Otra bonita comedia de adolescentes que nos enseña una u otra cosa acerca de la vida. Por supuesto, cuenta con la participación de una chica guapa, un muchacho guapo y dos que tres adultos buena onda. Dentro de la formula, nada impresionante, pero tampoco demasiado malo; pero hay otro par de cosas que decir.
La ficha IMDB
Olive (Emma Stone) es una excelente estudiante en una preparatoria llena de adolescentes confundidos, incluido un grupo de muchachos profundamente cristianos, dirigidos por Marianne (Amanda Bynes). Tras una mentira “inocente” y un par de favores bien intencionados, la reputación de Olive sufre un cambio radical con el que no sabe muy bien cómo lidiar.
Easy A sigue la formula de la comedia adolescente bastante bien. Buenas intenciones, mal entendidos, confusión, los malosos que pagan (con la debida proporción al problema) y buenos que consiguen pareja. No hay mucho más que decir en ese sentido.
Tampoco hay mucho que decir de las actuaciones o la dirección. Quizá algo que valga mencionar es la música de la cinta, que no es nada mala y logra en si misma poner a la audiencia (o al menos a mi) de buen humor. Desde la perspectiva cinematográfica, no hay nada más.
Pero si hay algo que pudiere ser relevante en términos de los personajes. Particularmente el personaje principal, Olive, y su familia. Queda claro que son los buenos en la película, bueno, ella, y ellos son personajes terciarios que están ahí como apoyo moral y sobre todo para dar contexto. Aun siendo los buenazos, es casi repulsivo el nivel al cual son perfectos. Da asco no solo en el contexto de la película y de lo ridículo que es, sino también por la fantasiosa imagen que construye y con la cual nunca, ninguna realidad podrá jamás competir.
Se habla mucho de cómo la publicidad genera imágenes totalmente despegadas de la realidad y crea frustración. Es totalmente cierto, pero la observación se limita a la imagen en términos visuales. Cintas como Easy A, de manera sutil y posiblemente (tristemente) involuntaria, hace lo mismo a un nivel más profundo. ¿Qué adolescente podría respetar a sus padres después de ver, y creer, a los fantásticos padres de Olive? De alguna manera han conseguido que su hija sea una estudiante destacada, con fuertes valores morales y un sentido de responsabilidad y camaradería excepcional (motivo detrás de todo el problema). Esto sin jamás levantar la voz, sin ningún tipo de disciplina, sino siendo total y completamente bien buena onda.
Manejan todas las situaciones con maestría y excelente humor. Nada los sorprende y la confianza que le tienen a su hija es total. Cosa que por supuesto les funciona a la perfección y es exactamente lo que, al menos en esta aventura, Olive necesitaba.
Mas que una comedia, Easy A es una fantasía. No es el tema central de la cinta, pero su desarrollo (como termina sucediendo) depende de ello. No es el único ejemplo, pero este es tan ridículo que es imposible no mencionarlo y usarlo como muestra de lo deshonestas que se han vuelto tantas historias, y de porque es refrescante cuando los cineastas gringos deciden saltarse esas estupideces. Estupideces que de todos modos podrían no existir sin afectar las películas de las que son parte.
Quizá sea una exageración, quizá sea esto una tormenta en un vaso de agua, pero al final, resulta molesto ver tanta innecesaria deshonestidad.
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