Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Monday, November 7, 2022

Munich: The Edge of War (Christian Schwochow, 2021) - 7.5/10


Una versión inglesa de cómo se hubiera podido cambiar el curso de la historia. Locaciones y actuaciones interesantes. Pero no deja de sonar un poco artificial.

Ficha IMDb

1932, tiempos felices antes dela Segunda Guerra Mundial, cuando los pueblos soñaban con vivir juntos y amigos. Dos jóvenes alemanes estudian en Oxford y hacen amigos. Paul von Hartmann (Jannis Niewöhner) y Lenya (Liv Lisa Fries) provienen de Múnich. Hugh Legat ( George MacKay) es inglés, de una vieja familia. Se enamora de Lenya. La vida y la juventud parecen prometer mañanas felices pero los alemanes tienen que volver a su país y cada uno empieza su vida profesional. 

Años después, Legat es ahora secretario particular del primer ministro, Neville Chamberlain (Jeremy Irons), tiene que satisfacer sus manías pero sirve a veces de confidente. Von Hartmann trabaja en los servicios diplomáticos alemanes. Curiosamente, ya no se sabe nada de Leyna.

Estamos en septiembre 1938 : Hitler está ganando más y más poder. Ya ha llegado, por las vías legales, al puesto supremo de Canciller, equivalente a Primer Ministro. Se está preparando para  anexar a los Sudetes, región de Checoslovaquia con el pretexto de que se trata de poblaciones germanohablantes, pero sobre todo porque son una zona de potentes industrias de armamento. Asegura que no anexará ningún otro territorio de Europa. Un encuentro de jefes de estado se organiza en Múnich, ciudad de origen de Hitler y de su partido. Acuden el inglés Chamberlain, el francés Edouard Daladier (Stéphane Boucher), el italiano Benito Mussolini (Domenico Fortunato) y Adolf Hitler (Ulrich Matthes) como anfitrión, acompañado de su fiel ministro Himmler (Martin Kiefer). 

Von Hartmann pertenece a un movimiento de izquierda que se opone a la progresión de partido nazi que ya enseñó algo de su ideología y la demostró en acciones callejeras violentas. Un complot se está organizando para derribar a Hitler : la conspiración Oster. Su secretaria roba un documento que pone en claro las verdaderas intenciones de Hitler en relación a Europa. Hay que hacérselo llegar al gobierno inglés para impedir la firma del acuerdo. Por las vias diplomaticas, Von Hartmann logra pedir que su amigo el asistente de Chamberlain participe al viaje para que sirva de intérprete.

Después de algunos contratiempos, el reporte secreto llega a manos de Legat, quien se mantiene incrédulo, como los grandes jefes. No sin antes que su amigo lo lleve a un hospital psiquiátrico para que vea en que se ha convertido su amor de juventud. Mejor dicho, en que la han convertido los partidarios de Hitler al saber que era judía. 

La cumbre de los grandes jefes terminará por un acuerdo del cual todos están muy orgullosos, convencidos que han garantizado la paz a Europa para muchos años, que han sabido cómo tratar al monstruo y subyugarlo.

La cinta está perfectamente realizada, con el ritmo perfecto, las locaciones perfectas (se filmó en el edificio mismo donde tuvo lugar el encuentro histórico en 1938), una dirección de actores sóbria y unos colores fríos que le quedan a un tema tan grave. Se apoya en interpretaciones de excelente nivel, obviamente Jeremy irons, veterano actor, y todavía seductor, imagen perfecta de la elegancia british hasta en su forma de comer un huevo . Los jóvenes cumplen con sus papeles tal como debe ser. Pero el que se roba la atención es Ulrich Matthes quien interpreta a Hitler, a pesar de no parecerse. Sus ojos pequeños, profundamente hundidos, fijos, parecen taladros. Fascina, asusta, aterroríza. Hace temblar. Tal vez porque sabemos quien fue, de que era capaz. Definitivamente el es el protagonista de la historia. 

Después de Operation : Mincemeat (John Madden – 2021), esta cinta es otro intento inglés de revivir la historia, mostrando cómo estuvo a punto de ser otra, utilizando grandes actores. Casi ciencia ficción, casi ucronía. No existió realmente  tal reporte secreto y revelador. No existieron ni Von Hartmann ni Legat. La cinta da a entender que Chamberlain fue el origen y el cerebro del encuentro de Munich : en realidad, fue Mussolini, opuesto a la guerra a pesar de ser aliado del Führer. Lo presentan aquí como simple acompañante, al igual que el francés Daladier. Cierto es que Chamberlain y Daladier se equivocaron completamente. Lo cierto es que Churchill tenía razón, lo cierto es que la conferencia de Munich resultó en una aceptación cobarde de parte de los europeos, el sacrificio de una pequeña nación para salvar a las grandes potencias. Sacrificio inútil. Pero es fácil juzgar a posteriori. 

Se disfruta la película porque saber mantener un suspenso alrededor de la transmisión del documento secreto, porque sus actores son excelentes.  Eso no quita un cierto aburrimiento : otra vez lo mismo, otra vez la misma buena consciencia de : “te lo dije, no había que confiar en este tipo, este zorro fanático”. Es un buen intento para hacer la historia más cercana a las actuales generaciones, mostrarles que los jefes de estado tienen sus agendas y que la imagen que proyectan no son para nada fiables. Sin embargo, le falta a la cinta profundidad de análisis para aportar realmente conocimiento histórico. 


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