Duelo entre peso ligero y peso pesado, después de violación y asesinato. Con otro muerto que se atraviesa. Asuntos no resueltos de la infancia. En un ambiente lluvioso digno de Simenon.
Ficha IMDb
En un pueblo a la orilla del Mediterráneo, más bien unos comercios alrededor de un crucero, que abren solamente en verano, Mellie ( Marlene Jobert) espera a su esposo, Tony (Gabriele Tinti) quien nunca está en casa, por su trabajo de Navegador aéreo.
La madre de Mellie, (Annie Cordy) quien fuma y toma ligeramente demasiado, tiene un bowling y una pista de coches miniatura. Pero, como todo en el pueblo en esos meses de invierno, están ahora cerrados. Su hija pasa a visitarla, y que Tony no le permite a su suegra ir a casa de ellos. Como buen macho italiano, ve en ella un mal ejemplo : ella engañó a su esposo, padre de Mellie, quien las abandonó, llevándose o destruyendo todo, hasta el colchón.
Total que esta tarde de lluvia, el autobús de Marsella, que nunca se detiene, deja un pasajero: alto, de mirada fija, cargando un bolso rojo.
Cuando Mellie se detiene en la tienda de su amiga Nicole ( Jill Ireland) ,para probar y recoger el vestido blanco que usará el día siguiente para una boda, el desconocido la observa, medio desnuda, por la ventana.
Ocurre lo esperado, la sigue a su casa y la viola. Después, se esconde en el sótano. Mellie lo encuentra y lo mata con la carabina de su esposo. Se lleva en su coche al cadáver para tirarlo al mar.
La verdadera acción empezará el día siguiente con la llegada de un extraño gringo, de mirada felina, Hobbs (Charles Bronson) , quien se dedicará a perseguir a Mellie, torturarla haciéndola beber, para forzarla a confesar el asesinato del hombre que él busca.
Sin dejar aflorar nada de él mismo, actúa, habla, pregunta, provoca, anticipa cada movimiento de Mellie para llevarla a donde él quiere: confesar el asesinato Pero no contaba con que este cuerpecito siempre vestido de blanco, esta niña solitaria, tenía una fuerza de resistencia increíble aunada a un sentido de la ironía bastante cortante.
Un cadáver encontrado en la playa, un botón de vestido perdido, un bolso rojo suplementario y unas nueces que se lanzan contra los vidrios son las evidencias en una historia policíaca al mismo tiempo que psicológica. Donde una extraña complicidad se va creando, acompañada pero una muy buena música deFrancis Lai, quien compuso los inolvidables Moulins de mon coeur de The Thomas Crown Affair ( Norman Jewison – 1968).
Muy recomendable.
No comments:
Post a Comment