Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Wednesday, September 1, 2021

The Leisure Seeker (Paolo Virzi, 2017) – 8/10

Triste y divertido, un último viaje, unas últimas evocaciones de lo que fue una vida compartida. Con tal tema y tales interpretes, tal vez hubiera podido ser menos superficial y más cuidado en su estética.

Ficha IMDb

Ella ( Helen Miren) y John ( Donald Sutherland) desaparecen un buen día con su caravana sin avisarle a nadie, ni siquiera su vecina chismosa, Lillian (Dana Ivey). Los dos hijos adultos se asustan, el hijo, Will (Christian McKay)  se enoja, la hija Jane (Janel Moloney) deja hacer. Es que Ella está enferma de cáncer en su ultima etapa, y John sufre de Alzheimer.

Se van, se fueron, es el viaje que soñaron toda su vida. Ella preparó todo, hasta un elemento misterioso que escondió abajo del tapete entre los asientos, y que se revelará fundamental al final de la historia. Desde Massachusetts donde viven, toman la autopista 1, la que empieza muy al sur, en Key West. El final de su epopeya será el final de su viaje, sabiendo que Key West es donde se encuentra la casa de Hemingway, autor preferido de John quien consagró su vida a la enseñanza de los autores estadounidenses del siglo XX. Ver la casa de Hemingway y morir. El viaje hasta el final de Estados Unidos es el viaje hasta el final de la vida.

En el camino, hablar. Si ella habla de todo y con todos, John, puede hablar con seguridad solamente de sus autores. Puede recitar paginas enteros, pero casi ya no puede hablar de su propia vida. Con trabajo recuerda sus propios hijos, su propia vida con Ella. 

Dos cuerpos traicioneros: uno que no se controla, el otro que duele horrores. 

De camping en camping, Ella y John progresan hacia el sur, viendo diapositivas de su vida pasada : los hijos, los viajes, los alumnos. En uno de sus desfases temporales, John confunde a Ella con Lillian la vecina y revive su ruptura con ella después de una relación de dos años. ¿Pero qué se puede hacer después de compartir y aceptar tanto?  Sólo seguir adelante, sabiendo además que el objetivo se acerca : Key West, la casa de Hemingway, y el gran final. 

Si el viaje geográfico es un fracaso porque la casa es una gran decepción, desfigurada por las visitas guiadas y una boda latina atronadora, la larga vida conyugal es otro viaje que se acaba. Y pensar que Ella la razonable, la paciente, la organizadora, lo tenía todo planeado, y que sufrió y gozó el viaje con todas sus fuerzas, sabiendo que era un viaje sin retorno. Una prueba más de su superioridad en una vida matrimonial donde el roble siempre precio ser el hombre. 

Donald Sutherland interpreta con una naturalidad asombrosa a un hombre perdido en su mundo intelectual : olvida a su esposa a su gasolinera, ya no sabe que sus hijos son adultos, tiene todos los problemas físicos debido a la falta de control sobre su cuerpo. Y sin embargo tiene momentos de acuidad intelectual extraordinarios y puede reconocer exestudiantes treinta o cuarenta años después.  

La auto caravana lleva el nombre que Ella le puso, en sus jóvenes años : Leisure Seker, el buscador de ocio, y de hecho, acompañó las vacaciones de la familia a lo largo y ancho del país, lo que permitió acumular centenares de diapositivas que los ancianos pueden ver cada noche.  La novela de la cual se inspira la cinta es de Michael Zadoorian, y pasa en otra carretera mítica : la 66, que va de Chicago a Los Ángeles e inspiró a Jack Kairouac y la Beat Generation. . Paolo Virzi la actualizó, mezcló a su John con una manifestación Trumpista : Make America Great Again, podría ser el lema de estos dos que han vivido tiempos mejores. Pero su libertad innata, sus años jóvenes en los tiempos hippies, como lo muestra la música de acompañamiento, Janis Joplin, sus referencias más cultas, su objetivo bien definido no les dejan tiempo para dejarse seducir por tales ilusiones. Tienen bastante que hacer, sobe todo ella, para responder a los constantes cambios que le impone John con su cabeza vacía. El choque final, el desajuste entre el mundo intelectual ideal de John y la realidad moderna es la sorpresa de que la casa de Hemingway en Key West es ahora un lugar obligado a concesiones comerciales para sobrevivir : visitas guiadas en grupo y renta del jardín para eventos sociales. Una boda latina ocupa el lugar, desnaturaliza con su salsa un lugar de recogimiento para los admiradores de Hemingway y de la literatura. Así es el mundo moderno : migraciones, dinero, olvido de la cultura frente a nuevas necesidades. 

Dos interpretes extraordinarios logran concentrar la atención y casi hacer olvidar una dirección muy floja, un guion muy previsible con bromas pesaditas, una estética poco original, y una tendencia a alargarse en momentos demasiado triviales o demasiado melodramáticos. Se sale de ahí con la sensación de un cierto desperdicio. O será voluntario para darnos a entender que todo lo que pusimos en nuestras vidas, todos los momentos familiares, amistosos, literarios, todo eso no tiene tanta importancia ya que todo va a acabar, que lo perderemos todo. Una suerte de Vanitas : "Recuerda que vas a morir." Pero tal vez fue simplemente falta de talento del director, que no logra alzarse a la altura de clásicos del genero de road-movie como Easy Rider (Dennis Hopper- 1969) o Thelma y Louise (Ridley Scott- 1991) o la agudeza sin piedad de Amour (Michael Haneke – 2012)


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