremo en su pasión amorosa como lo fue en sus
delirios de persecución, deseoso de perdón y reconocimiento al mismo tiempo que
convencido de no merecerlos, entabla una amistad entre iguales intelectualmente
con el ahora diplomado de Oxford.
Como en secundo plano, se muestran las
investigaciones en los tratamientos de enfermedad mentales en este fin de siglo
XIX, antes de que empezaran los trabajos que finalmente mostraron el camino
hacia las nuevas terapias. En Broadmoor, a cargo del doctor Brayne (Stephen
Dillane), se utiliza la frenología, la lobotomía, los baños con agua helada.
Sean Penn es conocido por sus actuaciones poseídas,
casi alucinadas. Si este estilo parece corresponder al personaje del loco Capitán,
Penn, tal vez por ser su regreso después de años lejos de las pantallas, sobreactúa.
Exagera la locura del personaje, con ojos exorbitados, movimientos excesivos de
la cabeza y del cuerpo entero, cambios bruscos de expresión. Se mueve entre
sentimientos contrarios y extremos: remordimientos, orgullo, suplicación, dominación,
autoflagelación, autocastigo. Pasa de otro a otro sin transición y
aparentemente sin razón.
Frente a él, el Profesor es un Mel Gibson cuya
capacidad interpretativa no rebasa su barba y sus trajes elegantes. Su fría
distinción no provoca el interés ni siquiera intelectual para un hombre de tan
amplio conocimiento, responsable de una empresa extraordinaria.
El resultado de esta falta de armonización es que a
la cinta, a la narración, les falta pasión, le falta ambición. Nunca logra
despegar. Nunca logra conmover. La lingüística, la investigación, la vida de las
palabras son aventuras. La locura también.
La
cinta , basada en el libro El cirujano de
Crowthorne publicado en 1998,
vivio durante 20 años muchos episiodios en la escritura del guion, la
producion, la realizacion. Parece que en este camino demasiado largo perdio la fascinacion por el deseo de saber,
de dominar exhaustivamente un campo del conocimineto. Siendo las palabras los
vehiculos de todos los saberes, conocerlas todas, signficaria saberlo todo.
Sueño de los hombres desde los tiempos más remotos.